Vendrá el hombre de negro y tendrá los ojos de los primogénitos. Enarbolará su enorme aparato para acallar sus lamentos. Cincelará sus cuerpos a base de dietas atlánticas para preparar la llegada de la nueva era del porcobravismo. “Me gusta la decadencia pero no tanto”, se dice Saturno mientras mastica la carne mórbida de los hijos. Baraja planes: levas, genocidio, eugenesia… Por increíble que parezca solo atisba una solución: hay que fichar a un negro. Fútbol es fútbol, decía aquel, y la raza gallega está degenerada.
El primer chaval llegó a Bon en el verano de 2016. La humillación sufrida unos meses antes en la XIII, con una cómoda victoria inglesa a domicilio, había provocado la espantada de los patrocinadores y la peor crisis del equipo hasta la fecha. La continuidad de la competición misma peligraba. Esto no hizo si no enardecer la vehemencia del Main, si algo así es posible. Durante toda la primavera sembró su fe y aplicó el rodillo para acallar las protestas, al tiempo que recaudaba fondos para sufragar la operación.
El fichaje se formalizó en el mes de junio tras una intensa búsqueda que culminó con un viaje a Cuba financiado por el gremio piontante de Avión. En Cuba se encontraba el último descendiente de la pontevedresa Elvira Palmou, cuya hija Adalilia se había casado con un negro aspirante a boxeador profesional que murió aplastado por la letra ele del rótulo de un hotel la noche en que Gutiérrez Menoyo entró en La Habana. Los revolucionarios que estaban desmantelando el inmueble se confabularon para no delatar al culpable, y Adalilia hubo de conformarse con la promesa de una pensión de viudedad que nunca llegó y la semilla de una hija a la que nunca iba a querer por serlo también de la revolución. Luego, esa mulata huérfana de padre y falta de afecto concibió, ya en 1999, con cuarenta años cumplidos y un porvenir pésimo (corría el período especial), al pequeño Aniv de la Rev. Con tan caprichoso nombre, a todas luces una afrenta a la madre, se dio a conocer el no menos caprichoso objetivo de un Main tan desaforado en su empeño que logró generar entre los seguidores de la AGC una expectación complaciente. “Lo de blanco era por el merengue”, llegó a decir alguno. “No todo el mundo bebe cerveza todo el tiempo”, apuntaban otros. “El rumor está en las calles”, admitieron todos al ver que la cosa ya era irreversible. En cualquier caso, de pronto Galizalbión se llenó de negros. La facción verde del gobierno denunció la amenaza para el ecosistema. Al contrario que los homosexuales y los abstemios, que pasaban desapercibidos entre la concurrencia, los negros se hacían notar, tenían su jerga, sus maneras… y el que no era esbelto y atlético estaba bien dotado. Ciertamente el odio racial está asegurado cuando gente como Ignatius Sancho, Anténor Firmin o Keorapetse Kgositsile se están follando a las tías más míticas de tu pueblo. Robert Parish y Richard Pryor, por ejemplo, apostaron a ver quién se tiraba antes a todas las ex de Bill Laimbeer. La masa furibunda no tardó en dirigir su ira hacia el reciente fichaje, que se encontró sin apoyo alguno entre la porcallada. Y, naturalmente, el cubano fracasó.
El Main se sintió muy satisfecho. El Main alberga intereses ocultos, persigue fines inescrutables. El Main es teleológico hasta en su manera de beber cerveza (esto no es fábula, está recogido en las crónicas). Los porcos perdieron la edición en que debutó Aniv de la Rev, la XIV, pero ganaron las cuatro siguientes y más tarde lograron una victoria histórica en la XX, con Aniv de la Rev animando desde el banquillo como el que más. El recto camino no siempre es el más corto. El Main adoptó al chaval y, aunque quería llamarlo Miércoles, le dejó conservar su nombre.
410 comentarios:
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Tolerancia
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11 de novembro de 2015, 11:46
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Jesús Hermida
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11 de novembro de 2015, 11:48
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Metiendo barriga desde 1969.
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11 de novembro de 2015, 12:10
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The man in the high castle
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11 de novembro de 2015, 12:15
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John Ford
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11 de novembro de 2015, 12:19
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otro clavo
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11 de novembro de 2015, 13:20
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denunciando esa visión paternalista hacia la estrella negra del arte en obras como 'Obnoxius Liberals' o 'Slave Auction'. "Le ponía de los nervios, se enfadaba. Era muy inteligente y muy sensible a esta discriminación. Todo aquello le generaba un sentido de culpa respecto a otros artistas negros que no tenían dinero"
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11 de novembro de 2015, 13:22
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Robert Lee Stevenson
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11 de novembro de 2015, 13:29
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Charles Ardant Dupiq B'Auverville
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11 de novembro de 2015, 15:51
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la UEFA os recuerda
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11 de novembro de 2015, 16:06
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y II (dos) /(two)
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11 de novembro de 2015, 16:07
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Otero Pedrayo
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11 de novembro de 2015, 16:16
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"Never Trust a Man What Doesn't Drink" - Oliver Reed 1965.
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11 de novembro de 2015, 21:09
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Bartolomé Foulkes. Fío Galego
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11 de novembro de 2015, 21:17
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Centinela
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12 de novembro de 2015, 08:11
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Un filo nunca es moucho
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12 de novembro de 2015, 09:58
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Boroman
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12 de novembro de 2015, 10:19
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ajedrez pero más
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12 de novembro de 2015, 12:09
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Repantingada en el escaño, masticando chicle con descaro y haciendo gestos de desaprobación.
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12 de novembro de 2015, 17:37
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Slavery was legal in Britain until 1772
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12 de novembro de 2015, 17:40
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Rodrigo Ovéquiz Pardo De Cela
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12 de novembro de 2015, 17:50
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Odio los números capicúas
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12 de novembro de 2015, 21:30
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El Mal Samaritano destila torrentes de Ajendrea
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12 de novembro de 2015, 21:49
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Carta de Bukowski
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12 de novembro de 2015, 22:39
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Un neofascismo insensato y malsano, un racismo hábilmente estetizado, podrían ser las primeras consecuencias de la globalización
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12 de novembro de 2015, 22:44
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Circe
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12 de novembro de 2015, 23:55
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Jason Voorhees
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13 de novembro de 2015, 08:04
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Hud Bannon
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13 de novembro de 2015, 08:06
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Liam Neeson
dixo...
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13 de novembro de 2015, 09:00
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Diario de un Porco Bravo
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13 de novembro de 2015, 10:38
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El Trapecista Tracio
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13 de novembro de 2015, 18:25
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Odio los números capicúas
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13 de novembro de 2015, 18:35
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Jay Ray Barriga
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13 de novembro de 2015, 18:42
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Me gusta la comida italiana (¿a quién no?); desayunar con granola, jugo de mora y mantequilla de maní; amo el cine, sobre todo el que me emociona (¡el cine de género!); las niñas con gafas; las chaquetas y las bufandas, y por tanto el clima frío; no me gustan las aceitunas ni el vino, y soy vegetariano. ¿Algo más?
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13 de novembro de 2015, 19:08
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El Filibustero de los Ojos Grises del Destino -uno de los pioneros-.
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13 de novembro de 2015, 19:31
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El Fulano Ulano Ufano
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13 de novembro de 2015, 19:37
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un auténtico entusiasta de esa idea, en el fondo paternalista y racista, que dominó durante décadas la política exterior del Rodillarato, imperialista y violenta, enunciada con la expresión “hacer del mundo la AngloGalician”.
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13 de novembro de 2015, 19:47
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Un día perfecto para leer Sumisión de Houellebecq
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14 de novembro de 2015, 08:30
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Thor Pede Quinsling
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14 de novembro de 2015, 08:31
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el patriotismo, para alcanzar la incandescencia, necesita enemigos
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14 de novembro de 2015, 09:06
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We love Paris
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14 de novembro de 2015, 13:13
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Willy Pangloss Maya May
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15 de novembro de 2015, 09:09
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Vindicador Del Arce
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15 de novembro de 2015, 09:20
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0 Comentarios
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15 de novembro de 2015, 09:24
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RAF Birras
dixo...
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15 de novembro de 2015, 22:44
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Blas Trallero Lezo
dixo...
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15 de novembro de 2015, 23:00
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Húsar Carpetovetónico
dixo...
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16 de novembro de 2015, 06:58
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Húsar Carpetovetónico
dixo...
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16 de novembro de 2015, 06:59
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Hew Dalrymple
dixo...
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16 de novembro de 2015, 07:26
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Muñeco de Trapo
dixo...
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16 de novembro de 2015, 07:40
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Menelao Virgilio Eiroa Rábago
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16 de novembro de 2015, 07:43
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Eu son tan galego que só merco en GADIS
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16 de novembro de 2015, 19:00
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Jose María Latorre
dixo...
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16 de novembro de 2015, 19:01
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Jose María Latorre
dixo...
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16 de novembro de 2015, 19:02
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Nigromancia, Rock&Roll, incursiones nocturnas y amputaciones sin anestesia. Guarida alternativa
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17 de novembro de 2015, 10:47
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mató a 21 hombres "sin contar mexicanos, negros, ni moros”
dixo...
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17 de novembro de 2015, 10:58
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No evidence that the rental agents were racist
dixo...
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17 de novembro de 2015, 11:02
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Alberto Cairo
dixo...
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18 de novembro de 2015, 09:16
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follar entre parientes consanguíneos no solo se ha vuelto una parafilia de las más solicitadas sino en la primera búsqueda entre los usuarios norteamericanos.
dixo...
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18 de novembro de 2015, 09:24
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Muere a los 40 años Jonah Lomu, leyenda de los All Blacks
dixo...
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18 de novembro de 2015, 09:34
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Quenry Parks
dixo...
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18 de novembro de 2015, 11:27
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Quentin Duwars
dixo...
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18 de novembro de 2015, 11:28
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Willy Mandela
dixo...
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18 de novembro de 2015, 11:29
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Nelson Sifones
dixo...
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18 de novembro de 2015, 11:30
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La psiquiatría, una industria de la muerte,
dixo...
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18 de novembro de 2015, 11:32
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El gas de Ortega
dixo...
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18 de novembro de 2015, 12:53
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Sebastián Querol
dixo...
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18 de novembro de 2015, 13:06
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Emma Frost
dixo...
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18 de novembro de 2015, 15:45
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Ockham
dixo...
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18 de novembro de 2015, 16:22
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Ockham
dixo...
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18 de novembro de 2015, 16:22
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Aleister Saint Germain
dixo...
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18 de novembro de 2015, 17:44
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Centinela
dixo...
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18 de novembro de 2015, 18:24
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Oliver Cromwell
dixo...
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18 de novembro de 2015, 21:09
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Alfred Bester
dixo...
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18 de novembro de 2015, 23:01
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Bjóða vini að líka við þessa síðu
dixo...
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18 de novembro de 2015, 23:11
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misántropo, violento, machista, homófobo y racista.
dixo...
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18 de novembro de 2015, 23:15
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Charles Ardant Dupiq B'Auverville
dixo...
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19 de novembro de 2015, 08:52
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The Great Malcolm Swindle
dixo...
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19 de novembro de 2015, 08:55
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Primera sorpresa: Esta novela en español se llama "Diez Negritos". Así suena más, ¿verdad?. Además, yo creía recordar que en su tiempo la había visto en inglés como "Ten little niggers". Así que me pongo a buscarla y no la encuentro en ningún lado. Investigo y encuentro que efectivamente muchísimos años atrás se llamó así, pero que luego pensaron que el título era un poco racista y algun lumbreras le cambió el título a "Ten Little Indians" (Diez indiecitos). Toma ya. Rápidamente fu corregido y el título se cambió a este otro título, más adecuado segun pensaron. Su traducción sería "Y entonces no quedó ninguno". El título es en realidad la transcripción del último verso de una Nursery Rhyme, una canción infantil, llamada (como no) "Ten little niggers" o "Ten little Indians".
dixo...
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19 de novembro de 2015, 09:06
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Rusty Malaparte
dixo...
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19 de novembro de 2015, 16:19
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Porcobravo Flâneur
dixo...
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19 de novembro de 2015, 16:24
-
Porcobravo Flâneur
dixo...
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19 de novembro de 2015, 16:24
-
Porcobravo Flâneur
dixo...
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19 de novembro de 2015, 16:26
-
a menudo el nacionalsocialismo y el estalinismo se mencionan al unísono sin ningún matiz. ¿Dónde trazaría usted los límites de las diferencias y de las similitudes?
dixo...
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19 de novembro de 2015, 16:29
-
Sláine
dixo...
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19 de novembro de 2015, 16:33
-
Casandra Yuggoth
dixo...
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19 de novembro de 2015, 17:55
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Blas Trallero Lezo
dixo...
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19 de novembro de 2015, 18:00
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Rodrigo Ovéquiz Pardo De Cela
dixo...
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19 de novembro de 2015, 18:33
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Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas...
dixo...
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19 de novembro de 2015, 18:41
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We Are Such Little Men: Fuck & Run
dixo...
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19 de novembro de 2015, 21:30
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Roger De Ira
dixo...
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19 de novembro de 2015, 21:34
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Obstinado como un Jabalí
dixo...
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19 de novembro de 2015, 21:45
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A city fan has been arrested after singing "Gary Neville is a wanker, is a wanker" for 4 hours straight outside the ex footballers home.
dixo...
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19 de novembro de 2015, 21:52
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The Flying Rebollos
dixo...
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19 de novembro de 2015, 21:55
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Orson (Falstaff at Midnight)
dixo...
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19 de novembro de 2015, 23:12
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Blanco White
dixo...
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19 de novembro de 2015, 23:21
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White Blanco
dixo...
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19 de novembro de 2015, 23:31
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Centinela
dixo...
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20 de novembro de 2015, 09:30
-
un ajedrez de filtraciones
dixo...
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20 de novembro de 2015, 09:31
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Λεωνίδας et Les quatre cents coups
dixo...
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20 de novembro de 2015, 09:41
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Una mezquita en Noith Fork
dixo...
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20 de novembro de 2015, 11:17
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Un cemiterio de elefantes. Cemiterio de cans.
dixo...
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20 de novembro de 2015, 11:28
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Luis Aragonés
dixo...
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20 de novembro de 2015, 12:07
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Jacobo Maíz
dixo...
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20 de novembro de 2015, 12:09
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Jacobo Maíz
dixo...
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20 de novembro de 2015, 12:10
-
Jacobo Maíz
dixo...
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20 de novembro de 2015, 12:11
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Gattuso
dixo...
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20 de novembro de 2015, 12:23
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Skurekail Villsvinhode
dixo...
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20 de novembro de 2015, 15:06
-
Pordiosero Metafísico
dixo...
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20 de novembro de 2015, 15:28
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Tristan Corbière Calvados
dixo...
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20 de novembro de 2015, 17:42
-
Me revienta que hablen cuando interrumpo.
dixo...
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20 de novembro de 2015, 18:31
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Pepe Soria
dixo...
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20 de novembro de 2015, 18:35
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Pocos meses después de su llegada al poder en 1959, Fidel Castro reconoció que la discriminación racial en Cuba era «quizás el más difícil de todos los problemas que tenemos delante». Casi 55 años después, los ciudadanos negros siguen excluidos de la primera fila del régimen, de sectores con acceso a divisas extranjeras como el turismo y de centros de influencia como la televisión.
dixo...
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20 de novembro de 2015, 18:41
-
William Easterly, un profeta
dixo...
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20 de novembro de 2015, 18:46
-
O Vadío Da Brétema
dixo...
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20 de novembro de 2015, 19:01
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Ulises Grant
dixo...
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20 de novembro de 2015, 21:54
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Saúl González Mendieta
dixo...
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20 de novembro de 2015, 22:02
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Y el Señor estaba enfurecido con Caín. Tocó el rostro de Caín con lluvia, que se ennegreció como carbón, y su rostro se quedó negro
dixo...
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20 de novembro de 2015, 22:14
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Mister Brimstone
dixo...
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22 de novembro de 2015, 11:47
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0 a 4
dixo...
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22 de novembro de 2015, 14:46
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Mil Milenios
dixo...
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22 de novembro de 2015, 20:41
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Hipofanías Brumarias
dixo...
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22 de novembro de 2015, 20:42
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Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las del autor
dixo...
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22 de novembro de 2015, 21:58
-
Es el infierno... o es nuestro mundo real ?
dixo...
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22 de novembro de 2015, 22:08
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Las crónicas de un Sochantre armado con un sacho
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22 de novembro de 2015, 22:17
-
Las crónicas de un Sochantre armado con un sacho
dixo...
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22 de novembro de 2015, 22:17
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Eurídice Blasco
dixo...
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22 de novembro de 2015, 22:25
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La jamaicana de Sangenjo
dixo...
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23 de novembro de 2015, 08:56
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Al otomano se le va la mano
dixo...
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23 de novembro de 2015, 10:12
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Cisco Miño
dixo...
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23 de novembro de 2015, 10:19
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Diario de un Porco Bravo
dixo...
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23 de novembro de 2015, 10:38
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Keep The Pack Tidy
dixo...
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23 de novembro de 2015, 11:31
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Esopo
dixo...
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23 de novembro de 2015, 11:54
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Nandiño
dixo...
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23 de novembro de 2015, 13:52
-
grosellas en el infierno
dixo...
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23 de novembro de 2015, 15:05
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Brann Rilke
dixo...
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23 de novembro de 2015, 17:02
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Salvaxemente Mítico
dixo...
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23 de novembro de 2015, 17:33
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Thornton Payn
dixo...
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23 de novembro de 2015, 17:37
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Ese viaxeiro que fai o Camiño e comproba que aquí nin se bailan sevillanas compulsivamente nin toureamos dende o berce e, aínda por riba, temos toponimia propia, unha cultura compartida plural e ben definida, un clima e paisaxe particular e, ademáis, falamos unha lingua distinta á que ven escoitando dende Roncesvalles faráse unha morea de preguntas para as que, de seguro, ten mais dunha sinxela resposta. Entre elas a constatación de que a terra que está pisando goza de tódolos elementos constitutivos requeridos para ser definida como unha nación, agás un: a vontade expresa e maioritaria de exercer o dereito á autodeterminación.
dixo...
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23 de novembro de 2015, 20:03
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Hermanos, esta bandera teñida con la sangre de un mujer del Sur, representa un sacrificio inapreciable sobre el altar de una civilización ultrajada.
dixo...
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23 de novembro de 2015, 20:16
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Tengo envidia del lobo gris que se disimula en la lluvia.
dixo...
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23 de novembro de 2015, 20:22
-
-vamos ya por los 1.200 millones de euros para un resultado deportivo muy pobre-
dixo...
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23 de novembro de 2015, 20:41
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Ok Madrid really sucks lol
dixo...
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23 de novembro de 2015, 22:38
-
Bobby Murdoch
dixo...
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23 de novembro de 2015, 22:48
-
El Sármata Borracho que fue Samurái Vagabundo
dixo...
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23 de novembro de 2015, 23:03
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Zaštitnik Bitingkerbs
dixo...
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24 de novembro de 2015, 00:26
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Selecto y Desopilante Batidor de Conejos Muertos
dixo...
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24 de novembro de 2015, 00:28
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Selecto y Desopilante Batidor de Conejos Muertos
dixo...
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24 de novembro de 2015, 00:28
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Selecto y Desopilante Batidor de Conejos Muertos
dixo...
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24 de novembro de 2015, 00:29
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Selecto y Desopilante Batidor de Conejos Muertos
dixo...
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24 de novembro de 2015, 00:30
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Y pronto la recta y el punto pudieron hacer figuras juntos, gracias a lo cual vivieron, si no dichosos para siempre…
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24 de novembro de 2015, 00:33
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El gabinete del Doctor Gobineau
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24 de novembro de 2015, 00:50
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La vigencia de otros credos
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24 de novembro de 2015, 00:51
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¿en qué rama estudias?
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24 de novembro de 2015, 10:36
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Si Bwuana
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24 de novembro de 2015, 10:37
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Vate con un Bate
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24 de novembro de 2015, 11:07
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Don Ron Mr Clayton
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24 de novembro de 2015, 13:14
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Centinela
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24 de novembro de 2015, 13:24
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Ximena Quente de Quantrill
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24 de novembro de 2015, 17:24
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North Sea Sullivan
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24 de novembro de 2015, 17:51
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North Sea Sullivan
dixo...
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24 de novembro de 2015, 17:52
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North Sea Sullivan
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24 de novembro de 2015, 17:53
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Blaetter und Steine
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24 de novembro de 2015, 18:07
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Emilio "Mapache"
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24 de novembro de 2015, 18:14
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Charles Bukowski, también convertido en mito, fue un escritor “maldito y maldiciente”. Había sufrido la brutal violencia de su padre contra su madre y contra él, pero terminó siendo igualmente violento en la calle y en casa, y entregado al alcohol y las drogas. Anticomunista, racista y muy crítico con los movimientos pacifistas, feministas o a favor de los homosexuales y los negros, sin embargo, siempre gozó de la amistad de escritores y editores.
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24 de novembro de 2015, 20:20
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Léopold Sédar Senghor
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24 de novembro de 2015, 20:29
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Presentado de forma insistente como un maniqueo problema de “negros” buenos contra “blancos” malos y acompañado de conciertos en homenaje a exterroristas convertidos en presidentes, merchandaising para jóvenes europeos etnomasoquistas con tendencias homosexuales
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24 de novembro de 2015, 20:47
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Haití
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24 de novembro de 2015, 22:44
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ornado por sus pompas eclesiásticas, clamando el Dies Irae
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24 de novembro de 2015, 22:48
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Negrofilia y negritud en perspectiva cubana
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24 de novembro de 2015, 22:51
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Orson (Falstaff at Midnight)
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25 de novembro de 2015, 00:35
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Gerrard Winstanley
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25 de novembro de 2015, 00:41
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la boda marroquí de CR7
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25 de novembro de 2015, 09:34
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El par torsor nunca duerme
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25 de novembro de 2015, 09:41
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El par torsor nunca duerme
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25 de novembro de 2015, 09:42
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Del Cuba Libre al cubata
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25 de novembro de 2015, 09:57
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Hammer Of Gods
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25 de novembro de 2015, 11:37
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la trama abunda en anacronismos y sucesos inverosímiles.
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25 de novembro de 2015, 12:00
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Charles Ardant Dupiq B'Auverville
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25 de novembro de 2015, 14:32
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The Anglogalician Cup ... Imagen de Twitter. Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. ( Cerrar sesión / Cambiar ). Foto de Facebook.
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25 de novembro de 2015, 15:29
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no es para mondarse?
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25 de novembro de 2015, 15:30
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Acerbo Bierzo
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25 de novembro de 2015, 15:55
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Scoundrel Scourge
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25 de novembro de 2015, 18:04
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Beereater
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25 de novembro de 2015, 18:14
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Ley de Jim Crow
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25 de novembro de 2015, 18:23
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He says prophetically
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25 de novembro de 2015, 18:25
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Estibador Portuario
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25 de novembro de 2015, 18:41
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ya son 34 los afroestadounidenses muertos por la policía en lo que va del año, uno cada nueve días, muy por encima del peso demográfico de esta población.
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25 de novembro de 2015, 19:44
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A mis jugadores les daba una variante del mismo mensaje todos los sábados a las tres menos de diez: 'Ahora mismo le pegaría un tiro a mi abuela con tal de conseguir los tres puntos esta tarde'. Así sabían lo importante que era que se dejaran la piel por la causa. Siempre sin excepción. Por eso mi abuela vivió más vidas que mi gato
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25 de novembro de 2015, 21:48
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Sons of Anachy
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26 de novembro de 2015, 09:37
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la pinta de Worcester fue una puta mierda
dixo...
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26 de novembro de 2015, 13:20
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Main·lahu-àkbar
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26 de novembro de 2015, 17:31
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Célebre Jabalí Antropomórfico
dixo...
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26 de novembro de 2015, 18:56
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Centinela
dixo...
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27 de novembro de 2015, 07:49
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mi polla en tu boca
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27 de novembro de 2015, 11:14
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John Singleton Mosby
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27 de novembro de 2015, 11:20
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Chibs descobre que ele se tentou matar e Juice acaba por lhe contar que o seu pai era negro.
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27 de novembro de 2015, 15:49
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Bartolomé Foulkes. Fío Galego
dixo...
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27 de novembro de 2015, 19:18
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Chatarrero de Sangre, Cerveza e Irascibilidad
dixo...
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27 de novembro de 2015, 19:52
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Λεωνίδας et Les quatre cents coups
dixo...
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27 de novembro de 2015, 19:55
«A máis antiga ‹Máis antiga 201 – 400 de 410 Máis recente › A máis nova»Sorry, the page you were looking for in this blog does not exist.
Por todo el país hay escuelas Robert Lee y escuelas Jefferson Davis. Bases como Fort Hood o Fort Bragg —bases del ejército de la Unión— llevan el nombre de generales que combatieron a este ejército. Nadie diría que el Sur perdió la guerra y que el Norte la ganó.
Pero el Sur ganó la paz. “A finales del siglo XIX y principios de XX, los símbolos confederados, los héroes confederados, en particular Robert E. Lee, se incorporaran en una especie de relato nacional de la reunificación”, explica el historiador de Yale David Blight, que en libros como Race and Reunion (Raza y reunión) ha estudiado la evolución de la memoria de la Guerra Civil. Las grandes películas de la Guerra Civil, como Lo que el viento se llevó, presentan una visión romantizada del Sur como la causa perdida, derrotada pero honorable.
“El Sur fue derrotado”, dice Blight, “pero los problemas de aquella guerra no terminaron”. En otras palabras: hubo reconciliación —entre blancos del sur y blancos del norte— pero no justicia para los negros. Después llegaron décadas de apartheid hasta que en los años cincuenta y sesenta, un siglo después del final de la guerra, el Tribunal Supremo y el Congreso ilegalizaron la segregación.
Medio siglo después, EE UU tiene un presidente negro, pero las desigualdades económicas, la represión policial y la discriminación en el sistema de justicia, y crímenes como el de Charleston recuerdan que la historia no ha terminado. “Soñábamos con que entrábamos en una era postracial en América con la elección de Obama [en 2008] y mire de qué hablamos hoy, cuando Obama está a punto de entrar en el último año de su presidencia”, dice Blight.
El historiador cree que la retirada de la bandera es insuficiente. “Al parecer en Estados Unidos es necesaria una matanza perpetrada por un joven supremacista blanco para avergonzar a las personas en cargos de poder y llevarlas a retirar este símbolo en particular”. Blight se queja de que, después de la matanza de Charleston, el debate se haya centrado en la bandera y no en la regulación de las armas de fuego o en las leyes electorales que limitan el voto de las minoría.
Otro problema es hasta dónde llegar en la retirada de los símbolos. ¿Hay que seguir con la estatuas? ¿Cambiar los nombres de calles y carreteras? ¿Repudiar Lo que el viento se llevó, como proponen algunos?
No existe un relato único sobre el pasado en EE UU. La idea de que la esclavitud tuvo un papel secundario en la Guerra Civil, por ejemplo, sigue arraigada en Sur. Para un blanco conservador en esta región la bandera no significa lo mismo que para un negro descendiente de esclavos. La línea que separa a los estados del Sur de los del Norte coincide, con variaciones, con la de los estados que votan al Partido Republicano en las elecciones presidenciales y los que votan al demócrata. En el deep south, el Sur profundo, Obama obtuvo en 2012 un 16% del voto blanco; en algunas zonas rurales, menos del 10%, según The New York Times.
Pero el Sur cambia. Es más diverso y dinámico. La población crece más rápido que en el Norte. En las últimas décadas se ha producido un éxodo —en realidad, un regreso— de negros del Norte hacia el Sur, la tierra de sus abuelos. Sí, la bandera es solo un símbolo, pero los símbolos cuentan, una acción --retirar la bandera de los lugares públicos--que hace un mes era inimaginable, ahora cuenta concita un consenso amplio.
“Debemos retirar la bandera confederada y debemos hacerlo ya”, ha dicho esta semana el republicano Paul Thurmond, legislador de Carolina del Sur. Thurmond es hijo de Strom Thurmond, el segregacionista sureño y líder de los dixiecrats, los demócratas sureños escindidos del Partido Demócrata cuando este, tradicionalmente el partido de la segregación, empezó a defender los derechos civiles. “Pero si nos paramos aquí, nos estaremos engañando y desaprovecharemos una oportunidad para mantener un debate sobre cómo sanar nuestro estado”.
Sorprendentemente, en la muy esperada novela nueva de Lee, Go Set a Watchman (algo similar a “Vayan –o andá– a poner un centinela”, que se publicó en los Estados Unidos el jueves 16), Atticus es un racista que en cierto momento asistió a una reunión del Ku Klux Klan y dice cosas como “los negros de aquí todavía están en la niñez como sociedad”. O le pregunta a la hija: “¿Querés negros a carradas en nuestras escuelas, iglesias y cines? ¿Querés negros en nuestro mundo?” En Matar a un ruiseñor , libro que la popular presentadora y crítica Oprah Winfrey calificó en una oportunidad como “nuestra novela nacional”, Atticus elogiaba los tribunales de los EE.UU. en términos de “grandes niveladores”, consagrados a la premisa de que “todos los hombres han sido creados iguales”. En Go Set a Watchman , situada en la década de 1950 durante la época del fallo judicial Brown versus Consejo de Educación, que abolió la segregación en las instituciones de enseñanza pública, Atticus critica a la Corte Suprema, dice que quiere que a su estado natal “lo dejen en paz para encargarse de sus asuntos domésticos sin indicaciones de la Asociación Estadounidense para el Adelanto de la Gente de Color”, y afirma que los abogados contratados por la asociación “los acechan como águilas ratoneras”.
En Matar a un ruiseñor , Atticus era un modelo a imitar por sus hijos Scout y Jem, su estrella orientadora, su héroe, la fuerza moral más poderosa de sus vidas. En Go Set... se convierte en motivo de doloroso pesar y desilusión para la Scout de 26 años. Si bien está escrito en tercera persona, Go Set... refleja el punto de vista de Scout ya crecida: la novela es la historia de ella, que vuelve de visita a su casa en Maycomb, Alabama –desde Nueva York, donde ha estado viviendo– y trata de luchar contra su deprimente comprensión de que Atticus y Henry Clinton, novio de ella durante largo tiempo, tienen ambos visiones repulsivas sobre raza y segregación. Aunque esta novela se publica por primera vez ahora, fue esencialmente una versión anterior de Matar a un ruiseñor . Según informaciones periodísticas, Go Set a Watchman fue enviado a editoriales en el verano de 1957; después de que su editor le pidiera que hiciera una reescritura concentrándose en la niñez de Scout dos décadas antes, Harper Lee empleó alrededor de dos años en retrabajar la historia, que se convirtió en Matar a un ruiseñor .
Algunos puntos esenciales del argumento de Matar a un ruiseño r son evidentes en el primer Go Set... El hermano mayor de Scout, Jem, bien vivo de niño en Matar a un ruiseñor está muerto en esta novela; mientras que en Matar a un ruiseñor , el juicio a un negro acusado de violar a una blanca joven es una línea argumental principal, en G o Set a Watchman es un pasaje lateral. (Resulta interesante que en el juicio de Matar a un ruiseñor el veredicto para el acusado Tom Robinson es “culpable”, pero en Go Set a Watchman determina la absolución.) A los estudiantes de narrativa, Go Set a Watchman les va a parecer fascinante por estas razones: ¿Cómo es que un grumoso relato sobre el dolor de una joven ante el descubrimiento de las intolerantes ideas de su padre llega a transformarse en una novela de formación clásica sobre dos niños y su abnegado papá viudo? ¿Cómo hizo una narración angustiosa, llena de personajes que profieren expresiones de odio (desde lo informalmente denigrante hasta lo desagradablemente grotesco, y es probable que orientada a captar los prejuicios extremos que pudieran existir en los pueblos del Sur Profundo de los EE.UU. en la década de 1950) para devenir una novela redentora asociada con el Movimiento por los Derechos Civiles, aclamada, en palabras del ex activista de los derechos civiles y congresista Andrew Young, por darnos “una sensación de humanismo y decencia emergentes”?
Lest we forget.
Pero la actitud de Ford hacia los negros o los de religión diferente es delicada, no parece dudar de los valores culturales de religiones que no sean la cristiana (por ejemplo la de los Mormones), y del asunto de los afroamericanos aún no ha superado los prejuicios históricos que llegarán a su clímax en los años sesenta, antes bien su preocupación es en torno de la leyenda del oeste, de la historia contada idealmente a medida de un pueblo que se juzga abiertamente como ejemplar en un planeta enloquecido por las ideologías y la violencia social. Ford explora el ser estadunidense desde una perspectiva interior cuyo representante más directo es Ethan Edwards, el hombre libre de compromisos que aprende de su entorno y sobrevive en la paz que otorga el respeto de la fuerza bien aplicada, de la violencia solo como recurso extremo (el individualista perfecto según el modelo del Walden de Thoreau).
Una de las pocas certezas en la vida es que si criticas la religión de necesidades especiales serás llamado racista por gente que sabe perfectamente que no lo eres, pero que no les importa. Se llaman "progresistas". Un "progresista" es lo que pasa cuando un liberal se corrompe. Se corrompe tanto y está tan desesperado de asumir que eres racista que si no pueden encontrar ninguna evidencia, de hecho te acusarán de esconder tu racismo evitando hablar de él. Ojalá estuviera bromeando. Créanme, no lo estoy. Personalmente, puedo soportar que me llamen cosas feas por gente cuyas opiniones no respeto, pero debe ser duro para las víctimas de verdadero racismo ver que una palabra tan importante es manchada y devaluada así, pero así lo hacen los "progresistas". Lo sabemos. Lo aprendimos a las malas. Sabemos que los "progresistas" tienen una superioridad moral en la que el fin siempre justifica los medios, y, como no dejan de demostrarnos, literalmente no tiene límites a lo bajo que están dispuestos a caer para reafirmar su cómoda superioridad moral. Ninguna mentira es suficientemente grande, ninguna calumnia es suficientemente egregia, y, de no ser por los dobles estándares, ellos no tendrían ningún estándar. Así que cuando lanzan la palabra "racista" a los que criticamos el islam, sabemos que no tiene sentido discutir con ellos sobre definiciones porque sabemos que no están ni remotamente interesados en si la palabra es apropiada, sólo en si conseguirán que pegue y cuánto daño hará. Verán, en las manos "progresistas", la palabra "racista" se ha vuelto el equivalente verbal de un arma química, o una bala expansiva, usada malévolamente, desproporcionadamente, como primer recurso, y sin la menor justificación. Para resumir la posición "progresista" (sin los insultos juveniles): "Todas las religiones tienen fundamentalistas, y son igualmente condenables. Destacar el islam es lo mismo que atacar a todos los musulmanes, y eso es racista. Sí, sé que técnicamente el islam no es una raza, pero he elegido creer que tus posturas están impulsadas por un odio subyacente hacia las personas de tez oscura, algo de lo que no tengo evidencia, pero lo presiento por tu tono, que encuentro de poca ayuda, y por tanto racista en su motivo, por lo que eres racista y debes ser arrestado, la la-la la-la". O algo por el estilo. Pero me parece que la gente que constantemente invoca el color de piel sin ningún motivo, como hacen los "progresistas" hasta el punto de la obsesión, son los que tienen un problema con él. Ven racismo en todas partes porque ellos mismos están colmados de él. El racismo condescendiente de expectativas más bajas para los no-blancos es muy "progresista", y se le ha permitido permear la cultura occidental como fango insidioso Este tipo de racismo le da un pase gratis al islam por defecto (y con él, a la misoginio, la homofobia y el antisemitismo aprobados explícitamente por el islam) porque, y sólo porque, es una religión seguida principalmente por personas de piel morena. Es la piel morena la que hace toda la diferencia. Los "progresistas" miden primero y principalmente a una persona por el color de su piel, y es la piel oscura la que le consigue al islam un pase gratis que no merece, por parte de los racistas. Contrasten la forma en que los racistas "progresistas" tratan a los mormones, cuyas creencias son igualmente lunáticas, pero ellos felizmente las condenarán y ridiculizarán de una forma que no soñarían hacer con los musulmanes, y la razón tiene todo que ver con el color de la piel, como suele ser con los genuinos racistas. Verán, los "progresistas" realmente no creen que los no-blancos sean iguales, o capaces de ser iguales por sus propios méritos, sino sólo en el sentido en el que un golfista minusválido es igual - artificialmente.
Los grandes artistas son también profetas
Como la tripulación del Pequod, es una abigarrada mezcolanza de soldados unionistas (algunos, negros) y presos (entre estos, civiles y soldados confederados). No llega al pintoresquismo de las arponeros de Moby Dick, entre los que hay hasta un canibal, como Queequeg, pero tampoco está mal, con los toques de racismo entre confederados y "niggers" de la Unión. Mike Barja, el Alfred Bester del blog.
à chaque porc vient la Saint Martin
El deporte une, el racismo divide
Objetivos
--Explorar el tema del racismo en el ámbito deportivo.
--Promover la participación en una campaña antirracista.
Material
--Copias de "¿Qué es la FARE?”.
--Los 10 puntos del plan de acción de la UEFA.
--Un ejemplar de revistas de deporte: fútbol, jockey sobre hielo, etc.
--Hojas grandes de papel y lápices de colores.
Tiempo
45 min. / 60 min.
Metodología
1 Comenzad preguntando a los participantes a quién le gusta el deporte y quién es seguidor de un equipo deportivo.
2 Dividid la clase en grupos en los que haya aficionados y seguidores.
3 Dad a cada grupo una copia de las preguntas que hay a continuación y pedidles que las debatan.
- ¿Qué es lo que más te gusta del equipo? ¿Qué es lo que menos te gusta?
- ¿Cuál es tu equipo favorito? ¿Quiénes son los mejores jugadores?
- ¿Has seguido algún gran acto deportivo? ¿Qué te ha parecido la experiencia?
Si los participantes juegan en un equipo:
- ¿Te gusta jugar un partido?
- ¿Cómo tratas a tus compañeros de equipo? ¿Cómo te gustaría que te tratasen los otros equipos y los otros seguidores?
- ¿Has presenciado alguna vez comportamientos racistas en los partidos?
4 Distribuid copias de ¿Qué es la FARE? y la historia real, Una oportunidad deportiva; enfrentándose al racismo en el fútbol, al final de esta actividad.
5 Decid a cada grupo que haga un póster o una pancarta contra el racismo que se pueda poner en la sede de su equipo. Pedid a los participantes simplicidad: el póster tiene que ser visualmente atractivo, con un encabezamiento fuerte y un mensaje sencillo. Pueden dibujar o recortar fotografías de revistas para ilustrar el póster o la pancarta. Dejadles 40 minutos para hacerlo.
6 Presentad los pósters y las pancartas a la clase.
Conclusiones y evaluación
Comenzad preguntando a los participantes qué les ha parecido esta actividad.
- ¿Eran conscientes del racismo en el mundo del deporte?
- ¿Conocen ejemplos en otros deportes?
- ¿Han hablado alguna vez de racismo en su comunidad?
- ¿Han sido alguna vez víctimas del racismo? ¿Cómo se sintieron?
- ¿Qué beneficios hay en la lucha contra el racismo en un deporte como el fútbol?
Seguimiento
--Si estáis en Europa, enviad vuestros pósters a FARE. Hacen una campaña anual e invitan a los jóvenes a enviar sus ideas contra el racismo, pósters, folletos, pancartas, coreografías divertidas o actos en la comunidad. FARE dará 400 euros a las iniciativas locales seleccionadas. Unos 50 proyectos recibirán esta ayuda.
--Para más información, buscad FARE en la página web www.farenet.org
--Enviad copias de los 10 puntos del plan de acción de la UEFA y una copia de vuestro póster al club de fútbol local.
Los 10 puntos del plan de la UEFA
La UEFA apoya los siguientes diez puntos del plan de acción para luchar contra el racismo en el fútbol:
1 Publicación de una declaración indicando que el club no tolerará el racismo, explicando las acciones que se tomarán en contra de los que participen en actos racistas. Imprimid la declaración en todos los programas de los partidos, presentadla de forma visible y permanente en todo el campo.
2 Anunciad públicamente condenas contra los gritos racistas en los partidos.
3 Poned como condición para los abonados que no participen en abusos racistas.
4 Acometed las acciones necesarias para evitar la venta de literatura racista dentro y en los alrededores del campo.
5 Tomad medidas disciplinarias contra los jugadores que participen en abusos raciales.
6 Contactad con otros clubs para aseguraros que comprenden la política del club contra el racismo.
7 Fomentad una estrategia común entre los vigilantes y la policía para tratar el abuso racista.
8 Quitad todos los graffiti racistas del campo urgentemente.
9 Adoptad una política de igualdad de oportunidades en relación a la ocupación y al suministro de servicios.
10 Trabajad con otros grupos y agencias, como por ejemplo peñas de jugadores, seguidores, estudiantes, organizaciones de voluntarios, clubs de jóvenes, sponsors, autoridades locales, empresas locales y policía. Desarrollad programas proactivos y preparad campañas para eliminar los abusos y la discriminación racista.
¿Qué es la FARE?
Football Against Racism in Europe (Fútbol contra el racismo en Europa)
En febrero de 1999, tuvo lugar en Viena una reunión para desarrollar una estrategia y una política comunes contra el racismo y la xenofobia. Surgió una red de organizaciones, Fútbol contra el racismo en Europa (FARE), formada por 13 países europeos y un plan de acción.
"FARE cree que el color de un jugador o de un seguidor y su origen no tienen importancia. Desgraciadamente aún hay incidentes racistas en todos lo niveles del juego; ya sea en forma de abuso dirigido a un jugador "extranjero" o el griterío de masas de seguidores, si se les puede llamar así. Este comportamiento, dentro y fuera del campo, es inaceptable y no deseado por la mayoría de seguidores y jugadores. El fútbol es el deporte más grande del mundo y nos pertenece a todos. Cada persona debe tener derecho a jugar al fútbol, mirarlo y discutir libremente, sin temor."
FARE se compromete a:
--Desafiar todas las formas de comportamiento racista en los estadios y dentro de los clubs haciendo oír nuestras voces;
--Integrar minorías étnicas y de migrantes dentro de nuestra organización y organizaciones colaboradoras;
--Trabajar junto a todas las organizaciones con la voluntad de luchar contra el racismo en el fútbol.
FARE pide que las directivas de clubs y entidades futbolísticas:
--Reconozcan el problema del racismo en el fútbol.
--Adopten, publiquen y promulguen políticas contra el racismo.
--Utilicen el fútbol para unir personas de diferentes comunidades y culturas.
--Establezcan colaboraciones con otras organizaciones comprometidas en la lucha contra el racismo en el fútbol.
Si se duda de la raza, ¿qué confianza queda en el resto de la vida?
Tengo una pregunta para los astados
Qué equipo tuvo primero un jugador negro: Blades, Owls, Boro???
Aniv de la Rev, en caso de que sea, en las folerpas con los porcos mouchos, que es su nido
La forma masculina parece la mayoritaria, aunque la femenina también es válida.
La variación de género quizá dependa de si se piensa en que se trata de un «baile» o de una «danza».
Tribal, tradicional, Este es el hombre peludo Que trajo la cerveza y la victoria
14-N, a partir de las 14.34
Pasamos lista
Con Aniv de la Rev, los galician pigs lo van a tener más negro todavía
Lindy Delaphena (winger): Signed for Boro from Portsmouth in 1950 and remained until 1958. Scored ninety-three goals in 270 games. Had probably the hardest shot in the game with either foot and in my view he was even better at this than Peter Lorimer. His most famous moment was when he broke the net after taking a penalty against Sunderland in a friendly game to open the floodlighting at Ayresome Park. The referee thought he had missed and awarded a goal kick.
He was the first black player ever to represent the Boro and one of the first and very few to grace the First Division in those days. Johnny tells a lovely story that would not be allowed today in this PC World. Boro had a tall black supporter called Aster whose distinctive voice could always be heard above any crowd. When Lindy got the ball Aster usually shouted, "You Black trash!" Everybody laughed, none more so than Lindy himself who always claimed that this made him play better. More importantly, no one took offence because there was no obvious racism involved.
Blanco ni el orujo; negro ni el chocolate
To be sold, a Negro boy age about fourteen years old, warranted free from any distemper, and has had those fatal to that colour; has been used two years to all kinds of household work, and to wait on table; his price is £25, and would not be sold but the person he belongs to is leaving off business. Apply at the bar of George Coffee House in Chancery Lane, over the Gate.
... exigeixo a tot aquell que és capaç de portar armes, que han d'ajudar a les forces de Sa Majestat o serà considerat traïdor a la seva Corona i per tant rebrà la pena que la llei marqui per aquests delictes, com ara la pèrdua de la vida, la confiscació de terres, .... I a la present declaro que tots els criats escripturats, negres o altres (que pertanyin als rebels) que puguin portar armes i s'uneixin a les tropes de Sa Majestat, tan aviat com sigui possible se'ls dóna la llibertat pel poder de la Corona i la dignitat de Sa Majestat
Aniv de la Rev será el perfecto black loyalist
Hervir el agua en un recipiente.
Mientras tanto; colocar la yerba y el azúcar en un plato o recipiente , de un lado la yerba y del otro el azúcar.
Echar sobre ellos la brasa de carbon encendida y dejar que se fundan tanto la yerba como el azúcar…
Echar ésta preparación al agua hiviendo. Dejar reposar y servir en una taza utilizando un colador o tamiz.
Es muy común servirlo con un poco de leche, acompañando con chipa, mbeju, galletas o coquitos.
Walt Disney era racista. Lo dicen muchos de los que le conocieron, y la verdad es que, viendo sus viejas películas, hay detalles que son políticamente incorrectos, por su racismo evidente.
#7 Trader Mickey (1932)
¿Quieren conocer cómo lucen los africanos según Disney? Entonces no tienen que pasar por alto esta cinta antigua. Una película en blanco y negro que muestra cómo son los "rituales" de canibalismo de una tribu africana para sobrevivir, ya que en definitiva esto es lo que intenta demostrarse. Un grupo de gente negra que baila y ríe y sobrevive comiéndose a los que llegan ahí, en este caso a Mickey y Pluto.
#6 Santa's Workshop (1932)
Santa's Workshop se convirtió en un clásico navideño de Disney. Sin embargo, entre otras cosas, esta película ofrece una visión discutible sobre los estereotipos raciales. En esta animación vemos cómo esta figura navideña comienza a educar a sus juguetes. Pero parece que la muñeca negra ya viene “entrenada” de fábrica. Solo vean estos minutos y lo comprobarán.
#5 The Three Little Pigs (1933)
Pero el enemigo de Disney no siempre son personajes de piel oscura. Y, aunque muchos digan que puede ser una simple interpretación, no podemos pasar por alto esta escena. Un claro estereotipo de vendedor judío que el lobo, ingenioso, decide representar para que los personajes no le teman y lo dejen pasar.
Vemos esa Manada eutópica, oscura y magnética.
La mirada humana es un hecho fugaz, no sólo por su carácter instantáneo sino por la mortal eternidad que aguarda a cada mirada.
Un negro en la Causa. Como que no va estar
Estimado Hans van den Broek:
Gracias por la carta donde me informa de la remoción de uno de mis libros de la biblioteca de Nijmegen. Y de que lo acusan de discriminación contra la gente negra, homosexuales y mujeres. Y de que es sádico a causa del sadismo.
Lo que temo discriminar es el humor y la verdad.
Si escribo mal sobre negros, homosexuales y mujeres es porque así eran los que conocí. Hay muchos “malos”: perros malos, mala censura; incluso existen “malos” hombres blancos. Sólo que cuando uno escribe sobre hombres blancos ”malos”, no se quejan. ¿Y será necesario decir que existen “buenos” negros, “buenos” homosexuales y “buenas” mujeres?
En mi trabajo como escritor, sólo fotografío en palabras lo que veo. Si escribo sobre “sadismo” es porque existe, yo no lo inventé, y si algo terrible ocurre en mi trabajo es porque esas cosas pasan en nuestras vidas. No estoy del lado de la maldad, si es que abunda algo como el mal. En mi escritura no siempre estoy de acuerdo con lo que ocurre, ni me regodeo en el lodo por puro gusto. También es curioso que la gente que despotrica contra mi trabajo parece no ver las secciones donde trato de la alegría y el amor y la esperanza, y existen tales secciones. Mis días, mis años, mi vida han conocido altas y bajas, luces y sombras. Si escribiera sola y continuamente de la “luz” y nunca mencionara lo otro, entonces, en tanto artista, sería un mentiroso.
La censura es la herramienta de aquellos que tienen la necesidad de esconder realidades de sí mismos frente a los demás. Su miedo no es más que su incapacidad para hacer frente a lo que es real, y yo no puedo ventilar ninguna rabia contra ellos. Sólo me dan esta consternada tristeza. En alguna parte, mientras crecían, los escudaron contra los hechos totales de nuestra existencia. Les fue enseñado mirar de una sola forma aunque existieran muchas.
No me alarmo de que uno de mis libros haya sido cazado y expulsado de los estantes de una librería local. En cierto sentido, me honra haber escrito algo que despertara algo en sus imponderables profundidades. Pero me hiere, es cierto, cuando el libro de alguien más es censurado, pues dicho libro, usualmente es un gran libro y hay muy pocos de esos, y a través de los tiempos ese tipo de libros a menudo se convirtieron en un clásico, y lo que alguna vez se pensó escandaloso e inmoral ahora son lecturas requeridas en muchas de nuestras universidades.
No digo que mi libro sea uno de ellos, pero digo que en nuestros días, en este momento donde cualquier momento podría ser el último para muchos de nosotros, jode sobremanera y es imposiblemente triste que aún tengamos entre nosotros a los pequeños amargados, a los cazadores de brujas y los voceros contra la realidad. Aún y todo, ellos también van aquí con nosotros, son parte del todo, y si no he escrito sobre ellos, debería, tal vez lo haya hecho aquí, y es suficiente.
que seamos mejores juntos,
suyo,
¿Cuál es su diagnóstico para el siglo XXI?
Un siglo es mucho tiempo. Hace veinte años nadie podría haber imaginado los efectos que tendría internet: florecen relaciones, se hacen amistades por e-mail, hay una nueva intimidad y una poesía accidental, para no hablar de la más extraña de las pornografías. Toda la experiencia humana parece revelarse como la superficie de un nuevo planeta. Dudo mucho que internet o alguna otra maravilla tecnológica puedan detener la caída en el aburrimiento y el conformismo. Sospecho que la especie humana avanzará como un sonámbulo hacia ese vasto recurso que vaciló en abordar: su propia psicopatía. Ese patio de juegos del alma nos espera con las puertas abiertas de par en par, y la entrada es gratis. En resumen, una psicopatía electiva vendrá en nuestra ayuda, como lo hizo muchas veces en el pasado: la Alemania nazi, la Rusia stalinista, todas esas pesadillas que constituyen buena parte de la historia humana. El futuro será una enorme lucha darwinista entre psicopatías enfrentadas. A nuestra pasividad se suma que estamos ingresando en una etapa profundamente masoquista. Todo el mundo es una víctima, ya sea de los padres, de los médicos, de los laboratorios farmacéuticos, hasta del amor. ¡Y cómo lo disfrutamos!
son ustedes unos animales de bellota
las dos putas que solo quieren sexo, el rubio que solo quiere sexo, y por supuesto, los estereotipos racistas: el negro y el chino que tienen que estar en cada película de terror. Es entonces cuando nos dan otros 3 minutos para conocer a los personajes que no nos importan antes de que él aparezca
if you look around, even the wildlife is starting to come back and that's something we haven't seen in a while and I think we're going to be seeing a lot more of that.
De fichar, por lo menos que sea black Irish.
Al otro le veo el clásico final Nerval
13 de Noviembre de 2.015
Hace tiempo, en uno de esos emains con los que nos agasaja el Líder de vez en cuando, y en los cuales nos invita a leer blogs y libros o ver alguna película, nos recomendaba esto que cito a continuación:
"Un libro: Damned United de David Peace" y añadía su opinión, "Las notas del traductor son basura y la misma traducción flojea a veces. Aún así merece la pena"
Vale, me dije,por echar un vistazo no pasa nada y en caso de leerlo, mola quedar de interesante con el MAIN en la próxima reunión.
Enciendo el ordenador y directito a la página de Amazon.
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Vale, vale, que sí, me pillasteis, que no se os escapa ni una, directito, directito a una par de página de chicas desinhibidas y tragonas.
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Ahora si, relajado y concentrado, voy a por el libro.
Varias opciones, versión kindle, (muy moderno para mi), tapa dura, tapa blanda...coño...versión audiolibro... esto es cojonudo, un libro que no tienes que leer, es perfecto, puedo estar viendo vídeos de mujeres consumidoras de salchichón y banano, mientras alguien me está leyendo el libro. Un gran invento.
Veo el precio, bufff , 24 euros, creo que voy a pasar, ya me haré el molón con el MAIN con otros temas.
Porque, seamos serios, estaréis conmigo, leer no es muy divertido.Sé que hay algún sector del Porcobravismo que es muy radical intelectualmente y que compite por leer los libros de los autores más raros y con el vocabulario más extraño posible. Si uno dice escuerzo, el otro le dice deturpado, y si uno grita hermenéutico, el segundo responde distópica.
Los Porcos de a pié, si escuchamos que sale un libro interesante, esperamos a que hagan la peli y punto. Si es que hacen pelis de todo. Coño, si es que hasta Damned United tiene su propia película.
Las pelis son más divertidas y entretenidas, duran menos y además las podemos rebobinar si salen tetas.
En mi casa no tengo muchos libros, lo reconozco. Hace un año cuando me inicié en esto del Porcobravismo me hice con unos cuantos títulos que yo consideraba interesantes y necesarios y que son los que tengo en mi perfil.
10 Claves para ser un Porcobravo original. (2.007. Editorial Marston. 198 pags.)- Leí las 8-10 primeras páginas y lo dejé. No por el libro, que promete y comienza con un bello recorrido por las calles de Burton upon Trent, si no porque después de conocer en persona a la casta de los originales, no me interesa convertirme en uno.
Normas de conducta en un viaje a Inglaterra con los Porcos. (2.008 Editorial El Main. 2 pags)- El único que me leí entero. A lo largo de las dos páginas del libro, el MAIN te va explicando lo que significa ser un Porcobravo y lo que esperan de ti una vez que llegas a suelo inglés.
Como entender una entrada en el blog de la AGCUP. (2.010 Editorial Mandria. 369 pags)- 25 fentos gasté en este librito. Lo dejé en la página 50 porque no era capaz de entender lo que ponía en el libro y mucho menos de lo que pone en algunas entradas del blog.
Trata de arrancarlo por MAIN- Una guía práctica de como manejarse con un tractor (2.011 Editorial Lois Alfaya. 1759 pags) Realmente es una obra muy completa e interesante. Y muy práctica. El único pero, es que es muy técnica y el lenguaje muchas veces es complicado de seguir. Me he leído capítulos sueltos y quizás por eso mi poco éxito en Newcastle. Prometo darle otra oportunidad para el próximo viaje
Tu también puedes ser un delfín (2.014. Editorial El Canadiense. 666 pags)- Lo tengo en la mesilla desde hace unas semanas, esperando poder comenzarlo pronto. Ultimamente es un tema que me interesa mucho y seguro que será de gran ayuda.
Si sabeis de algún libro más de esta temática os agradecería las recomendaciones. Bueno, si ya tiene la peli me decís el título directamente y si salen tetas mejor.
Y mañana hay Dieta, a ver que novedades nos trae.
Conoce tu propio hueso, mordisquéalo, entiérralo, desentiérralo, y sigue royéndolo con los dientes
Seguimos
#4 The Jungle Book (1967)
Los personajes de la selva, al igual que los demás en acción, suelen ser adorables. Es una impresión que siempre nos deja Disney y, por este motivo, sus películas suelen caer bien a cualquier pequeño. Ahora bien, una segunda lectura sobre los acontecimientos y líneas podría darnos una visión un tanto más "real" de sus intenciones. No es para nada casual que todas las voces de los personajes hayan sido interpretadas por actores blancos menos la de los monos... ¿o sí? Esos personajes que dejaron claro en el film que querían ser como el niño "un hombre como tú" estuvieron interpretados por actores negros... ¿casualidad o causalidad?
#3 Aladdin (1992)
Aladdin es una de las películas que pueden ser vistas con más de una intención. Si no quieren complicaciones, y prefieren mantener la "inocencia", pueden observarla simplemente como un film más del estudio. Sin embargo, si prefieren ahondar en otros aspectos podrán también interpretarla como otra de las películas propagandísticas de Disney. Sea como sea, no podemos negar que el contenido racista también esta implicado en este film. ¿Recuerdan al comerciante? Sí, ese que apareció en los inicios ¿podrían recordar su canción y aspecto? Un claro estereotipo del hombre oriental realizado por los occidentales que cuenta, con su canción, la "barbarie" que vive su ciudad... ¿acaso eso no es discriminación?
#2 Mickey in Arabia (1932)
El film Mickey in Arabia cuenta cómo un sultán pone los ojos en Minnie y se desespera, literalmente, por tenerla. ¿No podía haber hecho esta historia igualmente cómica sin haber presentado a los árabes como personajes normales? ¿Acaso todo lo extraño para Disney resulta siendo salvaje?
#1 Songs of the South (1946)
Es uno de los films más controvertidos de Disney por tratarse de una pieza que intenta mostrar la esclavitud como una "forma de vida agradable". Incluso, los propios directivos del estudio reconocieron su doble lectura y, por este motivo, la retiraron del mercado. Ningún estadounidense tuvo la posibilidad de obtenerla para verla junto a sus hijos. Peor aun es que su principal actor no pudo asistir al estreno de la película en Atlanta por tratarse de una persona negra y de una ciudad que aún mantenía la segregación racial.
En la base de cada ser existe un principio de insuficiencia
Mucho se ha dicho sobre su racismo, y es cierto de alguna manera: los orientales son mostrados de una manera estereotipada, todos iguales, como unos bárbaros subdesarrollados que están allí para ser usados por los occidentales. Excepto los malos, claro. O sea que, o se es un tarado, o se es malvado por amenazar a occidente. Peor aún es que cuando se muestra un festín con invitados orentales, todos son mostrados como sedientos de venganza contra occidente, y, para colmo de males, se meten en un mismo saco a chinos, japoneses, mongoles... A mí me parece que es un racismo arcaico, inofensivo comparado con el que se puede ver hoy día, mucho más agresivo. Este lo que hace es reducir a un cliché toda una cultura, lo cual no debe ser muy bueno de ver que hagan con uno, pero en todo caso las cosas parecen más sencillas. Y a fin de cuentas hace parte de las normas del género. Es casi como el racismo de las primeras aventuras de Tintín, en el Congo o en América. O las entradas de este blog.
Lo que inventa el hombre blanco
El pesimismo es asunto de la inteligencia y el optimismo de la voluntad.
Barry Milk no lo pone
Sobrio análisis de los efectos que el poder mal digerido pueden tener sobre quien lo padece, pero sobre todo sobre quien lo ejerce, su deriva en megalomanía, sus enfermizas connotaciones, su capacidad para poseer y nublar razones y entendimiento hasta superar la frontera de los sentimientos, de lo que nos hace humanos (la piedad, la compasión o el amor) y acabar convertido en caricatura
Había que rendirse a la evidencia: llegada a un grado de descomposición repugnante, Europa occidental ya no estaba en condiciones de salvarse a sí misma, como no lo estuvo la Roma antigua en el siglo V de nuestra era. La llegada masiva de poblaciones inmigrantes impregnadas de una cultura tradicional marcada aún por las jerarquías naturales, la sumisión de la mujer y el respeto a los ancianos constituía una oportunidad histórica para el rearme moral y familiar de Europa, abría la perspectiva de una nueva edad de oro para el viejo continente. Esas poblaciones eran a veces cristianas; pero por lo general, había que admitirlo, eran musulmanas.
Un abrazo sentido a nuestros lectores parisinos.
The Porco Fenian's Burden Sumisión es un what if? en toda regla que plantea lo inevitable.
Por lo tanto, será negro o no será.
You tell that fucking haji that if we get sniped one more fucking time through here, we're gonna level this fucking place!
sandniggers bastards!
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...
En vez de negar o restar importancia al daño provocado, debemos aceptar que este daño necesita reparaciones serias e inmediatas. Debemos intentar convertirnos en una sociedad que defiende derechos humanos, verdad y tolerancia, sin evitar el oscuro pasado sino confrontándolo
De fondo, como non, a experiencia singular dunha cidade na cal o popular adquire unha dimensión descoñecida nestes tempos de capitalismo disolvente. O aforismo marxista -empregado até o exceso- do capitalismo como substancia que converte en gasoso todo o que é sólido adquire aquí unha presenza case ominosa: o sólido son as relacións entre os habitantes dos barrios populares, o sólido é ese colectivo de músicos que vive ao día en casas que están a caerse, o sólido é esa comunidade de afectos e de circunstancias compartidas que leva aos habitantes a reclamar as rúas o Mardi Grass malia non ter rúas polas que pasear, o sólido é a tradición compartida e as singularidades antropolóxicas inherentes a cada comunidade, o sólido son os soños persoais integrados nunha rede común de desexos de melloras colectivas. O sólido son eses desfiles de xente disfrazada, esas bandas de música tocando nas rúas, esas persoas que non se renden ante adversidades continuadas, ante desgrazas intolerabeis e que, malia todo o que acontence din "non nos rendiremos, non sabemos como".
La Anglogalician ortodoxa es la única forma de heterodoxia que nuestra época no admite
Manuel Murguía recurrió al racismo ario para definir la nacionalidad gallega al vincularla al celtismo. Así Munguía, como Gener para la "raza catalana", contrapone el gallego ario —"el celta es nuestro único, nuestro verdadero antepasado", afirma— frente al "español" semítico-africano, aunque en él no existe la obsesión de Arana por la pureza y la segregación raciales. Más radicalmente racista —y paulatinamente también antisemita— fue Vicente Risco que encabezará el ala derecha del galleguismo en el primer tercio del siglo XX. En 1920 publica Teoría do Nacionalismo Galego, la biblia o evangelio del galleguismo según el periódico A Nosa Terra, en el que "interpreta la historia de Europa como la lucha permanente y cíclica entre el Mediterráneo racionalista, clasicista y decadente, y la civilización atlántica, representada por las las siete naciones célticas, que encarnan el irracionalismo y el dinamismo vitalista, con una gran misión que cumplir en el mundo". Su racismo y antisemitismo se acentúan en los años 30 poniendo como modelo la defensa del catolicismo y de la pureza racial de los vascos y llegando a apoyar al nazismo que justifica como una "reacción vital de la nación alemana" frente a marxistas, capitalistas y judíos -"el judío es la gran fuerza desgarradora, el fermento de la disolución social", afirma-. Tras el alzamiento militar de 1936 abandona su militancia galleguista y apoya al bando sublevado en la Guerra Civil Española, justificándola como una cruzada religiosa. En 1944 publica la Historia de los judíos en el que desarrolla sus tesis antisemitas
Allons enfants de la Patrie,
Le jour de gloire est arrivé !
Contre nous de la tyrannie
L'étendard sanglant est levé, (bis)
Entendez-vous dans les campagnes
Mugir ces féroces soldats ?
Ils viennent jusque dans vos bras
Égorger vos fils, vos compagnes !
Aux armes, citoyens,
Formez vos bataillons,
Marchons, marchons !
Qu'un sang impur
Abreuve nos sillons !
Que veut cette horde d'esclaves,
De traîtres, de rois conjurés ?
Pour qui ces ignobles entraves,
Ces fers dès longtemps préparés ? (bis)
Français, pour nous, ah ! quel outrage !
Quels transports il doit exciter !
C'est nous qu'on ose méditer
De rendre à l'antique esclavage !
Quoi ! des cohortes étrangères
Feraient la loi dans nos foyers !
Quoi ! ces phalanges mercenaires
Terrasseraient nos fiers guerriers ! (bis)
Grand Dieu ! par des mains enchaînées
Nos fronts sous le joug se ploieraient
De vils despotes deviendraient
Les maîtres de nos destinées !
Tremblez, tyrans et vous perfides
L'opprobre de tous les partis,
Tremblez ! vos projets parricides
Vont enfin recevoir leurs prix ! (bis)
Tout est soldat pour vous combattre,
S'ils tombent, nos jeunes héros,
La terre en produit de nouveaux,
Contre vous tout prêts à se battre !
Amour sacré de la Patrie,
Conduis, soutiens nos bras vengeurs
Liberté, Liberté chérie,
Combats avec tes défenseurs ! (bis)
Sous nos drapeaux que la victoire
Accoure à tes mâles accents,
Que tes ennemis expirants
Voient ton triomphe et notre gloire !
Enfants, que l'Honneur, la Patrie
Fassent l'objet de tous nos vœux !
Ayons toujours l'âme nourrie
Des feux qu'ils inspirent tous deux. (Bis)
Soyons unis ! Tout est possible ;
Nos vils ennemis tomberont,
Alors les Français cesseront
De chanter ce refrain terrible :
Aux armes, citoyens,
Formez vos bataillons,
Marchons, marchons !
Qu'un sang impur
Abreuve nos sillons !
La langue de la République est le français ;
L'emblème national est le drapeau tricolore, bleu, blanc, rouge ;
L'hymne national est La Marseillaise ;
La devise de la République est « Liberté, Égalité, Fraternité » ;
Son principe est : gouvernement du peuple, par le peuple et pour le peuple.
Here is how Edward Gibbon described the Goths’ sack of Rome in August 410AD: “. . . In the hour of savage licence, when every passion was inflamed, and every restraint was removed . . . a cruel slaughter was made of the Romans; and . . . the streets of the city were filled with dead bodies . . . Whenever the Barbarians were provoked by opposition, they extended the promiscuous massacre to the feeble, the innocent, and the helpless. . .”
Now, does that not describe the scenes we witnessed in Paris on Friday night? True, Gibbon’s History of the Decline and Fall of the Roman Empire, published in six volumes between 1776 and 1788, represented Rome’s demise as a slow burn. Gibbon covered more than 1,400 years of history. The causes he identified ranged from the personality disorders of individual emperors to the power of the Praetorian Guard and the rise of Sassanid Persia. Decline shaded into fall, with monotheism acting as a kind of imperial dry rot.
For many years, more modern historians of “late antiquity” tended to agree with Gibbon about the gradual nature of the process. Indeed, some went further, arguing that “decline” was an anachronistic term, like the word “barbarian”. Far from declining and falling, they insisted, the Roman empire had imperceptibly merged with the Germanic tribes, producing a multicultural post-imperial idyll that deserved a more flattering label than “Dark Ages”. Recently, however, a new generation of historians has raised the possibility that the process of Roman decline was in fact sudden — and bloody — rather than smooth.
For Bryan Ward-Perkins, what happened was “violent seizure . . . by barbarian invaders”. The end of the Roman west, he writes in The Fall of Rome (2005), “witnessed horrors and dislocation of a kind I sincerely hope never to have to live through; and it destroyed a complex civilisation, throwing the inhabitants of the West back to a standard of living typical of prehistoric times”.
In five decades the population of Rome itself fell by three-quarters. Archaeological evidence from the late fifth century — inferior housing, more primitive pottery, fewer coins, smaller cattle — shows that the benign influence of Rome diminished rapidly in the rest of western Europe. “The end of civilisation”, in Ward-Perkins’s phrase, came within a single generation.
Peter Heather’s Fall of the Roman Empire emphasises the disastrous effects not just of mass migration but of organised violence: first the westward shift of the Huns of Central Asia and then the Germanic irruption into Roman territory. In his reading, the Visigoths who settled in Aquitaine and the Vandals who conquered Carthage were attracted to the Roman empire by its wealth, but were enabled to seize that wealth by the arms they acquired and the skills they learnt from the Romans themselves.
I do know that 21st-century Europe has itself to blame for the mess it is now in. Surely nowhere in the world has devoted more resources to the study of history than modern Europe did. When I went up to Oxford more than 30 years ago, it was taken for granted that in the first term I would study Gibbon. It did no good. We learnt a lot of nonsense to the effect that nationalism was a bad thing, nation states worse and empires the worst things of all.
“Romans before the fall”, wrote Ward-Perkins, “were as certain as we are today that their world would continue for ever substantially unchanged. They were wrong. We would be wise not to repeat their complacency.”
Es una madera algo pedicular de explotarlo pero eso bispo creería desdecir
Mike Barja ha sido sin duda el que , con sus transfusiones semánticas y metamorfosis espectaculares, ha alegorizado con más fuerza creativa las condiciones del presente anglogalicioso
mentras fale galego..............
El cine de aventuras colonial ha mostrado este mosaico geopolítico e ideológico haciendo énfasis, por supuesto, en la aventura pero bajo un férreo marco en los que el racismo y el imperialismo son conceptos indiscutiblemente aceptados (al menos durante la primera mitad del siglo XX que fue cuando se realizaron los filmes "clásicos" del ciclo). No sería difícil trazar un breve croquis para segmentar un poco el terreno y, de paso, sentar algunas divisiones interesantes. Identificar el cine de aventuras que tenga que ver con los conceptos anteriormente mencionados como perteneciente al sub-género "colonial" sería útil para subdividir el cúmulo de películas del tema según el escenario geo-político en el que estén ambientados. De ahí que nuestro tópico de "aventuras en la India colonial" esté al mismo nivel que el "cine de Legión Extranjera" (ambientado en el Sahara), "cine colonial africano" (que muestra luchas entre el ejército de Su Majestad y zulúes o sudaneses en armas), "cine de independencia norteamericana" (las batallas contra los "casacas rojas"), "cine de insurrecciones chinas" (Boxers, incidente del río Yangtzé, etc.).
descalificar a todo un sub género por mostrarnos siempre la guerra colonialista desde el punto de vista occidental no tiene mucha sustancia cuando se comprende que las películas van dirigidas a un público occidental; un público que acepta que los cipayos prefieran el paternalismo blanco y que no se cuestiona el carácter malicioso de los insurrectos nativos. Si se pretende mayor objetividad política o histórica o más profundidad en el retrato de los nativos, hay una rica veta cinematográfica ocupada por filmes más ambiciosos como GANDHI (Gandhi-1982) de David Attenborough, PASSAGE TO INDIA (Pasaje a la India-1984) de David Lean, y varias de las películas del tándem James Ivory, Ismail Merchant y Ruth Prawer Jhabvala, pero, está claro, escapan al género que abarcamos en este artículo.
Bajo esta óptica se pueden apreciar filmes memorables como LIVES OF A BENGAL LANCERS (Tres Lanceros de Bengala-1935) de Henry Hathaway o THE FOUR FEATHERS (Las Cuatro Plumas-1939) de Zolta Korda. ¿Qué son odas al militarismo? ¿Qué plantean una división racista de buenos y malos? ¿Qué ofrecen un panorama simplificado e irreal del sistema colonialista inglés, detenido en el tiempo en la época de la Reina Victoria (luego Emperatriz), omitiendo las nuevas políticas sobre colonias, los cambios institucionales en la India o la puesta en marcha de la Commonwealth? Durante su época, diversas voces críticas se elevaron para poner un freno sobre el gusto masivo de este tipo de películas:
"Dios nos libre de hacer propaganda del heroísmo, pues es algo terriblemente peligroso y, si nos lo ofrecen, nos lo tragaremos como una bebida fuerte y embriagadora. Los alemanes y los italianos parecen estar bastante borrachos de él..."
Estas palabras, publicadas en la calma previa a la tormenta que significó la II Guerra Mundial, son bastante significantes, pero nada pueden hacer contra, por ejemplo, la espectacular escena del combate final de THE CHARGE OF THE LIGHT BRIGADE (La Carga de la Brigada Ligera-1936) de Michael Curtiz.
Luego de la Guerra y, debido al importante papel de la India como bastión de resistencia contra el Japón y apoyo de Gran Bretaña, se le permitió al país declarar su independencia en 1947. Esto ocurrió, también, gracias a la ingeniosa resistencia pacífica pergreñada por Mahatma Gandhi. Aún así, el cine prefirió seguir exaltando las gestas británicas del siglo XIX, pero dando roles un poco más dignos a los indios. El brío de estas películas de los años '50 ya no era el mismo que las de los '30. Sus escenas de batallas no contenían tantos extras, su espectacularidad era inferior... y bueno, tal vez, como los tiempos y los gustos del público cambian, también ese oficial inglés, apuesto, siempre bien peinado, galante y valeroso, que da todo por la Corona, pasó de moda.
De hecho, la última gran epopeya de aventuras, THE MAN WHO WOULD BE KING (El Hombre que Sería Rey-1974), es la odisea de dos soldados ingleses que subyugan a las tribus del Kafiristán gracias a la treta de uno de ellos (Sean Connery) de hacerse pasar por un dios. Pero la jugada sale mal y solo sobrevive el otro (Michael Caine), contando su historia a un Rudyard Kipling (Christopher Plummer) que procederá a narrarla al público. Probablemente este sea el ejemplo más acabado de la aventura del colonialismo y también el más profundo, en su significación de la perecedera infalibilidad colonial, de cuántos ha dado el cine.
El Segundo Advenimiento coming soon
La canción de la ciudad del Norte en el paquete
Cidoncha y Anal del Rev abrazados y envueltos en la bandera de España tras la XXI.
No puedo esperar a presenciarlo
Signs reading: "No Irish, no blacks, no dogs" were quite common in Britain before the Race Relations Act PR
Como siempre ocurre con las obras maestras de la literatura contemporánea en este blog, su fulgor áureo se difumina en la bruma asilvestrada de la mediocridad general, caótica, pestífera. Obras singulares, fundamentales para comprender el curso de la literatura occidental, como las pertenecientes a la Historia del Futuro del Porcobravismo, de ese distinguido prosista y fino estilista que es Mike Barja pontífice del casi fenecido buen hacer artesanal de los grandes forjadores de lengua de nuestro siglo, quedan eclipsadas por la presencia de miríadas de librejos metabolizados por un sistema de literatura corrupto que busca la satisfacción del vulgo, eludiendo el sano buen gusto de las elites culturales,
-¿Qué falta os hace el niño?
-¿Qué falta me hace? Son artículos de fantasía que dan brillo a los depósitos. Los ricos suelen pagarlos muy bien. Es un género que deja mucha ganancia; y este travieso chiquillo, que tan bien canta y representa, me proporcionaría un gran negocio.
-No quiero venderle por ahora- dijo mister Shelby. Soy humano me es imposible arrebatar un hijo a su madre.
-¡Oh! sí, vos le arrebataréis Pero en resumidas cuentas, ¿qué sucederá si separáis el hijo de la madre? Que un par de semanas después de la aparición del chico, todo volverá a su antiguo ser y estado.
No soy aficionado a prodigarme elogios a mí mismo; pero si hablo de este modo, es porque es la pura verdad; soy uno de esos que han conducido las mejores manadas de esclavos, no sólo una vez, sino ciento; y siempre los he vuelto gordos y con buena salud, no habiéndose muerto más que uno que otro, esto lo debo a mi humanidad…. y merced a este sistema humanitario he realizado muy buenas especulaciones; y como suele decirse, cada negro me ha dejado un bonito lucro en su tránsito
No hay duda acerca de ello, él es un gran bastardo
Yo he visto un montón de personas como él, ¡pero no jugando en el ala!
Dos consideraciones iniciales:
La cuestión de identidad
La cuestión del racismo.
“Marquemos el terreno. La identidad se comprende como la imagen que una persona, grupo o comunidad tiene de sí mismo. Define al uno frente a todos los otros. Define a una colectividad como entidad separada e independiente de las demás. Es pues, autopercepción y sentido de pertenencia.
Esta identidad puede ser impuesta, es decir, “quien soy” puede ser una categoría externa. La categoría de “no blancos” define a partir del blanco. Pero también la identidad puede ser asumida. Vale decir, aunque en su origen esa definición es dada por el otro, la persona o grupo definido toma como propias los elementos atribuidos a él, las considera efectivamente suyas con orgullo o con pena. Finalmente la identidad puede ser autogenerada, producto de las consideraciones que la propia persona o comunidad define en el proceso de construcción de una imagen adecuada de sí misma”.
Sigamos marcando el terreno. El racismo no nace. El racismo se hace. Herodoto, reputado como el padre de la historia occidental, en sus frecuentes viajes por el Mediterráneo y Norte de África, se encontró con los etíopes, a quienes llamó de “tinte oscuro” en clara alusión al color de su piel. Pero esa referencia circunstancial no lo llevó a sacar ninguna conclusión racista. Más bien, se deshace en elogios. “Etiopía tiene oro en abundancia, elefantes enormes, numerosas especies de árboles salvajes, ébano y hombres de una altura, una belleza y una longevidad excepcionales”. (Rebérioux, en Comarmond y Duchet 1972:153).
La presente exposición explora la presencia del social darwinismo en Nuestra América, y su relación con nuestras crisis de identidad, bajo la premisa de que esta realidad rebasa el límite de la curiosidad para convertirse en un problema, en tanto mantiene al ser latinoamericano en una situación dicotómica, de escisión de su consciencia, en continua lucha por asumir una identidad que no acaba de definir.
LA GENESIS IDOLÓGICA DEL RACISMO REAL DOCTRINARIO
En el Siglo XV comienza a fraguarse el racismo real-doctrinario, bajo la modalidad del derecho divino, cuando el Papa Nicolás V (1447-1455), frente a la exploración portuguesa de la costa africana dio a conocer su nefasta directriz autorizando la esclavitud perpetua para los africanos. Los europeos quedaban en libertad de “atacar, someter y reducir a la esclavitud perpetua a los sarracenos, paganos y otros enemigos de Cristo al sur del Cabo Bojaoor incluyendo toda la costa de Guinea” (Hart 1984: 19). Léase por habitantes de la Costa de Guinea, africanos de piel negra.
Frente al desconcierto del llamado “descubrimiento” de América, los europeos se enfrentaron a pueblos de los cuáles no tenían conocimiento. En esas circunstancias, Fray Juan Genés de Sepúlveda, historiador y eclesiástico español, les dio a los invasores españoles la justificación divina para su proceso de conquista y colonización de los pueblos originarios de América, con la doctrina de los “justos títulos”. El fraile recurrió al pagano Aristóteles para concluir que el originario de América era un esclavo natural, y por tanto a los españoles les correspondía el derecho de tutela, lo cual implicaba la servidumbre o esclavitud natural de los indígenas y la condición de amo absoluto de los españoles. Y todo eso por el propio bien del “indio” que era un ser incapaz de gobernarse a sí mismo[1]. (Pozoblanco, España, h. 1490-id., 1573)
Por su parte, Edward Long, autor de The History of Jamaica, (1774) le explicaba a su audiencia británica, que los negros: “carecen de inteligencia, y parecen ser incapaces de hacer algún progreso en civilidad y ciencias. Entre ellos no existe un sistema moral. La barbarie hacia sus hijos rebasa aquella de los animales. Carecen de sensaciones morales: su único placer son las mujeres; comen y beben con exceso; no desean otra cosa que vaguear” (Long, citado por Hart 1984: 89).
Pero no solo terciaron en esto los teólogos e historiadores. También lo hicieron adherentes a las incipientes ciencias naturales y sociales. Con verdadera visión biodeterminista, Carl Linneo (1758), el naturalista, considerado por algunos como fundador de la antropología, le dio al mundo la lógica racionalizadora del racismo que aún hoy subsiste en su tratado Systema Naturae, en el que clasifica a la humanidad en cuatro grandes grupos, cada uno de los cuáles poseía características bio-determinadas. El homo americanus (indio) es persona obstinada, alegre, vaga y sujeta a costumbres. El homo asiáticus (asiático) es en cambio melancólico, avaro y fastuoso y se rige por la opinión. En lo más profundo de la escala encontramos al homo afer (negro), como ser simiesco, perezoso, de costumbres disolutas, que se rige por lo arbitrario, y, en lo más alto de la escala el homo europaeus (blanco) persona fina, ligera, ingeniosa que se rige por leyes.
Menudo lío para la humanidad. Ideología colonialista disfrazada de cientificismo, elaborado desde un escritorio. Linneo jamás hizo una gira de campo para conocer prima facie a los que tan alegremente clasifica.
Tras él, Voltaire (1694–1778) quien colocaba a las personas de “raza negra” como especie inferior de hombre y el profesor de anatomía holandés Pieter Camper (1722-1789), quien inventó la cranología, “ciencia” que comparaba el tamaño y forma de los cráneos para demostrar la superioridad europea y la inferioridad africana. Para 1810, la teoría racista había logrado total respetabilidad en Europa, tanto que se abrió una especialidad científica enla Universidad de Göttingen, donde el profesor alemán Barthold Niebuhr “sentó cátedra” afirmando que “raza” es uno de los elementos más importantes de la historia. G. W. Hegel, el gran señor de la dialéctica, por su parte postulaba en 1830 que el negro representa al hombre natural en su condición salvaje, y no hay nada remotamente humano en su carácter. (White 34).
En el Norte del Continente Americano, cayó muy bien la idea de la superioridad absoluta del blanco. La tesis fue actualizada en América por el medico y naturalista Samuel George Morton (1799–1851) oriundo de Philadelphia.
Y Graduado de la Universidadde Edinburgo (Escocia). A este profesor de la Universidad de Pensilvania, se le considera el fundador de la etnografía americana. Aunque Morton se cuidó de no negar explícitamente la unidad de la especie humana, sobre todo por no contravenir la tesis bíblica, sus seguidores, no tardarían en afirmar que las investigaciones de Morton probaban concluyentemente la teoría del poligenismo (Josiah C. Nott y George Gliddon Types of Mankind, 1854).
En los Estados Unidos se declaró la esclavitud perpetua de toda persona negra, “india” o mulata[2]. Se decretó la prohibición estricta de educar al negro, en algunos casos bajo pena de muerte, tal como sucedió en estados como Alabama, Mississippi, Luisiana y Carolina del Sur. El dueño de la hacienda esclavista, tenía derecho absoluto sobre la vida, pudiendo incluso matar a su esclavo sin consecuencias. Como reza el famoso fallo dela Suprema Corte: un negro no tiene derecho alguno que haya de ser respetado por un blanco. Massachusettes, 1698; Coneticut y New Jersey, 1704; Pennsylvania y Nueva York, 1706; Carolina del Sur, 1712; Delaware, 1721; Rhode Island, 1728; Carolina del Norte, 1741
Hubo también determinismo geográfico. Por ejemplo, el Conde de Bufón (1774), sostuvo la tesis de que el color original del ser humano es blanco, pero se negreó en contacto con el trópico, degenerándose y perdiendo algunas facultades mentales. Él aplica por primera vez en el campo de las ciencias sociales la palabra raza a los grupos fenotípicos de la especie humana.
En la América de dominio español y portugués, el racismo no se fundamentaba en la exclusión absoluta sino en el mito del ascenso gradual de las familias por vía de sus descendientes. El sistema de las castas. Se necesitaban seis generaciones para blanquearse. De modo que las castas llegaron a ser “categorías de gente que sin ser blanca aspiraba o andaba en la senda de lograrlo” (Friedemann 1993: 64.
Viene a cuento el caso de un padre de familia en Nueva Granada, quien demandó a su propio hijo por atentar contra su familia. En efecto, en 1787 en Santa Fe de Bogotá, Ignacio de Salazar entabló una querella en contra de su hijo, por casarse con una mulata. El afligido padre declaraba que su familia era de “gente honrada limpia de toda raza de Guinea”. Alegó el honorable hacendado, que tal matrimonio le infringía un grave daño a sus hijas, en la medida en que limitaba sus posibilidades de un buen matrimonio. (Friedemann 1993: 65)
En el infausto Congreso de Viena, celebrado en 1815, los europeos se repartieron África mediante un tratado. De inmediato se levantaron dos tesis: la de Marx y Engels (1848, 1867) que explica el progreso humano a partir de la lucha de clases y la de Arthur Conde de Gobineau quien en su “Ensayo sobrela Desigualdadde las Razas Humanas” (1853), levantó la idea de la lucha inevitable entre las razas. Pero le dio de paso un avance a la teoría del racismo doctrinario al establecer la idea de subrazas. Ejemplos: raza blanca se dividiría en las subrazas aria, alpina (mongoloides) y mediterránea (de origen africano). En Gobineau clase y raza se confunden.
Sin embargo, a partir de Houston Chamberlain en sus Fundamentos del Siglo XIX todos los arios se consideran concentrados en Alemania y se llaman teutones. Ahora, raza y nación se confunden.
El rey de Alemania, el Kaiser Guillermo II acogió con mucho entusiasmo el libro, convirtiéndose en su principal difusor. A la vez, agrega la idea del “peligro amarillo” sean los chinos, en quienes ve una amenaza para la civilización europea.
También hubo una corriente determinista de corte bio-cultural. El social darwinismo atribuido al filófofo ingles Herbert Spencer (1820–1903) expresa esta tesis. Tomando las teorías de Charles Darwin sobre la evolución, y rescatando a la vez ideas de Gobineau, sostuvo que la lucha entre la raza blanca y las demás era inevitable, porque la primera es cristiana, civilizada, y vive en un hábitat templado. La naturaleza la proveyó de animales grandes, útiles para el trabajo y les dotó de una mente superior. Las otras razas practican el sacrificio humano, son bárbaras, viven en un ambiente tropical, sin grandes animales, y sufren de un infantilismo crónico e incurable.
No faltaron las posturas psicologistas. Llevaron la batuta psicólogos y psiquiatras, que quisieron ver el racismo como algo natural. Deviene en la teoría de la eugenesia, propuesta por Sir Francis Galton (1822–1911), explorador y científico británico primo de Charles Darwin. Galton propuso mejorar la raza mediante la selección artificial, promoviendo las “carcterísticas deseables” y suprimiento las indeseables, con base en la genética.
Esta teoría tuvo su auge en los Estados Unidos y alimentó la utopía del nazismo alemán y las posteriores esfuerzos de limpieza étnica que se han dado en algunos países europeos. Durante la época nazi, por ejemplo, hubo una política de esterilización de personas de raza negra, junto con discapacitados, delincuentes, pobres o enfermos mentales
Uno de los psiquiatras más explícitos es el socialista latinoamericano José Ingenieros, para quien “Los hombres de raza de color no deberán ser política y jurídicamente nuestros iguales; son ineptos para el ejercicio de la capacidad civil y no deberían considerarse personas en el concepto jurídico (“Las razas inferiores”, 1906, ef.n.).
Todavía hoy siguen en boga las ideas eugenésicas. En 1994 los psiquiatras Richard J. Herrnstein, quien fuera profesor de Harvard hasta su muerte y Charles Murray, publicaron The Bell Curve: Intelligence and Class Structure in American Life. Sostienen en dicha obra que los afroamericanos y los hispanos son intelectualmente inferiores, debido a su herencia genética. Es pues imposible mejorar su condición, ni por medio de la educación ni por el entrenamiento. Y citan en su apoyo a autores asociados consistentemente al movimiento nazi internacional.
La eugenesia fue un referente obligado en la política migratoria de los Estados Unidos durante los años 30 y se documenta en 1974 la esterilización del 25% de las mujeres indígenas y se constató una inexplicable disminución de la fertilidad entre mujeres afrodescendientes e hispanas[3]. Y qué decir de James Watson, profesor dela Universidad de Cambrige y Premio Nobel de Medicina en 1962 por sus trabajos con el ADN, quien declaró a la prensa ante el estupor de todos, que los negros eran intelectualmente inferiores a los blancos. Muchos de sus colegas reaccionaron indignados, demostrando las graves inconsistencias y la limitación y sesgo de la muestra empleada por él.
Colored Entrance
– “Raza, inteligencia y educación”, de H.J. Eysenck, autor por cierto de origen judío, que se vio obligado a salir de Alemania en 1.934, catedrático que fue de la Facultad de Psicología de Londres, autor de referencia en cualquier facultad de psicología del mundo y, también en España, siendo bibliografía recomendada en la asignatura de Introducción a la Psicología del Desenvolupament, de la Universidad de las Islas Baleares (documento 18 de esta parte), con ejemplares disponibles en las bibliotecas de la Universidad de Barcelona y en la Universidad Pompeu Fabra (documento 15 y 16), en la Biblioteca Nacional con 11 ejemplares (documento nº 17), titulo con nueve puntos de venta en Iberlibro (documento nº 13), y con diversas ediciones en España, según es de ver por el Listado de ISBN (documento nº 14), siendo una de ellas de la conocida Ediciones Orbis, S.A., del año 1.987..
Pero es que si nos remitimos directamente a la obra cuestionada, “Raza, inteligencia y educación”, veremos que se trata precisamente de un texto antirracista o supremacista. Así::
* pagina 85, se mantiene un mayor desarrollo de los niños negros sobre los blancos en materia sensorialmotriz.
* Pagina 126: “los alumnos negros lo hacen mejor, en relación a los blancos y los mejicano-americanos, en las pruebas cargadas de cultura que en las que lo están menos”
Pagina 88 “… A edades superiores, los niños orientales hacen significativamente mejor que los blancos test representativos de la capacidad perceptiva como “copiar figuras””.
Pero es mas el autor, Eysenck, expresamente dice en su obra, pagina 13 “No soy racista, por creer en la posibilidad de que los negros tengan talento natural innato especial para ciertas pruebas atléticas como las carreras o para ciertas formas musicales de expresión; no soy un racista por considerar seriamente la demostración empírica de que los maories son superiores en test de fluidez verbal a los blancos“.
Pagina 13: “”Un racista” para mi es uno que ve a las otras razas con odio, desconfianza y disgusto, uno que desea subordinarlas y mantenerlas en posición inferior. Un “igualitario”, para mi, es uno que se siente amistoso hacia todas las demás razas, le gustan sus miembros y se siente favorablemente inclinado hacia ellos, uno que no desea parecer en una posición superior respecto a ellos o dominarlos de la forma que sea”.
En relación a la segregación racial, en la pagina 12 se dice; “… Aún cuando se demostrase que los negros son intelectualmente inferiores a los americanos blancos por razones bajo control genético, en parte, esto no significaría de ningún modo que la segregación esté justificada o que hubiera un sistema de educación inferior adecuado para ellos”.
En pagina 36: “Seguramente la mayoría de comentaristas de la monografía de Jensen no se dieron cuenta de que Jensen comparte por completo mi creencia (y la de la mayoría de sus críticos) de que cualquiera que sea la verdad sobre la herencia de la inteligencia del negro, los individuos deben ser juzgados en base a su propia personalidad y realización, no en base a su “raza”.
Pagina 48, “Como dice Gottesman, “las diferencias raciales genéticas son hechos de la naturaleza y no signos de inferioridad o superioridad en si mismos”
Pagina 62; “Tampoco es razonable pronunciarse sobre una persona generalmente inferior (o superior) en base a su CI (IQ); la pobre y torpe madre negra, que se mata trabajando para sacar adelante a su familia, en términos humanos, vale mas que conquistadores del mundo tan brillantes como Alejandro, Napoleón, The Main
Decía el führer que con una división de maoríes tomaba Asia, Oceanía y tres mundiales.
Mejor un nativo de la nube blanca que un cubano castrista.
Pena de Lomu.
Your man is a race traitor, the only thing I hate more than these black bitches
Dios insufló vida a Adán. Es decir, le dio un espíritu divino que le separaba del resto de la Creación. Es decir, que era especial para Dios.
Adán significa ‘Mostrar sangre en la cara’. Es decir, podía sonrojarse. Es decir, era blanco.
Y Dios dio a Adán divinidad sobre el jardín, y trajo a todas las bestias del campo ante él para que eligiera ayuda y compañía. Es decir: esposa. Es decir: esas bestias debían tener forma humana.
Pero Adán no halló esposa adecuada entre ellas, y Dios tomó una costilla de Adán, es decir, algo cercano a su corazón, y la usó para crear a Eva. Es decir, que su propósito era establecer una raza blanca, una raza noble, más querida por Dios que el resto de razas sobre la faz de esta tierra.
Pero Eva fue tentada por Satán, en forma humana… No como serpiente, sino como pene. Es decir, yació con un hombre que no era Adán. Es decir, la pérdida de gracia no fue sólo de naturaleza sexual.
Y Adán también tomó de ese fruto, que era agradable a la vista y capaz de hacer sabios a los hombres. Pero este saber terrenal tenía un alto precio, y era doloroso. Es decir, se plantó la semilla de Satán. Es decir, en ese acto de pecado original nació la raza satánica. Es decir, Eva concibió un hijo de Satán, así como de Adán. Caín y Abel… Hijos gemelos de padres distintos. Es decir, que sólo Abel gozaba de la estirpe de Adán, que era noble y pura.
Y Caín no hallaba favor alguno de Dios. Es decir, Dios le rechazaba porque veía a Caín como lo que era en realidad, un mestizo.
Así, en el primer acto de celos, Caín asesinó a Abel, derramó su sangre pura, y Dios le expulsó del jardín, es decir, le obligó a vagar por la Tierra y a llevar una marca, es decir, era físicamente diferente. Es decir, era el primer judío. Es decir, fue el padre de una raza malvada dedicada a la destrucción de la estirpe pura y blanca de Adán.
La estirpe pura y blanca de Adán era querida por Dios. Pero al crecer en número, el pecado de Eva se cometió una y otra vez. Es decir, la raza se corrompió. Es decir, violaron la Ley de Dios.
Y eso enfureció a Dios, porque había creado la raza blanca para que fuera especial para él, no para que fuese engullida y contaminada a través de los matrimonios interraciales con razas más oscuras. Y así, Dios ordenó a Noé, un hombre justo y puro en sus generaciones, es decir, racialmente puro, construir un arca.
Y Dios inundó las tierras de los pecadores y sus camadas mestizas. Es decir, limpió la Tierra de todo cuanto ofendía Su vista.
Cuando el Diluvio amainó, Dios dijo a Noé, a su mujer y sus hijos: ‘Sed fértiles, creced y multiplicáos’. Es decir, poblad el mundo, restaurad la pureza racial y la integridad de la raza blanca, su pueblo elegido.
Y Dios estableció un pacto con su pueblo elegido. Les dio una fuerza inquebrantable, porque les amaba más que a toda su Creación. Es decir, lo había creado todo para ellos.
Ellos conquistarían los bosques, se multiplicarían, y se instalarían en la Tierra Prometida, una hermosa y abundantísima tierra de gran riqueza agrícola y mineral. Es decir, la nación más grande del Mundo, es decir, Galizalbión
El topos del horizonte desempeña un gran papel en el pensamiento y en la praxis de la vanguardia feniana.
Una cosa es la magia negra y otra, bien distinta,,,,
La sustitución del espacio del arte por espacio feniano. Por vez primera, el arte se planteó la Causa como su fin último, y la Manada lo mató.
En tiempos de paz era un Moisés guiando a un pueblo confuso y con frecuencia renuente; en los de guerra, un justiciero de Jehová. Tomaba por reales las guerras descritas en la Biblia, y, como al mismo tiempo estaba convencido del paralelismo entre la suerte del pueblo elegido y la de los ingleses de su época, se sentía legitimado para acometer acciones parecidas. Como él era un mero intérprete de Dios, las consideraba expresión de la voluntad divina.
Gracias a esa convicción, Cromwell no destacó a lo largo de su vida por su clemencia ni fue permisivo ni blando con sus enemigos, todo lo contrario. Sólo en Inglaterra fueron muchos los que acabaron en la cárcel o en el patíbulo por delitos que hoy consideraríamos de conciencia. Mandó torturar a locos e iluminados (en un condado perecieron 61 hechiceros en un año); permitió la ejecución de inocentes, como la del hermano de un embajador de Portugal, cuando se lo pidió el pueblo; saqueó, vendió esclavos; se mofó de la desgracia ajena, como en una célebre carta en la que restaba importancia al asesinato de un monje. Vistos desde una sensibilidad contemporánea, es cierto que no fueron pocos sus crímenes domésticos, pero no lo es menos que no representaron un incremento con respecto a tiempos anteriores ni destacaban sobre lo practicado en otros países europeos. Lo que otorga a Cromwell su categoría mítica, de la que dan cuenta leyendas y canciones con las que aún se asusta a los niños en las Highlands o en el condado de Connemara, es lo que perpetró en Escocia e Irlanda. Son innumerables los vestigios que perduran en ambos países de las guerras de conquista que dirigió contra ellos: abadías y castillos destrozados; numerosas iglesias en ruinas y otras que ya no lo están pero exhiben carteles que dan cuenta de su restauración después de haber sido destruidas o utilizadas como establos por sus soldados. En Escocia, con todo, se contuvo, pues la mayoría de sus atrocidades las cometió en la batalla o, después, con quienes en las filas del enemigo se habían destacado en ella, pero en Irlanda su ansia vengativa por los protestantes muertos en la rebelión de 1641 en el Ulster no tuvo freno. Recién desembarcado, entre advertencias de buena conducta, recuerda a sus soldados que vienen a pedir cuentas por la sangre derramada, y a ello se aplica concienzudamente. Son especialmente conocidas las batallas de Drogueda y Wexford, pues en ambas, teniendo sitiada la población, y habiéndose rendido el enemigo, dejó que sus soldados entraran y pasaran a cuchillo a todo aquel que tuviese edad de portar armas. En Drogueda hubo 3.500 muertos, y en Wexford, 2.000. En las cartas que despachó a Londres para informar del resultado confiesa que no pudieron quedar más de unos cientos de habitantes con vida, y en una que manda a un amigo señala que le hubiera gustado dejar ambas ciudades mejor paradas, pero que fue Dios "quien decidió un veredicto más justo". En ninguna de las batallas que libró en Irlanda hubo perdón para los soldados vencidos (o se iban al exilio o eran muertos o vendidos como esclavos), y al pillaje y saqueo habitual se sumaron represalias brutales sobre toda la población, no sólo la combatiente. Acabó con las reservas de alimentos, taló bosques, prohibió el comercio de la lana y, al grito de "al infierno o a Connaugh", despojó a los católicos de sus tierras y, mientras entregaba éstas a sus soldados, los confinó en áridos terrenos del noroeste. Quien se negaba era ejecutado. En los nueve meses que duró la campaña asoló el país, pero la represión siguió durante todo su mandato como Lord Protector. 40.000 jóvenes fueron obligados a salir de la isla entre 1651 y 1655, y algunas estimaciones cifran en 600.000 (un tercio de la población) los irlandeses muertos en los ocho años de conflicto.
Verosimilitud. En lo que también se conoce como suspensión de la incredulidad (suspension of disbelief) es en lo que más fallos le veo a la entrada
Punto
final
Los gallegos creen que Pulp Fiction en versión original es la caca, porque se pierden esas fintas geniales de la TVG en las que Samuel L. Jackson suelta “¿Qué demo é esa merda?” y “Dille á putiña que cale” mientras Tim Roth calma a su chica con “Tranquila parruliña”, “Acouga miña raiña” y “Acouga chuliña”. Sólo por esa escena ya vale la pena haber nacido con ojos y oídos. Este tipo de genialidades son infinitas. Jack Nicholson a Matt Damon en Infiltrados: “¿Gústache que a señorita fina te chupe a pirola?”. Bruce Willis a Bruce McGill en El último boy scout “¿Caíches ó chan e accidentalmente espetástelle a gaita á miña muller”. “Gaita”. “Pirola”. ¿Qué más quieres?
Los títulos ya anuncian maravilla (Con saias e a rachar = Con faldas y a lo loco) y anticipan guiones con bellas palabras como ““mixeriqueiro”, cagainas”, “merdeiro” o “maricallo" -Cocodrilo Dundee-, acentos remotos, variantes dialectales y expresiones directamente inventadas. A nadie le sorprende Batman soltando un “¿Oíches, Robin? ¡Estragamo-lo Batmóbil contra un penedo!”, Steven Seagal preguntando “¿De onde es, pailaroco?”, un vecino de celda de Anthony Hopkins susurrando “podo cheirar a túa crica dende eiquí” en El Silencio de los corderos, o Sean Penn refraneando “fillo de porco, marrán seguro” (“de tal palo, tal astilla” ) en Mystic River. A continuación, Dous pirados e moitas curvas (The Dukes of Hazzard), con Willie Nelson, Johnny Knoxville y Burt Reynolds recitando: "espero que esa estrada estea máis pechada que O CÚ DUNHA CARRACHA"
Galicia, donde Terminator no dice “Sayonara, baby” sino “Vai rañala, rapariga”. La tele gallega es oro por muchos motivos (SuperPiñeiro, el programa Casamos, los anuncios de Fertimon…), pero es su doblaje lo que la sitúa por encima de cualquier otro canal del mundo. Tom Hanks exclamando “perrecha” o “cona” (“vagina”), y los negratas más duros de Detroit gritando “¡carallo!”.
Cuando te has levantado esta mañana todo
lo que tenías había desaparecido. A las diez y media
la cabeza te hacía din don. Repicando como
una campana de la cabeza a los pies, como una
voz que te dice que hay algo que deberías saber.
Anoche estabas que volabas pero hoy estás totalmente
hundido... no son éstos los momentos
que te hacen preguntarte si alguna vez sabrás lo
que significan las cosas para otros: esposas, madres,
padres, hermanas y hermanos. ¿Acaso no
desearías no funcionar, no pensar más allá de la
siguiente nómina y la próxima copita? Pues funcionas,
así que decídete a continuar, porque
cuando te has levantado esta mañana todo lo que
tenías había desaparecido
Para nosotros, entre nacer y morir lo más viejos posible, la idea general es follar, reír, comer, jugar, follar, beber, echarse la siesta, follar, discutir, comer, discutir, pintar, follar, andar, hacer jardinería, leer, follar, ofrecer, discutir, dormir, ver películas, rascarnos las pelotas, tirarnos pedos para hacer reír a los amigos, pero más que nada follar. Somos el país del placer más que de la moral
Ten little nigger boys went out to dine;
One choked his little self and then there were Nine.
Nine little nigger boys sat up very late;
One overslept himself and then there were Eight.
Eight little nigger boys travelling in Devon;
One said he'd stay there and then there were Seven.
Seven little nigger boys chopping up sticks;
One chopped himself in halves and then there were Six.
Six little nigger boys playing with a hive;
A bumble bee stung one and then there were Five.
Five little nigger boys going in for law;
One got into Chancery and then there were Four.
Four little nigger boys going out to sea;
A red herring swallowed one and then there were Three.
Three little nigger boys walking in the Zoo;
A big bear hugged one and then there were Two.
Two little nigger boys sitting in the sun;
One got frizzled up and then there was One.
One little nigger boy left all alone;
He went out and hanged himself and then there were None.
Emito mis alaridos por los techos de este mundo
Usan la palabra N para decir negro
Usan la palabra F para decir follar
y no solo los yankis tarados.
Muchos stags escriben con el peso de esas trampas en sus dedos.
Así va la sociedad camino de ser suciedad
Luego vienen los moracos y nos cagamos
Cuando llevamos 80 años de falsa progresía poniendo el culo
El viejo Acuario del Sur de Boston se yergue
ahora en un Sahara de nieve. Sus ventanas rotas están selladas con tablas.
La veleta que era un bacalao de bronce ha perdido la mitad de sus escamas.
Los airosos tanques están secos.
Tiempo ha, mi nariz se arrastraba como un caracol sobre el cristal;
mi mano ansiaba
romper las burbujas
que flotaban desde las narices de los acoquinados y complacientes peces.
Mi mano se retira. A menudo suspiro aún
por el oscuro abismal y vegetativo reino
del pez y el reptil. Una mañana el pasado marzo,
me apreté contra la nueva espinosa y galvanizada
verja del Boston Common. Tras su jaula,
amarillas, dinosáuricas palas mecánicas gruñían
mientras recogían toneladas de barro y yerba
para excavar su garaje submundano
Los espacios para aparcar florecen como cívicos
montones de arena en el corazón de Boston.
Una faja de vigas naranjas, color calabaza puritana
sujeta la cosquillosa Cámara Legislativa,
que tiembla sobre las excavaciones, mientras da la cara al Coronel Shaw
y su infantería de acampanadas mejillas de Negros
en el tembloroso relieve de la Guerra Civil de St. Gauden,
apuntalado por un entablillado de planchas contra el terremoto del garaje
Dos meses después de marchar a través de Boston,
la mitad del regimiento había muerto;
durante la dedicatoria,
William James casi podía oír respirar a los negros de bronce.
Su monumento se hinca como una espina de pescado
en la garganta de la ciudad.
Su Coronel es tan esbelto
como la aguja de una brújula.
Tiene una iracunda vigilancia como de abadejo,
la suave tensión de un galgo;
parece rechazar el placer con dolor,
y sofocarse por un poco de intimidad.
El está ya más allá de toda atadura. Se regocija en el adorable
y peculiar poder del hombre de elegir la vida y morir-
cuando dirige hacia la muerte a sus negros soldados,
no puede doblegar la espalda.
En un millar de parques de pequeñas ciudades de Nueva Inglaterra,
Las viejas iglesias blancas mantienen su aire
de dispersa, sincera rebelión; deshilachadas banderas
acolchan los cementerios del Gran Ejército de la República.
Las estatuas de piedra del abstracto Soldado de la Unión
se hacen cada vez más delgadas y jóvenes con el paso de los años-
con cintura de avispa, dormitan sobre mosquetones
y meditan a través de sus patillas...
El padre de Shaw no quería monumento alguno
más que la zanja,
donde el cuerpo de su hijo fue arrojado
y perdido junto con sus "negratas".
La zanja está más cerca.
Aquí no hay estatuas de la última guerra;
en la calle Boylston, un fotógrafo comercial
muestra la hirviente Hiroshima
sobre una caja fuerte Mosler, la "Roca de las Eras"
que sobrevivió la explosión. El espacio está más cerca.
Cuando me acuclillo ante mi televisión,
las desecadas faces de niños escolares Negros se elevan como globos.
El Coronel Shaw
cabalga sobre su burbuja,
espera
la bendita ruptura.
El Acuario ha desaparecido, por doquiera
gigantescos automóviles de grandes aletas avanzan como peces;
un salvaje servilismo
se desliza sobre grasa.
El flanèur, se sabe, es una suerte de topógrafo urbano: la arquitectura es la ciudad y la misión del flanèur (aunque hablar de “misión” suene en este caso exagerado, lo admito) es descifrar la ciudad en todos sus aspectos. Desde ya que las ciudades modernas están atiborradas de gente, pero la relación del flanèur con la ciudad no se agota a la intervención seudo-sociológica que a menudo se le atribuye, el flanèur tiene también una relación esencial con la ciudad, con la ciudad desnuda, viva. El flanèur admira el espectáculo de la ciudad, deambula por allí dispuesto siempre al ocio, al ensueño diurno y nocturno, a la embriaguez cargada de memoria* que aparece como un presupuesto insobornable para la idoneidad artística. Pero todas esas actividades están grabadas a fuego por la sombra de un tedio vital (que por cierto puede verse también en la tradición renacentista y en la barroca y en la romántica…) que lo barniza todo. Este tedio, que torpemente puede ser identificado con el aburrimiento o con la melancolía, es en realidad la base del spleen baudeleriano, que si bien incluye tanto al aburrimiento como a la melancolía (también a la espera, al paroxismo nervioso y la lista sigue) resulta un sentimiento o ejercicio diferente.
(A propósito ¿el spleen es un sentimiento o un ejercicio?)
El spleen es diferente del tedio porque este último es la materia prima del primero; esto ya indica una relación más que una identidad. El paso del simple tedio (vital, existencial, como se lo quiera llamar) al spleen requiere un salto abismal que consiste en el asalto de una “pasión estética” que lleva a la creación artística. El simple hastío de la realidad (lo que en la jerga psicoanalítica se nomina como “depresión”) conduce por lo general al estatismo, a la parálisis; el spleen, por su parte, si bien no reniega de la espera o el letargo, afluye tarde o temprano, con mayor o menor brillantez, a la creación artística desenfrenada. Creación que, ciertamente, no debe plasmarse en un lienzo o en un poemario para ser. La tentativa-capacidad de representar es propia del flanèur y su motor es el spleen, ese hoyo de angustia activa que quema en su pecho y que sólo se alivia con mujeres, vinos, drogas y, sobre todo, con el arte.
Pero el spleen tiene otra peculiaridad sugestiva que se apoya en su faceta detectivesca. Para comprender este aspecto hay que tener en cuenta una cuestión principal: si se atiende a la prosapia del flanèur baudeleriano, aparece la impronta decisiva de Poe y su Hombre de la multitud. El sujeto urbano de Poe, si bien presenta algunas diferencias con el flanèur, está muy cercano a él en su esencia. Poe destaca en ese hombre de la multitud sus habilidades para resolver enigmas criminales, generada no tanto por una suerte de don natural sino por las peripecias en las que interactúa con la ciudad. La masa urbana moderna es el mejor escondite para el criminal, pero también lo es para el detective, para ese hombre que, caracterizado como está por el incógnito absoluto, abriga desde la invisibilidad un afán de ingenio y de torva justicia. Walter Benjamin escribe al respecto: “En los tiempos del terror, cuando cada quisque tenía algo de conspirador, cualquiera llegaba a estar en situación de jugar al detective. Para lo cual proporciona el vagabundeo la mejor de las expectativas”.
El flanèur, en esta tónica se convierte en detective “a su pesar”. Ahora bien, ¿quién es entonces el que lo inviste con esa antipática túnica?. No parece ser otra que la capital moderna, la atestada ciudad repleta de callejuelas y pasajes. El detective (aún el amateur, claro), como bien dijo Benjamin, depende para su existencia del crimen, o aún más, del crimen irresuelto, misterioso, oculto de alguna manera en el enjambre reticulado de la arquitectura moderna. Es decir, la categoría de detective presupone a la de criminal, es su condición de posibilidad: el criminal omnipresente en la ciudad “obliga” al flanèur, al observador anónimo e imperceptible, a convertirse en detective, pues, como dice Benjamin: “Cualquiera que sea la huella que el flanèur persiga, le conducirá a un crimen”; la ciudad misma está signada por el crimen, la criminalidad es uno de sus puntales, una de sus tonalidades principales. El flanèur no persigue huellas por amor a la justicia ni por vocación de celador; persigue huellas porque no tiene nada que hacer, porque el spleen lo impele a esa exploración sumamente caótica, hay que remarcarlo, y sumamente íntima.
Todos somos detectives a nuestro pesar, aunque no sepamos jamás qué hacer exactamente con los resultados y las rengueras de nuestras indagaciones, tal como nunca sabemos qué hacer con los trozos del alba una vez que este rompe. Todos somos detectives aunque nuestras mentes sufran náuseas con la sola idea de colaborar con las fuerzas del desdeñado orden. Sigamos una pista cualquiera en la ciudad, una bolsa de nylon vacía que revolotea por la tormenta o un hombre bajito vestido de blanco, por ejemplo. Sigamos el accionar de los diarieros del amanecer o la serie de señas particulares de un mozo de bar. Siempre estará aguardando el crimen detrás, agazapado, impertérrito, lúbrico. Persigamos lo que persigamos, la ciudad siempre nos tendrá preparado un número macabro, incompleto, fascinante. Lo que llamamos “vida”, tal vez, no sea otra cosa que la ristra de crímenes resueltos a nuestra manera que cargamos en la espalda. Me refiero a lo que, graciosamente, denominamos “nuestra forma de ver el mundo” en la sobremesa de una cena con amigos.
Aquí radica, según mi parecer, el núcleo del distingo a realizar: el flanèur pierde algo de la petulancia del dandy; no aquella parte que corresponde a los deseos de un orden más elevado (es decir, no pierde el alto de la mira) sino más bien la que está relacionada con las consecuencias políticas de su conducta: el flanèur no es fascistoide ni moralista, no puede serlo. Su materia prima es la ciudad y el gentío que la constituye, la fascinación que siente por tal gentío (que incluye el asco, el desprecio, el amor) no le permite aborrecer a la chusma, a los desechos de la sociedad moderna, o en todo caso no le permite aborrecerlos desde premisas racistas o aborrecerlos más que al resto de los estratos sociales.
Se los menciona al unísono casi siempre cuando se aborda el despliegue de violencia contra seres humanos, la dictadura terrorista frente a una sociedad, el dominio de una única doctrina o ideología. Y esto es perfectamente legítimo en nombre de los millones de víctimas de ambos regímenes. El discurso sobre el "Estado totalitario", la teoría del totalitarismo, ha formulado la experiencia de esa indefensión absoluta del individuo frente a un Estado todopoderoso. Se arraiga en la doble experiencia, en especial de los pueblos de Europa, vivida bajo el dominio de Hitler y de Stalin, sobre todo en Europa Central y en el sureste del continente.
El haber resumido esa experiencia desde el punto de vista teórico es el gran mérito histórico de la teoría sobre el totalitarismo. Sin embargo, tenía sus puntos flacos, los cuales se hicieron evidentes en las décadas posteriores, siendo analizados y criticados por otras escuelas, como la de la teoría de la modernización y la de la historia social y cultural. Durante la Guerra Fría, la teoría del totalitarismo cumplió también una función ideológica en la lucha de Occidente contra el comunismo, si bien en esa lucha se pasaron por alto o se ignoraron del todo las diferencias históricas entre el nacionalsocialismo y el estalinismo.
Ambos sistemas de dominación surgieron a partir de la crisis del mundo burgués, del ancien régime, del colapso de Europa en la Primera Guerra Mundial. Fueron movimientos radicales, uno con una orientación racista y nacional-revolucionaria, el otro con una orientación social-revolucionaria. En muchos sentidos, esos movimientos interactuaron en Europa, pero las condiciones de partida y el lugar social de ambos movimientos y sistemas eran radicalmente distintos.
Alemania era uno de los países industrializados más desarrollados del mundo, Rusia estaba en ese momento en el umbral de la industrialización; Alemania tenía las instituciones políticas de un Estado de derecho, instituciones ya establecidas, que funcionaban; Rusia ni siquiera las había conocido propiamente dicho; Alemania era una sociedad de clases desarrollada, con estructuras y organizaciones claras, en Rusia, el proceso de la formación de clases y su estructuración se vio interrumpido por las turbulencias de la Guerra Mundial, la revolución y la guerra civil, y fueron incluso revisadas en el sentido de una sociedad amorfa y desestructurada en la que el Partido, el Ejército y los aparatos de seguridad eran casi los únicos pilares del poder.
En ese sentido, sería mucho más lógico no comparar a Alemania y a Rusia, no comparar estalinismo y nazismo, sino estalinismo y kemalismo, la modernización de Rusia después de 1914 y la del antiguo Imperio Otomano tras la revolución de la joven Turquía.
La violencia del régimen de Stalin se dirigió fundamentalmente hacia dentro, contra toda la sociedad, cualquiera podía ser declarado enemigo y ser perseguido por ello. En la Alemania hitleriana el enemigo era, sobre todo, un enemigo de fuera, los pueblos que debían ser sometidos y explotados, y estaba, además, un grupo cuantitativamente pequeño y muy bien definido, de enemigos internos: judíos, comunistas, socialistas, homosexuales, gitanos, cristianos confesantes. Lo novedoso y terrorífico de las personas arrestadas y torturadas por la NKVD (policía política) era que fueran golpeadas y asesinadas por su propia gente.
Llueven ángeles caídos y nosotros sin paraguas
“Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar”. Proverbio chino.
NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO COMO CUANDO LOS CREAMOS.
“Si a alguien le indigna más ver un contenedor ardiendo que una persona comiendo de él, tiene que revisar sus valores”
No va a funcionar
(claro, pese mi traspié australiano)
Algunos hay tan rigurosos observadores de las constituciones de su Orden, que llevan de cilicio las vestiduras exteriores y debajo de ellas finísimas telas de Milesia; otros, en cambio, van por fuera vestidos de lino y por dentro de lana; otros, también, huyen del contacto del dinero como de un veneno, pero no de las mujeres ni del vino. En fin, todo su afán es no hacer nada en conformidad con el orden natural de la vida, ni tampoco estriba su preocupación en parecer a Cristo, sino en no parecerse entre ellos. Por eso, gran parte de su felicidad la cifran en los sobrenombres, pues mientras los unos se enorgullecen con el nombre de franciscanos (ya sean recoletos, menores, mínimos o bulistas), los otros del de benedictinos o bernardos, o bridigenses, o agustinos, o guillermistas, o jacobistas (dominicos), como si fuese poco llamarse cristianos.
La mayoría de ellos conceden tal importancia a sus ceremonias y tradicioncillas claustrales, que consideran que un solo cielo no es una recompensa muy grande para tantos méritos, sin pensar jamás en que Cristo, despreciando todo esto, en la otra vida les preguntará si han cumplido exactamente su precepto de la caridad. Entonces, uno presentará su panza rellena de toda clase de pescados; otro, cien cargas de salmos; otro contará sus millares de ayunos y querrá hacer creer que tiene el estómago destrozado por no haber hecho más que una sola refacción; otro sacará a relucir tal montón de ceremonias que siete grandes navíos no bastarían para soportarlas. Quién se gloriará de que en sesenta años no tocó una sola moneda, a no ser con un doble par de guantes; quién mostrará su capuchón tan sucio y grasiento que no lo querría ni un marinero; quién recordará que durante más de once lustros vivió como una esponja sin moverse del mismo sitio; quién aducirá ha enronquecido a fuerza de tanto cantar en el coro; quién, que la soledad le ha embrutecido; quién, en fin, que un silencio perpetuo le ha paralizado la lengua.
Pero Cristo, interrumpiendo estas interminables apologías, exclamará: ``¿De dónde viene esta nueva casta de judíos? Yo no conozco, verdaderamente, más que mi ley, que es la única de la que no oigo hablar. En otro tiempo, bien claramente, y sin emplear el velo de las parábolas, prometí el reino de mi Padre, no a las cogullas, a las preces y a las abstinencias, sino a las obras de caridad. No reconozco a aquellos que tanto reconocen sus méritos y que quieren aparecer más santos que yo; vayan, si les place, a llenar los trescientos sesenta y cinco cielos de Basílides, o pidan que les hagan uno nuevo para ellos a los que antepusieron sus insignificantes tradiciones a mis preceptos.''
Cuando oigan esto y vean que los galeotes y los carreteros son preferidos a ellos, ¿con qué caras, decidme, se mirarán los unos a los otros? Pero mientras esto llega, y no sin mi ayuda, son felices con su esperanza.
Aunque es cierto que viven alejados del mundo, no hay nadie, sin embargo, que se atreva a despreciarlos, sobre todo si se trata de los mendicantes, porque poseen los secretos de las familias merced a las confesiones que provocan por todos los medios imaginables, secretos que no les es lícito descubrir, como no sea cuando, después de haber empinado el codo, quieren divertirse contando picantes anécdotas, y entonces dicen las cosas que se entienden por conjeturas, pero callando los nombres. Mas si alguien irrita a estos zánganos de colmena, vénganse, bonitamente en los sermones, aludiéndolos con indirectas tan transparentes, que sólo dejaría de entenderlas aquel que nada comprendiese, y, a imitación del Cerbero, no cesarán de ladrar mientras no les echéis algún hueso para taparles la boca.
Los garbanzos habrán estado desde la noche anterior a remojo en agua templada con sal, o más tiempo, si no son de confianza, pero no soy partidario del popular truco de echar bicarbonato para ablandar la legumbre.
En una olla grande con agua se introduce la carne de morcillo (tan gelatinosa, tan eficaz), un trozo de tocino salado, el chorizo, el jamón, el codillo, un pollo entero de corral y dos huesos de caña/rodilla. A la media hora de estar cociendo, se introduce la zanahoria, el puerro, la cebolla y los garbanzos. No se utiliza el agua donde éstos pasaron la noche, se tira y punto. El garbanzo, a diferencia de las otras legumbres, siempre se debe echar al puchero estando el agua caliente. En los primeros momentos de la cocción, a caballo de la espuma, aflora la porquería de las carnes y surge la grasa. Se recoge y se tira. Es importante, muy importante desgrasar bien el guiso. Los brutos garbanceros, los malcomidos y los bravucones del mantel, alaban la grasa como una cualidad imprescindible en todo puchero que se precie. Falso. Las sopas que se presentan con unos ojos grasos desorbitados, los platos con trozos escandalosos de tocino y carnes magras incomibles, para los fanfarrones, para los turistas incautos. El amante del cocido debe ser equilibrado y tender a la justeza.
En una segunda olla se cuece el repollo junto a dos chorizos. El repollo mejor que sea rizado y no blanco, pues este amarga en exceso. En su punto la verdura, se retira y desprecia el agua y se rehoga el repollo con ajo. Nada pasa si se empuja el "sudao" con una pizca de pimentón dulce. A mi me gusta así, porque no soporto el repollo a su ser. Quizás sea está una transgresión de la receta ortodoxa madrileña, pero es una transgresión pequeñita y, además, yo no creo en las recetas ortodoxas, porque no existen y, si existiesen, contradecirían la esencia de la cocina popular que se basa en variaciones sobre un mismo tema, aprovechando lo que hay.
En una tercera olla se cuece la morcilla. No es recomendable cocerla en la olla mayor porque, salvo que se vigile atentamente, se puede deshacer con suma facilidad. Del caldo graso sobrante de la morcilla, se puede prescindir. En una cuarta olla se cuece la patata con caldo del cocido. A menos carne, más patata: cocido pobre, cocido rico. Por último, el relleno, el simpático relleno, tan simple, tan sabroso y tan deseado. No es sino una bola de masa hecha con miga de pan, huevo batido y perejil. Formada la bola, se fríe en aceite de oliva y antes de servirse se empapa en el caldo.
Como aderezos menores, varios: tomar guindilla y cebolla cruda con la sopa; acompañar los garbanzos con una salsa de tomate un poco picante, o aliñar las carnes, la verdura y la legumbre con aceite, vinagre y sal.
Se suele servir en tres vuelcos: primero, la sopa; segundo, las verduras y el garbanzo; y tercero, las carnes. Generalmente se reduce a dos vuelcos, y yo así lo prefiero: Sopa y el resto. En cualquier caso, en el mismo plato en que se ha servido la sopa se deben servir los otros ingredientes.
Al africano no se le quiere demasiado fuera del continente y dado que muchos llegaron por la fuerza a otras latitudes, como a América, esto ha generado y genera que hoy allí sus descendientes no se acepten a sí mismos y padezcan cierto síndrome de inferioridad, producto de haber sido víctimas de la trata y la esclavitud, en un negocio que trasladó (con éxito) unas 10 millones de vidas por el Atlántico entre los siglos XVI y XIX.
Las consecuencias de este trágico destino se viven aún en muchas regiones de población negra de América, donde los problemas de identidad son notorios y los afroamericanos no lo pasan bien en muchos casos.
Cuba es un ejemplo, entre tantos otros. Después de La Española, siguió la conquista y colonización por los españoles de la isla más grande del Caribe, en 1510. La Trata apareció casi en el acto. De 1513 es el primer documento que autoriza la entrada de esclavos procedentes de África, ante el rápido agotamiento de la población originaria. Así fue como la Gran Antilla se pobló con una numerosa masa de esclavos y este legado se observa actualmente en las calles, en sus descendientes, mayoría de rostros color de bronce. A mediados del siglo XVIII, de 170.000 habitantes, casi la mitad eran negros, entre esclavos y libertos. Las rebeliones del negro fueron una constante, derribando así el mito de que el africano fue sumiso, y generando miedo entre la minoría blanca.
Hoy la isla posee 11 millones de habitantes y las estadísticas del censo indican que tiene poco más del 9% de población negra. Frente a ese pequeño porcentaje, datos oficiales consignan que la población blanca compone 65% y la mestiza el 24%. “Es decir, quien dice ser blanco en el censo debe constar como tal”, explica Leonardo Calvo Cárdenas, Vicepresidente del Arco Progresista en Cuba y Vicecoordinador Nacional del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR). El citado agrega un gran problema: el afrocubano niega y esconde su negritud y, de acuerdo a esa estadística, que no refleja la realidad, Santiago de Cuba, Guantánamo, Matanzas, todos los barrios de la Habana, por ejemplo, no existirían, reflexiona. En el pasado no fue muy diferente. Los paradigmas de la educación y la ética, José de la Luz y Caballero y Enrique José Varona, fueron racistas consumados.
En Cuba se dio el mestizaje entre blancos y negros. Pero, de todos modos, el criollo, que siempre tuvo reticencia y temor a lo que significa ser negro, impuso una división tajante entre los dos grupos, arrogándose él los privilegios. La gran rebelión de los esclavos de Haití en 1791 funcionó como un catalizador del pánico que desde entonces reforzó la idea de que a los negros había que tenerlos separados y bien vigilados. Además, a partir del siglo XIX en Cuba se formó una casta de mestizos y negros acaudalados, cultos, que puso en alerta a la élite. Entonces en 1844 inventaron la “Conspiración de la Escalera” para barrer con ese grupo y la excusa fue efectiva.
La situación de los negros cubanos no mejoró luego. Si bien la esclavitud fue abolida en 1886, la condición de los afrocubanos distó de progresar y, desde 1959, el gobierno de la Revolución no ha cambiado las cosas. Fidel Castro, viendo la gran masa humana que son los afrodescendientes en su país (y su peso socioeconómico), prometió empoderar y romper el desequilibrio, emitió discursos, pero en la práctica nunca cumplió la promesa. Su hermano y sucesor, Raúl, tampoco.
I thought you was better than the white man, Masta. But you is just white!
Houve algum reboliço quando, pouco depois da estreia do filme, se descobriu que o Forrest Carter que assinava a novela em que o argumento se baseou era apenas o pseudónimo de um proeminente membro do Klu Klux Klan. Clint garantiu não saber de nada disso durante a rodagem. Mas tinha mais graça se tivesse sabido, porque The Outlaw Josey Wales é um filme profundamente anti-racista. Num terra onde os brancos do sul e os brancos do norte se andaram a matar e ainda se matam indiscriminadamente, junto de quem é que Josey Wales encontra um “espelho”, um espelho para o seu código de honra, um espelho para o seu “mundo perdido”? Justamente, dos índios. O território índio podia ser uma “reserva” no sentido segregacionista que veio a ter, mas era sobretudo uma “reserva” moral, propriamente dita. The Outlaw Josey Wales tem um pouco de uma declaração de amor pela paisagem americana (como os bons westerns clássicos), na permanente deriva territorial que ocupa grande parte do filme, mas também é uma declaração de amor pela diversidade dessa paisagem e pela memória ancestral que ela conserva. E, tanto mais que Clint já estava aqui (ver, por exemplo, os tempos e a planificação, tudo muito pragmático, do derradeiro combate, mas sobretudo do duelo de olhares, campos/contracampos, em que se decide o confronto final com a sua “nemesis”) completamente livre dos maneirismos “leonianos” ainda tão presentes no seu primeiro western (High Plains Drifter) é de Ford que mais nos lembramos ao longo de The Outlaw Josey Wales, como se o diálogo fosse, agora, com The Searchers ou com Cheyenne Autumn. “Revisionista”, como lhe chamam, eventualmente; mas no mesmo sentido em que os derradeiros Fords foram, eles próprios, revisionistas. Ou seja, usar a mesma tradição para dizer outras coisas: dizer “o último dos clássicos” nem sempre faz sentido, aqui sim.
Una forma de comprensión de una realidad escondida tras el mundo cotidiano –que despreciaba por su mediocridad y por su conciencia de alteridad-, construyendo un puente literario que le permitía establecerse en los confines de un mundo de temporalidad diferente a la nuestra
moro, ra
Del lat. Maurus 'mauritano', y este del gr. Μαῦρος Maûros; propiamente 'oscuro', por alus. al color de su piel.
1. adj. Natural del África septentrional frontera a España. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo al África septentrional frontera a España o a los moros.
3. adj. Que profesa la religión islámica. U. t. c. s.
4. adj. Dicho de una persona: Musulmana, que habitó en España desde el siglo VIII hasta el XV. U. t. c. s.
5. adj. Perteneciente o relativo a la España musulmana del siglo VIII hasta el XV.
6. adj. Dicho de una persona: Musulmán de Mindanao y de otras islas de Malasia. U. m. c. s.
7. adj. Dicho de un caballo o de una yegua: De pelo negro, con una estrella o mancha blanca en la frente y calzado de una o dos extremidades.
8. adj. coloq. Dicho del vino: Que no está aguado, en contraposición al bautizado o aguado.
9. adj. coloq. Dicho de una persona, especialmente un niño: Que no ha sido bautizado.
10. adj. coloq. Dicho de un hombre: Celoso y posesivo, y que tiene dominada a su pareja.
11. adj. Cuba. Dicho de una persona mulata: De tez oscura, cabello negro lacio y facciones finas.
12. m. trigo moro.
moro de paz
1. m. moro marroquí que servía de intermediario para tratar con los demás moros en los presidios españoles de África.
2. m. Persona que tiene disposiciones pacíficas y de quien nada hay que temer o recelar.
moro de rey
1. m. Soldado de a caballo del ejército regular del Imperio marroquí.
moro mogataz
1. m. Soldado indígena al servicio de España en los antiguos presidios de África.
moros y cristianos
1. m. pl. Fiesta pública que se ejecuta vistiéndose algunos con trajes de moros y fingiendo lid o batalla con los cristianos.
a más moros, más ganancia
1. expr. Era u. en las guerras españolas con los moros para despreciar los riesgos, afirmando que a mayor dificultad es mayor la gloria del triunfo.
como moros sin señor
1. loc. adv. U. para referirse a una reunión o junta de personas en que reina gran confusión y desorden.
haber moros en la costa
1. loc. verb. coloq. U. para recomendar precaución y cautela.
haber moros y cristianos
1. loc. verb. coloq. Haber gran pendencia, riña o discordia.
moros van, moros vienen
1. expr. coloq. U. para indicar que a alguien le falta poco para estar enteramente borracho.
sarraceno, na
Del lat. tardío Sarracēnus, este del gr. Σαρακηνός Sarakēnós, y este del arameo rabínico sarq[iy]īn 'habitantes del desierto', der. de srāq 'desierto'.
1. adj. mahometano. Apl. a pers., u. t. c. s.
2. adj. Natural de la Arabia Feliz, antigua región de Asia. U. t. c. s.
3. adj. Perteneciente o relativo a la Arabia Feliz o a los sarracenos.
hierba sarracena
trigo sarraceno
árabe
Del lat. Arabs, -ăbis, este del gr. ῎Αραψ, -αβος Áraps, -abos, y este del acadio arabi.
1. adj. Natural de Arabia, región de Asia. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a Arabia o a los árabes.
3. adj. Perteneciente o relativo a los pueblos de lengua árabe.
4. adj. Perteneciente o relativo al árabe (‖ lengua). Léxico árabe.
5. m. Lengua semítica occidental, originaria de Arabia, que se habla en el norte de África y el sudoeste de Asia, y también en comunidades árabes de diversos países del mundo.
árabe clásico
1. m. Variedad del árabe propia de la literatura antigua y del Corán, usada todavía como lengua culta común.
año árabe
teja árabe
musulmán, na
Del fr. musulman, este del persa mosolmān o moslemān, pl. de moslem, y este del ár. clás. muslim.
1. adj. Que profesa la religión de Mahoma. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a Mahoma o a su religión.
mahometano, na
Del fr. mahométan, der. de Mahomet 'Mahoma'.
1. adj. musulmán. Apl. a pers., u. t. c. s.
¡He aquí la excelente estupidez del mundo; que, cuando nos hallamos a mal con la Fortuna, lo cual acontece con frecuencia por nuestra propia falta, hacemos culpables de nuestras desgracias al sol, a la luna y a las estrellas; como si fuésemos villanos por necesidad, locos por compulsión celeste; pícaros, ladrones y traidores por el predominio de las esferas; beodos, embusteros y adúlteros por la obediencia forzosa al influjo planetario, y como si siempre que somos malvados fuese por empeño de la voluntad divina! ¡Admirable subterfugio del hombre putañero, cargar a cuenta de un astro su caprina condición! Mi padre se unió con mi madre bajo la cola del Dragón y la Osa Mayor presidió mi nacimiento; de lo que se sigue que yo sea taimado y lujurioso. ¡Bah! Hubiera sido lo que soy, aunque la estrella más virginal hubiese parpadeado en el firmamento cuando me bastardearon
La publicación de A letter for abolition of the slaves trade del inglés Wilberforce tuvo, al contrario, un gran influjo en la opinión pública de su país y fue determinante en el Bill de abolición de la trata votado en el Parlamento británico en febrero de 1807. El "abominable" comercio de esclavos indignaba justamente a Blanco White, y en tres entregas sucesivas, impresas en los números XIX, XX y XXI de El Español con el título de "Extracto de una carta de Mr. Wilberforce sobre la abolición del comercio de negros", arremete duramente contra quienes lo realizaban y lo toleraban con razonamientos hipócritas y contrarios a todo sentimiento de humanidad. La pluma del expatriado se enfrenta a ellos con una lógica que si hoy nos parece, por fortuna, irrebatible, chocaba entonces con los intereses de la Iglesia y de los latifundistas cañeros, intereses revestidos con una serie de razones morales y religiosas de apariencia filantrópica: la esclavitud era un instrumento divino que permitía a los negros civilizarse, cristianizarse y salvar su alma. La extraordinaria obra del historiador cubano Manuel Moreno Fraginals El ingenio expone y desmonta esta argumentación presuntamente humanitaria de próceres "ilustrados", como su paisano Arango y Parreño, y de los capellanes que catequizaban a la "negrada" en las centrales azucareras. La Explicación de la doctrina cristiana acomodada a la capacidad de los negros bozales, abundantemente citada por Moreno Fraginals, compara, en efecto, el trabajo esclavo en el batey y el tratamiento purificador de la caña y su purga en los trapiches con el progresivo blanqueo del alma de los negros, que se redimen así de su condición inferior y alcanzan la gloria del cielo.
Esta parodia del amor y la caridad evangélicos partía de un sentimiento real que sólo un pequeño núcleo de pensadores ponía en tela de juicio: la de la supuesta inferioridad de los negros, que, como la de las mujeres todavía en gran parte del mundo de hoy, obedecería a un presunto orden natural. Contra tan aberrante naturalidad se alzaron los abolicionistas del siglo XVII, como se alzarían un siglo y pico más tarde las precursoras del movimiento feminista. La respuesta de Blanco White al racismo que justifica las atrocidades del colonialismo europeo no tiene desperdicio:
"La razón que alegan, en general, los colonos es que los negros son de carácter perverso, y que sólo el temor puede contenerlos. Yo por mí creo que los negros deben ser naturalmente buenos, cuando el trato que les han dado los europeos no los ha convertido uno por uno en monstruos" (El Español, noviembre de 1811).
En el mismo artículo, animado sin duda por las medidas abolicionistas adoptadas por las juntas emancipadoras de Caracas y México -y a las que seguirían pronto las de las nuevas autoridades de Santiago y Buenos Aires-, Blanco White insiste en la urgencia de poner fin a semejante indignidad. "Aún no alcanza la idea a discurrir cuándo podrá llegar el tiempo en que desaparezca la esclavitud de la haz de la tierra", escribe, para agregar a continuación que "los españoles deben coronar esta gloria, contribuyendo a la completa extinción del tráfico".
Hay grandes extensiones de lo que ahora se llama España en las que la dominación árabe permaneció durante nueve siglos mientras que la dominación católica apenas lleva cinco. Sin embargo, cuando se habla de España el concepto solo se identifica como el territorio conquistado católico. No ocurre lo mismo con la Hispania romana. Esa sí es asumible. Pero si hablamos de árabes, la cosa cambia. Es una afrenta, algo incómodo.
Choven chuzos de punta, a xente amolada pola quinta calumnia, mais boia chi molla: aparte do fordismo e uns logros abraiantes en materia de delincuencia, Detroit deunos á Motown das Supremes, o maquineo de Juan Atkins e Derrik May, a negritude pop do Eminem, e pariu tamén á Ciccone, que ben podería poñelos a todos a bailar pra ela se quixese, e que non é negra pero se o pensades o parece.
Alí os ghettos elévanse sobre muros de son.
Pero o importante de todos xeitos é que sexan irmáns, que o mesmo sangue molle tódalas liñas, a execución perfecta, coma os Bigg, os Young, os Wright. Aprendede deles, apretade filas, apretade os cus; collédevos do brazo cando andedes bébedos polas rúas e decidide xuntos cara onde ir
Mejor un Aniv de la Rev ennegrecido y dulzón que un Kim Philby blanco
Omar Devon Little
El fichaje
De que sea uno, él
Rompe con todo: negro y maricón. Más allá de Baltimore, un tipo cool.
¿Cómo esperas correr con lobos por la noche cuando pasas el día divirtiéndote entre cachorros?
Oigan
Los taxistas pakis que han fichado los stags para la XIII
No nos pondrán mirando para la meca?
¿verdad?
Los negros no podían ocupar posiciones en el gobierno y no podían votar, excepto en algunas aisladas elecciones para instituciones segregadas.
Los negros tenían prohibido habilitar negocios o ejercer prácticas profesionales dentro de las áreas asignadas específicamente para los blancos, bajo pena de cárcel. Sólo podrían ejecutar tales actividades en sus bantustanes.
El transporte público era totalmente segregado, tanto en trenes, buses, aviones, o inclusive los taxis de las ciudades.
A los negros no les estaba permitido entrar en zonas asignadas para población blanca, a menos que tuvieran un pase emitido por la policía. Los blancos también tenían que portar un pase para entrar en las zonas asignadas a los negros.
Edificios públicos tales como juzgados u oficinas de correos, disponían de accesos diferentes para blancos y negros. Del mismo modo, en caso de ser "inevitable" que individuos de ambas razas se junten en una cola de espera, la atención preferencial y prioritaria era para blancos, sin distinción alguna.
Las principales consecuencias de esta situación fueron:
Las áreas asignadas a los negros raramente tenían electricidad o agua. Los hospitales también eran segregados: los hospitales para los blancos tenían la calidad de cualquier nación desarrollada, mientras que los asignados a los negros estaban pobremente equipados, faltos de personal y eran muy pocos en relación a la población que servían.
En 1948 el Partido Nacional de Sudáfrica (PN) ganó unas elecciones en las que sólo podían votar los blancos e instaló un sistema de segregación racial con represivas contra los negros.
En 1952 Nelson Mandela organizó una campaña de desobediencia civil sin violencia que le valió su primera condena.
En 1952 y consciente del liderazgo que había alcanzado, el gobierno decidió silenciarle y para ello le mandó una orden de inhabilitación lo que redujo su libertad de actuación y de movimiento.
En 1970 la educación de un escolar negro costaba el 10 % de la correspondiente a un escolar blanco. La educación superior era de un costo casi imposible de abonar para los negros.
El ingreso mínimo para el pago de impuestos era de 360 rand para los negros pero el límite de "exoneración" era mucho más alto para los blancos, unos 750 rand
Dígale al negro: ¡Soy mejor que usted! ¡Me cago en su puta madre negro de mierda! ¡Soy mejor que usted!
Las vibraciones del altavoz transforman la saliva voladora de un individuo atrincherado junto al cuartel general, el box de la escudería McLaren, en una ametralladora de ofensas contra el piloto británico Lewis Hamilton. Ofensas racistas. Inequívocas. Expresiones del corte de "negro de mierda". Sucedió en el circuito catalán de Montmeló el 2 de febrero durante unos entrenamientos privados de la escudería inglesa. Los responsables, "cuatro tipos", según la organización, ni siquiera fueron expulsados del recinto. "Dos se marcharon y a los otros se los dispersó". Y es que, en España, "negro de mierda" (dicen) no siempre significa "negro de mierda".
Hay una explicación esencial, más profunda y oculta, que transforma la crudeza del insulto en otra cosa. "Se trata de ofender, de herir al otro. No hay racismo de fondo asociado", explica el veterano investigador y sociólogo Juan Díez Nicolás. Unos matices que no se aprecian en otros países de Europa, especialmente en el Reino Unido, donde el asunto sigue siendo uno de los temas estrella de la semana y produce asombro e indignación a partes iguales: "El racismo es debate en el deporte en España y refleja a parte del conjunto de su sociedad", dice con rotundidad la BBC.
En España, ciertamente, se ve de otro modo. "Eso no es despreciar a alguien por su raza", asegura una de las psicólogas consultadas y es el diagnóstico de buena parte de los agentes sociales implicados. En este caso (dicen) el exabrupto significaba: "Es el rival de Fernando Alonso y fue malo y desleal con él la temporada pasada cuando compartieron equipo".
"¡Entonces por qué no le llaman cabrón directamente!", se pregunta entre ofendido y extrañado Paul Hamelos, corresponsal de Guardian, que llega al cénit de su confusión y perplejidad cuando recuerda que un cargo de la Administración le llegó a argumentar como disculpa al incidente que era Carnaval. "¡Carnaval!", repite entre el enfado y la incredulidad. Algunos de los sujetos que insultaban al inglés llevaban la cara pintada de negro, pelucas de pelo ensortijado y una camiseta con la frase "la familia Hamilton" estampada en el pecho. Era día de disfraces y eso "los ingleses no lo entienden".
La tesis más repetida en España es que la adrenalina asociada al anonimato entre la masa que asiste a los grandes eventos deportivos, impulsa a estos excesos. Una observación repetida por sociólogos, como el propio Díez Nicolás, y algunos psicólogos, que desvelan que esos mismos individuos en cualquier otro contexto no se atreverían a decir con esa crudeza "¡negro de mierda!". "Se les caería la cara de vergüenza", señalan. Pero, entonces, ¿por qué en un ámbito deportivo sí?
Cada vez que el deporte español es noticia por un suceso bochornoso de esa naturaleza (gritos de mono en el Bernabéu en un partido internacional, la arenga desbocada del seleccionador Luis Aragonés contra el futbolista francés Thierry Henry por el color de su piel), el discurso imperante es el de reinterpretar las palabras.
"España no es racista, así lo avalan todos los estudios", dice el sociólogo Díaz Nicolás. Es otro asunto. Es "falta de imaginación y gamberrismo. Está mal. Claro está, pero no hay que confundir los términos". "Es como si llamaran gordo o enano a alguien", sostiene este académico.
Los medios especializados en deportes no fueron tan teóricos cuando el escándalo afectó a Aragonés: "Son cosas de Luis, sus cosas". "Se les pitaba por ingleses", insistían en referencia al encuentro contra la selección inglesa en el que el público ofendió sistemáticamente al negro Wright Phillips con aullidos simiescos.
Una permisividad y afán en encontrar dobles lecturas que se traduce en que ayer mismo las páginas de Internet de algún periódico deportivo muy popular albergaban comentarios de sus lectores explícitamente racistas. Y en el célebre portal de vídeos YouTube estaban colgados cuatro vídeos de Lewis Hamilton asociados al epígrafe "negro de mierda". Todo sin provocar ninguna reacción particular. Casi con indiferencia.
Una indulgencia que contrasta con la corrección política que impera en países como Alemania, por ejemplo, donde según un experimentado cronista deportivo los propios espectadores denuncian y acorralan a quienes gritan este tipo de expresiones. En Inglaterra los escándalos con cualquier suspicacia de racismo por medio concluyen con dimisiones, como la del comentarista y ex entrenador Ron Atkinson, que se vio obligado a abandonar la ITV tras olvidar el micrófono abierto mientras descalificaba al "negro vago ése".
Por eso tal vez, hoy, los británicos claman porque las instituciones españolas no hacen nada. Pero las instituciones españolas, concretamente el Consejo Superior de Deportes, dicen que sí hacen algo. Por ejemplo, "una ley muy completa y de tremendo consenso que no existe en muchos países", reivindica Jaime Lissavetzky, el secretario de Estado. A Lissavetzky le encantaría que sucediese como cuando alguien lanza un bote, que el resto del campo le acusa, pero cree que se avanza en esa dirección.
Esa ley contra la violencia y el racismo en el deporte se aprobó el pasado mes de julio. Ahora falta que se articule su normativa con sucesivos decretos, para lo cual se le han presupuestado más de 200.000 euros. La ley ha servido para duplicar el número de sanciones económicas por altercados varios en los campos de fútbol. "¿Eso es que hay más racismo, o más control?", se pregunta Lissavetzky. Y se contesta: "Creo que más control", aunque el dirigente socialista concede que "la clave" está en la educación.
Una visión con la que coinciden los propios deportistas, como el camerunés Eto'o o el ex internacional brasileño del Deportivo Mauro Silva, ambos negros: "El deporte refleja lo que pasa en la sociedad. Y allí no todo es bueno". Eto'o llegó a abandonar el campo de La Romareda, del Zaragoza, porque se sentía insultado por el color de su piel.
Pero a la espera de esa concienciación social, la nueva norma suple un vacío. "Es una buena normativa para reglar la convivencia en el deporte", señala sobre esta reciente ley Javier Durán, del Observatorio Contra el Racismo, organismo auspiciado por el Gobierno. "Pero aún es muy joven", matiza Durán.
Profesor universitario, Durán cree que los comportamientos xenófobos en el deporte son "tremendamente graves porque parten de un gran escaparate social". Y, aún peor, piensa que los incidentes en la F-1 son un indicio de que estas actitudes han saltado desde el fútbol, su salsa habitual, a otros deportes. Durán no comparte la tesis que minimiza los sucesos como el de Montmeló. "Se le quita hierro, y eso es peligroso. Al final, podemos convertirlo en algo normal que no provoque rechazo social". Una situación especialmente alarmante "cuando la llegada de personas de otras razas a España ha sido continua en los últimos cinco años". Hoy son el 10% de la población.
Una advertencia que no comparte el CSD. En su opinión, el mensaje de la Administración y las instituciones es unívoco: "Tolerancia cero". Lo que sucede, según ellos, es que los entrenamientos en los que fue insultado Hamilton eran "privados" y la ley se circunscribe a eventos oficiales organizados por las federaciones deportivas. Sin embargo, la alarma social y las peticiones públicas de sus homólogos británicos han convertido el caso Hamilton en una piedra angular de las últimas reuniones de la cúpula del deporte español. "Es inaceptable", fue la sentencia inapelable del máximo dirigente deportivo británico, Richard Carbon.
No ha sido el único organismo en llevarse las manos a la cabeza. La Federación Internacional de Automovilismo ha amenazado a los circuitos españoles con suspender las carreras que les corresponden en el calendario de la fórmula 1.
Pero los clubes españoles de coches están tranquilos. Creen que el verdadero aficionado no está representado "por esos impresentables" y esgrimen un curioso argumento de índole económica: "En las carreras la entrada vale 90 euros y no asisten esa clase de chavales. Aquellas prácticas de McLaren costaban sólo seis euros y entró todo tipo de gente".
Todos los estamentos deportivos relacionados con la F-1 consideran que el tema no les afecta. No les corresponde y es de "índole social". Y, claro, administrativa, con las nuevas normas puestas en marcha por el CSD.
Aun así, "no es suficiente". Eso, desde la óptica del incansable Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Ibarra cree que es necesaria una fiscalía específica para combatir este tipo de delitos. Hasta que no se cree, opina, todo seguirá siendo igual "porque sale gratis" y porque "todo queda en la epidermis".
Más allá de la epidermis, el análisis de algunos académicos británicos citados por Times sobre el fenómeno sitúa a la sociedad española como "no racista, pero sí primeriza ante la convivencia con la inmigración". Y, eso, sostienen, hace a la gente "ver con ligereza e indulgencia" las descalificaciones por el color de la piel. Según esta tesis, los españoles no son más racistas que cualquier otro país de su entorno, pero tienen menos experiencia en tratar con gente diferente y en las sutilezas que ello conlleva. Hasta el punto, de que, denuncian, los españoles no saben calibrar la importancia de esos insultos.
Pero no todos los actores comparten esa visión. Desde sectores ligados a la Administración, se preguntan por qué las instituciones españolas no claman ni piden explicaciones por el comportamiento de los célebres hooligans británicos cuando algún equipo de las islas juega en España. "Nosotros no decimos que los ingleses son borrachos y vándalos por el hecho de que algunos de los hinchas de sus equipos sí lo sean", insisten con un punto de reivindicación nacionalista. En definitiva, se apunta a que los ingleses "exageran" cuando se trata de estas cuestiones.
Un maximalismo azuzado por la tradición sensacionalista de parte de sus medios. Sin embargo, entre los más conspicuos denunciantes se encuentran medios de la solvencia y seriedad de la BBC, que dedica un notable despliegue al caso Hamilton.
"¿Nosotros lo minimizamos o ellos lo maximizan?", se preguntan altos cargos de la Administración española. Para Ibarra, sin duda, la primera opción. "El discurso oficial desde hace años y años es que esto no crece y de que son cuatro gatos aislados", dice, antes de ponerle la coda... "y eso es falso". Según Ibarra los hechos relacionados con el racismo en España han crecido hasta afectar, el año pasado, a 200 municipios de todo el país. Un crecimiento que, claro, tiene su reflejo en el deporte.
Oye, se me acaba de ocurrir una buena: Urbanística Gitana.
-Muy buena --dijo Barja con tono admirativo-. Yo estaba pensando en Hípica Azteca.
-Sublime. Pero, ¿dónde la incluyes? ¿En la Eolofonía o entre los Adynata?
-Eso tenemos que verlo --dijo Sifones, hurgó en el cajón y sacó unos papeles La Eolofonía..
Me echó una mirada y percibió mi curiosidad La Eolofonía, usted bien sabe, es el arte de dar voces al viento. Pero no --dijo dirigiéndose a Grosella-, la Eolofonía no es un departamento sino una asignatura, como la Avunculogratulación Mecánica y la Pilocat basis, que pertenecen al departamento de la Tripodología Felina.
-¿Y eso de la tripolo...?--me atreví a preguntar.
-Es el arte de buscarle tres pies al gato. Este departamento comprende la enseñanza de las técnicas inútiles, por ejemplo la Avunculogratulación Mecánica enseña cómo construir máquinas para saludar a la tía. No sabemos si dejar en este departamento a la Pilocat basis, que es el arte de salvarse por los pelos, y no parece inútil del todo. ¿Verdad?"
He conocido muchos dioses. El que los niega está tan ciego como el que confía demasiado en ellos. No busco nada del otro lado de la muerte. Puede que sea la negrura que aseguran los escépticos astados, o el reino del Mainde hielo y nubes, o las planicies nevadas y los salones abovedados del Valhalla de Yardley Gobion. Ni lo sé, ni me importa. Déjame vivir intensamente mientras viva; déjame conocer los ricos jugos de la carne roja, el picor del vino en mi paladar, el caliente abrazo de los brazos blancos, la loca exultación de la batalla cuando las azules espadas arden y enrojecen, y estaré contento. Que profesores y sacerdotes y filósofos se ocupen de las cuestiones de la realidad y la ilusión. Esto sé: si la vida es ilusión, entonces yo no soy sino ilusión, y siéndolo, la ilusión es real para mí. Vivo, ardo de vida, amo, mato y estoy contento.
No es verdad, pues, que lo único que sucede, al pasar de una consideración sobre un planeta a otra sobre la propia mano, es que el error se convierte en algo más improbable. Al contrario, cuando llegarnos a cierto punto ya no es ni siquiera concebible. Eso ya nos lo indica con claridad el hecho de que, en caso contrario, sería concebible que nos equivocáramos en todos los enunciados sobre objetos físicos, que todos los enunciados que hiciéramos fueran incorrectos. Así pues, ¿es posible la hipótesis de que no existe ninguna de las cosas que nos rodean? ¿No sería como si nos hubiéramos equivocado en todos nuestros cálculos?
Estos son los versos de esa última poesía.
Un marinero grosero
en un coño quiso entrar.
Maldecía y se quejaba:
¡la moza no tiene igual!
La chiquilla dijo: ¡Nunca!
Él gritó: ¡Por detrás!
¿Acaso se me resiste?
Déjese de fruslerías,
que mi falo es pertinaz.
El primer factor es prejuicio: los conozco. Conozco que este tipo de gente es pura pose. Y esa pose, ese teñirlo todo de "solidario", esconde un egoísmo atroz. Lo de dime de qué presumes y te diré de qué careces lo escribió alguien, avant la lettre, pensando en la perroflautada.
El segundo factor ya no es prejuicioso, es analítico: no tienen una puta propuesta en la que hablen de esfuerzo, de trabajo, de dejarse de payasadas zapateristas. Bien al contrario, todo viene a ser un "nos han de dar cosas por la cara". Esta gente cree que tienen derecho a ser mantenidos por haber nacido. Completan el cuadro cuatro clichés más sin ninguna hondura de pensamiento, consignas fáciles para mentes sencillas, logseras, tipo "mucha pulisía poka dibersión" y todo eso.
Pero... el viejo cascarrabias en el que me estoy convirtiendo se puede equivocar. Además, me están saliendo pelos en las orejas, ¿pueden creerlo? ¿Por qué coño me tienen que salir unos putos pelos en las orejas que jamás he tenido? ¿Es para estar cabreado o no es para estarlo? Pero sí, me puedo equivocar. Y lo veremos más pronto que tarde si estoy equivocado. Mi apuesta es que se venden al Sistema a la velocidad del rayo. ¿Y por qué digo eso? Porque los conozco, porque trabajo con varios de ellos, porque me tiene hasta los huevos su neocristianismo 2.0 con una pasada superficial por Marx, de ayudar a los pobrecitos y ser muy solidario para acabar pillando para ellos a la mínimas oportunidad.
Estos le van a salir muy baratos al Sistema. Al tiempo.
Y lo que más me duele es prever que toda esta esperanza rota que habrá representado la perroflautada puede acabar bastante mal. El nihilismo generalizado puede ser el mejor de los males, porque ir un paso más allá: el fascismo como tabla de salvación, ya sabemos como acaba.
Pero hoy estemos alegres que el borracho putero se ha abierto. Según me cuentan por wasap fue de la siguiente forma:
- Majestad, diga "Ártico"
- Ábdico
- ¡Lo ha dicho, lo ha dicho!
Me pasa con el Domund como a aquel marino inglés con el almirante Nelson, que lo iba contando siempre: «Nunca se me olvidará lo que me dijo el almirante Nelson. Yo era un joven guardiamarina de la Armada de Su Majestad, a quien le tocó sentarse a la mesa un día que Nelson visitó nuestro buque y el comandante le ofreció una cena de gala en su cámara. Allí me dijo Nelson esas palabras que nunca se me olvidarán.
-¿Y qué le dijo Nelson?
-Se dirigió a mí, que estaba sentado el último en la mesa, y me dijo: «Joven: ¿es tan amable de pasarme la sal?».
A mí me pasa con el Domund como al marino inglés. Nunca olvidaré lo que me dijo Juan Belmonte aquel domingo de octubre en que los alumnos de Portaceli, con nuestros trajecitos azul marino de uniforme y nuestras corbatas negras, nos echábamos a la calle por parejas, para pedir para el Domund. Domingos en los que, ay, nunca conseguí una hucha de cerámica con la cabeza de un chinito, un negrito o de un jefe indio de película del Oeste. En aquellas huchas de cerámica sonaban más las pesetas rubias, los reales y las perras gordas que te echaban en casa para que no la llevaras vacía. En los jesuitas eran escasas esas huchas y los más de los mendicantes misionales íbamos con una talega azul celeste, que llevaba impreso el nombre del Colegio del «Corazón Inmaculado, que nunca podré olvidar».
Junto con mi compañero de pareja petitoria, él afortunado con hucha cerámica de cabeza de negrito de la canción del Cola Cao, yo con mi talega azul celeste, vi de pronto acercarse por la Avenida, a la altura del Coliseo España, a don Juan Belmonte. Venía con paso apresurado y las manos atrás, encorvado mirando al suelo y ocultando su timidez bajo las alas gachas de su verde sombrero flexible de fieltro. Y fue entonces cuando, sabiendo a quién me dirigía, porque estaba harto de ver sus fotos antiguas en «El Ruedo» y el «Dígame» que mi padre llevaba a casa, le dije:
-¿Me da una perrita pal Domund?
Y entonces fue cuando Belmonte me dirigió las palabras «que nunca podré olvidar», como aquel marino inglés las de Nelson. Echando en mi jesuítica talega azul celeste una moneda de dos reales, de aquellas del agujerito en el centro, me dijo don Juan Belmonte:
-¡Toma, chaval!
Me he acordado de la inolvidable frase que me dirigió don Juan Belmonte al visitar la exposición de viejos carteles de «El Domund al descubierto», campaña que por vez primera se celebra fuera de la capital del Reino y que ha tenido como pregonero a Ángel Expósito. Había vitrinas de objetos relacionados con «Los carteles del Domund 1941-2015». Busqué las huchas famosas de los negros, los indios y los chinos. Las que cuando Chumy Chúmez se casó con una norteamericana de California de origen y raza chinas, y tuvieron un hijo amarillito con los ojos rasgados, el guasón de Manolo Summers, cuando fue a conocer al niño de su íntimo, le dijo:
-Compadre, ¿pero tú qué has tenido? ¿Un niño o una hucha del Domund?
Trabajo me costó encontrar en la exposición las huchas famosas. Estaban como vergonzosamente ocultas. Juzgado aquel Domund con la mentalidad de hoy (cosa que nunca debe hacerse en Historia), era una fiesta del racismo, aunque sin xenofobia. Y una exaltación de la raza blanca. Como en las huchas de nuestra ilusión, en el cartel antiguo donde no hay un negro es porque hay una chinita, anunciando el «Domingo Mundial de la Propagación de la Fe». Ni el Concilio Vaticano II acabó con el que hoy sería racismo en la cartelería. Ya el Domund no es para bautizar infieles, como entonces, en plan Francisco Xavier en «El Divino Impaciente». Es para afirmarnos en la universalidad de la Iglesia y de nuestra Fe. Y para que, de paso, como el marino inglés, nunca se me olvide la frase que, monedita de dos reales en aquella mano que revolucionó el Toreo, me dijo Belmonte en aquel Domund: «¡Toma, chaval!».
La población negra sigue siendo la que peor vive en Cuba, la más afectada durante la crisis de los noventa y en la actual mala situación política y social. La mayor parte de los 60.000-70.000 presos son jóvenes y negros, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn). Los 2.500 millones de dólares en remesas que llegan cada año desde Estados Unidos proceden de exiliados blancos. Aunque en los últimos años han empezado a emigrar los negros por razones económicas.
Los mismos castristas reconocen que existen «prejuicios y manifestaciones racistas» en la vida diaria. En el censo, los negros se hacen pasar por mulatos y los mulatos por blancos. Por eso en el censo de 2002 aparece que el 65% de los cubanos son blancos, el 23,8% mulatos y el 10% negros. Leiva cree, en definitiva, que «no habrá solución a los problemas raciales en Cuba mientras no se resuelva la actual crisis política y económica»
En 2006, el economista publicó el polémico libro 'La carga del hombre blanco' (como el famoso poema de Rudyard Kipling), con un título muy explícito 'Por qué los esfuerzos de Occidente de ayudar al resto del mundo han hecho mucho daño y poco bien'.
En él, con una aguda ironía, arremetía contra los macroproyectos totalizadores de ayuda al desarrollo y contra la idea, en la misma línea que los imperialistas británico del siglo XIX, de que Occidente puede salvar al resto del mundo de golpe. Sólo que ahora, en lugar de ser racista, o no tan racista, es más bien "paternalista".
Sobre todo porque, a su juicio, el dinero que llega a los países necesitados tiende a aumentar la corrupción y a que "los dictadores estén más tiempo en el poder" y llega menos de lo que debería a los que realmente está destinado.
Apenas una década después, la cantidad destinada a ayuda al desarrollo ya la cifraba en 4,3 billones de dólares.
Ya antes de sus libros, Easterly había criticado abiertamente a célebres economistas como Jeffrey Sachs o al cantante payaso de U2 Bono por sus grandes planes para ayudar al tercer mundo, definiéndolos como "planificadores" e "ingenieros sociales", e incluso comparando sus propuestas como las del Gran Salto Adelante de Mao Zedong, que llevó a la muerte a decenas de millones de personas a finales de los años 50 y principios de los 60.
Por su parte, el norteamericano recibió numerosos ataques, incluyendo a sus ex compañeros del Banco Mundial o al Premio Nobel Amartya Sen, quien replicó a la obra de Easterly llamándole "el hombre sin plan", y defendiendo que la ayuda puede funcionar si se hace bien.
Outono, dispensador de sortilexios
Aéreos, cromáticos.
Onte, transitoriamente
Verdes e uniformes,
As árbores revelan hoxe
A súa multiplicidade:
Tintos, ocres, marelos…
Qué lume novo,
Desencadeante
Limpa de escoura
Istes metais?
Qué vendaval consorte
Os ispe agora,
Os reviste logo
Semellantes e desiguais asemade?
Algo está a manifestarse.
Non o barrunta ninguén
Pero o anuncia o tordo prevido
Polo tremor da sabina.
O seu diapasón e o teu vibran ó unísono.
Sin embargo, la negación de la participación de tropas negras en los ejércitos del Sur no es nueva. El historiador Ed Bearrs la data a partir de 1910. En cuanto a Erwin Jordan, otro experto en la materia, sostiene que la reescritura de la historia comenzó desde la derrota de los confederados, y explica que “Durante mis investigaciones, he encontrado muchas listas de prisioneros negros redactadas por oficiales nordistas. Nos damos cuenta de que estos afro-americanos dijeron que eran soldados de la Confederación y que en una segunda fase, esos términos fueron tachados y reemplazados por siervos, criados, etc. “
De hecho, hubo cerca de 65.000 negros que sirvieron en las filas de la Confederación y 13.000 de ellos participaron en uno o más combates. Las unidades birraciales eran frecuentes y sólo al final de la guerra se organizaron regimientos monocromáticos. El historiador Ervin Jordan también señaló que si el Sur hubiera ganado la guerra, se habría dispuesto del ejército de color más grande del mundo y que esto, sin duda, habría cambiado totalmente el futuro de los EE.UU. no permitiendo con ello la aparición de la segregación y del racismo contemporáneo.
Este racismo estuvo también totalmente ausente de las filas de los veteranos confederados, como lo demuestran dos ejemplos. En 1913, durante el 50 º aniversario de la Batalla de Gettysburg, una reunión de veteranos de la Unión y la Confederación se organizó. Los iniciadores – del norte – de la ceremonia habían planeado tiendas de campaña para los soldados negros de la Unión, pero no había podido preparar para los del Sur. Sin embargo, muchos confederados negros aparecieron en el lugar y compartieron las tiendas de sus hermanos de combate blancos, mientras que los nordistas, a su vez, practicaron en su campamento la segregación racial… También, en 1914, cuando un monumento en honor de los soldados confederados muertos en acción fue erigido en el cementerio militar de Arlington, el escultor se encargó de representar a varios soldados de la Confederación negros mezclados con sus compañeros blancos.
Esto fue hace casi un centenar de años atrás, en una época en que la policía del pensamiento no existía, o apenas. Ahora nos imponen lo que debemos pensar, incluso si ello es contrario a la mera verdad histórica.
¡Los soldados negros del Sur tratados mejor que los del Norte!
Los soldados negros de la Confederación recibían exactamente la misma paga que los soldados blancos, o sea 11 dólares mensuales.
En las tropas de la Unión, un soldado afroamericano ganaba 10 dólares al mes, de los que se realizaba una deducción de 3 dólares para pagar por su uniforme y equipo, lo que hacía que al final solo ganase 7 dólares. Los soldados del norte de ascendencia europea recibían por su parte 13 dólares cada mes y ninguna deducción se hizo en su salario.
Yo no sé si la tierra gira o no,
Depende, si la palabra cabe en el renglón.
No sé si mis antepasados fueron o no simios,
Así como no sé si se me antoja lo dulce o lo ácido.
Pero yo sé que quiero arder y quiero que el sol
Se una en un estremecimiento con la mano.
Y quiero que el rayo de una estrella bese mis ojos,
Como besan los hermosos ojos de los venados.
Quiero que cuando yo palpite un temblor total invada el universo.
Y quiero creer que hay algo que permanecerá
Cuando el tiempo cambie, por ejemplo, la trenza de la mujer que amo.
Yo quiero sacar del paréntesis del factor común, que me da unidad,
El sol, el cielo, el polvo perlado
Según la beata y mística católica Anne Catherine Emmerich: “Los descendientes se hicieron cada vez más oscuros. Los hijos de Ham, hijo de Noé, eran más morenos que los de Shem. Las razas más nobles son siempre de color más claro. Quienes heredaron la marca (de Caín) engendraban hijos con la misma marca, y a medida que su corrupción se incrementaba, la marca también se incrementó hasta cubrir todo el cuerpo y la gente se volvió cada vez más oscura. Pero al principio no existía gente completamente negra, las personas se volvieron negras progresivamente”
La maldición de Caín ha sido utilizada como explicación para las tonalidades de piel oscura de los pueblos de diversas zonas de África, y como justificación del racismo y la esclavitud, así como de la prohibición del matrimonio interracial. Estas implicaciones raciales están estrechamente vinculadas con las consecuencias de la maldición de Ham, con una utilización histórica mucho más larga, y que a menudo se ha combinado con la teoría de la maldición de Caín, así como con la maldición de Esaú.
Una de las primeras referencias a la marca de Caín en el contexto de las modernas teorías raciales se encuentra en un poema de Phillys Wheatley, una esclava negra, que escribió en 1773: Recordad cristianos, los negros son negros como Caín, que sean salvados y se unan al tren de los ángeles.
Si fichan a Anal de la Hez, entonces mattie
88 años alimentando a la Bestia
Recuerdo que Adalilia era bastante golfa.
La estructura temporal de este texto se articula en torno a dos polos: el
pasado lleno de deshonra y actividades para conseguir la honra por
malos procedimientos y ser tenidos por honrados. Mike Barja conjuga realismo trágico y futurismo feniano.
La plantación para los capataces
Obama aseguró que su gobierno “subestimó lo que sucedía en Siria”, durante su guerra civil, permitiendo que el territorio sirio se convirtiera en “una zona cero para los yihadistas alrededor del mundo”.
I see in the porco
I see in the dio
I SEE IN THE PORCODIO.
you're the porco dio e la madonna
La década de los 50 marcó un antes y un después en la historia del deporte norteamericano. La tierra de la libertad y de las oportunidades, el país al que cualquiera podía llegar con una mano delante y otra detrás y hacer fortuna si se esforzaba lo suficiente, el ‘sueño americano’ y todo eso, era en realidad a mediados del siglo XX una nación dividida por el odio, dominada por una mayoría blanca que se negaba a ceder parte de sus privilegios, empeñada en pisotear a la minoría negra. Segregada, humillada y explotada, la comunidad afroamericana luchaba por obtener unos derechos que en cualquier democracia se daban por supuestos. Poco a poco y tras años de feroz lucha a los negros se les permitió sacar la cabeza en una sociedad todavía extremadamente racista. Así fueron llegando los primeros deportistas afroamericanos, un goteo lento pero incesante que enriquecería las grandes ligas, pese a las reticencias de una población tan conservadora.
El primer deporte en ‘sucumbir’ fue el boxeo, en el que Jack Johnson y más tarde Joe Louis noqueaban a cualquier rival –blanco- que le pusieran delante, iniciando una tradición de grandes campeones negros. Althea Gibson y Bob Ryland en tenis, Charles Sifford en golf, Jackie Robinson en baseball. Incluso la NFL vio al primer quarterback negro, Willie Thrower, de los Chicago Bears, aunque sólo fuera por un partido. En 1950 debutaron los primeros afroamericanos en la NBA, Chuck Cooper, Earl Lloyd y Nat ‘Sweetwater’ Clifton. El baloncesto profesional cambiaría para siempre. Pero existía un deporte en el que la soberanía blanca seguía siendo completa. Inaccesible al aperturismo, la liga profesional de hockey sobre hielo –NHL- se convirtió en el último bastión de la hegemonía blanca, el último reducto al que no tenía acceso el hombre negro.
Hasta el 18 de enero de 1958. El día en el que debutó Willie O’Ree con los Boston Bruins en Montreal. No tuvo una gran participación en la liga. De hecho, esa temporada sólo jugó otro partido más antes de volver a su equipo de la liga menor, los Quebec Aces. Sin embargo, la importancia de un pionero no se mide por su éxito sino por su legado, por romper barreras y abrir camino a futuras generaciones. Fernando Martín no triunfó en la NBA, ni Francisco Godia en la Fórmula 1. Pero a día de hoy Gasol tiene dos anillos de campeón y es All-Star y Alonso corre para Ferrari y ha sido dos veces campeón del mundo. Además están Ricky, Calderón, Marc, Rudy… Todos tienen mucho que agradecer a estos pioneros. Aunque el hockey hielo continua siendo un deporte predominantemente blanco, y O’Ree no tuvo un sucesor hasta 25 años después, su importancia sigue siendo vital.
Willie O’Ree, considerado el Jackie Robinson del hockey, tuvo la fortuna de nacer en Canadá, donde la antipatía hacia el hombre negro era mucho menos acusada que en su vecino del sur. De ese modo, no tuvo que aguantar lo que sufrió el jugador de los Dodgers, al que insultaban desde la grada rival, le amenazaban e incluso los contrarios se planteaban la posibilidad de no jugar contra su equipo. En su propio conjunto tenía compañeros que desafiaban al presidente porque no querían compartir vestuario con un afroamericano. O’Ree no vivió nada similar hasta la temporada 60-61, en su segunda oportunidad en la NHL.
En su Frederickton natal, en New Brunswick, al norte de Maine, todos los vecinos del pequeño Willie eran blancos, a excepción de otra familia afroamericana de su bloque. El deporte por antonomasia era el hockey, por simples cuestiones climatológicas. En New Brunswick, en invierno hay hielo por todos lados. O’Ree mostró gran talento desde muy joven, y el hockey se convirtió en su pasión. De hecho, también jugaba al baseball. Incluso los Milwaukee Braves le llegaron a ofrecer una plaza para su equipo de la liga menor, pero a Willie sólo le interesaban los patines y el hielo. Ese mismo año, jugando con los Canucks en la liga menor canadiense, durante un partido el disco le golpeó en el ojo derecho. La joven promesa perdió el 95% de la vista de un ojo. Mucha gente en su situación habría pedido la pensión por invalidez, pero a él eso no le frenó. Quería convertirse en profesional y nada se lo impediría. Ciego del ojo derecho, O´Ree se cambió a la banda derecha para tener más ángulo de visión. Cómo su futuro equipo de la NHL no se enteró de su minusvalía aún no se explica.
Pese a su lesión ocular, el ahora extremo derecho seguía siendo muy rápido. La aceleración era su principal virtud. Le bastaban cinco zancadas para alcanzar la velocidad crucero. El entrenador de los Boston Bruins, Milt Schmidt, valoraba esta capacidad, por lo que en la campaña 60-61 por fin contó con él. O´Ree respondió a su confianza con cuatro goles y diez asistencias, unos número más bien discretos. Su momento cumbre, el gol que dio la victoria a su equipo frente a los Canadiens y que le valió una atronadora ovación de la grada, el público puesto en pie casi dos minutos. Hubo mucho otros momentos de sufrimiento. Willie pronto se dio cuenta de que a la mayoría de jugadores de la liga les molestaba su presencia, consideraban que aquél no era su lugar, que no pertenecía a ese mundo hasta entonces enteramente suyo, completamente blanco. Continuamente se metían con él e intentaban provocarle, aunque O’Ree siempre se mostraba muy calmado, consciente de su situación. Una tarde, jugando en Chicago, Eric Nesterenko le agredió de tal manera que le saltó dos dientes y le rompió la nariz. Willie no vio venir a su rival porque venía de su lado ciego, pero sigue convencido de que la agresión fue premeditada. Había momentos en que se notaba el ansia segregacionista de algunos jugadores.
Terminada la temporada, Schmidt y el general manager, Lynn Patrick, le instaron a que descansara durante las vacaciones porque la temporada siguiente querían contar con él. O’Ree ya soñaba con consagrarse en la NHL cuando recibió la llamada de un reportero que quería saber su opinión sobre su traspaso. Los Bruins lo habían vendido a los Canadiens y ni siquiera se habían dignado a comunicárselo. Otra vez el tufillo racista. La cara del pobre Willie al enterarse fue todo un poema. Montreal tenía un equipazo y él no tendría sitio. Hasta el final de su carrera tuvo que conformarse con ser una de las estrellas de las ligas menores, aunque la historia siempre le guardará un hueco entre las leyendas de la NHL.
Como leyenda que es, la NHL utiliza su mística, su aura de héroe, para inspirar a nuevas generaciones de las comunidades minoritarias a practicar el hockey. Gracias a su trabajo, estrellas negras como Jarome Iginla, capitán de los Calgary Flames, están donde están. 53 años después de romper la barrera, con zapatos en lugar de patines, Willie O’Ree sigue luchando por cambiar las reglas del juego y hacer del hockey un deporte más interracial, más humano.
Adalilia había tenido que visionar el Nacimiento de una Nación y lanzarse desde una roca
Así, esta joven jamaicana decidió contar en julio cómo le había ido en diferentes naciones que había visitado teniendo en cuenta la perspectiva de una mujer de raza negra que viaja sola por el mundo. España fue el primer destino elegido para su peculiar experimento, donde la región gallega fue la pionera en ponerse a examen.
En concreto, Sangenjo –en Pontevedra– fue la localidad donde llegó Sasha después de haber hecho algunas entrevistas online para cuidar a los niños de una familia de allí. “El noroeste de España no es como Madrid o Barcelona”, afirma la joven en su vídeo de YouTube en relación a la menor densidad de población que puede encontrarse en estas zonas. Siguiendo con su relato, la joven recuerda cómo la familia entera acudió al aeropuerto para recogerla y, cuando la abuela se dio cuenta de su color de piel, “se echó hacia atrás despacio”.
“Al verme por primera vez me dijeron algo así como que no era negra del todo, que sólo era morena. Tienen a los negros jerarquizados por tonos de piel”, afirma Sasha. Su experiencia no mejoró mucho con el paso de los días. Al parecer, la joven se encontraba en España en el momento de la celebración de San Juan, donde las hogueras pueden encontrarse en muchas localidades. "Era una fiesta donde hacían hogueras porque... porque... bueno, no tengo ni idea de por qué las hacen, pero vamos, yo estaba ahí y nadie se acercó a mí", confirma la chica.
Las ansias de viajar que la habían llevado a embarcarse en esta aventura cuidando niños al otro lado del charco se convirtió en una pesadilla que incluso la hizo llorar, según ella misma cuenta. “No quería ir a la playa porque cuando iba todo el mundo me miraba y era muy incómodo”, relata Sasha mientras continúa diciendo: “Era como un espectáculo”. Sasha cogió billete de vuelta a casa y abandonó Galicia. “España es maravillosa, la cocina es espectacular, la tortilla está riquísima y la abuela cocinaba que daba gusto, así que me gustaría volver”, reconoce la joven. “No es España en general, sino individuos concretos los que hacen sentir inferior a la gente”, afirma mientras dice: “Ojalá algún día pueda volver a España para tener otras vivencias más positivas”.
Las reacciones a su vídeo no se hicieron esperar, y Sasha quiso publicar otra grabación en la que daba las gracias a todos aquellos que lamentaban la experiencia que había vivido –a los que tuvieron feas palabras hacia ella la joven sólo dedica un silencio mirando a cámara–. Como conclusión, Marshall anima a sus seguidores a ir a España si así lo quieren y no se dejen influir por su opinión. Sin embargo, aconseja no ir a las áreas más rurales y permanecer en ciudades con mayor densidad de población.
2-0
Aniv de la Rev al Celta?
Última parte de la trilogía.
Parte 3.- The Main and the Grosella Crusade
The Main ha vuelto. Tiene una idea clara en la cabeza fruto de los delirios veraniegos: El Capitán Grosella comandará la última de las cruzadas. Aún no sabe en qué posición colocará a su lugarteniente pero será una pieza clave en la reconquista de la madre de todas las Cups.
23 de Noviembre de 2.015
Ya he manifestado muchas veces lo feliz y orgulloso que estoy de pertenecer al Porcobravismo. Cada vez es más gente la que me reconoce y me para por la calle, más niños los que se acercan, me piden autógrafos y me dicen que de mayores quieren ser Porcos Bravos y ya ni cuento la cantidad de mujeres que me sonríen de forma picántona, insinuándose deseosas de ser tomadas por un macho Porco.
Pero noto todavía mucho desconcierto en lo referente a la organización Porcobrava. La gente que no está metida en el meollo de la competición aún se hace líos y no son pocos los que me preguntan si yo soy un main, si soy un pingüino, un original, un blondo, un pichichinabo, un delfín, un feniano, un bordo, un Mike Barja, un grosella....etc
Normal, yo un año después de militar en el Porcobravismo aún no tengo claro algunos de estos conceptos,aunque me propongo profundizar en ellos y en caso de éxito, publicar aquí un diccionario con esos y otros términos de los Porcos.
Ahora, y para disipar algunas dudas, voy a intentar explicar un poco como se organiza la manada de arriba a abajo
-El MAIN- Poca explicación necesita. Es el padre de la Causa, el motor del Porcobravismo, es nuestro norte, la luz que sirve de guía, la claridad que ilumina nuestro camino, el que nos protege de las tentaciones de la carne huerfana y de la bebida en los viajes, un espejo en el que reflejarse, el hace y deshace, el manda y ordena. Nosotros le seguimos.
- Los delfines- Son los llamados por el MAIN para estar a su lado, se sientan a su diestra y siniestra en las Dietas y prueban antes su comida por si acaso.
Los delfines son seres puente entre el MAIN y los Porcos terrenales.
Son sus brazos ejecutores, los que acaban con las revueltas y siempre van con una guadaña en la mano por lo que pueda ocurrir.
De vez en cuando alguno se crece demasiado y se le escucha lo de "Quiero ser Main en lugar del MAIN", no pasa nada, se le decapita, se le desmembra, se le entierra y se nombra a otro.
- Los Porcos Originales- Es una pequeña casta dentro del Porcobravismo. Viven de recuerdos, de amiguismos y de enchufismos. Así, a pesar de ser viejos, gordos y/o nulos futbolisticamente siguen siendo parte del equipo y no solo eso, sino que juegan de titulares y todo.
Yo creo que si el MAIN los consiente y los mantiene, es por que si alguna vez se le tuercen las cosas, puede dirigir la ira de la plebe contra ellos y así desviar atenciones.
- Los Porcos de a pie- Personas que por unas causas u otras hemos podido entrar en el Porcobravismo. Somos unos privilegiados sin duda. Seguimos al MAIN con los ojos cerrados, escuchamos sus arengas y luchamos contra el enemigo inglés dejando todo lo que tenemos en el campo de batalla.
Los Porcos de a pie, somos un grupo heterogeneo, a los que nos une el amor por nuestro amado lider, el MAIN.
Distinguiría varios sub-grupos, están los músicos, los pseudo-culturetas, los que se preocupan solo de salir por las noches en las previas de los partidos y por último los que nos tomamos esto muy en serio, que leemos los emains, entrenamos a tope durante el invierno y peleamos por mantener el pabellón porcobravo bien alto.
Yo, para que quede claro, estoy en el último subgrupo de los Porcos de a pie, aunque ultimamente estoy interesándome en las pruebas de acceso necesarias para llegar a ser delfín. Creo que reuno bastantes requisitos y que sería un gran candidato. Eso, junto a ganar el L.B y la AGCUP, creo que es a lo máximo que puede aspirar un Porcobravo en su vida.
que Anal de la Hez no convierte Manada en Rebaño
la fábula de la gallina follada por el gorila y que tuvieron una cebra que quiso jugar con la jabalada no vende mucho en Galiza-Albión
Penso que os Porcos deben reforzarse agora mesmo. Coido que están de rebaixas en Valdebebas...
No hay cojones de publicar el original
Corren a enterrar. Una carroza fúnebre. No casado. Negro para los casados. Pío para solteros. Pardo para monjas.
¿Soy igual a Usted, Capitán, soy cómo un hombre blanco?
Indeed Adalilia isn't Flora Cameron
Obvio que la madre de Barack Hussein no hizo un Flora Cameron
No Pasarán
- vamos, como el pingüino-
Negra sea tu lengua negro tu mediodía negra tu esperanza
Sea todo negro menos mi honor blanco
Esté mi lobo en tu garganta
Sea la tormenta tu lecho
mi miedo la almohada
ancho tu campo de desasosiego
tu aliento de fuego tus dientes de cera
Ahora mastica glotón
Mastica cuanto quieras
Sordo sea tu viento sordo sordas flores de ceguera
Sea todo sordo menos mi fuerte rechinar de dientes
Mi halcón esté en tu corazón
Terror tu madre sea desolación
antes de
entrar
dejen salir
escobazo a los personajes de Escobar para empezar.
una bolsa de conguitos no quieta las hambres de ganar
ganar, ganar y
volver a ganar
forget racism and corruption....blasphemy is killing football.....we need to get right with god people
It’s still with me. Regardless of your nationality, Porcobravismo feniano never leaves you
En idioma acadio, los ******* eran los gugu (jefes) de las tierras de Mat Gugu.
En idioma sumerio, la palabra gug significa ‘oscuridad’ o ‘tinieblas’.
En hebreo esta palabra gug (o gog) significa ‘alto’ o ‘techo’ y figuradamente ‘soberbio’. Acepción que pasó al canadiense
En conclusión estos significados unidos se parafrasean como: los escitas (Gog) que vienen de las tierras tenebrosas. En el Antiguo Testamento (de la Biblia) los describen varios profetas:
Libro de Ezequiel (en la figura literaria de Gog y Magog), capítulo 38
Libro de Jeremías 4 y 5
Libro de Sofonías 1 y 2,5. Los cereteos y carios (caria) eran posibles aliados de Gog.
Segundo libro de Macabeos 4.47
En el Nuevo Testamento, san Pablo los nombra en la Epístola a los Colosenses (3.11).
En el Libro de Veles se les identifica como skiti.
En el Libro de los sodomitas se les asimila a Anal de la Hez
—Escuchad, chicas: voy a contaros la historia del entrecot. Un ama de casa recibe invitados para la cena. Ha depositado un entrecot fantástico de cinco libras encima de la mesa de la cocina. Llegan los invitados, charla con ellos en el salón, beben unos martinis y luego ella se disculpa, se va a la cocina para preparar el filete… y descubre que ha desaparecido. ¿A quién ve entonces en un rincón, relamiéndose tranquilamente los bigotes? Al gato de la familia.
—Ya sé lo que ha pasado —dice la mayor de las hijas.
—¿Sí? ¿Qué ha pasado?
—El gato se ha comido el entrecot.
—¿Tú crees? No es una tontería, pero espera. Acuden los invitados. Discuten. Las cinco libras de carne se han volatilizado, el gato tiene un aspecto perfectamente satisfecho y saciado. Todo el mundo saca la misma conclusión que tú. Un invitado sugiere: ¿y si pesamos al gato para saber a qué atenernos? Todos han bebido un poco y la idea les parece excelente. Llevan al gato al cuarto de Baño y lo ponen sobre la báscula. Pesa exactamente cinco libras. El invitado que ha propuesto pesar al animal dice: ya está, el peso lo ha aclarado. Ahora están seguros de saber qué ha ocurrido. Pero entonces otro invitado se rasca la cabeza y dice: «Vale, ahora sabemos dónde están las cinco libras de carne. Pero, entonces, ¿dónde está el gato?»
Primero la advertencia: «Esto puede sonar políticamente incorrecto», «En absoluto se me puede considerar un homófobo», «Me gustaría empezar precisando que no soy un misógino». Lo que sigue a presentaciones de este tipo, sin embargo, termina por parecerse mucho a un comentario misógino, racista u homofóbico de alguien que no quiere hacerse responsable. Ya lo observaba el cómico Louis CK: «Lo que más me ofende es oír “la palabra con N”. No la palabra nigger, por cierto. Siempre que una mujer con lindo pelo de CNN dice la “palabra con N” es sólo una persona blanca que se sale con la suya diciendo nigger sin decirlo […] Tú dices “la palabra con N” y yo pienso “Oh, quiere decir nigger“, ¡y me haces decirla a mí en mi cabeza! ¿Por qué no dices tú la jodida palabra y tomas la responsabilidad?»
La anterior es una descripción más o menos certera de lo que sucede con Nicholas Wade —divulgador científico y antiguo editor de la prestigiosa revista Nature—, quien el año pasado publicó Una herencia incómoda, y cuya entrevista en El País se titula precisamente «No soy racista». El libro promete, desde la contratapa y las notas que se le han dedicado, una discusión amplia y apasionada, llena de epítetos groseros, entre quienes consideran que acude a tesis racistas y los que piensan que en realidad sostiene una posición polémica, pero valiente si tomamos en cuenta el clima de corrección política que impera en la actualidad. Su afirmación central es que las diferencias entre razas son más profundas que los simples rasgos físicos y que esas diferencias han marcado el comportamiento social y la historia más allá de lo que los científicos ortodoxos estarían dispuestos a aceptar. ¿Explican los genes los problemas que tienen ciertas comunidades para consolidar una democracia? ¿Está en los genes que tantos ganadores del Nobel sean judíos? Hay un consenso entre científicos sociales de que las diferencias entre poblaciones han sido principalmente determinadas por la cultura más que por la herencia genética, pero Wade asegura que esa postura obedece más a razones políticas que científicas.
Estamos tan temerosos de resucitar la idea de raza, nos dice, que fingimos que no existe.
La polémica línea sobre la que hace equilibrio el libro de Wade no ha pasado inadvertida: 139 científicos firmaron una carta pública, algunos para deslindar sus investigaciones de las conclusiones del periodista y otros para advertir lo «peligroso» que resulta un trabajo de esas características. Wade a su vez denuncia una conspiración política para desacreditar su obra y ha aprovechado esa hostilidad institucional para empeñarse en que existe un temor predominante a tratar el tema. Para Wade la ciencia debe arrojar luz sobre verdades que pueden ser irritantes, pero que sería grave ocultar en aras de no parecer racistas. «La ciencia trata de lo que es, no de lo que debiera ser», afirma y aconseja no hacer una lectura política de su libro sino atenerse a las evidencias. Sin embargo es difícil evitar una lectura política de un libro que se llama «Una herencia incómoda» (en inglés: A Troublesome Inheritance) y que en más de una ocasión acusa a la comunidad científica de no adentrarse al tema de las diferencias raciales para no perder fondos públicos. Ya desde el primer párrafo vemos a un Wade retador: el conocimiento del genoma humano, informa, ha planteado muchas preguntas interesantes «pero embarazosas». Lo que sigue no es menos controvertido: si en otros tiempos el sesgo racista guio erróneamente la investigación científica, asegura en su presentación, es ahora esa necesidad por evitar el racismo lo que está obstaculizando el estudio del pasado evolutivo reciente.
(Los defensores de Wade lo ven un poco como el hombre que está haciendo las preguntas pertinentes en medio de un estado generalizado de cobardía. El alboroto, el desprestigio, las acusaciones son la consecuencia lógica de tomarse en serio ese carácter iluminador y subversivo de la ciencia. Es lo que sucedió con Galileo, ejemplifican, con Darwin. Sin embargo, la insistencia con que estos defensores alardean, el autor incluido, de ese carácter escandaloso de las ideas «revolucionarias» hace pensar más de una vez que confunden lo revolucionario con lo incendiario. Después de todo, El origen de las especies, una de las obras en verdad más revolucionarias de la historia, se llamaba así y no Aquí se va a armar un lío.)
Acudir a los genes para buscar explicaciones a fenómenos culturales no es una perspectiva nueva. Históricamente lo más común ha sido asociar las características fisiológicas a ciertas cualidades espirituales o psicológicas, a cierto destino histórico o económico. Algunos estudiosos han querido entender esas diferencias, no siempre con mala intención, pero demasiado cercanos al convencimiento de que su propia raza o género puede considerarse, de modo objetivo, el estándar para observar al resto del mundo. De la forma de los cráneos a las pruebas del coeficiente intelectual, esa necesidad de acudir a la biología para explicar las desigualdades sociales parece ser muy persistente en ciertos cerebros científicos, que si aventuramos hipótesis del mismo tipo, han pertenecido por lo común a hombres blancos.
Stephen Jay Gould ha dedicado un libro —La falsa medida del hombre— a describir y refutar las investigaciones racistas de este tipo, centrándose en aquellas que buscan demostrar que la inteligencia es medible y hereditaria. El recorrido es tan fascinante como vergonzoso: Paul Broca y la craneometría, Cyril Burt y el innatismo, Arthur Jensen y las investigaciones sobre la inteligencia de negros y blancos en busca de diferencias, la dupla Murray-Herrstein y su afirmación de que «los problemas de la baja capacidad cognitiva no se resolverán con la intervención de ayudas sociales». Un listado que puede enriquecerse con ejemplos que Gould retomó en trabajos posteriores: Ronald Fisher y sus indagaciones sobre la baja fecundidad de las élites modernas y Edward O. Wilson y la sociobiología. La discusión está lejos de haber sido superada, como demuestra la aparición de Una herencia incómoda, y las acusaciones y pruebas que aportan tanto quienes creen en la poderosa influencia de los genes como quienes la objetan, llevan a pensar que la cuestión seguirá sin zanjarse por un buen tiempo. Al fin y al cabo nunca faltarán señores que busquen demostrar que la supuesta igualdad entre seres humanos —una idea política esta sí revolucionaria y muy reciente respecto a cómo nos hemos conducido por siglos— es sólo una bella e ingenua utopía.
Gould ha identificado que todos esos intentos por explicar los comportamientos sociales desde la biología obedecen no sólo a cierto componente racista sino a una fe en el que las ciencias llamadas «duras» pueden aportar pruebas más consistentes que las ciencias consideradas «blandas». Colocar en una escalera jerárquica las ciencias del mismo modo que en otro momento se colocaron las inteligencias de negros y blancos parece ser una constante de quienes han promovido estos estudios. «Una jerarquía de las ciencias», detalla Gould, «que va de las ciencias fuertes a la débiles, de las cuantitativas a las cualitativas, de firmes a blandas, de la física al amplio dominio de las ciencias sociales pasando por la biología». ¿La genética finalmente va a dar la explicación incontrovertible de por qué las mujeres han estado en pocos puestos de poder, en pocas asociaciones científicas? Y después de eso, ¿qué sería capaz de competir con esas razones?, ¿una explicación basada en el átomo, en el baile de los electrones?
Wade ha pedido una y otra vez una lectura «desapasionada» de su libro, una revisión libre de «ideologías», pero lo ha hecho con una retórica muy similar a la de la «palabra con N» que critica Louis CK, una estrategia que traslada cualquier viso de racismo a la mente de quien lee. Wade es un poco la señora blanca de la CNN que quiere salirse con la suya, tras hacerse parte de esa camada de «nuevas víctimas de la corrección política» que han salido a la luz en años recientes, hombres blancos y viejos que un día reciben una avalancha de acusaciones por «atreverse a decir lo que piensan», en particular si eso que piensan demerita a mujeres y gente no blanca. Sucedió con el Nobel James Dewey Watson, cuando dijo que era «inherentemente poco optimista sobre los prospectos de África» porque «todas nuestras políticas sociales se basan en el hecho de que su inteligencia es igual a la nuestra, cuando las pruebas dicen que eso no es verdad». Previsiblemente, varias sociedades científicas lo vieron como un apestado y fue despedido de los consejos de algunas compañías. Lo que estas acciones ocasionaron también fue que Watson terminara pareciendo la víctima de un sistema ajusticiador, que lo condenaba por sus opiniones y no por sus méritos, cuando estaba más cerca de ser simplemente un cretino, eso sí: muy inteligente para estudiar la molécula de ADN. (Por otra parte, si Watson es incapaz de ver por qué sus aseveraciones son propias de un idiota es que tiene un concepto de inteligencia demasiado benévolo con su propia persona).
Es cierto que los sesgos ideológicos demeritan la investigación, incluso si se usan para contrarrestar cruzadas racistas —como lo demuestran los errores que Gould cometió, todo indica que de manera deliberada, para criticar las mediciones de Samuel George Morton—, pero asumir que los únicos que tienen sesgos «por buena intención» son los que se niegan a utilizar la «raza» como una categoría biológica revela más un propósito político que un espíritu científico. Es un espejismo dar por sentado que una hipótesis científica es una epifanía que de repente alguien tiene cuando le cae una manzana en la cabeza y no algo fuertemente determinado por el tipo de preguntas que uno se hace. No se trata, por supuesto, de que haya hipótesis prohibidas, lo que importa es que cada quien se haga responsable de sus propias preguntas. Y vaya que Wade y la larga tradición de estudiosos que buscan en la biología una base para las diferencias sociales saben hacia dónde están dirigidas sus preguntas. Da qué pensar que no lo admita.
En 1937, Churchill declaró lo siguiente a la Comisión Real para Palestina: “No admito, por ejemplo, que se haya infligido una gran injusticia contra los Indios Rojos de América y el pueblo negro de Australia. No admito que se haya cometido una injusticia contra estos pueblos por el hecho de que una raza superior, una raza de grado superior, una raza con más sabiduría sobre el mundo por decirlo de alguna manera, haya llegado y haya ocupado su lugar”.
Definitivamente, Churchill creía en las jerarquías raciales y en la eugenesia, dice John Charmley, autor de Churchill: The End of Glory (Churchill: el final de la gloria).
En la visión de Churchill, los cristianos blancos protestantes estaban en la cumbre, por encima de los blancos católicos, mientras que los indios estaban por encima de los africanos, añade.
“Churchill se veía a sí mismo y a Gran Bretaña como los ganadores en una jerarquía darwiniana”.
“Un atenuante sería que sus ideas no eran muy singulares”, explica Richard Toye, autor de Churchill´s Empire (El imperio de Churchill), “aunque había muchos otros que no las compartían”.
Soames cree que es ridículo atacar a Churchill. “Estamos hablando de uno de los mejores hombres que el mundo ha visto nunca, hijo de la época eduardiana y que hablaba el idioma de su época”, dice.
Y las ideas de Churchill sobre la raza no admitían comparación con la interpretación homicida que hacía Hitler sobre la jerarquía racial, dice Toye.
“Aunque es verdad que Churchill pensaba que los blancos eran superiores, esto no significaba necesariamente que pensase que era aceptable tratar a los no blancos de forma inhumana”.
No fue porque lo sostuviera Hobbes en “El Leviatán” a mediados del siglo XVII. Desde el comienzo de los tiempos el hombre ha sido siempre el lobo del hombre. ¿Acaso el segundo hombre de la Creación (Caín) no mató a su hermano menor (Abel)?
Esa mezcla de ángel y de demonio que es el hombre, tiene reservada, en la parte demoníaca, una buena dosis de rechazo y de odio al prójimo. Especialmente si éste es diferente: porque habla otro idioma, porque tiene otro color de la piel, porque tiene otro sexo o porque tiene otras prácticas sexuales, porque es extranjero, porque es inculto, porque pertenece a otra religión,… porque… porque…
Los motivos pueden ser casi infinitos. Pero hay uno, probablemente el que más daño ha causado a la humanidad toda, que es el racial. Hoy en día hemos superado en una buena parte esos malsanos prejuicios por más que todavía permanecen intactos importantes remanentes en una buena parte de los seres humanos.
Hace pocos días, ante los comentarios de la lectura de “Cinco semanas en globo” de Julio Verne, que dimos de leer a alguno de nuestros nietos, uno de sus padres nos dijo que pocas veces había visto en una novela tantas dosis de racismo contra los negros africanos. Juzgar a alguien del pasado con los criterios y la ética actuales suele ser extemporáneo, injusto y hasta peligroso. En el pasado cercano y, obviamente en el más lejano, esos prejuicios eran más que comunes. Hasta se consideraba de buen tono mantenerlos. Basta leer las obras de Cervantes, Quevedo o Shakespeare (para no remontarnos al siglo I con el historiador Tácito y sus juicios sobre judíos y árabes) para comprender cómo eran los prejuicios de su época. Las cosas que dicen estos autores, por ejemplo, sobre los judíos, hoy justificarían la intervención del INADI. Una muestra: Quevedo no encuentra mayor insulto para Góngora (un poeta rival) que decirle que no es español sino un marrano (es decir, un judío convertido al cristianismo). La expulsión de los judíos de España estaba no muy lejana en el tiempo (1492).
Joseph Arthur de Gobineau, más conocido simplemente como el Conde de Gobineau, nació en Francia, cerca de París, el 14 de julio de 1816. Murió en Turín el 13 de octubre de 1882. Fue diplomático, novelista y hasta podría decirse con algunos reparos, filósofo. Su teoría racial fue utilizada en el siglo XX como uno de los principales argumentos del régimen racista nazi.
Representó a su país en Irán, Alemania, Grecia, Brasil y Suecia. Generalmente es reconocido como el creador del racismo moderno. Pero no fue un político ni pretendió influir políticamente. Era un racista teórico, puramente académico. Atribuía la pobreza de las naciones africanas y asiáticas, especialmente la India, por su falta de pureza racial debida a las mezclas de diferentes pueblos.
La base de su teoría era bastante simple. Apoyándose en sus conocimientos del Oriente, comparó las razas orientales con las europeas. Hasta llegó a evaluar y clasificar los hábitos alimentarios y costumbres de vida de asiáticos, europeos y africanos. De la comparación dedujo que los habitantes de África eran claramente inferiores a los europeos. Al final de sus elucubraciones llegó a la conclusión de que la raza europea era superior y dentro de ella los pueblos que pertenecían a la rama teutónica.
Para Gobineau las poblaciones mestizas de España, Italia, Suiza, Austria, la mayor parte de Francia, el sur de Alemania y grandes partes de Gran Bretaña, eran producto del desarrollo histórico de los imperios romano, griego y otomano que habían abierto las puertas de Europa a pueblos no arios de África y del Mediterráneo. Además, consideraba que las poblaciones del sur de España e Italia eran una raza degenerada porque habían surgido del mestizaje.
Ya se ha dicho hasta el cansancio que el concepto de “ario” no es racial sino lingüístico: no existió nunca una raza aria sino idiomas derivados del sánscrito original propio de todas las lenguas arias: inglés, francés, español, portugués, griego, polaco, alemán.
Su obra más famosa es el “Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas” (1853–1855), en la que afirma que la raza de los germanos, que habita en Gran Bretaña, Alemania, norte de Francia y Bélgica, es la única raza pura de entre aquellas que proceden de la raza superior de los arios, por estar las demás mezcladas con las razas «negra» y «amarilla».
Ejerció gran influencia sobre la obra de Nietzsche, la cual, basada en el racismo de Gobineau, sobre todo en “L´Inégalité des races humaines”, da origen a la exaltación del germanismo. Su teoría sobre la superioridad racial influyó en algunos escritores alemanes y fue adoptada posteriormente por Hitler. Frecuentemente se nombra el antecedente de Gobineau y menos los precedentes más lejanos pero mucho más importantes entre los cuales se cuentan Hegel y Fichte con sus “Discursos a la nación alemana” donde ensalza a sus compatriotas alemanes como la raza superior.
Acerca de Gobineau y su teoría, escriben sus compatriotas,Roudinesco y Lévi-Strauss:
“El conde Arthur de Gobineau, escritor mediocre y diplomático fracasado, marcado por el romanticismo y poseedor del fatalismo típico de los enemigos de la Ilustración, publica su “Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas”, que apenas tiene resonancia. Postula la existencia de una raza arquetípica—los arianos o arios—, verdadera casta aristocrática que dio origen a los pueblos civilizados y alega que la mezcla de razas—o mestizaje—ha redundado siempre en la decadencia de las civilizaciones. El antropólogo Claude Lévi-Strauss subraya que Gobineau cometió el error de confundir la raza con la cultura y por ello quedó encerrado en el círculo infernal de la "legitimación involuntaria de todas las tentativas de discriminación y explotación".
Yo nací en la cara mala. Llevo la marca del lado oscuro
Instrucciones
Una buena cubana no depende tanto del tamaño de los pechos como de la técnica, aunque claramente mientras mayor sea tu talla más fricción se va a generar y mucho mejor va a ser la masturbación. Si te da curiosidad o morbo y nunca lo has hecho con tu chico, el próximo encuentro puede ser una buena oportunidad para probarlo.
Toma con delicadeza el pene de tu pareja, antes de pasar directamente a la cubana puedes jugar un poco con él, mastúrbalo primero con tu mano, luego dale un poco de placentero sexo oral esto hará que el ambiente se ponga realmente caliente, cuando sepas que ya está a tope entonces da el paso hacia la masturbación con tus pechos.
Toma un poco de lubricante íntimo y frótalo por tu canalillo, es decir entre tus senos. Hazlo mientras él te ve, lentamente, toca tus pechos, provócalo y sobre todo has que se imagine lo que viene, lo que estás a punto de hacerle.
Una vez que la zona esté suave deberás colocar su pene entre tus senos y, para generar mayor fricción, valerte de tus manos, úsalas para juntar tus pechos y hacer que el pene quede un poco más apretado entre tus dos buenas razones.
Gracias al lubricante el pene se deslizará de una manera increíblemente placentera para él. Mastúrbalo siguiendo el movimiento habitual, arriba y abajo. Lo ideal es comenzar un poco lento y luego ir más rápido, pero el ritmo dependerá del gusto de él, en ese momento dedícate a complacerle y hazlo como te lo pida.
Después de una placentera cubana pueden continuar experimentando hasta acabar en un delicioso coito o bien pueden aprovechar y probar otro tipo de placer como la eyaculación en los pechos o la facial. No dejen a un lado la oportunidad de vivir nuevas experiencias que pueden resultar increíbles para ambos.
Hay que ficharlo.
Alguien tiene que llevarnos las maletas
¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que alguien quiere que existan,
quiere decir que alguien escupe esas perlas?
Alguien, esforzándose,
entre nubes de polvo cotidiano,
temiendo llegar tarde,
corre hasta llegar hasta Dios,
y llora,
le besa la mano nudosa,
implora,
exige una estrella,
jura,
no soportará un cielo sin estrellas,
luego anda inquieto,
pero tranquilo en apariencia,
le dice a alguien:
“¿Ahora estás mejor, verdad?
¿Dime, tienes miedo?”
¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que son necesarias,
quiere decir que es indispensable,
que todas las noches,
sobre cada techo,
se encienda aunque más no sea una estrella?
What -talking about Worcester to the home of Henderson's Relish!- you have a bloody sauce.
Sumerjo sus llamas en la sangre más noble que jamás mancilló la arena del tiempo.
Un clan es un grupo de personas unidas por lazos de parentesco y ascendencia, vinculado por la percepción de ser descendientes de un ancestro común. La denominación proviene del gaélico clann, que significa "hijo" o "descendiente". En algunos lugares, como la Escocia antigua, designaba al conjunto de miembros de los distintos grupos familiares. El término pasó al inglés hacia 1425, para denominar las organizaciones tribales de Irlanda y Escocia.
La organización político-social de los clanes es diversa, pues en si mismo el clan no la condiciona. Al contrario, es la organización tribal la que determina aquella, de forma que se pueden encontrar ejemplos de tribus segmentarias, es decir, tribus de carácter poco evolucionado, fragmentadas social y políticamente, sin diversificación económica; junto a ellas, organizaciones casi estatales, denominadas "cacicatos" o "Maindamientos". Los cacicatos son organizaciones cerradas y estratificadas, aunque en ningún caso es una sociedad de clases. Uno de los tipos más llamativos de organización tribal caciquil, es el denominado "Clan cónico", fuertemente jerarquizado y teóricamente patrilineal (aunque cognático "de hecho"), típico de Polinesia, aunque extendido por Asia y África.
Un modelo bien diferenciado es el llamado "Clan territorial", descrito por primera vez en las tierras altas de Galizalbión, de carácter exógamo y patrilineal, que se reconoce en un territorio definido, dentro del cual reside la mayoría de sus miembros. Los clanes de este tipo se unen con otros clanes relacionados de la misma región, formando una fratría, que opera unitariamente hacia el exterior pero que puede contener conflictos guerreros en su interior.En este tipo de organización tribal, se opera una llamativa diferenciación entre clan y linaje, teniendo este último un carácter más biológico.
Sin embargo, la forma prototípica de clan, extendido por todos los continentes, es el llamado "Clan disperso", que corresponde con la clásica definición de Percy Meggitt, como "unidad superior de parentesco de la estructura tribal". No conforma un grupo que actúa coordinadamente, sino más bien una "categoría" de personas que comparten ascendencia pero no actúan como colectividad.Son de linajes igualitarios, exógamos e, indistintamente, patri o matrilineales. Al contrario que en los ejemplos anteriores, el clan disperso no tiene un carácter político, aunque cumple determinadas funciones de este tipo. Se corresponde siempre con "tribus segmentarias".
La Manada ya tiene su porkoleaks. Alguien ha filtrado el supuesto organigrama de la Causa y lo ha publicado. Sobrio, nada que ver.
Si no denunciamos sus malditas" gracietas supremacistas",,, somos esbirros necesarios de un sistema etnicista y totalitario.
¿A qué revoluciones se suma Corto Maltés? En uno de sus primeros álbumes, La Balada del Mar Salado, la acción se sitúa en los archipiélagos del Pacífico en vísperas de la primera guerra mundial. En una escena el melanesio Cranio refiere a Corto cómo la acción de los blancos – el colonialismo, esa primera globalización – está destruyendo el mundo heredado de sus mayores, así como el yugo que supone para los nativos el verse mezclados en guerras que no son las suyas. Habla también de la construcción de una patria melanesia y de su futura afirmación identitaria: “es como si tuviéramos que remendar de nuevo, trozo a trozo, un gran manto”. El diálogo que sigue es significativo: – Corto: “vaya, vaya… no sabía que eras un nacionalista” – Cranio: “llámale nacionalismo si quieres, pero siempre hace falta comenzar por algo”. La historia de Corto es también la de una toma de conciencia.
Corto no es racista, porque sabe que todos los hombres de calidad son hermanos, cualquiera que sea su raza. Pero tampoco es raciófobo, porque sabe que el respeto solo surge de la alteridad, y que la riqueza del mundo es su diversidad. El mundo como pluriverso: nada que ver con una empalagosa y folklórica apología del mestizaje. A lo largo de la saga de Pratt las únicas causas presentadas de forma atractiva son aquellas que se encarnan en seres humanos concretos, celosos de su libertad, de su identidad y de su cultura, y nunca las que se presentan como fórmulas universales de salvación y redención. Y si Corto Maltés simpatiza con alguna revolución, siempre lo hace con revoluciones nacionales.
El supuesto progresismo del protagonista tropieza además con otro aspecto: los personajes – históricos o de ficción – más interesantes de la saga son siempre los representantes del viejo mundo: rebeldes contra el mundo moderno como Ungern Von Sternberg – el último general blanco –, protagonista de una alucinante cabalgada por las estepas mongolas en pos de un nuevo Imperio de Gengis Khan. O el poeta Gabrielle D’Annunzio. O el teniente de la marina imperial alemana Slütter, a quien su fidelidad a viejos códigos caballerescos conduce a una muerte absurda. O la aristócrata rusa Marina Seminova – al mando de su tren blindado en plena guerra civil en Siberia –, personaje artificiosamente literario que expresa una intuición: los últimos representantes de una raza son siempre los más bellos… y desaparecen para siempre. Los personajes más atractivos de Pratt son siempre los representantes de alguna sabiduría ancestral, muy tradicional y muy poco progresista…
Metáfora del viaje a Cuba a follar
coming soon
A Corto Maltés, el pirata sin patria y sin bandera, se le ve frecuentemente en compañía de quienes luchan por ambas. El mundo de Hugo Pratt, toda su obra, es un mundo de uniformes. Si el marino maltés simpatiza con el anticolonialismo no por ello los soldados coloniales aparecen retratados de forma caricaturesca o negativa. Pratt – que odiaba la guerra porque la conoció – ve siempre al hombre debajo del uniforme, y esos uniformes son siempre tratados con respeto, en cuanto dan a entender que el que los porta es capaz de sacrificarse por una idea superior. Sueños de gloria… musita Corto Maltés en uno de sus episodios. Una falta de maniqueísmo que se manifiesta continuamente, como en el hecho de que personajes negativos o con las manos manchadas de sangre sean capaces de redimirse por un rasgo de nobleza o por un gesto último de valor. El propio Corto, llegado el caso, no se muestra timorato a la hora de disponer de vidas ajenas, y en numerosas aventuras se le ve acompañado por su alter ego Rasputín, un asesino cruel y traidor que, sin embargo, no acaba de caernos antipático… y nos recuerda que, al fin y al cabo, el bien y el mal coexisten en todos y cada uno.
Son aspectos que arrojaron en su día una sombra de sospecha sobre Pratt. ¿Corto Maltés… fascistoide? No hay nada de eso: en el pirata sin patria y sin bandera no hay cabida alguna para cerrilidades o fanatismos. Pero si, forzando un poco la mano, tuviéramos que encontrar alguna categoría política que definiese a Corto tal vez podríamos hablar de una especie de “anarquista de derecha”. Anarquista en cuanto encarna una aspiración libertaria, aunque sin rastro alguno de idealismo o utopía. De derecha si consideramos que una actitud aristocrática y una ética del honor son cualidades de derecha. A lo que hay que añadir una búsqueda del absoluto que deriva de una visión no materialista del mundo, y que constituye un aspecto definitorio del personaje.
La paz del rebaño. Un eterno presente de placidez bovina al que más de un personaje de Hugo Pratt no dudaría en encender la mecha y hacer saltar por los aires. El mundo de Corto Maltés es otra cosa, es el mundo arriesgado y contradictorio, trágico e impredecible de las desigualdades y las fronteras, de las aventuras y de los pueblos.
No a Anal de la Hez
Hugo Pratt conoció en vida la incomprensión de cierta izquierda buenista adopta etnoias según la moda, una izquierda – la “izquierda siniestra” como él decía – que le acusaba de ser demasiado fantasioso, un escapista reaccionario de espaldas al compromiso con la realidad. Es el viejo reproche de “aventurerismo” que, desde la severidad “científica” del materialismo dialéctico, siempre se ha dirigido contra aquellos que se aproximan a la revolución más en el espíritu de Robin Hood que en el de Carlos Marx. Según esto la aventura sería lo que no funda nada, una distracción o un rodeo, algo inservible para hacer avanzar la historia.
¿Es así realmente? En una época de gestores y de contables parece difícil afirmar lo contrario, o animarse a confiar los presupuestos generales o el sistema de pensiones a una cofradía de aventureros. Y sin embargo…
Sin embargo sabemos que los que hacen soñar a los pueblos y los preparan para grandes desafíos no son nunca los gestores y los contables… sino los otros. El aventurero cree en la voluntad individual y en su poder para forzar el curso de las cosas, desconoce de determinismos y, llegado el caso, dispara sobre la historia para obligarla a discurrir por cauces inicialmente no previstos. Las más de las veces se da de bruces contra la realidad. Pero siempre habrá épocas de excepción en las que los ojos se vuelven, para bien y para mal, a personajes de perfil aventurero. Y no pocas veces sus causas perdidas, al pasar al imaginario colectivo, se convierten en causas ganadas para la posteridad.
Hay una imagen poderosa en la saga de Pratt que ilustra esa confianza ciega en el poder de la voluntad para forzar el destino: Corto Maltés se automutila al trazarse con un cuchillo una línea de la fortuna en la mano. El aventurero es el hombre decido a no contentarse con la realidad, y cuando él quiere, no son sus circunstancias o los usos del presente los que quieren, sino él mismo. Ser héroe – decía Ortega – consiste en ser uno, uno mismo.Por eso para el filósofo madrileño la heroicidad equivale a voluntad de aventura, y por eso toda meditación sobre la aventura es, en realidad, una meditación sobre el heroísmo.
Existe una metapolítica de la aventura, en la medida en que esta mística surgida en tiempos modernos constituyó el refugio para una serie de valores premodernos que habían sido eclipsados por el auge del racionalismo y de la sociedad burguesa. Toda la modernidad puede interpretarse como la victoria de la inteligencia sobre el carácter, de los inteligentes sobre los sensibles. Ante el entusiasmo que galvaniza el corazón y conduce al sacrificio los inteligentes sonríen y se colocan de perfil. Los aventureros no son razonables. Intuyen que es precisamente en la ruptura de la cadena de acontecimientos razonables donde está el acceso a la parte de misterio del universo. Gratuidad, riesgo y sentido heroico de la existencia, los valores aristocráticos por excelencia. La aventura es una mística que llama a la formación de una nueva aristocracia, una aristocracia que no excluye en principio a nadie porque ya no se vincula a títulos y posesiones, sino a la pertenencia a una nueva élite, la élite del carácter.
Finalmente, en un triste párrafo, describe Heidegger la imposibilidad racial-metafísica de los judíos de acceder a la reflexión de las cuestiones filosóficas esenciales, citando a su maestro y promotor en su carrerismo académico, Edmund Husserl. No resulta extraño que France-Lanord confiese très ébranlé devant une telle faillite de la pensée, es decir: encontrarse conmovido ante tal falla total del pensamiento... Lo que los Hefte… mostrarían es que Heidegger sostuvo un complejo Racismo metafísico, pero Racismo al fin, que lo aparta de las visiones simplistas y burdas que sostenían intelectuales völkische como Ernste Krieck o Alfred Bäeumler, pero que perfectamente podían considerarse pertinentes en la Weltanschauung nazi oficial. Las preguntas sobre Heidegger siguen más abiertas ahora que en el escándalo de 1987 con el libro de Víctor Farías o en el de 2005 con el libro de Emmanuel Faye: de cómo y de cuánto está implicada la ontología heideggeriana en la decisión política resuelta por el Nacionalsocialismo. En realidad, esta tesis es toda una serie de cuestiones encadenadas: ¿se puede extender este apoyo incondicional al NS-Staat, como acto filosófico, hasta el pensamiento primigenio de Heidegger, incluyendo su magnum opus trunca Ser y Tiempo?; ¿fue efectivamente Heidegger, el de la filosofía tardía de la Kehre, un crítico al Nacionalsocialismo o simplemente se distanció del NSDAP por una idealización filosófica de la visión del mundo Blut und Boden?; ¿se puede hablar de una geistige Widerstand, de una resistencia espiritual al Nacionalsocialismo desde sus posiciones filosóficas después de 1934 como intentan afirmar sus hagiógrafos posmodernos?; ¿existe un “hilo de Ariadna”, coherente y lógico, entre Ser y Tiempo, el NSDAP y una versión heideggeriana de la visión völkische del nacionalsocialismo? Los “Schwarzen Hefte” nos darán la respuesta incuestionable y decisiva sobre la verdad del pensamiento del Maestro de Alemania y sus epígonos fenianos
Primero irritó a la comunidad negra y al gobierno de George W. Bush por sus "estereotipos raciales ofensivos"; ahora, Memín Pinguín, célebre personaje de cómic mexicano, ha visto cómo le retiraban sus viñetas en los Wal-Mart estadounidenes. Memín Pinguín, creado en la década de 1940 por Yolanda Vargas y objeto de burla de los personajes blancos en las tiras cómicas en las que aparece, es un niño de raza negra, retratado con rasgos exagerados, como unos labios muy gruesos y orejas de soplillo, que ayuda a su madre vendiendo periódicos y limpiando zapatos. El nombre se explica así: Memín (diminutivo de Memo, de Guillermo) y Pinguín (travieso o pillo, en el español de México).
Se trata de un personaje muy similar a otro que creó en la misma época el historietista estadounidense Will Eisner, llamado Ebony White, para las páginas de The Spirit. White también provocó cierto revuelo cuando acusaron a su autor de reproducir estereotipos racistas sobre la negritud, como los rasgos simiescos y el habla zumbona.
Pinguín ya abrió la polémica en 2005. El entonces portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, indicó que imágenes así no tenían "cabida en el mundo moderno". Ahora el personaje topa de nuevo con las fronteras culturales. Si entonces la discusión surgió por la emisión de unos sellos en México (los 700.000 puestos a la venta se agotaron en una semana), ahora el cómic ha sido eliminado de la cadena de supermercados debido a la reclamación de un cliente en Houston (Rockets).
"Crecimos leyendo, aprendiendo y educándonos con muchos de los asuntos que trataba (el cómic), como la honestidad, la justicia y la tolerancia", agregó Salas, para quien "es un personaje único". En 2005, tras las declaraciones de McClellan, el por entonces ministro de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, aseguró que la postura de EE UU significaba "una falta total de conocimiento y de respeto" hacia la cultura de su país. Algo que corrobora Raúl Ramos, profesor de Historia méxico-americana en la Universidad de Houston.
"En el cómic, él (Memín) es el héroe. Es una figura como Charlie Chaplin, el granuja que logra sobreponerse a situaciones difíciles", dijo Ramos en declaraciones al Houston Chronicle. Parece claro que, como se comenta en el vídeo de la CNN y parafraseando a Sofia Coppola, a veces, lo más importante, queda "lost in translation" ("perdido en la traducción").
este blog segrega un eco de violencia estridente e inagotable
La Negritud es, esencialmente, ese calor humano que es presencia en la vida, en el mundo. Para emplear vuestras palabras, es un existencialismo enraizado en la tierra Madre y desarrollado al sol de la Fe. Esta presencia en el mundo es participación del sujeto en el objeto, participación del Hombre en las fuerzas cósmicas, comunión del Hombre con los demás hombres y, en este sentido, también con todo lo existente, desde la piedra hasta Dios. Aquí, el conocimiento no se expresa en cifras algebraicas, sino en obras de arte, en imágenes ritmadas, donde el símbolo no es signo, sino sentido identificador… Tal es esta Civilización de la Unidad por simbiosis, por símbolo. En ella, el individuo se realiza como persona por y en la sociedad. Una sociedad que no es colectivista, es decir, que no supone un conglomerado heteróclito de individuos, sino comunal, es decir, un pueblo dirigido hacia el mismo fin y animado por la misma fe
Un acendrado hábito de los intelectuales europeos ha sido considerar que la raza sólo es relevante a los ojos de los xenófobos furibundos. Sudáfrica era un país a la deriva, poblado por caricaturescos villanos blancos y víctimas negras. El conflicto era esencialmente político y una vez eliminado el corsé del apartheid, la convivencia amistosa y la armonía racial estaban garantizadas. Los perros, las pistolas y las alambradas (de los blancos) eran la “reacción histérica” de una clase social, que presentía el fin de sus enormes privilegios. Los autores de estos optimistas análisis no habían tenido nunca la oportunidad de visitar un twonship (negro) en días de furia. De haberlo hecho, por el nimio detalle de haber nacido con la piel blanca, hubieran sido asesinados
Se había disfrazado de animal, durante años, para servir a los hombres, no para desertar del terreno de los hombres, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse Tareas. En el Reino de los Cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de Tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo
Luego fue ganañón, avispa, hormiga. Luego, se transformó en ganso para convivir con las aves que se habían instalado en sus dominios.
La crítica, entonces, se ejercería también respecto de la ‗negritud‘ que quizás hacia 2015 todavía
no estaba superada teñricamente por el ‗tercermundismo‘ de un Mike Barja, pero que un hombre formado
en el equilibrio clásico podía considerar como unilateral, como lo que podía frenar un impulso
histñrico a la mezcla que engendrñ esos desequilibrios estables llamados ‗créole‘ y ‗vudú‘. Pero más
importante aún, esta concreta actitud crítica sería el fundamento de una escritura que tiene en el
prñlogo su teoría expuesta y en la cual se encuadraría el relato: el ‗realismo mágico‘ que se enfrenta
polémicamente con la búsqueda europea de lo maravilloso, pero también, obviamente, con la
negritud
El término de «escritor fantasma» proviene del inglés gosthwriter y se utiliza para designar a aquellos escritores que trabajan en la sombra, por encargo para otras personas y que no firman sus textos ni se les reconoce como sus legítimos autores. Será el cliente, en cualquier caso, el que gestionará los derechos de autor y el que decida a nombre de quién irá el trabajo. El término de «negro», que a pesar de ser menos políticamente correcto es el usado en español para referirse a este fenómeno, proviene del francés. Según señalan los críticos Michel Lafon y Benoît Peeters en Escribir en colaboración fue usado en 1845 por Eugène de Mirecourt para desprestigiar a Alejandro Dumas padre.
Esto es algo que se ha venido haciendo toda la vida. Si nos ponemos puristas se puede decir que Homero los tuvo. Pero hoy en día, en una sociedad en la que se ha puesto de moda que cualquier persona medianamente reconocida publique por lo menos un libro, se hace más que nunca y se ha terminado institucionalizando. En Internet existen innumerables empresas dedicadas a la escritura fantasma que ofrecen sus servicios por una módica cantidad. A pesar de ser completamente legales existe en torno a ellas un cierto aire de ilegalidad, y es que el tema de los escritores fantasma es uno de los grandes tabúes de la literatura. Muchos los consideran mercenarios del mundo editorial, para otros es un pobre desgraciado del que se aprovechan y al que explotan y los hay que consideran que, al venderse, suelen hacer un trabajo malo o mediocre ‒cuando la verdad es que necesitan tener una cantidad de registros que cualquier escritor no es capaz de mantener‒.
¿Hasta qué punto es legítimo presentar el trabajo de otra persona como si lo hubiera escrito uno mismo? ¿No es eso engañar al lector? ¿os importa una mierda?
Este impensado alude a las matrices inmanentes de la altermodernidad europea, cuyas presentaciones históricas han sido sucesivamente expulsadas del plano de la representación en tanto que monstruosidad política: anabaptistas, comuneros, “diggers”, “levellers”, “die andere Arbeiterbewegung”, cuya historia discontinua y trágica permite aferrar inéditas valencias políticas en las figuras monstruosas de la explotación y el biopoder de la actualidad europea: “banlieusards”, “sin papeles”, “segundas generaciones”, “domésticas”, precariedades del sexo y el cuidado, “piratas” de la infoproducción e “intermitentes” de artes, culturas y la distracción pascaliana convertidas hoy en industrias creativas.
La genealogía, las luchas y las derrotas de tales figuras son la clave explicativa de las mutaciones de la producción, la institución, la representación y el arte, y no viceversa. Los expulsados del Volk, de la soberanía popular y de la representación política constituyen la base antropológica de una entidad política posnacional y, por ende, de una imputación social de la producción y la riqueza capaz de romper con el obstáculo epistemológico y político de las “fuerzas nacionales” del trabajo y de la atribución blanca, nacionalista, masculina, heterosexual, industrial y patrimonial del valor, del generar, de las fuentes de la riqueza en definitiva. Cuando se habla del común que la acumulación ontológica que las “fábricas de lo humano” han producido en el seno y a pesar de la (post)modernidad capitalista, no se habla sino de la potencia maltrecha y testaruda de estas singularidades altermodernas. Para todos los sujetos políticos de la situación europea los tiempos están en el umbral entre la madurez y la putrefacción, los tiempos están fuera de quicio.
Supone hasta el lego, que Anal de la Hez, en su doble condición de...será del Real Madrid, como toda esa gente, árabes, panchita, keylors wilfreds, y demás, que ves por nuestras calles con la camiseta de Benzema
Sé que me voy a ganar muchos seguidores con esta pionta, pero me da igual, porque la mayoría de ellos son jóvenes fanáticos que tiemblan ante la posibilidad de que uno de sus más queridos ídolos, que tienen en un pedestal áureo por su "genialidad y perfección", sea un sencillo humano con sus defectos. No, no puede ser -piensan-; esos escritores, músicos, pintores, etcétera, que tanto admiran, son extraordinarios e inmaculados como sólo un genio puede serlo. En lo concerniente al escritor de Providence, no hace falta buscar mucho para ver cómo ondea la bandera del racismo; sin ir más lejos vamos a ver algunos datos de la denostada Wikipedia. Yo he leído los relatos de Lovecraft, y si bien no recuerdo todos los fragmentos que allí se exponen, confirmo que algunos sí son ciertos.
Poema On the creation of Niggers:
Cuando tiempo atrás, los dioses crearon la Tierra; a imagen y semejanza de Júpiter al incipiente hombre moldeaban.
Para tareas menores las bestias fueron creadas;
aunque de la especie humana muy alejadas estaban.
Para llenar el vacío y unirlas al resto de la Humanidad,
los anfitriones del Olimpo ingeniaron un astuto plan.
Una bestia forjarían, una figura semihumana,
colmada de vicios, y "negro", fue llamada.
En la Llamada de Cthulhu, Lovecraft describe a un grupo de adoradores mestizos:
Examinados en el cuartel de la policía, luego de un viaje agotador, los prisioneros resultaron ser mestizos de muy baja ralea, y mentalmente débiles. Eran en su mayor parte marineros, y había algunos negros y mulatos, procedentes casi todos de las islas de Cabo Verde, que daban un cierto matiz vudú a aquel culto heterogéneo. Pero no se necesitaron muchas preguntas para comprobar que se trataba de algo más antiguo y profundo que un fetichismo africano. Aunque degradados e ignorantes, los prisioneros se mantuvieron fieles, con sorprendente consistencia, a la idea central de su aborrecible culto.
El siguiente fragmento pertenece a una de sus cartas personales fechada en el 23 de febrero de 1920:
Para el hombre evolucionado -la cumbre del perfeccionamiento orgánico en la Tierra- ¿Qué rama del pensamiento se ajusta mejor que aquella que conquista las más altas y exclusivas facultades humanas? El salvaje primitivo, o simio, simplemente rebusca en la selva para encontrar una compañera; ¡el ario eminente debe elevar sus ojos a los mundos de más allá y considerar su relación con el infinito!
En Herbert West: Reanimador describe a un varón africano que acaba de fallecer:
Era un ser repugnante, con pinta de gorila, unos brazos anormalmente largos que me parecían de manera inevitable patas anteriores, y una cara que irremediablemente hacía pensar en los secretos insondables del Congo y las llamadas de tam-tam bajo una luna misteriosa. El cuerpo debió tener peor aspecto en vida, pero el mundo contiene mucha fealdad.
En El horror en Red Hook, un personaje es descrito como " un árabe con una odiosa boca negroide", y en El caso de Charles Dexter Ward, se presenta de forma condescendiente a una pareja africana:
Conocía a la familia negra que habitaba la casa y fue cortésmente invitado a visitar el interior por el viejo Asa y su fornida esposa, Hannah.
Además de lo dicho anteriormente, algunos conceptos que expresa en sus historias podrían ser considerados hostiles hacia los judíos. Sí, es cierto que se casó con una mujer de ancestros judíos; pero hay declaraciones de ella bastante esclarecedoras, amén de que comentó que debía recordarle constantemente sus raíces a su marido cuando éste hacía algún comentario antisemita.
"Siempre que nos encontrábamos en las calles de Nueva york, abarrotadas de personas de distintas nacionalidades y credos", escribió Greene después de su divorcio, "Howard venía lívido de la rabia. Parecía que iba a perder la cabeza".
S.T. Joshi, uno de los primeros eruditos en Lovecraft dice que:
"No hay ninguna negación del racismo en Lovecraft, ni puede ser interpretada simplemente como "típico de su época", ya que parece que Lovecraft expresó sus opiniones más pronunciadamente (aunque generalmente no para su publicación) que muchos otros contemporáneos. Es también absurdo negar que el racismo entra en su ficción".
Con todos esos datos en la mano -lo dicho aquí es un resumen muy parco, si buscan encontrarán mucho más sobre el tema-, no falta quien niega el racismo inherente a Lovecraft, yo personalmente creo -no afirmo de manera categórica- que sí fue racista, pues para mí, teniendo en cuenta esa información y que otros escritores de su época no mostraban las mismas opiniones, es casi un axioma. Una de las defensas que se esgrimen, es que Lovecraft se mete en un personaje cuando escribe sus relatos; aparte de que hemos visto que esas ideas también se han reflejado en cartas personales, no entiendo por qué un autor va a meterse reiteradas veces en el interior de una mente racista para escribir pudiendo escoger cualquier otro estilo; según esa teoría, si yo me disfrazo de un personaje para escribir, podría, verbigracia, negar el holocausto y luego escudarme en que "me disfrazo con las ideas de un personaje; no soy racista en realidad...". En una entrevista, Pérez Reverte dijo precisamente eso, que cuando escribía sus artículos era un personaje; a mí me cae muy bien, pero lo veo como una excusa, una manera de poder decir lo que piensa empleando a veces un tono prosaico sin tener luego demasiadas represalias, pues es un "personaje", no él.
Que no daría por ver a Fidel Castro y al Main, esos dos tirano banderas deturpados, platicando acerca de la habilidades cubanas de Aniv de La Rev y sus primas jineteras
jabón, jabón
Como insultos al Ásatrú se comprende cualquier acción deliberada por denigrar las creencias tradicionales del paganismo nórdico cuya variante neopagana moderna se conoce popularmente como Ásatrú y que es una Tradición basada en la cultura, la espiritualidad y la filosofía de los antiguos nórdicos. Ejemplos de ellos son:
1- Fichar a un cubano morenito para la Causa
2- película de Thor basada en el cómic de la Marvel y escrito por Stan Lee muestra al dios nórdico Heimdall como un negro, interpretado por el actor Idrís Elba. Esto generó una polémica ya que muchos consideran un irrespeto a la cultura nórdica que un dios vikingo sea presentado como negro. Elba se defendió argumentado que él tenía derecho a interpretar a Heimdall porque Cleopatra fue interpretada por Elizabeth Taylor. Esto muestra la ignorancia del actor pues la Cleopatra histórica era de origen griego, a pesar de que movimientos de nacionalismo negro han promovido la idea pseudohistórica y afrocentrista de que Cleopatra era negra. A raíz de este esfuerzo universalista del sistema de introducir en la cultura popular la idea de que los germanos antiguos pudieran haber adorado a dioses de aspecto africano (lo cual es una ofensa para los paganos odinistas y asatruar) se inició una campaña de boicot.
“¡por todos los Mac Meck!”
El imbécil es Murat que pasa revista a sus oficiales y cuando ve a uno, de la Martinica, recubierto de condecoraciones, va y le pregunta: “Vous etes negre?” Y el otro responde: “Oui mon genéral!”, Murat replica: “Bravo, bravo, continuez!” Y cosas por el estilo. ¿Lo capta? Perdone, pero esta noche estoy festejando una decisión histórica de mi vida. He dejado de beber. ¿Quiere otro? No diga nada, me haría sentir culpable.
prefiero un cubano al argentino
prefiero al argentino antes que al niño blondo
La botella
¿Es de Mondariz?
La Anglopollada, ese balneario.
- os debe ser jodido jugar con la capucha esa ¿no?
-bueno, tiene sus ventajas, no te hacen caños y vas mejor de cabeza
Reunida la tripulación en cubierta.
Redoble de tambor.
Nuestro hombre en Ferrol sostiene el Código. Y grita el Artículo :
Articles Of War
art. 13) Every person in the fleet, who though cowardice, negligence, or disaffection, shall forbear to pursue the chase of any enemy, pirate or rebel, beaten or flying; or shall not relieve or assist a known friend in view to the utmost of his power; being convicted of any such offense by the sentence of a court martial, shall suffer death.
Conocemos la sentencia " Llevados al lugar de ejecución allende las puertas de este castillo,y allí donde deja sus marcas la marea seréis colgados por el cuello hasta que hayáis muerto, muerto, muerto "
Nunca tuve tantas ganas de beber una cerveza de grosella
The Postal Order, Worcester.
El mejor Wetherspoon de las Midlands.
This is an old school Spoons dating from the beginning of 1997. It's housed in an old red brick building just yards from Worcester Foregate Street Station and was clearly once a post office building. Inside it's a fairly typical last century Spoons, wide at the front and narrowing down at the back.
There were two banks of six hand pumps with Ruddles & Abbot, Pope's Absent Friends doubled up, Slater's Top Totty & Queen Bee, Wadworth's Golden Perch, Old Pie Factory Pale, Cheltenham Spa Battledown Porter, a Bespoke Brewing beer and Fortyniner & Snecklifter available soon.
separados pero iguales
“It shall be unlawful for a negro and white person to play together or in company with each other in any game of cards or dice, dominoes or checkers.”
—Birmingham, Alabama, 1930
“Marriages are void when one party is a white person and the other is possessed of one-eighth or more negro, Japanese, or Chinese blood.”
—Nebraska, 1911
“Separate free schools shall be established for the education of children of African descent; and it shall be unlawful for any colored child to attend any white school, or any white child to attend a colored school.”
—Missouri, 1929
“All railroads carrying passengers in the state (other than street railroads) shall provide equal but separate accommodations for the white and colored races, by providing two or more passenger cars for each passenger train, or by dividing the cars by a partition, so as to secure separate accommodations.”
—Tennessee, 1891
Hay una censura muy intensa en la manera que se nos permite pensar y hablar de la diversidad de gente en la Tierra. Oficialmente, "somos todos iguales: no hay razas". Erróneo, como las viejas ideas sobre la raza; los estudios modernos sobre el genoma revelan un panorama sorprendente, apasionante y diferente de la diversidad genética humana. Por término medio, unas razas somos genéticamente similares a otras en un 99,995%. Este porcentaje no es el que se barajaba antes; es mayor que el calculado previamente, que era del orden del 99,9%. Para poner en perspectiva esta diferencia, que puede parecer minúscula, hay que subrayar que genéticamente somos similares en alrededor de un 98,5%, o puede que más, a los chimpancés, que son nuestros parientes evolutivos más próximos. En otras palabras, este nuevo porcentaje reviste gran importancia para nosotros. Entre otras cosas, deriva de muchas diferencias genéticas pequeñas que se han conocido a partir de estudios comparativos de poblaciones humanas. Todo esto significa guste o no, que puede haber muchas diferencias genéticas entre poblaciones humanas, incluso diferencias que podrían corresponder a la antigua clasificación por razas, y diferencias que son reales, en el sentido de que hacen a un grupo determinado mejor que otro a la hora de dar respuesta a un determinado problema particular del medio en que se desenvuelve. Esto no quiere decir en modo alguno que haya un grupo que en general sea ‘superior’ a otro, o que un grupo debería ser preferido sobre otro. Ahora bien, nos pone sobre aviso de que debemos estar dispuestos a hablar de diferencias genéticas entre poblaciones humanas.
por los comentarios sobre Aniv de la Rev, os deben leer mucho en las comisarías yankees
Tienes tres cosas en tu contra: eres negro, eres zurdo y eres muy bueno
¿Por qué se supone que el club no acepta a negros?
Punto negro, borrón y grosella nueva.
La grosella, negra.
El equipo, blanco.
@ 388
algo harían
El Heart of Midlothian Football Club fue formado por un grupo de amigos del club de baile “Heart of Midlothian”. Midlothian (en gaélico escocés: Meadhan Lodainn) es un concejo que limita, entre otros concejos, con el de Edimburgo. La historia tradicional de la formación del club es que este grupo de amigos compró un balón y comenzaron a jugar con las reglas del fútbol local de por aquel entonces. Las reglas del fútbol local eran una mezcla de rugby y fútbol tal como los conocemos actualmente. En diciembre de 1873 se celebró un partido entre el Queens Park y el Clydesdale en Raimes Park en Bonnington. Esta fue la primera vez que se había visto en Edimburgo un partido de fútbol con las reglas que rigen actualmente.
Los miembros de la sala de baile vieron dicho partido y en 1874 decidieron adoptar estas mismas reglas y crear un equipo. El nuevo equipo fue llamado Heart of Mid-Lothian Football Club. La fecha exacta de la formación del club nunca fue registrada, sin embargo, 1874 es considerado como el año de formación, que es cuando las reglas de la Asociación de fútbol fueron adoptadas por el club, aunque Tom Purdie, el primer capitán del Hearts, afirmó, que el club se formó en 1873. El club tomó su nombre de la cárcel “Heart of Midlothian”, que fue demolida en 1817, pero se mantiene en la mente de mucha gente gracias a la novela de Walter Scott de nombre homónimo (“The Heart of Midlothian”).
El uniforme original del Hearts era camiseta totalmente blanca y pantalones con adornos de color granate, y un corazón cosido en el pecho. Sin embargo, una temporada jugaron con camisetas a rayas rojas, blancas y azules. Estos eran los colores de un club llamado St. Andrew, que había tomado su nombre y los colores de la Universidad de St Andrews, y que había sido absorbido por el Hearts. Desde entonces, los colores del club predominantes han sido el granate o marrón y el blanco. La camiseta es tradicionalmente marrón con el cuello blanco. Los pantalones son blancos. Las medias son marrones con algún detalle en blanco. El escudo del club es un corazón, con base en el mosaico del Heart of Midlothian en la Royal Mile (el nombre que recibe la avenida que comunica el Castillo de Edimburgo con el palacio Holyroodhouse y que se sitúa en pleno corazón del casco antiguo de Edimburgo). Los apodos más conocidos del equipo son “Jam Tarts” y “Jambos”, que vienen del inglés “jam” (mermelada), en referencia al color de su equipación.
El Hearts tuvo un éxito considerable en los primeros años de la Liga Escocesa de Fútbol, ganando el campeonato de la Liga en 1895 y 1896. También ganó cuatro Copas de Escocia en un período de 15 años desde 1891 hasta 1906.
En su palmarés, el Hearts cuenta con cuatro campeonatos nacionales de Liga Escocesa, ocho Copas de Escocia y cuatro Copas de la Liga.
En 2012 el Heart of Midlothian ganó la Copa de Escocia después de derrotar al Hibernian 5-1 en la primera final y por ahora última edimburguesa de la historia. Y eso que llevan 119 años de rivalidad.
En 325 partidos oficiales entre ambos, el Hearts ha ganado 143 por 90 del Hibernian. Y en total, contando todos los partidos, se llevan disputados 633 derbies. El balance es muy favorable al Hearts.
En la actualidad, el Hibernian está en segunda y el Hearts en Primera. A día de hoy, ambos van segundos en sus respectivas ligas.
El próximo 30 es el Día Nacional de Escocia, y este texto es nuestro ramo de cardos.
ya hay un argentino que encima es malo.
¿Qué hostias molesta un cubano mulato?
Por no hablar del sector espanholista del invento.
Lo vamos a invitar todas las noches. Le serviremos pollo frito
El codigo de los PORCOS es sencillo, no se puede matar a otro miembro de forma unilateral, los chivatos que traten con la policia deben ser asesinados, no se admiten drogatas ni yonkies, no se admiten miembros de raza negra(los latinos como Juice o un colaborador Happy si se admiten en sus filas), en sus tratos con compradores y suministradores de sus armas, ellos tienen un lucrativo acuerdo con el IRA autentico los Skullavenders de Yardley Gobion.
En la cússpide: The Main
Por debajo de él: Todos los demás
Confirmado que los galician pigs han fichado a Aniv de la Rev para la IV Folerpa a jugar en Reyes. Ojo con la cabalgata y el carbón.
Vuestar película es Soul Plane
En Soul Plane toda la experiencia en el aeropuerto es modificada mediante la exageración y la sátira más xenófoba y racista que puede haber. Los aeromozos son ridiculizados como mórbidamente obesos y lascivos homosexuales, las agentes de seguridad (entre ellas, la oscareada Mo’nique) como la versión Detroit de Las Lavanderas, agentes de check in que juegan Street Fighter mientras atienden gente, una clase económica que parece pesero (con todo y lockers de moneda), un piloto con miedo a las alturas (Snoop Dog), un cocapitán africano apellidado “Gaeman” y la inexcusable zorrez de las aeromozas (entre ellas, Sofía Vergara), la comida de avión en clase económica es una caja de pollo de Popeye’s que se tiene que compartir y mientras que en primera clase se escucha a Lou Rawls, en la económica se escucha a Fat Joe, Yello y Salt-n-Pepa (no, no es un lubricante vaginal, es una banda de rap). Soul Plane es donde el estereotipo se hace la regla y la caricatura se hace ley.
La ética de este avión gira en torno al sexo más lascivo que puede haber, la cantidad de chistes y referencias sexuales en la cinta es más grande que la población de China. Entre una vasta cantidad, sobresalen un hombre ciego dedeando una papa, una pareja que practica asfixia sexual, una joven blanca que habla de una práctica sexual denominada “la bolsa de té” (lo dejo a su imaginación) y sendas revistas pornográficas para mujeres engalanadas por
jóvenes negros de tamañas proporciones.
El humor escatológico es aderezado por la cantidad de chistes y observaciones racistas de la cinta, esto en manos de una familia blanca que intenta presentar una fallida emasculación del hombre blanco, poniendo al imbécil preferido de EU (Tom Arnold) en ese papel, presentando al mismo tiempo a los hijos contagiados por la urbanidad de la cultura afro y su esposa, seducida por un priapico modelo negro.
Soul Plane es la justificación del prejuicio hacia la minoría, es la exageración de las unidades de identidad establecidas por los afroamericanos en sociedad, es lo que algunos llamarían “irónica reapropiación”, sin embargo, demuestra que el poder del racismo y la fobia social resultan tan abrumadores que nos llevan a perder la dignidad de tal manera que confundimos el “reírnos de nosotros mismos” con la más degradante humillación.
La entrada acabó en una gran merienda de negros
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