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Aminoácidos Y Un Poco De Speed. Bienvenidos De Nuevo Al 2020.

El año que viene tendremos que vigilar nuestros laureles. No hay que olvidar que estamos a punto de ganar otra guerra y con ella asegurar nuestro futuro: nadie querrá un patito rojo de goma que no haga ruido en la charca de la Anglogalician.



Unos excavan raíces esotéricas, otros fuman porros de helechos secos y simulan alucinaciones. Soltaron en el bosque a ciervos y jabalíes criados en granjas y contra pronóstico, se adaptaron a la intemperie. Vivir bajo un cielo de peltre no carece de emociones.

Fin de año en los puertos de Galizalbion. Desciendo a un antro terminal. Sólo los iniciados y los suicidas se dejan caer en la hora del lobo por la Fosa Escéptica. Debo ser lo segundo. La redención no es un vicio solitario y allí siempre puedes beber en contra de alguien. Veteranos del 2009 exhiben cicatrices de la campaña de 2019. La gente demanda una crónica que la intelligentsia​ no oferta. El mito de las juventudes del porcobravismo sacrificadas como carne de cañón en el huracán de Sheffield, permanece oral. No hay gratificación bucal para el gran público. Algunos supervivientes de la XVI se desgañitan explicando a otros hunos los arcanos de un nada a uno. Aguzo el oído. Tomo notas. Medio Grumo escupe himnos de metralla para la batalla que viene.

Tomo notas o me las invento. Existe una isla en el Norte. En cada reino hay un Gran Dragón y ocho hidras; en cada dominio, un Gran Titán y seis furias; en cada provincia, un Gran Gigante y cuatro gnomos; en cada guarida, un Gran Cíclope y dos cormoranes bermejos. Allí todo ocurre una hora antes y sucede siempre en dirección contraria.

El incesto mental, las largas veladas, las ovejas y las baladas. Porque tuyos son los cuervos, las rosas y la historia. Tuyo es el olmo, el fresno y el carballo. Empezamos atacando, ¿sabes?. Los pillamos desprevenidos. Se les veía en la mirada. No lo esperaban. Muy bueno el planteamiento del Main, pero coño, ¿qué cojones hace mal el Main?. Eso. Actitud y aptitud. La pelota y las ocasiones eran nuestras. La violencia también. Los pillamos, tío, los pillamos. No salían de su área. Vale. El ariete estaba con criterio pero romo. Un golazo pero, siempre hay un pero que ladra. Con más precisión, les cae un saco. Un puto saco. Pero bien, al descanso bien. Guan nil. ¿Los nuevos dices?. Los nuevos como que ausentes. A uno le vino grande el chorromoco, otro vomitaba hasta por los codos. Pero no se puede decir. La versión oficial es que el relevo generacional funciona. No la vayamos a joder. Esto en confianza. Que no salga de aquí. Igual divago, pero creo que el del Diario de un Porco Bravo ya mojó el banano. No, no era un tejón, a pesar de las pretensiones decorativas del herrero; era sólo un conejo. Hostias, ¿por dónde iba?. Ah, si. La arenga antes de empezar la segunda parte. Joder, emotiva pero viril. Honor, Sacrificio, Lealtad, Galiza, todas esas palabras en mayúscula. En plan conquistamos la colina y ahora hay que mantenerla. Toca sufrir pero confío en ustedes. Funcionó. El Main nos dopó intelectualmente. A todos menos a uno. Si hace usted el correspondiente viaje de invierno, obtendrá su recompensa, siempre y cuando lo único que desee sea un huevo de pingüino. Oye, escucha, estos de Medio Grumo son los nuevos Gog y las hienas telepáticas. Eso de aminoácidos y un poco de speed debía estar de lema en el escudo del Ronnie Farras.

La reanudación fue como jugar en un país extranjero. El Main lo clavó. El Main es el Gran Brujo, y su estado mayor, los nueve delfines. El león inglés caló bayoneta, patada para delante, choque y rebote. Un respeto a los casacas rojas. Orgullo y Tradición. Y ya ves, tanto quejarse del tamaño de las porterías, que si son pequeñas que si son de waterpolo... y es lo que nos salvó. Por arriba nos las pillaban todas pero les iban al palo o fuera por muy poco. Un puto asedio. Pero los jodidos veteranos de la retaguardia ni se inmutaron cuando se desató el vendaval. Eso también fue decisivo. Ya en el mediocampo, faltó mucho capítulo de Barrio Sésamo. La gente confundía posicionarse y defender en el centro con irse arriba y jugar de delantero. Minutos muy deslavazados. La vamos a cagar por ahí, pensé. El del flequillo no. No va por él. Ese lo hizo todo bien. Aún les pudimos cazar a la contra al final, cuando ellos ya estaban a la desesperada, pero la pólvora se le secó a alguno la noche anterior. Me entiendes. Causa ceguera. Hubo tanto descuento que parecía que estábamos en la prórroga. Costó vencer a domicilio, a veces aún lo pienso y no me lo creo, pero me quedo con esa melancolía irremediable que todos sentimos después de follar y al final de un partido que ganamos. ¿Qué? No, ni de coña. El partido no te lo voy a contar. Te jodes y lees las putas entradas.

Say Hello The Blackshirts

Se acerca un dragón de sangre y fuego
que no dejará piedra sobre piedra