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No Entroido Das Casacas Vermellas


La Causa quiere hombres.

Acudirán de los confines de arena que se pierden en largos mares, de hondos bosques de lobos, en cuyo centro indefinido está el Mal.




La Causa quiere hombres.

Los quiere para debelar una isla que todavía no se llama Inglaterra.

La seguirán los valientes y los irreductibles.

Saben de Aquél que siempre fue el primero en la batalla entre ciervos y porcos bravos.

Saben que una vez olvidó su deber de venganza y que le dieron una espada desnuda y que la espada hizo su obra en las orillas del río Sheaf.

Atravesarán a remo las brumas que van al Norte, sin brújula y con mástil.

Traerán bayonetas y taladros, yelmos con la forma del jabalí, conjuros para que se multipliquen las mieses, vagas cosmogonías, fábulas de los celtas y de los suevos. 



 
La Causa los quiere para la victoria, para el saqueo, para la corrupción de la carne y para la orfandad del olvido. 

La Causa quiere la IX y ningún sacrificio será en vano
Siempre y cuando tatuemos el Triunfo en el linaje de peltre.