Hace ya mucho tiempo que camino hacia el Norte, entre tractores en llamas y folerpas huérfanas.
Hace ya mucho tiempo que camino contra el Norte, como un viajero gris confederado desafiante entre la niebla.
Una verdad cifrada en XVII ediciones dejé atrás: el humo de los brezos, el rojo de los acebos, y la alegría fugaz de la cerveza, os la revelarán algún día.
En el camino del Norte, sin embargo, sólo los más valientes me acompañan.
Marchamos a la intemperie de las noches hiemales.
Les digo este relato para recordadles que su obligación es subir y combatir a nuestro lado.
En nuestras cabezas braman los vendavales, en nuestros ojos juguetean los relámpagos, bailan las nubes y se ríen las estrellas.
Malo será que no ganemos.