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Weer Balking Pola Nazón De Breogán.


Las ideas nacen dulces y envejecen feroces


 O País da Galiza exhibe 313 concellos. Inglaterra, si redondeamos al alza, cuenta con unas 10.500 civil parishes. Todos los Porcos Bravos nacen reyes y mueren en el destierro. Menos uno. 

- La Distancia. ¿Cuántas veces yo pensé volver? Na Galiza, la mínima exigida es de 23.788 metros. Y la máxima se fija en 34.666 metros. Ni un metro arriba o abajo de estas dos cifras.

- La Duración. El Weer Balking no podrá durar en ningún caso, menos de 6 horas con 6 minutos y seis segundos ni más de 13 horas con 13 minutos y 13 segundos. Siempre computadas en el plazo de un día natural.

- El Trayecto del Balking. Un pie delante de otro. Eso que llaman caminar. Prohibido correr o hacer marcha. Y os tiene que doler. Nada de llanear todo el rato o ir por la sombra. La ruta, que puede ser circular, en diagonal o como ustedes quieran, debe incluir repechos salvajes, cambios de ritmo, corredoiras y pistas deturpadas. Está prohibido recorrer caminos trillados y señalizados por la superstición asiática. Debe transcurrir sí o sí por 3 concellos pero nunca por más de 5.

- Las Paradas de la Weer. Se valoran especialmente tascas, tabernas, tugurios y furanchos con el encanto de lo enxebre y una antigüedad anterior a 1974. También se tendrán en cuenta para el solaz de la comunidad, los archiconocidos watering holes oficiales del porcobravismo rampante. Como no lo estamos poniendo fácil, todo lo demás lo fiamos al sentido común y al olfato del caminante. Las paradas no pueden ni deben ser inferiores a 6 ni superiores a 15. Es indiferente el detenerse a beber en cada concello atravesado o el concentrar todas las paradas en uno solo. Importa el número, no el lugar.

- Número de participantes. Uno es soledad y nueve gangbang de Nazgûl.

- Ingesta de la gesta. Un mínimo de una cerveza por local. La unidad básica a efecto del recuento es la botella de 33 cl y a mayores, nunca se podrá superar el contenido de una yarda. Como se puede repetir, no hay un máximo de consumo pero apelamos otra vez al sentidiño del caminante y a la importancia de su misión. Puntuará especialmente que la cerveza sea de nacionalidad gallega (tanto industrial como artesana) o inglesa.


The Turn of the Screw. Nadie piensa que deba recordarse lo que está escrito en un blog. Un blog, digo, se escribe para el olvido, deliberadamente para el olvido. Pero desde hoy, aquí se varan los primeros estatutos del Weer Balking, pues también somos lo que bebemos y caminamos por las sendas de la Anglogalician.


Y quizá todo sea mejor así, esperado y ebrio porque al llegar no puedes volver a Yardley Gobion, tan lejana y sola, ya no tan sola, ya paisaje sobrio que habitas y usurpas, nunca, nunca quiero llegar a Yardley Gobion aunque sepa los caminos de memoria.