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De La Matanza De Ciervos Como Trámite Administrativo. La Décima Cayó En Campañó.

La Anglogalician es un orgulloso vector temporal retorcido y críptico que avanza en espiral hacia el pasado y retrocede hacia el futuro.


¿No estaba prohibida la publicidad?

Las piezas de caza se clasificarán en dos grupos: caza mayor y caza menor. Tendrán la consideración de piezas de caza mayor el stag, el ciervo, o cervo, el baldragas, el correveidile, el procrastinador, el tóxico, el pelador de camedrios y cuantas especies sean declaradas como tales por el Rodillarato.

La otra crónica, la escrita según el tradicional método galeguidade ao pao, informa:


Porcos Bravos 11 - Sheffield Stags 1

Os Porcos Bravos: Manu Blondo (Gk); Frank (1); Nacho; Del Río; Sergio (3); Billy (2); Anxo; Xandre; Rivas (1); Pedrinho; Peter Rojo; Martín Fisher (1); Guille (2); David (1), J. Toti (1); Gael.

The Sheffield Stags: Gallo (Gk);Thomo; Shabba; Nunu; Dick Walsall; Schofe; Machen; PK; Whysall; Pátraicc Úa Muirgheasa (1).


Venue: Estrenamos campo. Agüeiros, en Campañó. Merecía el Pritzker pero... 32º putos grados na Galiza que estrena outubro. Para que luego nieguen el cambio climático. Campo en perfectas condiciones.


Attendance: 400 privilegiados en las gradas. Willy Sifones asiste de incógnito. O eso cree él.

Uniformes: Os Porcos Bravos visten de negro Nasa, con el jabalí blanco de Ricardo III como escudo. Un apaño que deviene en icono instantáneo.

Los stags, que volvían a Galiza siete años después, visten un inclasificable uniforme con distintas tonalidades de verde. Ya saben que la esperanza es una puta vestida de ese color.

El Laurence Bowles (o es ya el presente Colin Davies?) al mejor jugador porcobravo es ex aequo para Billy (Álvaro), Guille y Gael. Este último, cuando empezamos a disputar la Anglogalician, no había nacido. Cavilen sobre ello.

El Derek Dooley's Left Leg al mejor jugador inglés, es para el gran Gallo. Ocupó la portería de forma accidental pero no se notó. Sin su buen quehacer, los stags se llevan 20 en un saco.

Árbitro: Afortunadamente para los de negro, no fue Wayne Barnes que debe sufrir de melanofobia. Con este tipo al pito, igual el resultado hubiese variado en cantidad.

El Dato: Se reanudó la Anglogalician Cup después de cuatro años de langosta. El virus chino, el diablo y el alcohol se llevaron al resto.

Os Porcos Bravos se alejan. 10 triunfos a 7. Nunca habían tenido tres partidos de ventaja. Contando además con la particularidad que nueve ediciones se han disputado en Inglaterra por sólo 8 en Galiza. En la XVIII, buscarán lo nunca visto en la competición. Ganar 4 ediciones consecutivas.

La AngloGalician no es un pasatiempo, es un Compromiso.

Os Porcos Bravos lo han entendido a la perfección en estos años de parón biológico, y han confeccionado la mejor plantilla de su historia. Lo tiene todo: veteranos curtidos, talento, juventud y temeridad.

El bando inglés, en cambio, ha pagado un alto precio por sus convulsiones internas. Ningún proyecto prospera en la tierra baldía del enfrentamiento cainita. Habían arreglado la parcela deportiva con Lee Gordon y sus gladiadores, pero no todo lo demás. Y así les fue. Cuanto antes empiecen su enésima reconstrucción, mejor para todos. El tema es que regresaron a Galiza por primera vez desde la década pasada, con uno de los equipos más flojos que se les recuerda. Recurrieron al comodín de un puñado de valientes expats, que saltaron sobre Campañó como los paracas en Dien Bien Phu, y con igual suerte.

La XVII en esencia, ni tuvo épica ni fue disputada. La manada local jugó con la verticalidad sin freno del rayo. Asedió a los Stags desde el inicio, marcó 4 goles en la primera parte que pudieron ser una docena, y a pesar del alud de caras nuevas en su equipo de gala, se mostró muy cómodo en el agresivo planteamiento del 2-3-2 que ha diseñado el Main.

Los de verde, que apenas soportaron el tórrido clima, bastante hicieron con defender con cierta dignidad su portería y evitar males mayores más allá de la desgraciada lesión de Dick Walsall.

La segunda parte sirvió, entre otras muchas cosas, para:
Que os Porcos Bravos exhibieran la profundidad de su banquillo, haciendo un siete.
Un irlandés que es seguidor del Leeds United lograse el gol del honor de los ingleses.
Sergio sacase un conejo de la chistera.
Martín Fisher nos demostrase que va seguir goleando hasta los 80 años.

Ahora toca preparar la XVIII. La cábala nos dice que el Nordeste inglés es territorio comanche para os galegos. Tres viajes, tres derrotas.

Pero el relámpago, ¿Qué nos dice el relámpago?