header-photo

Tomando Té con Mr Bowles. Their Heads are Green and Their Hands are Blue.

El Hombre tras el Nombre


Uno de los galardones más prestigiosos del fútbol mundial lleva su nombre. Pese a ello, Laurence Bowles (St Asaph, 1961) soporta elegantemente el peso de la fama con una arrogante mezcla de retranca, humor inglés y flema británica. Igual las tornas se vuelven después de esta entrevista. Ya saben, Honi soit qui mal and Good-Bye to All That. Sin más preámbulos y con nube de leche, una entrada para sajar en dos idiomas.


We can trace almost all the disasters of English history to the influence of Wales

Aunque nací en el País de Gales, no me considero galés. Mis padres estuvieron de paso y tres días después de nacer, estuvimos en Reading, donde viví toda mi infancia. No tengo nada en contra de Gales; sólo hay que mirar lo que han dado al mundo: el rugby moderno, Shirley Bassey, los coros masculinos, los Jones (Tom y Catherine Zeta), Anthony Hopkins y la piedra angular de la cocina británica: el puerro. En mi pasaporte pone británico. Dejémoslo así.


Yet each man kills the thing he loves, by each let this be heard

Reading es una ciudad realmente fea. Mi madre, hermana y yo (nunca conocí­ a mi padre) vivíamos en una urbanización de pisos sociales a la cual llamaban Dodge City por el alto nivel de vandalismo. Las únicas memorias decentes que me quedan de haber vivido en Reading son los siempre presentes aromas de las galletas recién horneadas de la fábrica de Huntley and Palmers y el lúpulo de la cervecería Courage, de aquella, la más grande de Europa. Más tarde, descubrí­ el Festival de Rock, lo que que añade un punto positivo.


Such, Such Were The Joys

Cuando tenía 11 años mi madre me mandó un colegio interno bastante exclusivo con una beca completa (era un niño extremedamente inteligente, no sé qué pasó luego) que era una preparación para Public School, que curiosamente significa colegio privado. Al principio lo odiaba. Te llamaban por el apellido, hacía frío, jugabas deportes que yo no sabía que existían y los demás niños, a pesar de su procedencia dinero y supuesta educación eran tan crueles como los del colegio estatal de Reading. Dos años después gané una beca para estudiar en Stowe, un colegio moderno (fue fundado en 1923). Los que estáis pensando en Tom Brown's Schooldays y películas sobre Eton no podéis imaginar cómo era Stowe. El primer director dijo,"cualquier niño que haya estudiado en este colegio reconocerá la belleza para el resto de su vida". Y es verdad. Los jardines eran inmensos, con templos, puentes y arcos de estilos romanos y griegos. Los profesores querían que aprendieras, no había castigos físicos, los pequeños no eran los esclavos de los mayores aunque tenías que evitar a algunos maricones. Junto con la educación escolar, te inculcaban un autoestima alto, te preparaban para la vida real y te hacían creer que podías comerte el mundo. A mí­ no me funcionó muy bien pero yo venía de otro estrato de la sociedad. No había football. Jugábamos a rugby, hockey, cricket, squash, fives (buscadlo en Google) y esgrima. La experiencia individual fue maravillosa, pero no encajaba y me lo hicieron notar.


Hacerse culé en Andalucía

En 1981, después de terminar Hispánicas, me ofrecieron un trabajo como profesor en Jerez de la Frontera. Cogí­ el autobús de Victoria Station a Sevilla y pasé dos años en Jerez. No me sentía cómodo conviviendo con los jerezanos, demasiado superficiales. Los dos mejores amigos que tuve eran de Ferrol y de Burgos. Un día, en una clase que tenía sólo para chavales de la Fuerza Nueva, me preguntaron si era del Madrid o del Barça. Como todos llevaban pins del Madrid y ya eran unas fachas de cuidado a sus 15 años, me hice culé y sigo siéndolo.


Miña Terra Galega

Luego conseguí­ trabajo en Pontevedra y casi era como volver a casa. La lluvia, lo verde y la gente, que una vez que te hacías valer, te acogían totalmente. Llevo 30 años, tengo una familia que me apoya y protege y muchos amigos con los que puedo contar en cualquier momento. Los gallegos en general son cultos, curiosos y muy acogedores. Me siento en casa, es mi casa y mi vida y no me puedo imaginar la vida en otro lugar.


A rose by any other name would smell as sweet

Abrí­ mi propia academia en 1998 (Larry Bowles English World). Realmente es un puesto de trabajo a medida. Tengo una oficina, un aula y trabajo solo. Estoy cuatro horas cada tarde y me quedan las mañanas para cosas de casa, jardín y, si no llueve, el golf, aunque los escoceses dicen que se puede jugar al golf incluso cuando hace sol. Al salir del trabajo me da tiempo a tomar una pinta en el Grifón, Gato Cheshire o Can Fraco, según el día de la semana. Tengo unos horarios muy estrictos, como un buen inglés. Sólo bebo en Pontevedra los fines de semana cuando están los Stags


Con The AngloGalician Cup hemos topado.

Sobre la Anglogalician, he comentado mucho en el blog estos años. Me parece una idea brillantísima que ha creado una hermandad entre dos ciudades que nunca ha conseguido ningún concello, y mira que hay pueblos hermanados con pueblos patrios por todo el mundo, hermanamientos que no dejan de ser un dato sobre papel sin más transcendencia; un viaje de lujo con comidas suntuosas para cuatro políticos una ceremonia, una placa en la entrada del lugar y vuelta a casa y nunca más se habla del pueblo en cuestión. La Anglogalician Cup sí­ es un intercambio cultural de verdad, y creo que los Porcos sacan mucho más partido de los viajes que los Stags. Sus visitas a Blighty están muy bien organizadas, cada año hay itinerario distinto, visitan pueblos que no suelen salir en las rutas turísticas y beben cerveza a Dios y su madre. Los Stags hacen lo mismo cuando nos visitan excepto lo último. Más importante que todo esto y el partido, son las amistades entre equipos que se han forjado a lo largo de estas diez ediciones y esto es un tributo a Fran, Thomo y todos los que toman parte en estos viajes. Yo diría que es el culmen de mi calendario social.


De nuestro enorme aparato mediático

El blog, toda la máquina propagandística, está teniendo mucho éxito, si juzgas el éxito por el número de piontas y las miles y miles de visitas. Me gustan la mayoría­ de las entradas pero no entiendo el 80% de los comentarios. Hay demasiado corte y pega, poemas larguísimos que no parecen tener nada que ver con las entradas, listas interminables repetidas y, a mi parecer, mucho pseudointelectualismo. No obstante, si tienes tiempo para seleccionar lo que vale la pena leer, hay cuatro o cinco escritores que me encantan, y, sólo por eso seguiré entrando y comentando.


A Porcallada versus The Stagjada

¿La diferencia entre la manera de enfocar las visitas por parte de los equipos? Es evidente que los Porcos visitan Inglaterra de una forma que muchos nativos nunca han hecho, incluyendo a mí­ mismo. Se planifican las rutas muy detalladamente para combinar lugares históricos, aldeas pintorescas, alguna ciudad más grande y, por supuesto, cervecerías. Los chicos de Sheffield, una vez llegados los Porcos, también organizan eventos cojonudos así­ que los gallegos meten mucha cosa en su corta estancia. Normalmente los Stags llegan directamente a Galicia y cumplen el programa que les elabora Fran, y aunque ven gran parte de la Galicia rural, creo que es una experiencia algo más limitada porque ellos prefieren acampar en Pontevedra toda su estancia. No me malinterpreten; no juzgo a nadie. Quizás los Stags aprovechen sus viajes tanto como los Porcos. Simplemente digo que prefiero el enfoque de viaje de los gallegos


El Turista Accidental

Estuve 26 años sin regresar a Inglaterra. Hubo un cruel rumor que circulaba por Pontevedra que decía que estaba esperando que algún crimen que había cometido hubiera prescrito. Desde luego, esto es totalmente incierto porque esa clase de delitos no prescriben (humor inglés). Lo que pasa es que, al no tener familia allí, no me gusta la idea de visitar mi propio país como un turista en un hotel. Mi mujer insistía que fuésemos a Londres y hace dos años me decidí. Ella me enseñó la ciudad, lo cual es algo embarazoso dado que es gallega. Me encantaría que los Porcos me guiasen por Inglaterra pero nunca viajan cuando tengo vacaciones. Ya veremos.


Maggie! Maggie! Maggie! Die! Die!

Habiendo vivido en Inglaterra durante el reino de la Thatcher y viendo ahora las similitudes en cuanto lo que está haciendo el gobierno actual a este país, ahora que soy mayor, y me afectan más las decisiones políticas, me doy cuenta de lo terrible que fue el thatcherismo y como destruyó por completo el Estado de Bienestar. En fin, escuchad Tramp the Dirt Down de Elvis Costello.


Billy Fish: He wants to know if you are gods. -Peachy Carnehan: Not gods - Englishmen. The next best thing.

Muchos británicos viviendo en el extranjero creen que son moralmente e intelectualmente superiores a los nativos, vivan en el país que vivan. Más de una vez me he tenido que levantarme y marchar por pura vergüenza al ser testigo de este tipo de comportamiento por parte de mis paisanos. Conozco a pocos británicos en Pontevedra, aunque hay un montón, y procuro evitar a la mayoría quienes van por allí­ en grupitos y no se mezclan con los de acá­. ¿A qué vienen estos? Evidentemente hay excepciones pero conozco a extranjeros que llevan muchos, muchos años aquí y quienes nunca se han molestado en aprender castellano. Hasta Thomo habla mejor español que algunos de ellos, ¡por el amor de Ægir!


 Pisando la línea de 22 con un Hierro 1

Juego al golf siempre que pueda. No soy muy bueno (handicap 11) pero disfruto mucho y voy por el campo a toda hostia, así­ por lo menos hago ejercicio. Me encanta el rugby; uno de los momentos más felices de mi vida fue cuando Inglaterra ganó la Copa del Mundo en 2003. En Pontevedra hay dos clubs (Mareantes y Pontevedra Rugby Club) lo cual es extraordinario para una ciudad pequeña y he colaborado con ambos, yendo a los partidos y con un humilde patrocinio. Para mí­, es el rey de todos los deportes y conoces a gente con valores, lo cual es muy grato en estos tiempos.


This is Ferreira de Pantón Paso muchos fines de semana y gran parte del verano en Ferreira de Pantón, Lugo, na Ribeira Sacra. Es un pueblo de unos 2.000 habitantes donde nació mi mujer, y la mayor parte de su familia, hermanos, hijos, nietos, cuñados, sobrino nietos y primos vive allí y, curiosamente, unas veinte familias inglesas que se han instalado en los alrededores, aunque la mayoría no forma parte de la vida cotidiana del pueblo, cosa que he comentado antes. De hecho, me considero el inglés de Ferreira aunque vivo en Pontevedra. Hay una plazuela con los tres bares donde se encuentran todos y juegan los niños. La gente es de una educación exquisita y si tú les correspondes, pasas a formar parte del pueblo. Conozco a todos, juego a las cartas en los bares y, a veces, gente me saluda en la calle a la cual no conoce mi mujer siquiera. A veces, dejo a Charo en Poio y me voy solo, a quedarme en casa de su hermana. Hay un campo de golf al lado y, dos veces al año, 16 amigos de Pontevedra pasamos un fin de semana jugando, comiendo y bebiendo; tienen el mejor pulpo de Galicia, la carne es una maravilla y hay muy buen vino, lógicamente. Me encuentro muy bien en Ferreira ­, muy integrado y protegido. Es el sitio donde pienso jubilarme.


Bonus Track

As a kid in Reading we didn't own a TV or a hi-fi so my only access to music was on my little transistor radio. Of course I listened to Radio One and the top twenty. Off the top of my head I can remember The Osmonds, T-Rex, Brian Ferry, Slade, Jackson 5, The Move, ELO, Status Quo, Wizzard, some of which were fine but the offer was limited. Once at prep school after lights out you got your earplug out and tuned into Radio Caroline. Suddenly there was a new world of music that you could never have imagined. The first album I ever bought was A Night At the Opera (1975) and I've still got it, vinyl as thick as your thumb. I had to wait six months before I could play it at home when my mum bought a record player to listen to her Herb Alpert albums and Sound of Music Soundtrack. When I got to Stowe I was totally immersed in every kind of music imaginable. The younger kids shared a common room where the seniors had the only cassette player and the right to play what they wanted. They only had 3 cassettes: as I remember, Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy (to this day the best product of John and Taupin), Just A Boy by Leo Sayer and Crime of the Century. I spent a year listening to these 3 records and I still do today. When we were allocated separate study rooms (3 or 4 boys to a room) there was more choice and diversity. You could walk down the corridor and hear from different studies Jethro Tull, Pink Floyd, Deep Purple, Zeppelin, Genesis, Maravishnu, Be Bop Deluxe, 10CC, Crosby and Stills, Neil Young, Captain Beefheart; basically everything was available. I used to spend hours in other people's studies recording their records and doing my homework at the same time. In my last year, 1980-1, we didn't have to go to bed until 10.30 and we'd listen to the John Peel show at the time Punk and New Wave were on an upsurge: Stranglers, Clash, Buzzcocks with the multitalented Pete Shelley, Joe Jackson, Magazine, Simple Minds, SLFingers, Patti Smith, the Tubes, the Cure and so on. In a closed environment of 600 souls, the choice of music was unlimited and once the bug had bit me, I started going to gigs.

The best concerts I can remember: (1978-1981) just before I left England, Genesis-Seconds Out Tour, Steve Hackett's last appearance, The Climax Blues Band, Yes and Ian Carr's Nucleus free at Southampton Univ. Student's Union. Howard Devoto's Magazine supported by an unknown band called Simple Minds, The Tubes supported by Squeeze, not to mention three years of Reading Rock Festival.

In Spain I've seen Chick Corea's Elektric and Acoustik Bands, Elton John solo with a Yamaha minigrand midi piano in the bullring in Pontevedra would you believe, Neil Young, Eric Burdon, Roger Waters, Leonard Cohen and countless others. Something that many of you might consider a black mark on my report card could be the fact that I was a staunch The Enid fan while at university and toured with them as their lighting engineer for a couple of tours, which is why I only got a 2.2. They're still going strong and played in Portugal last year but I understand that it's something you either love or loathe.

¡Ah! ¡Pobres, pobres osos!

[la entrevista en inglés, aquí]