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Léeme Los Labios, Algoritmo: La Vida Es Prurito, Impóstame Un Reaccionario.

- I’m setting booty trumps.
- You mean booby traps.
- That’s what I said, booty trumps.


Nunca llega uno a pensar lo bastante mal de las personas. No huelga recordar, en estos tiempos de tiranía del cuñadismo, que somos seres deficientes, todos algo tullidos. Hay quien compensa sus taras con virtudes, quien las solapa a fuerza de voluntad y quien las padece con vocación de sometimiento o con desdicha. Atrapados entre lo irrecuperable y lo inalcanzable, vamos reproduciendo las milongas de siempre, que pertenecen en su mayor parte al infravalorado género de la fantasía sicalíptica, aunque luego te vendan la moto de que si logré esto o lo otro, que si estuve en Yardley Gobion o que si fundé un culto ctónico. Si nos destacamos como especie es porque somos falibles, hacemos cosas mal donde ningún animal se equivoca jamás. Y, como excreción humana que son las historias, ninguna resulta del todo fiable.



I] Epona de Artai, reina de los ártabros, se dirigía al Nerio para celebrar los fastos de Imbolc cuando se topó con una romana patrulla. Aunque se había pactado el armisticio, el joven Lucio Nardo, al mando del destacamento, notó cómo sus legionarios se enardecían ante la belleza sin par de Epona, así que, tras consultar el Rolex de cornalina que le había regalado el mismísimo Julio César durante un breve crucero de placer por las Cíes, y viendo que iban bien de tiempo, ordenó el ataque contra la escolta real, que cayó fulminada bajo los pila. Durante la trifulca, Epona y sus dos doncellas trataron sin éxito de quitarse la vida, pues el propio Nardo las desarmó y las amordazó con gracia, y seguidamente sufrieron las tres dilatado suplicio. Cuando las romanas vergas quedaron satisfechas, siguieron su camino sin tomarse la molestia de comprobar si las mujeres vivían o no tanto. Nueve meses después, Epona alumbró un crío inusitadamente moreno y velludo, y lo llamó Glaucio, porque su olor le recordaba al de sus profanadores, y lo educó en las costumbres de los latinos, a los que ya estaban rendidos todos los pueblos de la Callaecia.



[II] Es sabido que Prisciliano le daba a Prócula, la niña de Delfidio y Eucrocia. Ya por entonces, la fama de fértiles de los galaicos corría por la Península, y la noche misma de la puesta de largo de la nena, en un evento organizado por la alta sociedad burgalesa, los progenitores, que eran muy partidarios del mozo, facilitaron el ayuntamiento de los jóvenes con la idea de que engendraran y, cumplidores ellos, así lo hicieron. Prisciliano, sin embargo, al descubrir el plan de los padres para echarle el lazo y considerando la holgura de sus propias ambiciones, se dijo que ni de broma, y desarrolló un fármaco que, en la dosis apropiada, provocaba el aborto en las muchachas primerizas, pues a las bregadas y a las demasiado viejas –las que rondaban ya la veintena- las mataba sin paliativos. Le dio a Prócula el potingue sin advertirlo ella, y en los días siguientes se fue distanciando de la chavala, que padeció el desamor y nunca más quedó preñada debido a los efectos secundarios del tratamiento. Prisciliano siguió su camino, conoció mundo y sembró lo que pudo, y también hizo enemigos que, más pronto que tarde, procedieron a su cancelación en base a una serie de tuits en los que tocaba cuestiones espinosas, entre ellas la interrumpción voluntaria del embarazo.



[III] Cuando Sancho Ordóñez, universe urbe Gallecie princeps, llamado el Craso, recibió en casa de su abuelita al galeno de ‘Abd al-Raḥmān III, un judío aurgitano que respondía al nombre de Abū Yūsuf asday ben Shapruţ, ordenó a los lacayos que sirvieran el más explosivo de sus elixires. Toda Aznárez, infatigable reina pamplonica que protegía en lo posible a su atocinado nieto, se hallaba indispuesta y no pudo presidir la velada, como hubiera sido conveniente para refrenar la intemperancia de Ordóñez. Por mera cortesía, ben Shapruţ accedió a beber un poco, pero la falta de costumbre hizo que se emborrachara tanto como su anfitrión. Festejaron juntos, cantaron en varios idiomas y se durmieron sobre pieles de oso junto al hogar, bien alimentado por los fámulos hasta el alba. Con el primer canto del gallo, el hebreo entreabrió un ojo y ante él se dibujó el cogote hinchado del djalaliqa. Inmediatamente después del dolor de cabeza, sintió una solidísima y palpitante erección. Ajeno a las resacas, aquello le resultó nuevo y menos embarazoso que placentero. Sin pretenderlo, basculó la cadera contra el orondo trasero de Sancho, que asomaba bajo la camisa arrugada, y antes de que cantara de nuevo el gallo se había lubricado el mástil y lo había aparcado entre aquellas nalgas pálidas y mórbidas: “Adamadas nalgas”, pensó con regocijo. Al pronto, despertó también el norteño y nada dijo, y tampoco más tarde volvieron a mencionar el suceso, ni el médico preguntó por las propiedades asombrosas de aquel brebaje al que decían Jägermeister, ni el noble se lo volvió a obsequiar nunca. Todo se enfundó debidamente, viajaron a Córdoba y convivieron un tiempo como paciente y médico y, meses más tarde, cabalgando Sancho hacia León con diez arrobas menos y un destino mediocre que cumplir, se mostraba ausente, y sus lugartenientes temieron que recuperara el peso que con harto sufrimiento había perdido, pues todas las noches se recogía en su pabellón con un cuenco de unto y un esclavo sarraceno con fama de gran cocinero.



[IV] Para llegar desde Borgoña a la corte de Valladolid, Felipe y Juana desembarcaron en La Coruña, y desde allí se encaminaron hacia Castilla, acompañados por una espléndida comitiva de la que formaba parte un soldado llamado Corbin Barjean. Pasado Verín, y antes de alcanzar la posta de La Gudiña, el cortejo se vio asaltado por una caterva de ladrones, que calcularon de mala manera sus posibilidades y perecieron todos, pero en el lance fue herido Barjean. Impedido, quedó alojado en una humilde posada cerca de La Mezquita, con orden de partir en cuanto se recuperara. Allí recibió las atenciones cada vez más pródigas de una solícita muchacha, Remedios Larouco, única hija de los posaderos, que a fuerza de restañar heridas, mitigar fiebres y escuchar delirios en arpitano, se enamoró perdidamente. Larouco no era tonta, y la doncellez no se la entregó al borgoñón, pero haciendo honor a su nombre supo arreglárselas, y Barjean le correspondió rociándola con sus mejores humores. A su partida, el guripa sembró la despedida de promesas que pudo cumplir, pues el Hermoso la diñó ese mismo verano y la católica Isabel andaba interesada en plantar nuevos propietarios que impulsaran la instalación de eólicos en los montes del antiguo Reino de Galicia. Barjean obtuvo la licencia y unas fanegadas de tierra áspera que a nadie interesaban. Despreciando la tradición autóctona, decidió edificar su propia casa, donde enseñó a Remedios un mal castellano trufado de galicismos y la fecundó más veces de las que hubiera querido, pues la prole le salió afrancesada y más dada a fomentar el turismo rural que el desarrollo industrial de la región.



[V] Extracto de una carta inédita de Pedro José García dirigida a Clara Balboa Sarmiento, hallada durante unas obras en la casa parroquial aneja a la iglesia de San Juan Bautista de Cerdedo: «(…) no digo ya de la corrupción del semen por causa de su generación libidinosa, como insistía Lardito desque leyera a Warra, Escoto y Aureolo, y todo aquello de la convenientissima mediatrix y la redención preservativa y tantas cosas más concebidas para soterrar sospechas, que no faltó nunca quien sostuviera que madre de Dios sería, pero también un poco puta. Pero también me pregunto si estos niños afeminados que hacen labores de monaguillo y nos socorren en los momentos de debilidad para descargarnos de melancolías [“beatos mariconcillos”, les decía fray Benito], no darán lugar en el futuro a una raza decadente que se servirá de la simiente como alimento y estímulo de pasiones desviadas, sin darle ocasión de prender y dar su fruto, y estarán ahí todo el rato con sus páginas porno y sus bailecitos, ora obscenos, ora vergonzantes, y canciones y series en las que todos fornican y nadie queda encinta, como tampoco cagan ni padecen ardor de estómago ni, mucho menos, se aburren jamás. Entonces me pregunto a qué tantas Luces y si no acogerán las sombras que produzca ese invento que en Francia llaman quinqué más maldades de las que podíamos imaginar a la luz de las velas (…)».


[VI] Recién llegado a París, Eugenio Rufino Serrano de Casanova eligió el lupanar más miserable de Pigalle para darse un homenaje. Como a tantos puteros, las rameras le gustaban feas y hediondas, de las que compensan la falta de atractivo con una total ausencia de remilgos. No esperaba el veterano carlista encontrarse en semejante tugurio con paisanos a la caza de idénticas hieles, salvo quizás algún Borbón, que no fue el caso. Pero sí estaban el cántabro Claudio López y López y el marido de su sobrina, Eusebi Güell i Bacigalupi, que bebían absenta en la dudosa compañía del hijo bastardo de Juan Bernardo O’Gavan, un tal Bernard Marie, que se ganaba la vida trasegando clientela hacia los paraísos de la sífilis y vendiéndoles luego cápsulas de yoduro potásico de fabricación propia. Aunque nunca los habían presentado, Serrano reconoció a López, al que tenía en la nómina de patrocinadores de su IG, y recordó haber coincidido con Güell en un split de la Kings League. Como al tercero lo conocía sobradamente, se arrimó al grupito con desenvoltura y pensando en lo beneficioso que podía ser compartir vicios inconfesables con gente tan de bien y mejor. La incomodidad de López y López era más que patente, pero el ambiente se distendió al surgir la cuestión abolicionista, que todavía escocía en ciertos sectores. El de Neda no tenía mucha opinión al respecto, pero su natural habilidad social le aconsejó posicionarse a favor de la trata, y al poco estaba pronunciando una arenga apasionada sobre los “valientes patriotas que no escoraron ante la pérfida Albión”. Animado por las palabras de Serrano, el preboste pasó de insinuar pequeñas ganancias a poner cifras sobre la mesa, y el gallego tuvo que disimular su excitación. “Eugène, cette salope lui fait des yeux doux”, dijo de pronto Bernard disipando el éxtasis crematístico. Eugenio Rufino no perdió la compostura, aunque interiormente se sulfuró, y excusándose pasó a un reservado donde procedió a distender sin miramientos las columnas de Morgagni de la meretriz, que imaginó bodega de algún barco de la Compañía Trasatlántica en la que aún se podía encajar un negro más.


[VII] Leonor miraba el paisaje desde la ventana de su suite en Sanxenxo. “Menos mal”, pensó, “que me operé las glándulas de los ojos, si no seguro que estaba ahora mismo quitándome las legañas”. A su espalda, entre sábanas, Ramón se desperezó, y a la reina le entraron ganas de desayunar. Siempre había querido follarse a un actor porno, pero aún no estaba segura de si le había satisfecho del todo la experiencia. Aquella vieja gloria, aunque conservaba su atractivo y un pollastre que rendía de maravilla, olía ya un poco a viejo, y además no convenía que la relacionaran con un tipo así. La noche anterior, en el Club Náutico, había tenido que hacer piruetas para llevárselo al hotel sin que nadie se diera cuenta. También, recordaba ahora, le había prometido que le regalaría el Rolex que le había dado el abuelo años atrás. Y de pronto le daba rabia desprenderse de aquel bonito recuerdo. Un promotor de Vigo lo había encontrado en una excavación por allí cerca, y en una de sus juergas el abuelo se lo había ganado apostando a ver quién meaba más lejos. “Señor Nomar”, dijo la reina volviéndose, “va usted a tener que darme mucho más de ese amigo suyo si quiere salir de aquí con un reloj nuevo”. Ramón consultó la hora en el móvil, calibró una vez más el temperamento de la monarca y empezó a ponerse los pantalones. “Su Alteza me perdonará, pero yo tengo que derrotar a unos ingleses al otro lado de la ría en apenas dos horas y no puedo faltar. Puede quedarse con el reloj”. Ella lo miró demudada por la sangre que le atiborraba la cabeza, y era obvio que no se trataba de sangre azul. “Princesa”, zanjó Ramón algo acojonado, “ha sido un verdadero placer y podemos repetir cuando quieras, pero no todo tiene un precio”.


Mi golocidalove con sus melimeleos sus eropsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y gormullos que demuestran que The Anglogalician é un Entroido

331 comentarios:

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  1. ¿ Por qué la pionta 200 no tiene avatar ad hoc? dixo...
  2. La mejor forma de medir las secuelas del paso del tiempo: ver a un viejo amigo convertido en un extraño.

  3. Morro de Liebre, tumbado completamente desnudo en la losa mas ancha y más cómoda, dejaba que las chiquillas acariciaran su sexo rosado como si fuera una muñequita. Congestionado, con una risa tan estridente como un chillido de pájaro, de vez en cuando daba una sonora palmada en el trasero, también desnudo, de una niña. dixo...
  4. Qué rara es la memoria: nos permite recordar lo que nunca hemos vivido

  5. Eddie Howe dixo...
  6. Get into them

  7. Apache dixo...
  8. No hay que pedir perdón, eso es admitir la culpa.

  9. Y yo con estas pintas dixo...
  10. En Galicia se atribuye a las brujas, allí llamadas meigas chuchonas, la tisis, y a los espíritus malignos (que en la Montaña decimos mengues), las enfermedades nerviosas. Tiénese por remedio contra los maleficios el aspirar a medianoche el olor de la ruda o recibir a la misma hora las seis olas en el mar de la Lanzada, como los vascos franceses en el mar de Biarritz. A esta costumbre aludía en el siglo XV Juan Rodríguez del Padrón.

    Los nuberos o tempestarii asturianos reciben en Galicia el nombre de nubeiros; la hueste apellídase estadía en unas partes, compañía en otras, y dícese que anuncia la muerte de aquéllos en cuyas heredades aparece. Las supersticiones enlazadas con el final tránsito del hombre son en Galicia extrañas y numerosas. Tiénese por funesto recibir la última mirada de los moribundos; no se cierran de golpe las portelas para no lastimar a las almas que allí purgan sus pecados, ni yendo de romería a San Andrés de Teixido se mata ningún reptil que se halle en el camino, por creerse que las almas de los muertos van en aquella forma a cumplir su romaxe, que no cumplieron de vivos . Cuéntase, por último, que queda maleficiado quien ve a un amigo cuando lo llevan al cementerio, pues el difunto le echa el aire para atraerlo. Líbrase de este pernicioso influjo la persona que ten o aire, especialmente si es mujer, yendo al cementerio a medianoche en compañía de tres Marías. Colócanse éstas en torno al sepulcro y conjuran a la difunta para que vuelva a la maleficiada el aire que le quitó, mientras ella, echada de bruces sobre la tierra, aspira con fuerza para trocar en vital el aliento maléfico.

    Si necesitara probanza nueva el origen céltico de todos estos ritos, anticristianos y anticlásicos, encontraríamosla en su analogía con las supersticiones bretonas descritas por Brizeux en sus poemas. Así lo ha notado antes que yo, y con buen acuerdo, el historiador de Galicia Sr. Murguía, a quien en esta parte sigo, teniéndole por fidedigno y conocedor de los usos de su país . La romaxe de los muertos gallegos equivale al Pardon de los bretones.

  11. Y yo con estas pintas dixo...
  12. Canidia es personaje histórico. Según los antiguos escoliastas, se llamaba Gratidia, era perfumista en Nápoles y hacía filtros amorosos. Horacio, por particulares resentimientos, repitió en el Ebodon los cuentos que acerca de ella corrían, y en la donosísima sátira 8 del libro I, Olim truncus erat, presentóla, en compañía de Sagana, buscando por la noche huesos en el cementerio Esquilino y abriendo con las uñas un hoyo para llenarlo con sangre de una cordera negra y hacer la necromancia o evocación de los manes. Pero las invocaciones a Tesífone y a Hécate no surtieron efecto, y un Príapo que estaba colocado en aquellos jardines castigó a las brujas de la manera que recordará todo el que haya leído aquella sátira.

    De todas estas invectivas hizo Horacio retractación burlesca en el épodo 17, confesando el saber de Canidia, la fuerza de sus encantos (Libros carminum valentium), de su mágico rombo, o imágenes de cera, y quejándose del estado en que sus hechizos le habían puesto. El tono de burlas de todas estas composiciones induce a sospechar que Canidia, más que de infanticida, tenía de medianera de amorosos tratos. Entre ella y la heroína de Fernando de Rojas hay parentesco indudable.

    A otro género de supersticiones menos infames y repugnantes era inclinada la hermosa Delia de Tibulo. Cuando las matronas rendíanse dóciles a la voluntad de cualquier agorero o venéfica, no es de extrañar que una pobre liberta pecase algo de supersticiosa, y Tibulo debía de serlo también o fingirlo para darle gusto, dado que en la elegía 2 del primer libro, dícele del cantar mágico que ha aprendido de la sabia hechicera, que tuerce el curso del torrente y hasta el de las estrellas, evoca las sombras y torna a hundirlas con libaciones de leche:

    Habla, y el Sirio estivo arroja nieve;
    habla, y el cielo airado se serena:
    sola robó a Medea el arte aleve.
    De Proserpina el can sola encadena.

  13. Y yo con estas pintas dixo...
  14. Había en las Galias hechiceros llamados tempestarii, porque provocaban el trueno y el granizo; arúspices e intérpretes de sueños. A las divinidades célticas destronadas por la fe sucedió en tierras del Norte un tropel de Gnomos, Silfos, Kobolds, Trolls, Ondinas, Niks: encantadores, duendes, trasgos, genios del mar, de los ríos, de las fuentes y de las montañas. Estos restos de antiguas mitologías han resistido tenazmente, como las dos festividades solsticiales, y la verbena, y el trébol de cuatro hojas: reminiscencias del sagrado muérdago.

    Pero dejemos pueblos bárbaros, de que sólo por referencia puedo hablar, y vengamos a los griegos y latinos, de quienes procede nuestra civilización. La magia, así en Grecia como en Roma, fue de dos especies: una oficial, pública y asociada al culto; otra popular, heterodoxa y hasta penada por las leyes. Expresión brillante de la primera y centro de la vida política de los helenos fueron los oráculos, cuya historia no nos incumbe, porque han tenido poca o ninguna parte en las supersticiones de los pueblos cristianos, y menos de los de la península Ibérica. El arte augural, menos importante y respetado que entre los latinos, dominó en tiempos anteriores a la consolidación y política influencia de los oráculos. Recordemos en la Ilíada aquel adivino Calcas, que revela las causas de la peste enviada por Febo a los aqueos: Calcas, el que en Aulide había anunciado la voluntad de los dioses respecto al sacrificio de Ifigenia. La observación de los sueños aparece en el libro 2 del mismo poema, si el trozo no es uno de los intercalados. Y ya en tiempo del padre Homero debía de reinar el escepticismo en cuanto a adivinaciones, conforme lo indica aquella sublime respuesta de Héctor: El mejor agüero es pelear por su tierra. Pero la ley del fatum es para los héroes homéricos inflexible: en el libro 19, Xanto, uno de los divinos caballos de Aquiles, habla inspirado por Juno y predice al hijo de Peleo su temprana y próxima muerte. «Entonces Aquiles, el de los pies ligeros, replicó a Xanto: ¿Por qué me vaticinas la muerte? Nada te importa; bien sé que es hado mío perecer lejos de mi dulce padre y de mi madre; pero no cesaré hasta que los troyanos se hayan saciado de pelea.»

  15. Y yo con estas pintas dixo...
  16. Todo el que persista en conservar la fe y comunión arriana o no la rechace de todo corazón. sea anatema.

    Todo el que negare que el Hijo de Dios y Señor nuestro, Jesucristo, es eterno y consustancial al Padre y engendrado de la paterna sustancia sin principio, sea anatema.

    Todo el que no creyere en el Espíritu Santo o negare que procede del Padre y del Hijo y es coeterno y consustancial al Hijo y al Padre, sea anatema.

    Todo el que no hace distinción de personas entre Padre, Hijo y Espíritu Santo o, por el contrario, no reconoce unidad de sustancia en Dios, sea anatema.

    Quien aseverare que el Hijo y el Espíritu Santo son inferiores en grados de divinidad al Padre o que son criaturas, sea anatema.

    Quien diga que el Hijo de Dios ignora lo que sabe el Padre, sea anatema.

    Quien suponga principio en el Hijo o en el Espíritu Santo, sea anatema.

    Quien se atreva a proferir que el Hijo de Dios, según la divinidad, es visible o pasible, sea anatema.

    Quien no creyere que el Espíritu Santo es Dios verdadero y omnipotente como el Padre y el Hijo, sea anatema.

    Todo el que siguiere otra fe y comunión que la que tiene la Iglesia Universal y definieron los concilios Niceno, Constantinopolitano, Efesino y Calcedonense, sea anatema.

    Todo el que separa y disgrega en honor, gloria o divinidad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, sea anatema.

    Todo el que no dijere: 'Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo', sea anatema.

    Quien juzgue buena la sacrílega obra de rebautizar o la practique, sea anatema.

    El que no rechazare y condenare de todo corazón el conciliábulo de Rímini, sea anatema.

    Sean, pues, condenadas en el cielo y en la tierra todas las cosas que la Iglesia romana condena y sean admitidas en la tierra y en el cielo todas las que ella admite; reinando nuestro Señor Jesucristo, a quien con el Padre y el Espíritu Santo sea dada honra y gloria por todos los siglos de los siglos. Amén.

  17. Y yo con estas pintas dixo...
  18. Tras el breve reinado de Gesaleico y la regencia de Teodorico ocupó el trono Amalarico, cuyo matrimonio con Clotilde, hija de Clodoveo, fue nueva semilla de discordia y de males para el reino visigodo. La esposa era católica, y Amalarico se obstinó en contrariarla, prohibiéndole el culto y hasta maltratándola de obra y de palabra. Según tradición de los franceses, la ofendida reina envió a sus cuatro hermanos, Childeberto, Clotario, Clodomiro y Thierry, un lienzo teñido en su propia sangre, como indicio de los golpes, heridas y afrentas que había recibido de su consorte. Childeberto, rey de París, y Clotario, de Soissons, se movieron para ayudarla o dejarla vengada, y derrotaron, no se sabe dónde, a Amalarico, que fue muerto en la batalla, según refiere Procopio, o traspasado de una lanzada cuando iba a refugiarse en cierta iglesia, si creemos al Turonense, o degollado en Narbona por sus propios soldados, conforme narra San Isidoro.

  19. Y yo con estas pintas dixo...
  20. A este incidente, de escasa importancia, enlazábase un como retoñar de priscilianismo. Queda hecha memoria en el anterior capítulo de los esfuerzos de Santo Toribio, que dieron por resultado la celebración de dos concilios provinciales. Engañosa fue, según advierte Idacio, la sumisión de muchos obispos gallegos en el sínodo que llaman de Aquis Caelenis. Todavía por los años de 525 ó 30 enderezó Montano, obispo de Toledo, sendas cartas al monje Toribio y a los fieles del territorio de Palencia, previniéndoles contra la detestable y torpe secta de Prisciliano y repitiendo los anatemas de San León. Dedúcese de las palabras del metropolitano que el gnosticismo había echado grandes raíces en tierra palentina: Praeterea perditissimam Priscillianistarum sectam tam actis quam nomine a vobis praecipue novimus honorari. Pero mucho trabajaba en desarraigarla Toribio (distinto del de Astorga), y por eso Montano no dudó en darle el glorioso título de restaurador del culto divino en aquella provincia: Iure etenim auctorem te divini cultus in hac praesertim provincia nominabo. Putasne quanta tibi apud Deum maneat merces cuius sollertia vel instinctu, et idololatriae error abscessit, et Priscillianistarum detestabilis ac pudibunda secta contabuit.

    En 538, consulado de Volusiano y Juan, dirigió el papa Vigilio una epístola a Profuturo, obispo de Braga, que le había consultado sobre diversos puntos de dogma y disciplina, cuales eran el uso de la partícula filioque, que algunos suprimían en el Gloria Patri; la abstinencia de carnes, enseñada por los priscilianistas ; el bautismo de los arrianos y el tiempo de celebración de la Pascua.

    Los últimos decretos contra el priscilianismo, los del concilio Bracarense, quedan registrados en lugar oportuno, y sólo apuntamos aquí estas noticias para no romper el hilo cronológico ni suprimir ninguno de los elementos de heterodoxia en este período.

  21. Y yo con estas pintas dixo...
  22. Enseñaban los priscilianistas la procesión de los eones, emanados todos de la esencia divina e inferiores a ella en dignidad y en tiempo (De processionibus quarumdam virtutum ex Deo, quas habere coeperit, et quas essentia sui ipse praecesserit). Uno de estos eones era el Hijo, por lo cual San León los apellida arrianos. (Dicentium quod Pater Filio prior sit, quia fuerit aliquando sine Filio, et tunc Pater coeperit quando Filium genuerit). ¡Como si a la esencia divina pudiese faltarle desde la eternidad algo!, dice profundamente el mismo Papa.

    No tenemos datos para exponer la generación de las virtudes o potestades según Prisciliano. Dos de ellas serían el príncipe de lo húmedo y el príncipe del fuego, que vimos figurar en uno de los libros apócrifos.

    Aseguraban los priscilianistas que era el demonio esencial e intrínsecamente malo; principio y sustancia de todo mal, y no creado por Dios, sino nacido del caos y de las tinieblas. La misma generación le daban los valentinianos, y sobre todo los maniqueos de Persia, como en su lugar vimos. San León refuta, con su acostumbrada sobriedad, el sistema de los dos principios y del mal eterno: Repugna y es contradictorio a la esencia divina el crear nada malo y no puede haber nada que no sea creado por Dios.

    La cosmología de los secuaces de nuestro heresiarca era sencilla, más sencilla que la de los maniqueos; porque no les aterraba el rigor lógico ni temían las consecuencias. El mundo, según ellos, había sido creado, no por un Demiurgo o agente secundario de la Divinidad, sino por el demonio, que le mantenía bajo su imperio y era causa de todos los fenómenos físicos y meteorológicos. (A quo istum mundum factum volunt, dice San Agustín.) Muy pocos gnósticos, fuera de los ofitas, cainitas y otros pensadores de la misma laya, se atrevían a aceptar este principio, aunque el sistema llevase a él irremediablemente. Ningún pesimista moderno ha ido tan lejos, ni puede llevarse más allá el olvido o desconocimiento de la universal armonía.

  23. Y yo con estas pintas dixo...
  24. Comenzando por el tratado De Deo, no cabe dudar que los priscilianistas eran antitrinitarios y, según advierte San León (y con él los Padres bracarenses), sabelianos. No admitían distinción de personas, sino de atributos o modos de manifestarse en la esencia divina: Tanquam idem Deus nunc Pater, nunc Filius, nunc Spiritus Sanctus nominetur. Por eso la Regula fidei insiste tanto en el dogma de la Trinidad. ¿Pero hemos de dar un origen sabeliano a la herejía de los priscilianistas en este punto? No lo creo necesario: en toda gnosis desaparecía el misterio de la Trinidad, irreconciliable siempre con el panteísmo y el dualismo, que más o menos profesaban aquellas sectas, y con la indeterminada sucesión de sus eones. ¿Cómo ha de avenirse la concepción del Dios uno y trino, y por esto mismo personal, activo y creador, con esos sistemas que colocan allá en regiones inaccesibles y lejanas al padre ignoto, sin comunicarse con el mundo, que él no crea, sino por una serie de emanaciones que son y no son su propia esencia o el reflejo de ella, enfrente de las cuales están los principios maléficos, emanados asimismo de un poder, a veces independiente, a veces subordinado, y no pocas confundido con la materia? Por eso los priscilianistas, al negar la Trinidad, no se distinguían de los demás herejes del mismo tronco como no fuera en ser patri-passianos (como San León afirma), es decir, en enseñar que el Padre había padecido muerte de cruz. Parece esto contrario al doketismo que todas las ramas gnósticas adoptaron, teniendo por figurativa y simbólica, no por real, la crucifixión. Pero ¿quién pide consecuencia a los delirios humanos?

  25. Un número bajo de votantes es una indicación de que menos personas están yendo a votar. dixo...
  26. La gran mayoría de nuestras importaciones vienen de fuera del país.

  27. La guaracha del macho Camacho dixo...
  28. los monaguillos, unos prospectos sensacionales de hijos de puta

  29. La guaracha del macho Camacho dixo...
  30. El milagro consiste en que el siquiatra rasgue la venda que tapa la jodida culpa, roture el himen de la culpa

  31. La guaracha del macho Camacho dixo...
  32. ufano declaro que a los diez años descalabré a una sirvientita. Con el acto dicho avergoncé a la autora de mis días quien necesitó asistencia espiritual de un Padre Tomasino. Con el acto dicho honré al autor de mis días quien, cercado por los aromas rasos de un habano traído de La Habana, sentenció: hijo de gato caza ratón y en reconocimiento a tan precoz criatura desvirgadora me invitó a helado y bizcocho en La Mallorquina.

  33. Harry Quebert dixo...
  34. Lamentó que los judíos pudiesen tener la piel blanca porque eso los hacía invisibles. Al menos, los negros tenían la honestidad de ser negros, para que se los pudiese identificar claramente. Pero los judíos eran unos hipócritas

  35. Harry Quebert dixo...
  36. Hace tiempo que los dioses sólo se nos aparecen con barba sobre nuestros jarros de cerveza.

  37. No tienen otra cosa que su catolicismo o el partido socialista, los dos las instituciones más repulsivas de nuestro tiempo dixo...
  38. Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quiénes somos, es sólo porque vivimos dentro de la mirada de los demás.

  39. Para antes del olvido dixo...
  40. No es que estés adelantado a tu época; yo diría que estás fuera de época, sea la que sea.

  41. no cantar en público es la única dignidad que me queda. dixo...
  42. Hay una vaga jactancia en el ser humano que le hace imposible aceptar la derrota frente a cualquier artefacto. Perder contra un objeto es perder contra uno mismo y esa es, si se piensa, la derrota más difícil de asimilar para las personas.

  43. Es un ángel que va cabalgando, cabalgando con brío y valor dixo...
  44. Primavera lejos de mi patria
    Primavera lejos de mi amor
    Primavera sin flores y sin risas
    Primavera en Yardley Gobion

  45. The Puto Pato Glücklich dixo...
  46. Mientras haya en el mundo primavera,
    Mientras haya esperanzas y recuerdos,
    Mientras vuelva a reír la Primavera
    ¡Habrá Anglogalician!

  47. rasga el aire más fuerte que la metralla dixo...
  48. no es que odie, es que no he perdido la memoria

  49. una feria de las vanidades en la que todo se compra, porque todo se vende dixo...
  50. La biografía es eso: sistema en que se unifican las contradicciones de una existencia

  51. Beatrice Lafoyet dixo...
  52. Me gusta follar. A veces, me apetece más que comer, aunque no siempre me sienta bien. Tampoco la comida

  53. Hogareño dixo...
  54. El hogar pertenece a una dimensión única, individual, la patria a una fantasía colectiva, incumbe a la oscuridad tribal; la patria es una enfermedad.

  55. la Alta Mesa dixo...
  56. Tu culo no se lubrica como tu boca.
    Si introduces algo en tu culo es muy probable que la mucosa anal se irrite; por eso es tan importante que utilices
    lubricante. El lubricante reduce los riesgos de pequeñas fisuras en el ano y te facilita la penetración de cualquier cosa.
    La mucosa anal es sensible y se irrita fácilmente con lociones o cremas.
    Algunos condones (los llamados ultraseguros) contienen espermicida Monoxinol-9. El espermicida es para evitar embarazos, pero irrita con facilidad la mucosa anal. Es mejor no utilizar este tipo de condones para la penetración anal.

  57. Las alubias del Ahorcado Carradine dixo...
  58. Me pregunto si la memoria no es el mejor de los jueces.

  59. A veces incluimos un aviso en una cuenta o en un post para brindarte más contexto sobre las medidas que pueden tomar nuestros sistemas o equipos. En algunos casos, estas medidas responden a comportamientos que incumplen las Reglas de X. En otros, pueden responder a un requerimiento válido y correctamente definido proveniente de una entidad autorizada en un país determinado. A continuación, te mostramos una serie de avisos con los que te puedes encontrar cuando miras una cuenta o un post. dixo...
  60. Amigo mío, si por desertar de la guerra que tenemos delante
    tú y yo estuviéramos destinados a vivir para siempre,
    sin conocer la vejez,
    abandonaríamos; yo no lucharía entre los primeros,
    ni te enviaría a la batalla que confiere gloria a los hombres.
    Pero tal como están las cosas, cuando los ministros
    de la muerte están cerca a millares,
    y cuando ningún hombre nacido para morir
    puede escapar de ellos o siquiera eludirlos,
    vayamos

  61. Cisco Miño dixo...
  62. Nuestros antepasados milenarios usaron de la fuerza para crear instituciones que hoy son venero de dolor: nosotros empleamos la fuerza para crear la Manada que es manantial de bienandanzas.

  63. Perro Txanche dixo...
  64. La corrupción es lo que mantiene unido a este país. El día que se acabe la corrupción este país se disolverá en su sinsentido.

  65. un asesino ex convicto que pasa todo el día drogado, oye voces, es homosexual y habla poco. dixo...
  66. Te voy a dar un consejo y te lo voy a dar gratis porque me caes mal. Primero eres, después te llamas. Personalidad ante todo, niña. Yo no sé por qué la gente deja que le pongan un nombre y ya. Una debería tener un nombre para cada día o par cada estado de ánimo.

  67. el famoso unicornio azul que ayer se me perdió dixo...
  68. De repente aparecen dos arqueólogos franceses, muy excitados y nerviosos, y le dien al Santo Padre que acaban de volver de Israel y que le traen dos noticias, una muy buena y otra más bien mala. El Papa les suplica que le hablen de una vez, que no lo tengan en ascuas. Los franceses, atropellándose, dicen que la buena noticia es que han encontrado el Santo Sepulcro. ¿El Santo Sepulcro? dice el Papa. El Santo Sepulcro. Sin la más mínima duda. El Papa llora de emoción. ¿Cuál es la mala noticia?, pregunta secándose las lágrimas. Que en el interior del Santo Sepulcro hemos encontrado el cadáver de Jesucristo. El Papa se desmaya. Los franceses se abalanzan a echarle aire. El teólogo alemán que es el único tranquilo, dice: ah, ¿pero entonces Jesucristo existió realmente?

  69. Raveneau De Truessan dixo...
  70. It's lonely being a cannibal; tough making friends.

  71. Ritos de Primavera dixo...
  72. ¿Creen que existe alguna diferencia entre la primavera de la naturaleza y la primavera en el hombre? Pero allí nos dirigimos, ensalzando a una y condenando a otra como impropia, avergonzados de que las leyes eternas nos lleven hacia ambas.

  73. De la esencial heterogeneidad del ser. dixo...
  74. Soy, sin duda, el rey de las sopas para días de lluvia.

  75. Todos somos Lezkano dixo...
  76. Eh, no podemos salir a la pista y correr como mariquitas.

  77. Fred Hankey dixo...
  78. I obscenity in the milk of your fathers

  79. No Cometa los errores de Halley dixo...
  80. Cuando el fuego aparezca en el cielo, la Tierra se quebrará, habrá pestilencia y fornicación, y miles morirán.

    Así es como los humanos recibían la llegada de los brillantes cometas en llamas que iluminaban la oscuridad de antaño.

    -¿Ha logrado la ciencia ponerle fin a nuestras profundas sospechas ante estos extraños cuerpos celestiales?
    -NO

  81. Mike Barja dixo...
  82. ¿Te acuerdas lo que decíamos de los domingos? El no día, el gran pedo, el eructo del Main.

  83. Dasein dixo...
  84. La proyección hacia el futuro debe fundarse en una continua reelaboración de la tradición legada por el pasado.

  85. Coñito juguetón dixo...
  86. Antes de que todo esto se termine. Antes de que cierren la casa y vendan los muebles y regalen los libros. Antes de que se repartan los cosméticos y los zapatos. Antes de que arrojen las cacerolas a la basura. Antes de que vacíen las alacenas, de que se lleven las especias, los fideos. Antes de que se terminen los días felices y las tardes de domingo. Antes de la última de las madrugadas. Antes del final de la angustia. Antes de que se acaben el sexo sin amor y el amor sin sexo. Antes de que la ropa se pudra en los placares. Antes de que descuelguen los cuadros y cubran los sillones con lienzos y cierren las ventanas para siempre. Antes de que quemen las fotos. Antes de que se resequen los felpudos, de que se oxiden las cortinas en sus rieles. Antes de que se terminen la curiosidad, los huesos, el hígado y las córneas. Antes de que se sequen todas las plantas del balcón. Antes de que no haya más nieve, ni colores, ni trópicos. Antes del final de todas las selvas, de todos los mares, de todos los reflejos en el agua. Antes del último poema. Del final de las veredas y las calles. Del fin de todos los paseos. Antes del adiós a todos los aeropuertos y todos los aviones y todas las ciudades y todos los cafés con vidrios empañados. Antes de la cancelación de todas las discusiones, de todos los argumentos, de todas la furias, de todos los desprecios. De todas las metálicas ansiedades. Antes del fin de los gritos, de la desolación y de la culpa. Antes de la última agenda, del último viernes, del último bar, del último baile. Antes de que se apaguen todas las cúpulas y todas las pantallas. Antes de que las polillas se coman los restos de la lana y de la almohada. Antes del final de las mascotas. Antes, mucho antes: hay que follar.

  87. opopánax, jabones y colillas dixo...
  88. Qué más da que la nada fuera nada si más nada será, después de todo, después de tanto todo para nada

  89. Déjame ser tu puta dixo...
  90. Por qué llamamos caminos a los surcos del azar

  91. Lección magistral de Himerio, maestro en Atenas (368 A. D.) dixo...
  92. Los ignorantes toman por verdad el grado más pueril de la retórica.

  93. Hammer Of Gods dixo...
  94. Cada noche miraban las estrellas y erigían sus ídolos de piedra para encontrar una respuesta al tiempo.
    Otros hombres vendrán hasta este Blog a interrogar al Main, a los dioses y a las estrellas.
    La piedra es la respuesta que da el tiempo.

  95. Persiguiendo una marea de metáforas masturbatorias dixo...

  96. la pastilla se ha caído de la garza turquesa de golpe en el bochorno hinchado de los botes de vela
    después la lluvia de lata toc tic toc tic rebaños de burbujas afloran la ráfaga blanquecina
    descubre el acre olor de ciénaga alega el paladar en el dedo maniaco de sus cabellos y nos
    volvemos a la pasión de la tarde espejante en las dobleces de las vidriosas palabras salpicadas
    de mar hacia la oscuridad que se desgreña alrededor del agujero en que resbalan los dedos encendidos

  97. Pato Donald dixo...
  98. La diferencia entre la falta de conocimiento y de inteligencia estriba en que lo primero se puede remediar con un poco de paciencia y mucho trabajo, pero lo segundo es como remontar un torrente de mierda sin remos.

  99. el Nuevo Realismo del feminismo es la úlcera en el riñón que el masculinismo metafísico no puede digerir. dixo...
  100. Esto no quiere decir que el micromundo académico dicte los pasos del feminismo; más bien al contrario, el feminismo como fenómeno global es la carretera principal que converge con el futuro. Esto quiere decir únicamente que las tesis conservadoras y reaccionarias, que niegan el realismo feminista, están a años luz de cualquier esfuerzo sustancial por aprehender nuestro presente.



    Por supuesto, ya había un realismo en el feminismo antes; pero la excesiva confianza en los órdenes discursivos y performativos sin duda jugaría a la contra de una verdadera realización del feminismo. Es por ello que debemos tomar en cuenta o integrar, como es mi propósito aquí, los avances ocurridos en el ámbito de los nuevos realismos.
    El realismo feminista es el reconocimiento de que las violencias estructurales no son de origen psicológico, ni meramente discursivo, ni dependen enteramente de un determinado orden o constructo. La violencia estructural es lo que el sensorio sabe y siente sin necesidad de traducirlo ni deconstruirlo. La violencia estructural (ya sea de género, raza, clase u otros) es percibida de forma inmanente por quienes la padecen, pero es muy difícil explicarla con palabras, o incluso hacerla verificable en la experiencia mundana. Porque ser arrojados al realismo de la violencia social es confrontar una estructura que nos sobrepasa, es tomar contacto con una esfera de realidad que no se puede abarcar ni controlar. Esta violencia estructural y material es una «súper realidad», y como tal es incomprendida por los enfoques racionalistas del mundo basados en una autoimagen idealizada y sustractiva. La sustracción es lo que tiene lugar cuando separamos arbitrariamente la parte del todo. Es el mismo mecanismo mental que tiene lugar en un humano cuando es confrontado con los efectos del cambio climático: la respuesta inmediata es la negación, seguida del replegamiento a un individualismo seguro y prudencialmente desconectado de las interrelaciones colectivas.

  101. colapso del sujeto histórico como agente privilegiado (blanco, varón y occidental, para más señas) dixo...
  102. El Porcobravismo reaccionario es la perpetua sustracción de la continuidad entre lo simbólico y lo material, la perpetua sustracción de lo universal en favor de lo concreto; la huida de las complejas interrelaciones de lo real para refugiarse en la simplificación unitaria (identitaria y simbólica). No hay ni siquiera un método dialéctico en el fascismo, sino la pura y simple supresión de lo que designa como su opuesto (el otro).

  103. División 250 dixo...
  104. La tolerancia se te concede.



    El respeto te lo consigues.



    No intentes que te toleren. Procura que te respeten.

  105. Iznogud dixo...
  106. Si has llegado hasta el trono, multiplica tu fe.
    Inmutable, sé infiel al escarmiento de la cera.

  107. litio, monacita, niobio y tántalo dixo...
  108. Galizalbion si que es una tierra rara

  109. Culo en pompa en Chanchencho dixo...
  110. Dar la vuelta al mundo con agua mineral y Coca-Cola es de parguelas. Bienvenida, Alteza. Una di noi

  111. Y yo con estas pintas dixo...
  112. Triste era el estado de la Península al mediar el siglo VIII. En las más fértiles y ricas comarcas imperaban extraños invasores, diversos en raza, lengua y rito y no inclinados a la tolerancia, aunque tolerante en un principio por la manera como se hizo la conquista. Había dado sus naturales frutos la venganza de los magnates visigodos, que quizá no pensaron llegar tan lejos. Coronada con rápido y maravilloso triunfo la extraña intentona de Tarik y de Muza, merced a los elementos hostiles que en España hervían; abiertas ciudades y fortalezas por alevosías o pactos; rendida en Orihuela la débil resistencia de Teudemiro, único godo que entre la universal ruina levantaba la frente; custodiadas por guarniciones árabes y judías Sevilla y Córdoba, Toledo y Pax Julia, hubieron de pensar los califas de Damasco en la importancia de tan lejana conquista y en la necesidad de conservarla. Creado, pues, el emirato, comenzó a pesar sobre el pueblo cristiano de la Península una dominación tiránica de hecho, aunque en la forma bastante ordenada. Indudable parece que los primeros invasores, casi todos bereberes, habían destruido iglesias y santuarios (sanctuaria destruuntur, ecclesiae diripiuntur, dice el arzobispo D. Rodrigo); pero los emires respetaron, si bien con onerosas condiciones, el culto, y tampoco despojaron de sus propiedades a los vencidos, contentándose con imponerles pesadas gabelas. No es para maravillar, ni digna de muchos encomios, esta celebrada moderación y tolerancia. Eran los árabes en número muy corto, para que de otra suerte pudieran asentar su imperio en las tierras occidentales. Ni duró mucho esta virtud primera, puesto que llegados los gloriosos días del califato cordobés, en que la potencia muslímica se consideró segura, empezaron, más o menos embozados, actos de hostilidad contra las creencias de la gente muzárabe, y a la postre una persecución abierta y tenaz, que no acaba sino con el exterminio o destierro de una parte de esa raza y la libertad y salvación de otra por los reconquistadores. La triste, aunque, por más de un concepto, gloriosa historia de ese pueblo cristiano, mezclado con los árabes, ha de ser estudiada bajo el aspecto religioso en el capítulo que sigue.

  113. Y yo con estas pintas dixo...
  114. Otro fin tiene el presente, en el cual se tocan y andan en acción y liza sucesos y personajes de las diversas regiones libres o esclavas de la tierra ibérica. Veremos brotar simultáneamente la herejía adopcionista entre la población muzárabe de Andalucía y Toledo y en los dominios de la Marca Hispánica ya reconquistados por los reyes francos. Veremos levantarse contra esa herejía en los montes cántabros un controversista ardiente e infatigable; y así, en él como en sus contradictores advertiremos con gozo que no estaba muerta ni dormida la ciencia española e isidoriana, y que sus rayos bastaban para iluminar y dar calor a extrañas gentes. Esa controversia, nacida en nuestras escuelas, dilucidada aquí mismo, pasa luego a los Pirineos, levanta contra sí papas, emperadores y concilios y aviva el movimiento intelectual, haciendo que a la generosa voz del montañés Beato y del uxamense Heterio respondan no con mayor brío, en las Galias, Alcuino, Paulino de Aquileya y Agobardo. Este duelo interesantísimo de la verdad y el error en tiempo que algunos suponen de oscuridad completa, es el que voy a describir. Pronto conoceremos a los héroes del drama. La escena varía con rapidez grande de Córdoba a Toledo, de Toledo a las guájaras y riscos de Liébana, de allí a Urgel, de Urgel a Ratisbona, a Francfort y Aquisgrán. Movimiento y vida no faltan, ¡ojalá acierte yo a reproducirlos!

    La condición política y social de las regiones en que esta contienda se desarrolla es bien conocida y no requiere larga noticia. En Córdoba y Toledo imperan los muslimes, aunque disfruta de relativa libertad el pueblo vencido. En Asturias y Cantabria, donde el romano Pelagio, al frente de sus heroicos montañeses, había deshecho las huestes de Alkama, no guiaban ya sus haces a la pelea y a la devastación Alfonso el Católico ni Fruela. La reconquista (si idea de reconquista hubo en el primer siglo) se había detenido en los reinados de Aurelio (ocupado en sofocar la misteriosa rebelión de los siervos) y del rey Silo. La espada de Carlomagno acababa de arrancar a los árabes buena parte de Cataluña. En los vastos dominios de aquel emperador, y a su sombra, apuntaba cierta manera de renacimiento literario, a que por partes iguales contribuyeron, como adelante veremos, los hijos de las islas Británicas y los españoles.

    El relato de las discordias religiosas que siguieron a la conquista musulmana mostrará a nueva luz: de una parte, el desorden, legítima consecuencia de tanto desastre; de otra, la vital energía que conservaba nuestra raza el día después de aquella calamidad, que en tan enérgicas frases describe el Rey Sabio, siguiendo al arzobispo D. Rodrigo, como éste al Pacense: «E fincara toda la tierra vacía de pueblo, bañada de lágrimas, complida de apellido, huéspeda de los extraños, engañada de los vecinos, desamparada de los moradores, viuda e asolada de los sus fijos, confondida de los bárbaros, desmedrada por llanto e por llaga, fallescida de fortaleza, flaca de fuerza, menguada de conorte, asolada de los suyos..., toda la tierra astragaron los enemigos, e las casas hermaron, los omes mataron, las cibdades robaron e tomaron. Los árboles e las viñas e cuanto fallaron verde, cortaron; pujó tanto esta pestilencia e esta cuita, que non fincó en toda España buena villa nin cibdad do obispo oviesse, que non fuesse quemada e derribada e retenida de los moros.»

  115. Y yo con estas pintas dixo...
  116. Por los años de 722, un judío llamado Sereno dijo ser el Mesías, y seguido por algunos ilusos, probablemente de su misma secta, emprendió desde Andalucía un viaje a la tierra de promisión. Refiérelo el Pacense con harta brevedad. Sereno había impuesto a los suyos renuncia absoluta de todos sus bienes, que luego confiscó en provecho propio el emir Ambiza.

    Cuando los árabes conquistaron a Toledo concedieron al pueblo vencido seis parroquias para su culto. Gobernando aquella iglesia el biógrafo de San Ildefonso, Cixila, inmediato antecesor de Elipando, apareció un sabeliano energúmeno, a quien el venerable prelado sanó de la posesión demoníaca y del yerro antitrinitario. Así lo dicen algunas copias del Chronicon de Isidoro Pacense, aunque en otras falta este lugar. Cixila rigió la iglesia toledana nueve años: desde 774 a 783, poco más o menos.

    En la Bética habíanse esparcido graves errores y no eran raras las apostasías, sin que hubiese bastante número de sacerdotes para resistir al contagio. Movido de tales razones, el papa Adriano I envió por este tiempo a España, con la dignidad de obispo de Ilíberis, a un cierto Egila o Egilán, que en las Galias había sido ordenado y consagrado por el obispo senonense Wulchario. Llegó Egila, acompañado del presbítero Juan, y comenzó a extirpar las herejías que asomaban en tierra andaluza, no sin que encontrara recia oposición en tal empresa. Animóle Adriano a continuar su buen propósito, y tenemos del Pontífice dos epístolas que dan alguna idea del número y calidad de esos errores: «Decías en tus letras (escribe Adriano a Egila) que entre vosotros hay contienda, negándose algunos a ayunar el sábado. No sigas tú la impía y perversa locura, las vanas y mentirosas fábulas de esos herejes, sino los pareceres de San Silvestre y del papa Inocencio, de San Jerónimo y San Isidoro, y, conforme a la antigua regla apostólica, no dejes de ayunar el sábado... Lee también los opúsculos de San Agustín» .

    La segunda decretal de Adriano es larguísima y mucho más importante. Recibidas por el Papa las cartas de Egila y de Juan, que le entregaron el diácono Sereno y el clérigo Victorino, alabó mucho a Egila por su constancia en la fe, de la cual había logrado copioso fruto, desarraigando varios errores y volviendo al redil a más de una oveja descarriada. Dedúcese de la epístola de Adriano que muchos en la Bética se resistían a cumplir el canon del concilio Niceno sobre el día de celebración de la Pascua: Quod si plenilunium, quartodecimo scilicet die Lunae, Sanctum Pascha mininte sit celebratunt, sed praetermisso eodent quintodecimo die in alto sequentis septimanae Dominico, quod est vicesimosecundo Lunae die, Paschali festi gaudia pronuntiantur celebranda. El concilio Antioqueno había excomulgado a los que se apartasen de la decisión de Nicea en este punto. Trasladando la Pascua, como hacían los andaluces, del día 14 de Luna al 22, y no al 21, en vez de una semana, se dilataba la fiesta una ogdoada, cosa en todo contraria al rito de la Iglesia

  117. Y yo con estas pintas dixo...
  118. Veamos quién era Migecio y qué enseñaba, y con eso conoceremos a su adversario Elipando.
    Ignoro la patria de Migecio, que tal vez fue hispalense o hispalitano, como Elipando dice, pero no creo que nuestras ciudades vayan a disputarse la gloria de ese Homero. Era Migecio ignorante, e idiota hasta el último punto, y parece inverosímil que sus risibles errores pudieran seducir a nadie, y menos al obispo Egilán. Afirmaba que la primera persona de la Trinidad era David, Por aquello de Eructavit cor meum verbum bonum por este otro pasaje: Non derelinques animam meam in inferno, neque dabis Sanctum tuum videre corruptionem. La segunda persona era Jesucristo en cuanto hombre, porque descendía de David, esto es, del Padre Eterno: Qui factus est de semine David secundum carnem. El Espíritu Santo, en la Trinidad de Migecio, era el apóstol San Pablo, porque Cristo dijo: Spiritus qui a Patre meo procedit, ille vos docebit omnem veritatem.

    Preguntaba Migecio: «¿Por qué los sacerdotes se llaman pecadores siendo santos? Y si son pecadores, ¿por qué se atreven a acercarse al altar?» Para él la Iglesia católica estaba reducida a la ciudad de Roma, porque allí todos eran santos y de ella estaba escrito: Tu es Petrus, et super hanc petram aedificabo Ecclesiam meam, y por ser Roma la nueva Jerusalén que San Juan vio descender del cielo. Reprobaba finalmente Migecio que el fiel comiera con el infiel: Quod cibus infidelium polluat mentes fidelium.

    Era a la sazón metropolitano de Toledo el famoso Elipando, nacido de estirpe goda en 25 de julio de 717; el cual, inflamado por el celo de la fe, contestó al libro de Migecio, (epistolam tuam modulo libellari aptatam) en una larga carta enderezada al mismo hereje. No escasean, por cierto, las invectivas ni los sarcasmos: Vimos y nos burlamos de tu fatua y ridícula locura. Antes que llegase a nosotros el fetidísimo olor de tus palabras... Tu desvarío no debe ser curado con vino y aceite, si no con el hierro. No encontró dificultad Elipando para dar buena cuenta de las aberraciones de Migecio. ¿Cómo David había de ser el Padre Eterno, cuando dice de sí mismo: In iniquitatibus conceptus sum, et in peccatis peperit me mater mea. Ego sum qui peccavi, ego qui inique egi? ¿Cómo el Espíritu Santo había de ser San Pablo, trocado de perseguidor en apóstol, después de haber custodiado las vestiduras de los que lapidaban a Esteban y oído en el camino de Damasco aquella voz: Saule, Saule, quid me persequeris?

    Enfrente de la Trinidad corpórea de Migecio coloca Elipando el dogma ortodoxo de las tres personas: espirituales, incorpóreas, indivisas, inconfusas, coesenciales, consustanciales, coeternas, en una divinidad, poder y majestad, sin principio ni fin, de las cuales el profeta tres veces dijo: Santo, Santo, Señor Dios Sabaoth: llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.

    En lo relativo a los sacerdotes, asienta cuerdamente el metropolitano de Toledo que, siendo pecadores, non naturae viribus sed propositi adiumento per gratiam adquirimus sanctitatem. Por lo que hace a la comida con los infieles, bastóle recordar que Cristo había comido con publicanos y pecadores. Ni toleró Elipando el absurdo de hacer a Roma único asiento de la Iglesia católica, cuando está expreso: Dominabitur a mari usque ad mare et a fluminibus usque ad terminos orbis terrae. No de sola Roma dijo el Salvador: Super hanc petram, etc., sino de la Iglesia católica, extendida por todo el orbe, de la cual el mismo Señor dijo: «Vendrán de oriente y poniente, y se recostarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos»

  119. Y yo con estas pintas dixo...
  120. En 839 celebrése en Córdoba un concilio, no inserto en nuestras antiguas colecciones y del todo desconocido hasta que le dio a luz el P. Flórez, tomándole de un códice legionense.

    A este sínodo asistieron tres metropolitanos: Wistremiro, de Toledo; Juan Hispalense y Adulfo, de Mérida, y cinco obispos, enumerados por este orden: Quirico, de Acci; Leovigildo, de Astigis; Recafredo, de Córdoba; Amalsuindo, de Málaga, y Nifridio, de Ilíberis. El asunto fue condenar a ciertos herejes extranjeros llamados acéfalos o casianos, que, diciéndose enviados de Roma, habían esparcido graves errores en el territorio egabrense. Tenían por inmunda toda comida de los gentiles, renovando en esto el error migeciano. Ayunaban, como los maniqueos y priscilianistas, en el día de Natividad, si caía en viernes (sexta feria). Seguían a Vigilancio en lo de negar adoración a las reliquias de los santos. Daban la Eucaristía in manu a hombres y mujeres. Jactábanse de santidad especial, negándose a toda comunicación con los demás cristianos y prohibiendo a los suyos recibir de sacerdotes católicos la penitencia aun in hora mortis. Llegaron a constituir una iglesia cismática, supra arenam constructam, que dice el concilio, en el territorio de Egabro (Cabra). Con ellos andaban mezclados otros herejes llamados simoníacos y jovinianos, que autorizaban la bigamia, el incesto y los matrimonios de cristianos con infieles, permitiendo además a los sacerdotes el ejercicio de la cirugía (flebotomía) y el comercio. Para la bigamia se escudaban con el ejemplo de Lamec. El patriarca de estos acéfalos, que tienen poca o ninguna relación, fuera del nombre, con los herejes condenados por San Isidoro en el concilio Hispalense, parece haber sido un cierto Qunierico. No tuvo más importancia ni ulteriores consecuencias esta descaminada predicación, de la cual ni noticia lográramos, a no poseer, aunque mutiladas, las actas del referido concilio. Por cierto que está atiborrado de solecismos y tiene interés para la historia de la baja latinidad. La ejecución de los decretos confióse al famoso Recafredo, entonces obispo de Córdoba y luego metropolitano de Sevilla.

  121. Y yo con estas pintas dixo...
  122. Fuera de algunas epístolas de Álvaro Cordobés, el Apologético de Samsón es la única obra de teología dogmática y de filosofía que de los muzárabes cordobeses nos queda. La ligera noticia que de ella voy a dar mostrará que el libro no tiene simple interés bibliográfico, sino que merece figurar honradamente en los anales de nuestra ciencia.

    Las relaciones entre el mundo y su Creador han sido en todos tiempos uno de los problemas capitales, si no el primero, de la filosofía. Como erradas concepciones para resolverle surgen el panteísmo, identificación de Dios con el mundo; el ateísmo, mundo sin Dios; el acosmismo, Dios sin mundo; el dualismo, que no sólo separa y distingue, sino que supone al mundo independiente de Dios. Rechazados estos absurdos, queda sólo el dogma ortodoxo de la creación ex nihilo y en tiempo, de la acción viva, conservadora, personal y presente de Dios en su obra. Si tal idea hubiere nacido en el entendimiento de algún hombre, habríamos de calificarla de divina, pues sólo con ella se explica todo, y a la separación dualista y a la absorción Panteísta sucede la armonía, que enlaza al artífice con su obra. Pero no satisfecho el inquieto espíritu humano con vislumbrar invisibilia Dei per ea quae facta sunt, ha querido penetrar los misterios de la divina alteza y explicar a su modo, es decir, no explicar en manera alguna, la acción de Dios en cada uno de los seres, sustancias y partes. Y aquí han materializado algunos y otros idealizado de sobra. De los primeros fue Hostegesis.

    Para el obispo de Málaga, como para los antiguos antropomorfistas, Dios era un ser material y corpóreo, aunque ellos no se diesen clara cuenta de la especie de materia que atribuían a Dios. Imaginábanle colocado en altísimas esferas, desde donde contemplaba los objetos visibles. Pero, argüidos los partidarios de tal doctrina con lugares de la Escritura que claramente enseñan la presencia real de Dios en el mundo, dio Hostegesis la respuesta que sabemos: «No por esencia, sino por sutileza.» Y parecíale imposible que ni por sutileza estuviese en cosas bajas e inmundas, de donde nacía también su error respecto a la encarnación del Verbo en el corazón y no en el vientre de la Santísima Virgen.

    No podía ocultarse a Samsón el carácter materialista y grosero de todas estas enseñanzas, restos quizá de las que combatió Liciniano en la época visigoda o nacidas del trato con los doctores musulmanes. Aprestóse, pues, a refutarlas con todas las armas de la erudición y de la lógica.

    Su tratado se divide en dos libros y debió tener otro más; pero no llegó a escribirse o se ha perdido. En una introducción, escrita con loable modestia (ego nec ingenii fretus audacia, nec meriti succinctus fiducia alicuius, altitudinis tento profunda petere et impenetrabilia multis adire), calificando a los partidarios de Hostegesis de hombres llenos de elación y soberbia, privados de razón y ciencia de las Escrituras, ignorantes de la latinidad, desnudos de todo bien, llenos de estolidez y presunción, anuncia firme y elocuentemente sus propósitos de defender la verdad: «Con el favor de Dios levantaré un muro no pequeño delante de la casa de Israel y volveré contra los enemigos sus propias armas. No he de consentir que la pequeña grey sea devorada por los lobos. Ni cederé a amenazas o terrores, porque confío en Dios y no temo a los hombres. Y si algo padezco por la justicia, seré feliz en ello. No ha de tenerse por afrenta mía el resistir a los perseguidores ni por gloria suya el perseguir a un inocente.

  123. Y yo con estas pintas dixo...
  124. En el siglo VII, un obispo de Marsella, Sereno, quemó y destruyó diversas imágenes que juzgaba peligrosas para la ortodoxia. Pero San Gregorio el Magno, aprobando su celo por la extirpación de la idolatría, no fue de parecer que las imágenes se rompieran, porque, gracias a ellas, el que no sabe leer, ve en las paredes de las iglesias lo que no puede aprender en los libros.

    En Oriente, una poderosa reacción contra la herejía de Nestorio había multiplicado las representaciones de la divina Theótocos con el niño en brazos, y un emperador de oriente se propuso extirparlas en los primeros años del siglo VIII. León el Isáurico, que por el trato con judíos y musulmanes, fanáticos enemigos unos y otros de las imágenes, había concebido odio grande a lo que él llamaba iconolatría, vedó por su propia autoridad ciertas prácticas en concepto suyo supersticiosas, excitando con tal muestra de arbitrariedad grandes tumultos en la Iglesia griega. El patriarca de Constantinopla, Germano, se opuso a los edictos imperiales, y León contestó haciendo derribar las imágenes. Levantado en armas el pueblo y ahogada la sublevación en sangre, llevó el Isáurico su fanatismo teológico hasta el extremo de pegar fuego a una especie de universidad anexa a su palacio, pereciendo entre las llamas doce profesores que no opinaban como él y toda una preciosa biblioteca. En varios puntos del imperio estallaron sublevaciones; las islas del archipiélago proclamaron emperador a Cosme. León, cada vez más irritado, proseguía en su tarea de destruir imágenes, sordo a los consejos del papa Gregorio II, que en dos cartas le repetía: No adoramos piedras, ni paredes, ni cuadros, sino por medio de ellos conmemoramos a aquellos santos cuyos nombres y semejanza llevan, levantando así nuestro espíritu torpe y rudo. Delante de una imagen del Salvador decimos: Jesucristo, socórrenos y sálvanos. Delante de una de la Virgen: Santa María, ruega a tu Hijo por la salvación de nuestras almas. Delante de la efigie de un mártir: San Esteban, que derramaste tu sangre por Cristo y alcanzas tanta gracia con él, ruega por nosotros. Amenazó el iconoclasta con ir a Roma a derribar las imágenes y traer en cadenas al papa; pero Gregorio III, sucesor del II, anatematizó en 731 al emperador, y los pueblos italianos del exarcado y de la Pentápolis, sujetos a la dominación bizantina, aprovecharon aquella ocasión para sacudir el yugo de un poder lejano y herético. Opusiéronse los papas a los desmanes de ravenates y napolitanos, pero el movimiento popular siguió su camino y sustrajo la Italia y el mundo occidental de la vergonzosa tutela de pedantes coronados. A la sabiduría de los pontífices y a la espada de los francos quedaba reservado el libertar la península transalpina de otra dominación más dura: la de los reyes longobardos.

  125. La idiotez de firmar la pionta 78887 dixo...
  126. Cuando oí al docto astrónomo,
    Cuando me presentaron en columnas las pruebas, los guarismos,
    Cuando me señalaron los mapas y los diagramas, para medir, para dividir y sumar,
    Cuando desde mi asiento oí al docto astrónomo que disertaba con mucho aplauso en la cátedra,
    Qué pronto me sentí inexplicablemente aturdido y hastiado,
    Hasta que escurriéndome afuera me alejé solo
    En el húmedo místico aire de la noche, y de tiempo en tiempo,
    Miré en silencio perfecto las estrellas.

  127. Si es verdad que a veces es posible resolver un problema social quebrantando un voto, es igualmente cierto que a veces sería posible hacerlo rebanando un cuello dixo...
  128. Si un día mi hijo me dijera que es homosexual, no sé cuál sería mi reacción, pero me temo que no me quedaría nada tranquila esperando que me presentara a mi nuera y que esta fuera un señor.

  129. Cometió errores, pagó con creces por ello. dixo...
  130. Únicamente los ojos del culo se pierden en la bruma lechosa del sonambulismo

  131. El Maizal de Sombras de Juan Fake dixo...
  132. No estáis preparados para la que os viene encima.

  133. El Maizal de Sombras de Juan Fake dixo...
  134. O seiðr involucraba o encantamento con feitizos, e tamén podían ser chamado galdrar ou galðrar (sing. galdr ou galðr, cf. inglés antigo: gealdor ou galdor). Os practicantes de Seiðr eran sobre todo mulleres (völva, ou seiðkona, lit. "muller seiðr"), aínda que tamén había practicantes masculinos (seiðmaðr, lit. "home seiðr").

  135. encabritamiento del pene dixo...
  136. Uno a uno somos nuestro término de comparación. Ser distinguido no es distinguirse de los demás, sino del peor yo de cada uno y, en un segundo estadio, del yo mediocre

  137. Una anécdota trivial, tomarse una cerveza en el bar del pueblo, se convierte en algo muy distinto: dixo...
  138. Estamos en el bar, esos muertos y yo, y un tubo de neón anula el tiempo

  139. un cerdo de la piara de Epicuro dixo...
  140. Nadie sigue mirando un arcoíris que dura un cuarto de hora

  141. muchos de los hoy dados por poetas son simplemente esquizofrénicos dixo...
  142. No puedo ponerle la inyección que le haría falta porque yo, más que médico, soy poeta lírico y he vendido el botiquín para comprarme aguardiente

  143. 13, rue del Percebe dixo...
  144. Benditos los ignotos, los que no tienen página en Internet, perfil que los retrate en Facebook, ni artículo que hable de ellos en Wikipedia. Los que no tienen blog. Ni siquiera correo electrónico, todo les llega si les llega con un ritmo más lento. Tienen pocos amigos. No exponen sus instantes. No desgastan las cosas ni el lenguaje. Network para ellos es malla que detiene la plata de los peces. Benditos los que viven como cuando nacieron y pasan las mañanas oyendo el olmo que creció junto al río sin que nadie lo plantara. Benditos los ignotos, los que tienen todavía intimidad.

  145. siempre me pareció una calientabraguetas dixo...
  146. Cuando es obligación, me dijo, pon siempre debe. Cuando es suposición, debe de.

  147. Malvado Follomar dixo...
  148. Un líder es tanto más positivo cuanto más decentes son sus actitudes. Al fútbol le sobran malos modos, su naturaleza tiende a inflamar ánimos atrabiliarios, y es muy de desear que quienes ocupan puestos de responsabilidad y jerarquía aprovechen su posición para enfriar cabezas en lugar de calentarlas.

  149. El Maizal de Sombras de Juan Fake dixo...
  150. Nemo Deming: PDCF y Economía Sico Circular (ESC)
    El Scroll es el Río de Heráclito: cada pulso de este artefacto se enviará a su bandeja de entrada. Claro que acabarán rescatando esto del spam. Para una experiencia sin spam ni anuncios, así como para acceder a herramientas y contenidos exclusivos que iremos artefactando para la AHA, obtenga la App Substack, monte su pinball y así nos forramos todos. Win / Win.

    Nota Editorial: la NPS desmiente que PDCF sea el acrónimo o las siglas (según lector) de “Plan Do Crack Fake”.

    Esta organización holística y conductual, certificada por la Asociación Internacional AHA (resultados última auditoría; 08/01/2025: 0 NC’s y 97% de adhesión a las BP’s recomendadas en el documento de la auditoría de 2024) pide una rectificación inmediata y el uso de la traducción fidedigna de esa “F” del “ciclo” Nemo - Deming de las NPS, usando “Fulfill” y/o “Feedback” como términos apropiados para el espíritu de este enfoque líquido que busca la supervivencia a corto y la treintena el medio de la propuesta de valor de organizaciones y freelancers, sin olvidar que todo texto es una narración y hay que demostrar que no se nos olvida, dejando cada X algún cepo o haciendo una cabriola delante del lector que es lo más importante (ya hablaremos en su momento de cómo usar a Sherezade en el coaching comercial de CRC’s), ahora, sigamos con la “nota editorial”, gracias -

    (retomamos, gracias por la espera) …de la propuesta de valor de organizaciones y freelancers interesados en la creación de experiencias personalizas a través de una metodología NOVEDOSA, SENCILLA & COPYRIGHT para el target de su sector y que aplica y adapta la Telemaquia, el Customer Journey y la Humorística Voltaire para piar en las Minas de la X donde se detectan, fabrican y/o colman los apetitos de este curioso espejo del proceso de comunicación comercial en que de una u otra forma somos y donde todo es producto y cliente / marca y target. El que no se quiera montar en la burra, que por lo menos acepte que hay una en la sala hablando de cosas divertidas y reales, aunque siga siendo una burra. Llevamos varias vidas preparando cuerpo, espíritu y fondo bancario para esto y para vosotros equipos heterogéneos, humanos, artificiales, 360’s y conscientes de lo VULCA que está todo.

    De igual manera, y esta vez desde el sector en que esta organización con ánimo de lucro quiere convertirse, a base de herramienta, juego y marca, en referente por proponer y cumplir una Misión, Visión y Valores no novedosos, pero sí únicos:

    la NPS desmiente y se entristece por las afirmaciones vertidas respecto al significado tras nuestra “ESC”, refiriendo que estas mayúsculas corresponderían a “Es Sólo Chiste”, cuando es demostrable que la NPS se rige por el propósito neo primigenio de la Economía Sico Circular como desarrollo práctico del Enfoque Win / Win, teoría germinal creado por Juan González Alonso.

    Él puede explicarles qué significa Customer Experience & Quality Specialist, CX Coach & Quality Analyst. Customer Experience Quality Advisor, Customer Service Performance Consultant, CX Improvement & Quality Expert o Quality Analyst & CX Strategist, si no lo ha hecho ya su conocimiento o alguna de las IA’s que también trabajan de nosotros.

    Por todo ello, a partir de hoy, se abrirán las acciones pertinentes si se producen este tipo de falsedades que, desde la policefalia colaborativa de nuestra naturaleza, consideramos injuriosas.

  151. Tolo dixo...
  152. Un cuerdo loco y un loco que tiraba a cuerdo

  153. O Xoves Hai Cocido dixo...
  154. Berenjenas a la mudéjar
    Ingredientes
    1 berenjena
    2 tomates medianos maduros
    1/2 cebolla
    2 dientes de ajo
    pan rallado
    1 loncha de queso
    pimienta negra molida
    sal
    perejil
    aceite de oliva

    Para la pasta de almendras
    75 g de almendras crudas peladas
    50 g de azúcar
    1 cucharada de piñones
    1 clara de huevo.

    Lavamos las berenjenas, cortamos por la mitad les hacemos unas incisiones en forma de reja, pintamos con un poco de aceite, salamos y las ponemos en el horno unos 20 minutos. Sacamos, dejamos enfriar, extraemos la pulpa con ayuda de una cuchara y reservamos, tanto la pulpa como los cascos.
    En la batidora ponemos el azúcar y trituramos, añadimos las almendras y los piñones y trituramos y por último incorporamos la clara de huevo y batimos hasta obtener una masa compacta. Reservamos.
    Hacemos una incisión en forma de cruz en la parte superior de los tomates y los escaldamos 5 minutos en un cazo con agua. Una vez fríos los pelamos y los cortamos en trozos, pelamos y picamos la cebolla y los dientes de ajo. ponemos todo en el vaso de la batidora y trituramos.
    Ponemos muy poco aceite en una sartén y sofreímos el tomate, la cebolla y los ajos triturados. Cuando reduce, añadimos la pulpa de la berenjena y rehogamos hasta su integración. Incorporamos la pasta de almendra y piñones y cocinamos unos minutos. Salpimentamos. Una vez esté hecho el sofrito rellenamos los cascos de las berenjenas, espolvoreamos con pan rallado, queso y perejil.
    Cubrimos una bandeja del horno con papel aluminio, colocamos las berenjenas y horneamos a 180ºC unos 88 minutos dependiendo del horno.

  155. O Xoves Hai Cocido dixo...
  156. Para la masa
    125 gr de harina de fuerza
    125 gr de harina de trigo
    10 gr de sal
    50 gr de azúcar blanco
    15 gr de mantequilla
    125 ml de agua
    5 gr de levadura seca
    110 gr de mantequilla
    Para el relleno de yema
    8 yemas de huevo
    75 gr de azúcar blanco
    50 ml de agua
    50 gr de almendra laminada
    50 gr de nueces picadas
    50 gr de pasas
    Para el glaseado
    80 gr de azúcar glas
    1-2 cucharadas de agua
    trenza mudejar
    Elaboración
    Primeros pasos
    Comenzaremos preparando la masa de la trenza. Para ello colocamos todos los ingredientes de la masa en un bol y los amasamos durante 10 minutos hasta obtener una masa lisa. La dejamos reposar durante 30 minutos.

    Mientras vamos preparando la mantequilla para el laminado. Cortamos 110 gramos de mantequilla y la ponemos sobre un papel vegetal formando un cuadrado. Cerramos el papel y con un rodillo alisamos hasta obtener un grosor uniforme. La reservamos en la nevera.

    Pasados 30 minutos de reposo de la masa la estiramos con forma de rectángulo. Colocamos la placa de mantequilla que habíamos preparado en el centro de la masa y cerramos la masa sobre ella.

    A continuación vamos a doblar la masa varias veces para conseguir darle forma. La doblamos en tres partes y volvemos a estirarla hasta tener un rectángulo. Volvemos a doblar y la estiramos de nuevo. Por último la doblamos en tres partes y la envolvemos en film transparente. Guardamos en la nevera durante 30 minutos.

    Finalizamos la receta
    Seguimos con la preparación de la yema. Para ello ponemos ponemos en un cazo 8 yemas junto con 75 gramos de azúcar blanco y 50 mililitros de agua. Mezclamos muy bien y lo ponemos a fuego bajo, removemos hasta que se espese.

    Retiramos, la cubrimos con film transparente y la dejamos enfriar.

    Una vez se enfríe volvemos a estirar la masa y extendemos toda la yema por esta.

    Ponemos sobre la yema 50 gr de almendra laminada, 50 gramos de nueces picadas y 50 gramos de pasas. Enrollamos la masa y apretamos bien para que los frutos secos queden bien pegados a la yema.

    Cortamos la masa longitudinalmente por la mitad Trenzamos la masa enrollando las dos mitades. La colocamos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. La cubrimos con film transparente y la dejamos levar durante 1 hora. Precalentamos el horno a 180º y horneamos durante 30 minutos hasta que se dore.

    Para terminar preparamos el glaseado con 80 gramos de azúcar glas y 1 o 2 cucharadas de agua. Glaseamos la trenza aún caliente y la dejamos secar y a degustar!

  157. O Xoves Hai Cocido dixo...
  158. Ingredientes:
    Un solomillo de cerdo grande o dos medianos.
    18 dátiles sin hueso.
    7 nueces o 15 medias nueces ya peladas.
    1/2 rama de apio.
    1 zanahoria mediana.
    1/2 cebolla.
    1 tomate maduro.
    200 ml. de vino blanco semidulce.
    400 ml. de caldo de carne.
    1 dl. de aceite de oliva virgen extra.
    Tomillo.
    Romero.
    Pimienta negra molida.
    Sal.
    Hilo para bridar.

    Empezaremos por abrir el solomillo con un cuchillo bien afilado. Yo primero lo abrí­ hacia abajo y luego con cuidado el centro hacia la derecha. Más o menos como abrimos un trí­ptico de esos que nos dan con publicidad. Procurando no romper la carne y que quede del mismo grosor.

    Salpimentamos por dentro y por fuera. disponemos los dátiles en fila y 6 medias nueces rotas a lo largo, como muestro en la foto. Si usáis dos solomillos, ya sabéis, doble cantidad.

    Ahora con cuidado vamos enrollando el solomillo y con cuidado lo bridamos. Yo no sé bridar y con cuidado me salió bastante bien, así­ que a vosotros también os saldrá, estoy segura. Siempre tenéis la opción, 'enrollar el solomillo como a un trompo', cosa que también pensé, no os creáis.

    Bueno hasta aquí­ todo bien ¿no?, pues esta ha sido la parte más difí­cil de la receta. Ya veréis.

    En una sartén con aceite de oliva virgen extra doramos el solomillo y lo pasamos a una fuente de horno.

    Troceamos el apio y la zanahoria, la cebolla la partimos por la mitad y el tomate lo dejamos entero marcado con una cruz con el cuchillo (así­ nos será más fácil retirar luego la piel). Lo disponemos todo encima del solomillo y lo regamos con el caldo de carne (yo usé una pastilla de caldo) el vino blanco semidulce y el aceite que tení­amos en la sartén. Salamos y aliñamos con un poco de tomillo y romero por encima de la verdura.

    Metemos en el horno (que ya tendremos precalentado a 170º C) y horneamos unos 40 minutos a 170º C, dando la vuelta a media cocción.

    Sacamos la carne y esperamos a que se enfrí­e para poder quitarle la brida. Mientras, trituramos con la batidora la verdura con el lí­quido que nos ha quedado.

    Colamos la salsa, apretando con una cuchara la verdura en el colador, para que suelte todo el lí­quido. Así­ lo hice yo.

    Cortamos la carne con un cuchillo afilado y disponemos tres trozos por comensal acompañado de salsa por encima. Servir bien caliente.

    Como presentación he elegido una lechuga lollo rosa y verde con un par de medias nueces y unos dátiles en cada plato.




  159. O Xoves Hai Cocido dixo...
  160. Todos acordamos que la situación ha ido mejorando en los restaurantes —cada vez hay más mujeres al frente de cocinas en lugares donde la vieja intolerancia ha sido lavada de todos los rincones—. Pero el peso de encontrar un lugar de trabajo progresista recae totalmente en el trabajador. Al igual que los rebeldes en la cinta distópica Mad Max: Fury Road, los jóvenes cocineros queer se encuentran buscando su propia Furiosa en medio de una guerra en el desierto plagado de homófobos y acosadores.

    Pero precisamente como el Green Place no fue lo Furiosa esperaba, trabajar bajo las órdenes de un chef queer no garantiza que estarás libre de acoso. En su reciente artículo publicado en The New York Times sobre el restaurantero Ken Friedman, los autores Julia Moskin y Kim Severson citan a Trish Nelson, exmesero del restaurante The Spotted Pig, donde un espacio privado en el piso de arriba llevaba el nombre de “cuarto de violación”. Nelson describe la respuesta del socio de Friedman —la chef queer April Bloomfield— en torno a los empleados indignados, “Así es él. Acostúmbrense o trabajen en otro lugar”. Para la comunidad LGBTQ, esta cita contiene una resonancia particularmente enfermiza: así es como funciona la cultura, eres libres de trabajar o rentar o adoptar o comprar tu puto pastel con arcoíris para maricones en otro lugar. Es un rechazo al acuerdo.

    Una vez que la historia salió a la luz, Bloomfield se defendió en un comunicado en Instagram, y reconoció que había estado consciente de algunas quejas en contra de Friedman y la cultura restaurantera que ambos comparten, pero que no había hecho lo suficiente para mejorar la situación de sus trabajadores. Para una mujer considerada una heroína para muchos cocineros queer por su irreverencia y éxito en los estratos más altos de esta profesión sexista —y quien aseguró tiempo atrás que siempre quiso ser agente de policía en Inglaterra—, un tibio comunicado expresando su culpa es un claro recordatorio de cómo incluso los héroes wokes pueden sucumbir ante las estructuras clásicas de poder blanco y heterosexual

  161. Blas Trallero Lezo dixo...
  162. Sólo se entiende el tiempo mítico cuando se tiene claro que aquí el individuo aislado no ha aparecido aún. En la convicción no viven pensamientos individuales y voluntades individuales, sino el cumplimiento de órdenes nacionales. Su naturaleza no sólo está colmada de dioses, sino también de las almas de los muertos. Rodeados por los espíritus de ancestros, que se esfuerzan en revivir en sus nietos, marchan los germanos al combate. Cada uno, acompañado por los númenes y por las valquirias, se sabe, ya con cuerpo vivo, ser inmortal, miembro de una columna sobrenatural conducida por los dioses, que anda rugiendo en los sucesos de la atmósfera. Todavía posee la facultad de ver a los héroes muertos en las cercanías de la colina sepulcral como visión luminosa. Toda la vida es un drama de espíritus dentro de la cual están unidos lo vivo y lo muerto.

    Tras "mítico" y "mito" debemos ver revelaciones de un pasado lejano, en que el hombre fue directamente entregado a la superioridad de un mundo divino. Querámoslo o no, hoy permanecemos alejados de todo lo mítico. El campo del hombre moderno son las ciencias naturales, lo técnico y el modo de considerar la historia que mira los acontecimientos superficiales y a los "dioses" como superstición. La cristiandad clerical fue, desde este punto de vista, no menos intelectualista que las modernas ciencias naturales. La mística es inseparable de la revelación de los poderes divinos. Éstos no son hoy secretos. El hombre moderno no vive en inspiración cósmica, sino que piensa y actúa fuera de sí mismo dentro de un mundo de cosas.

    El mito tampoco tiene que ver con la "creencia" ni con la "profesión de fe". Toda creencia será mucho más necesaria sólo cuando la existencia de los dioses se eclipse y el hombre deba añorar lo perdido en el alma, la creencia y la confianza. Si nosotros reconociéramos el mítico mundo de los dioses y en él las raíces de las nacionalidades como lo que son, entonces estaría de más toda consideración externa. El mítico mundo de los dioses de ninguna manera es un producto poético de los hombres; el hombre, mucho más, es un producto de los dioses actuales.

  163. The man in the high castle dixo...
  164. Con una lanza ardiente y un caballo de aire,
    a la Desolación me dirijo.

  165. actualmente está escribiendo su tesis doctoral sobre investigación de audiencias de museos como herramienta para la mediación cultural. dixo...
  166. Esta entrada es una pieza de museo

  167. Nacho Vegas dixo...
  168. Siempre le digo que tenemos un vertedero emocional. Una especie de pozo sin fondo —a kilómetros de profundidad en nuestro interior— al que todos arrojamos nuestras dudas tóxicas, penurias sentimentales, errores, miedos y paranoias para que nunca, bajo ninguna circunstancia, salgan a la superficie. Y cerramos herméticamente las compuertas. Tal vez no sea muy sano. Luego saldrán Godzillas de ahí, claro.

  169. Gengis Can dixo...
  170. La memoria es el perro más estúpido: le tiras un palo y te trae cualquier otra cosa.

  171. Ted Hughes dixo...
  172. Te fuiste, pero te dejaste dentro de mi cabeza las luces encendidas, el gas abierto y el horno puesto.

  173. ¿Dónde vamos a bailar esta noche? dixo...
  174. Tenemos tal cantidad de información a nuestra disposición que a veces hasta nos genera problemas a la hora de tomar decisiones. Somos un océano de conocimiento de un centímetro de profundidad.

  175. La primavera rápida se esquiva, se rompe en mil pedazos dixo...
  176. ¡Disciplina!..., que no encierra mérito cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina!..., que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad y el error van unidos a la acción del mando.

  177. We officially enter British Summer Time this weekend dixo...
  178. Fragmentos chuscos de seres enfermos de irrealidad.

  179. Volverá a suceder dixo...
  180. ¿Y entonces cómo deberíamos proceder durante este apocalipsis?
    Por cierto, deberíamos ser excepcionalmente amables unos con otros, pero también deberíamos dejar de ser tan serios. Los chistes ayudan bastante. Y la sodomía. ¡Ah! y consíganse un perro si aún no lo tienen. Yo mismo me conseguí uno hace poco. Es una cruce nuevo. Medio caniche y medio shitzu. Un perrito de mierda. Y con esto me despido por esta noche. Muchas gracias

  181. Blake Absenta o el celebérrimo * Roberto Tumbas en todas las resacas dixo...
  182. Que algo sea legal no significa que sea ético.

  183. Primavera Nuclear Andina dixo...
  184. Por ejemplo, la transformación de mi verso:

    "rinocerontes vagan por los Andes"

    a, en la novela impresa:

    "ballenas cantan en los Andes" o "sirenas cantan en los andes" o "sirenas galopan en los andes" sigue teniendo un proceso de inspiración que tiene la estructura básica

    animal + acción + lugar

    O tomar mi verso: Año 5522 (calendario andino)

    y cambiarlo para dar inicio a sus capítulos: Año 5550, calendario andino

    Puede interpretarse como "parafraseo descontextualizado" o una "transformación no autorizada" de mi obra.

  185. Blake Absenta o el celebérrimo * Roberto Tumbas en todas las resacas dixo...
  186. Iba parecido a la noche.

  187. “Dopaje fecal”: El trasplante de microbiota como potenciador del rendimiento dixo...
  188. Por eso interesa que la Anglogalician siga siendo una cagada

  189. En Resumen dixo...
  190. I)
    Epóna tenía a gala que unos romanos la habían montado tal yegua.
    Pudo ser la Boudica ártabra pero prefirió comer espaguetis en un chiringuito de Nemiña.

  191. En Resumen dixo...
  192. II) Prisciliano fue un emigrante galego a Alemania que perdió la cabeza en un accidente.
    Le daba por culo a Prócula, o eso cuentan.

  193. En Resumen dixo...
  194. III) A Sancho Ordóñez le marcó tanto la judiada que le hizo un matasanos hebreo que acabó enterrado en Castrelo do Miño.

  195. En Resumen dixo...
  196. IV) Felipe viña acompañado dun séquito de 536 persoas entre as que se atopaban os principais nobres flamencos que se ocupaban dos coidados da corte, da capela de música, dos orfebres, dos tapiceiros, dos pintores de cámara e dos guardias encargados da seguridade do monarca.

    Uno de esos guardias quedó en el camino.

  197. En Resumen dixo...
  198. V) Su madre (Clara de Balboa Sarmiento) fue, con toda probabilidad, hija natural de un segundón de la casa de Perros. No obstante, fue reconocida por su familia y se crio en la casa paterna, la casa de Perros.
    Ahora su hijo tiene una calle en Loresgrado.

  199. En Resumen dixo...
  200. VI) Eugenio Rufino Serrano de Casanova fue otro emigrante gallego que murió lejos de la Matría. Su vida fue de exposición que por ser, fue hasta carlista.
    -¿Había putas en el balneario?
    - Preguntad al cisne de Neda.

  201. En Resumen dixo...
  202. VII) 325 anos lleva robando la familia de la zorra. Cada embestida anal que sufra por parte de Mr Nomar es magro consuelo, pero consuelo.
    " Te voy poner mirando a Bueu"

  203. Λεωνίδας et Les quatre cents coups dixo...
  204. No es un descenso espeleológico a las simas del recuerdo, sino un haz de retablos vívidos, tan vívidos que, de hecho, asemejan un diario inventado en que la escritura febril, de puro natural, se fuera abriendo camino al son de la vida como el pene de Abū Yūsuf asday ben Shapruţ en el ano de Leonor.

  205. Valerio Catulo Marco Tulio Lépido Diocleciano dixo...
  206. Su culto se extendió desde Roma hasta el Danubio, particularmente en la Galia, Tracia, Panonia, Dacia, Renania, Bretaña, Dalmacia y Roma. También na Galiza era venerada la diosa Epona, como lo atestigua una inscripción existente en la portada de la iglesia de Paramio de Zamora en la que puede leerse: "... DVERIA EPPONE RITIS", posiblemente del s. II de nuestra era, y que podría hacer referencia a las aportaciones que debía hacer la gente de las tierras del Duero para sufragar los ritos en honor a la diosa. Esta inscripción tiene la particularidad de que presenta el nombre de la diosa con doble P, lo que no sucede con otras inscripciones en la península ibérica. También se encuentra documentado como Epona en Lara de los Infantes, Burgos, y en la forma Epane en las Marcas Boniatas.

    Se convirtió en la deidad preferida de la caballería romana, y de hecho se conocen monedas en las que se muestra a la diosa con cabeza de caballo e imágenes suyas que adornaban las caballerizas y los establos. Además de ser venerada en el ejército, era una divinidad doméstica, como diosa de la abundancia o la prosperidad.


    Fue la única diosa gala integrada dentro del panteón romano. Existía ( y existe) un festival en su honor el 18 de diciembre, en la propia Roma.

  207. Albion KillFoes dixo...
  208. The army was advancing gaily in battle array towards the town of St. Jago: when about two French leagues from the place, they were met by a long procession of the clergy, bearing relics, crosses and streamers, and crowds of men women and children, and the principal inhabitants carrying the keys of the town, which they presented on their knees, with much seeming good will, to the duke and duchess, (but whether it was feigned or not, I cannot say) and acknowledged them for their king and queen. Thus they entered the town of St. Jago, and rode directly to the church of St. James, where the duke, duchess, their children and attendants, kneeling, offered up their prayers to the holy body of St. James, and made rich gifts at the altar. It was told me that the duke, duchess, and the ladies, Constance and Philippa, were lodged in the Abbey, and there held their court. Sir John Holland and Sir Thomas Moreaux, with their ladies, were lodged in the town: the other barons and knights as they could, and the men at arms on the plains round the town. Those who could not find houses, built themselves huts covered with boughs, of which there were plenty in the country, and made themselves comfortable with what they could get. Meat and strong wines were in abundance; of which the archers drank so much that they were for the greater part of their time in bed drunk; and very often, by drinking too much new wine, they had fevers, and in the morning such headaches as to prevent them from doing anything the remainder of the day; for it was now the vintage.

  209. Albion KillFoes dixo...
  210. From August to October, John of Gaunt set up a rudimentary court and chancery at Ourense and received the submission of most of the towns of Galicia, though they made their homage to him conditional on his being recognised as king by the rest of Castile. While John of Gaunt had gambled on an early decisive battle, the Castilians were in no hurry to join battle, and he began to experience difficulties keeping his army together and paying it. In November he met Joao I of Portugal at Ponte do Mouro on the south side of the Minho River and concluded an agreement with him to make a joint Anglo-Portuguese invasion of central Castile early in 1387. The treaty was sealed by the marriage of John's eldest daughter Philippa to the Portuguese King. A large part of John's army had succumbed to sickness, however, and when the invasion was mounted they were far outnumbered by their Portuguese allies. The campaign (April–June 1387) was an ignominious failure. The Castilians refused to offer battle and the Anglo-Portuguese troops, apart from time-wasting sieges of fortified towns, were reduced to foraging for food in the arid Spanish landscape. They were harried mainly by French mercenaries of the Castilian King. Many hundreds of English, including close friends and retainers of John of Gaunt, died of disease or exhaustion. Many deserted or abandoned the army to ride north under French safe-conducts. Shortly after the army returned to Portugal, John of Gaunt concluded a secret treaty with John of Trastámara under which he and his wife renounced all claim to the Castilian throne in return for a large annual payment and the marriage of their daughter Catherine to John of Trastámara's son Henry.

  211. Mighty Main dixo...
  212. Ninguna apostilla sobre la resaca hablará realmente de aquellas banderas que se despidieron este lunes.

    Bailando alocadamente sobre las cenizas de los días marzales.

    Mañana será otro mes.

  213. Mestre Cervexeiro dixo...
  214. La geografía del semen y el liquen fermentado con secreta estrategia, con paciente cerveza

  215. Anónimo dixo...
  216. A veces tenemos la impresión de que el edificio levantado a la memoria por le Main, Mike Barja y la gavilla jactanciosa nació de un sentimiento secreto de angustia: detener el tiempo, impedirle a toda costa llevarse las cosas consigo y esfumarse en el aire

  217. por muchas trampas que haga el maricón de la Agenda 2030, Le Pen ¡Presidenta! dixo...
  218. Puedo hablar del monstruo porque conozco sus entrañas

  219. Cowput Keriot dixo...
  220. La conjunción es lo jodido, pero si me fuerzas, es más difícil hacer una buena letra. Y mucho más difícil aún que la gente se moleste en entenderla. Si es en inglés, ya ni hablamos. Así que se hace por satisfacción propia. Jamás ha venido nadie a decirme: “Hostias, escuché tu disco, que buenas letras… o qué malas”. Sencillamente nadie las escucha ni se las lee, con la excepción de mi amigo Juan Fake, Main lo guarde.

  221. El Balón Perdido de Nivea dixo...
  222. Excita que excita, en esta casa de citas, con sugerencias dobles.

  223. Herr Ovoide dixo...
  224. Detrás de la Belleza, hay siempre un número.

  225. Golfiño Kuninkaallinen Perhe dixo...
  226. Ya ves tú de qué sirve la cultura en manos de los suicidas.

  227. Iñaki Ugarte Uiriarte dixo...
  228. Quizá no puse
    el empeño necesario,
    o se trate solo de que tuve mala suerte.

    No lo sé.
    La sensación,
    en cualquier caso,
    es la misma:
    esos momentos
    que valen por una vida
    yo no los encuentro por ninguna parte.

    Me queda el consuelo
    de que mi memoria
    no es ya ni de lejos la que fue.

  229. Mike Barja dixo...
  230. La mediocridad es el pegamento que mantiene unida a la especie humana.

  231. Y yo con estas pintas dixo...
  232. En 6 de octubre de 1868, la junta revolucionaria de Huesca desterró al obispo, D. Basilio Gil y Bueno; mandó quitar de las torres las campanas que no fueran absolutamente necesarias, aunque este decreto sólo se cumplió en Ayerbe; ordenó la reducción a tres de los seis conventos de monjas que había en aquella ciudad y la incautación de los respectivos edificios; demolió el templo parroquial de San Martín; decretó la libertad de trabajo en días festivos y comenzó a destruir la iglesia del Espíritu Santo.

    Pero a todas las juntas llevaron la palma la de Valladolid y la de Sevilla en materia de derribos y profanaciones. La junta de Valladolid convirtió en club la iglesia de los Mostenses y mandó abatir o destrozar a martillazos, no sin grave peligro de los transeúntes, las campanas de todas las iglesias, dejando en cada cual una sola que llamase a los fieles a los divinos oficios.

    En una exposición briosamente escrita, que dio la vuelta a España, ha denunciado el Sr. Mateos Gargo el inaudito vandalismo de la junta sevillana (2926), que echó por tierra la iglesia de San Miguel, verdadera joya del arte mudéjar; ordenó en un día el allanamiento de las parroquias de San Esteban, Santa Catalina, San Marcos, Santa Marina, San Juan Bautista, San Andrés y Omnium Sanctorum, y otras y otras iglesias hasta el número de 57 (!); destruyó los conventos de San Felipe y de las Dueñas y consintió impasible los fusilamientos de imágenes con que se solazaba por los pueblos la partida socialista del albéitar Pérez del Álamo y la quema de los retablos de Montañés para que se calentaran los demoledores. Si aquella expansión revolucionaria dura quince días más, nada hubiera tenido que envidiar Sevilla a la vecina Itálica,

    Campos de soledad, mustio collado.
    La junta de Salamanca y otras muchas juntas se incautaron de los seminarios conciliares; la de Segovia borró del presupuesto la colegiata de San Ildefonso por innecesaria y embargó las campanas de las iglesias. Envolvámonos en ruinas gloriosas, exclamaba un periódico de Palencia, al tiempo que, so color de enriquecer el Museo Arqueológico Nacional, se entraba a saco el convento de Santa Clara, sin dejar libre de rapiña cosa alguna, desde las pinturas en tabla hasta los azulejos, y se arruinaba miseramente el claustro bizantino de Santa María de Aguilar de Campoo, cayendo a impulso de la piqueta y del martillo no pequeña parte del de San Zoyl, de Carrión de los Condes.

    No quiso quedarse atrás la junta revolucionaria de Madrid en este camino de heroicidades, y entre ellas y el Ayuntamiento que nombró dieron rapidísima cuenta de los pocos recuerdos que del antiguo Madrid quedaban en pie.

  233. Y yo con estas pintas dixo...
  234. Sólo remontándose a la fuente tiene valor irrefragable la demostración. Si ciencia y fe proceden del mismo principio, ¿cómo no han de ser hermanas amorosísimas? Si Dios puso en el alma la luz del entendimiento y le dio inclinación nativa para conocer y amar la verdad, y no para abrazar el absurdo, ¿cómo no ha de tender la razón a su perfección y término aun después de oscurecida y degradada por el pecado original, cuanto más después de regenerada e iluminada por el beneficio de Cristo? Si la razón es luz de luz interviniendo el concurso divino en el acto de conocer nuestro entendimiento la verdad; si está signada sobre nosotros la lumbre del rostro del Señor, ¿quién osará decir que la ciencia es enemiga de la verdad suma, que la ciencia es enemiga de aquella altísima revelación que Dios, por un acto de infinito amor, se dignó comunicar a los hombres? Sólo los defensores de la soñada independencia y autonomía de la razón; como si la razón sin Dios y entregada a sus propias fuerzas no fuese guía flaquísima y vacilante y no tropezase y cayese en lo más esencial, quebrantándose y rompiéndose contra infinitas barreras. Pobre y triste cosa es la ciencia humana cuando la luz de lo alto no la ilumina. Por todas partes límites, deficiencias, como ahora dicen, y contradicciones y nudos inextricables. Y, al fin de la jornada, sed que no sacia y hambre que se torna más áspera cuando cree estar más cerca de la hartura. La crítica del positivismo, hoy el único adversario serio, puesto que las escuelas idealistas alemanas yacen en general olvido o en manifiesta decadencia, es lo que da mayor interés al libro del Sr. Ortí. En él se ve claro que el empirismo es tan enemigo del orden inteligible como el racionalismo de todas castas y formas lo es del orden sobrenatural; que con mostrarse los positivistas tan enemigos de la metafísica del idealismo, han recibido de una escuela idealista el principio de la evolución, materializándole groseramente; que es absurdo que una escuela nominalista acérrima y enemiga de toda entidad abstracta hable de leyes, y mucho menos de leyes invariables; así como es absurdo y contradictorio que, llamándose el positivismo ciencia de hechos, prescinda de tantos y tantos no menos reales que los físicos y mutile tan sin razón la conciencia. Ni se contenta el Sr. Ortí con impugnar en el terreno dialéctico el positivismo, sino que entra en la discusión de las modernas teorías atomísticas (no la antigua y a veces ortodoxa filosofía de este nombre, que resucitaron y profesaron en el siglo XVI españoles tan católicos como Dolose, Gómez Pereyra y Francisco Valles), así como del darwinismo, y de la flamante doctrina monística de la fuerza y de la vida, y de su circulación irrestañable; todo lo cual viene a ser una metafísica tan fantasmagórica, ideal y arbitraria como todas las demás que los positivistas odian y menosprecian y relegan a estados inferiores de la cultura humana. Fácil es creerse en posesión de la ciencia suma y llenar con huecas y sonoras palabras el vacío cuando ni siquiera se sabe explicar el más sencillo fenómeno de sensación.

  235. Y yo con estas pintas dixo...
  236. ¿Qué se deduce de esta historia? A mi entender, lo siguiente:

    Ni por la naturaleza del suelo que habitamos, ni por la raza, ni por el carácter, parecíamos destinados a formar una gran nación. Sin unidad de clima y producciones, sin unidad de costumbres, sin unidad de culto, sin unidad de ritos, sin unidad de familia, sin conciencia de nuestra hermandad ni sentimiento de nación, sucumbimos ante Roma tribu a tribu, ciudad a ciudad, hombre a hombre, lidiando cada cual heroicamente por su cuenta, pero mostrándose impasible ante la ruina de la ciudad limítrofe o más bien regocijándose de ella. Fuera de algunos rasgos nativos de selvática y feroz independencia, el carácter español no comienza a acentuarse sino bajo la denominación romana. Roma, sin anular del todo las viejas costumbres, nos lleva a la unidad legislativa, ata los extremos de nuestro suelo con una red de vías militares, siembra en las mallas de esa red colonias y municipios, reorganiza la propiedad y la familia sobre fundamentos tan robustos, que en lo esencial aún persisten; nos da la unidad de lengua, mezcla la sangre latina con la nuestra, confunde nuestros dioses con los suyos y pone en los labios de nuestros oradores y de nuestros poetas el rotundo hablar de Marco Tulio y los hexámetros virgilianos. España debe su primer elemento de unidad en la lengua, en el arte, en el derecho, al latinismo, al romanismo.

  237. Y yo con estas pintas dixo...
  238. Esta unidad se la dio a España el cristianismo. La Iglesia nos educó a sus pechos con sus mártires y confesores, con sus Padres, con el régimen admirable de sus concilios. Por ella fuimos nación, y gran nación, en vez de muchedumbre de gentes colecticias, nacidas para presa de la tenaz porfía de cualquier vecino codicioso. No elaboraron nuestra unidad el hierro de la conquista ni la sabiduría de los legisladores; la hicieron los dos apóstoles y los siete varones apostólicos; la regaron con su sangre el diácono Lorenzo, los atletas del circo de Tarragona, las vírgenes Eulalia y Engracia, las innumerables legiones de mártires cesaraugustanos; la escribieron en su draconiano código los Padres de Ilíberis: brilló en Nicea y en Sardis sobre la frente de Osio, y en Roma sobre la frente de San Dámaso; la cantó Prudencio en versos de hierro celtibérico: triunfó del maniqueísmo y del gnosticismo oriental, del arrianismo de los bárbaros y del donatismo africano: civilizó a los suevos, hizo de los visigodos la primera nación del Occidente; escribió en las Etimologías la primera enciclopedia; inundó de escuelas los atrios de nuestros templos; comenzó a levantar, entre los despojos de la antigua doctrina, el alcázar de la ciencia escolástica por manos de Liciano, de Tajón y de San Isidoro; borró en el Fuero juzgo la inicua ley de razas; llamó al pueblo a asentir a las deliberaciones conciliares; dio el jugo de sus pechos, que infunden eterna y santa fortaleza, a los restauradores del Norte y a los mártires del Mediodía, a San Eulogio y Álvaro Cordobés, a Pelayo y a Omar-ben-Hafsun; mandó a Teodulfo, a Claudio y a Prudencio a civilizar la Francia carlovingia; dio maestros a Gerberto; amparó bajo el manto prelaticio del arzobispo D. Raimundo y bajo la púrpura del emperador Alfonso VII la ciencia semítico-española... ¿Quién contará todos los beneficios de vida social que a esa unidad debimos, si no hay, en España piedra ni monte que no nos hable de ella con la elocuente voz de algún santuario en ruinas? Si en la Edad Media nunca dejamos de considerarnos unos, fue por el sentimiento cristiano, la sola cosa que nos juntaba, a pesar de aberraciones parciales, a pesar de nuestras luchas más que civiles, a pesar de los renegados y de los muladíes. El sentimiento de patria es moderno; no hay patria en aquellos siglos, no la hay en rigor hasta el Renacimiento; pero hay una fe, un bautismo, una grey, un pastor, una Iglesia, una liturgia, una cruzada eterna y una legión de santos que combaten por nosotros desde Causegadia hasta Almería, desde el Muradal hasta la Higuera.

  239. Y yo con estas pintas dixo...
  240. España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vectores o de los reyes de taifas.

    A este término vamos caminando más o menos apresuradamente, y ciego será quien no lo vea. Dos siglos de incesante y sistemática labor para producir artificialmente la revolución, aquí donde nunca podía ser orgánica, han conseguido no renovar el modo de ser nacional, sino viciarle, desconcertarle y pervertirle. Todo lo malo, todo lo anárquico, todo lo desbocado de nuestro carácter se conserva ileso, y sale a la superficie cada día con más pujanza. Todo elemento de fuerza intelectual se pierde en infecunda soledad o sólo aprovecha para el mal. No nos queda ni ciencia indígena, ni política nacional, ni, a duras penas, arte y literatura propia. Cuanto hacemos es remedo y trasunto débil de lo que en otras partes vemos aclamado. Somos incrédulos por moda y por parecer hombres de mucha fortaleza intelectual. Cuando nos ponemos a racionalistas o a positivistas, lo hacemos pésimamente, sin originalidad alguna, como no sea en lo estrafalario y en lo grotesco. No hay doctrina que arraigue aquí; [1039] todas nacen y mueren entre cuatro paredes, sin más efecto que avivar estériles y enervadoras vanidades y servir de pábulo a dos o tres discusiones pedantescas. Con la continua propaganda irreligiosa, el espíritu católico, vivo aún en la muchedumbre de los campos, ha ido desfalleciendo en las ciudades; y, aunque no sean muchos los librepensadores españoles, bien puede afirmarse de ellos que son de la peor casta de impíos que se conocen en el mundo, porque, a no estar dementado como los sofitas de cátedra, el español que ha dejado de ser católico es incapaz de creer en cosa ninguna, como no sea en la omnipotencia de un cierto sentido común y práctico, las más veces burdo, egoísta y groserísimo. De esta escuela utilitaria suelen salir los aventureros políticos y económicos, los arbitristas y regeneradores de la Hacienda y los salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es un cenagal fétido y pestilente. Sólo algún aumento de riqueza, algún adelanto material, nos indica a veces que estamos en Europa y que seguimos, aunque a remolque, el movimiento general.
    ¡ Arriba el Main !

  241. Amigo de volar dixo...
  242. Demoler la cruz. Acelerar la degradación natural con la voladura de una obra fascista como símbolo de la restitución de la democracia. Destruirla como hicieron los aliados con la cruz gamada del Zeppelinfeld en Nuremberg, donde los nazis realizaban sus actos de fuerza y exaltación. La ciudad alemana restaurará el estadio para recordar lo que allí sucedió, pero sin la esvástica presente. El ejemplo a seguir para nuestro lugar de vergüenza. Destruir la cruz, desacralizar la abadía, sacar a los monjes del lugar, devolver dignidad a los represaliados enterrados y transformarlo en un memorial al estilo del que hay en Auschwitz o al de Rivesaltes para mostrar la barbarie en la que también participó la Iglesia Católica por mucho que le pueda ofender recordarlo.

    La cruz es en sí misma una exaltación del franquismo porque la Iglesia fue colaboradora necesaria del democidio español y porque el monumento tuvo como especificidad su carácter religioso. La moral y la norma católicas servían como elemento represor de los presos que lo construyeron y de los cuerpos de los que allí yacen. Franco no permitió que hubiera ningún represaliado en sus criptas que hubiera renegado del catolicismo entre los más de 34.000 republicanos que fueron trasladados sin permiso de sus familias al no encontrar suficientes fascistas que enterrar en el mausoleo. Ni el nacionalismo español ni el catolicismo pueden separarse del franquismo y esa mancha la tendrán para siempre en su legado.

  243. ¡Toma tu medio restregón! dixo...
  244. Cuando yo era zagala, ¡cómo brincaba!
    Mas un día exclamó el cabeza rapada:
    «Eres sucia, muchacha. Ponte un sostén».
    ¿Sabéis lo que la prenda costaba?
    La comida y cena de quinientas jornadas

  245. Andar por los puertos es una de la formas de pereza que enriquece más dixo...
  246. En el año 1600014 de la Feliz Gobernación, Sotecio y
    Pincia llegaron a la Sexta Provincia Limítrofe, con cartas del
    gobernador Filarco para visitar la Residencia Quinientos Doce
    de los Preceptistas Asociados para la Salvación de los Justos.
    Grande y seguro era el recinto de los Castos Mentores,
    adquirido, como siempre, por donación de una señorona, viuda
    que fue del procónsul Niceto, autor de una Moral para la tropa.
    También como siempre, altas murallas, setos de espinos y
    puntiagudos hierros defendían la propiedad de las tentaciones
    de la canalla. Sobre el pórtico lucía la leyenda de la famosa
    Congregación: «Mantén la Premeditación y recrearás el
    mundo». Las aguas de un lago reflejaban la mole de la
    construcción, mientras el tiempo parecía detenido en la paz de
    la Naturaleza.
    Sotecio y Pincia llamaron y esperaron. Al poco se abrió una
    mirilla y apareció la mitad de una faz, entre efluvios de
    hornazo. Luego de intercambiar palabras, la puerta comenzó a
    moverse con la lenta majestad de una legión armada.
    Los visitantes recorrieron pasillos, patios y claustros. En el
    camino descubrieron bellas alegorías, tranquilos rincones,
    sutiles fontanas, graves asientos, frescas penumbras y tenaz
    limpieza. Sintieron la profunda presencia del silencio y la
    coacción de la piedra erigida según un propósito. Al alcanzar
    un recodo, intuyeron la cocina, por los almendrados olores, y
    luego que anduvieron unos pasos, encontraron la luz filtrada a
    través de vidrieras. Cuando llegaron a la Sala de Recepciones,
    Sotecio estaba conmovido, pues el bípedo y su ambiente
    forman una identidad.

  247. Andar por los puertos es una de la formas de pereza que enriquece más dixo...
  248. El primer Preceptista apareció sin ruido, como surgiendo de
    la Continuidad. Sotecio quedó admirado de sus blancas manos
    y sus originarias maneras. En aquel momento, Pincia era
    ciertamente una figura gentil, pero fuera de su paisaje, como un junco en la eternidad o un niño en un aquelarre. Frente a la
    liturgia de la Residencia y sus habitantes, la Naturaleza parecía
    asunto infantil. La continuada y metódica encarnación de la
    Premeditación había desplazado al primer ser e intención de las
    cosas; nada existía allí anterior al juicio.
    —Capacidad1
    -dijo Sotecio-, traemos cartas del gobernador
    Filarco para saludar a su hijo.
    —¿Cómo está nuestro Filarco? ¿Y su mujer?, ¿y su yerno?
    ¿Qué hace ahora el Gobernador? -preguntó el primer
    Preceptista.
    —Destripa mendigos que se levantaron en la Tercera
    Provincia -contestó Sotecio.
    —¡Vaya! Siempre guerreando este Filarco -susurró el
    Preceptista-. No ha de tener tiempo de orar ni de recordar a sus
    educadores; sin embargo, nosotros rezamos por él. En cuanto a
    su hijo, en estos momentos vive Devotos Ejercicios. Habréis
    de esperar.
    Al punto apareció otro mentor, cruzó los brazos, inclinó la
    cabeza y musitó:
    —Padre, ese carpintero vuelve a insistir.
    —¡Vaya con el carpintero! Despachadle de una vez. ¿Le
    dijisteis que no raptamos niños?
    —Lo dijimos y repetimos; pero la plebe se agolpa tras la
    verja. ¡Y no hay soldados!
    —¡Ea! ¡Que pase ese menestral! -exclamó el primer
    Preceptista. Luego aclaró a Sotecio-: ¡Figúrate, eminencia: un
    carpintero anda empeñado en que hemos raptado y encerrado a
    su hijo! Pudiera ocurrir que un niño extraño entrara en la
    Residencia y se confundiera con los nuestros. Mas, en el
    presente caso, no es posible; el hijo de un carpintero se
    distinguiría enseguida.

  249. Andar por los puertos es una de la formas de pereza que enriquece más dixo...
  250. —¿Y si usara disfraz? -insinuó el otro Preceptista-. Oí
    contar que muchos enemigos se tapujan ahora de gente
    honrada.
    —¿Puedo yo disfrazarme de ventero? -murmuró el primer
    Preceptista-, ¿puede Su Tolerancia enmascararse de soldado?
    La casta imprime carácter. Aunque el niño vistiera de
    propietario, le delatarían las manos, la dicción, la piel, la voz,
    las maneras, los vocablos o la mirada. Es conclusión de mi
    experiencia.
    —¡Cuánto sabes! -declaró Sotecio ante la vigía de Pincia.
    —Las manos del Pueblo son informes, hinchadas y ásperas
    -prosiguió el mentor-; la dicción, incompleta, precipitada y
    estropajosa; la piel, reseca y agrietada; la voz, estridente, como
    si hablara a sordos; las maneras, recelosas, siempre a la
    defensiva, sin normas de etiqueta; las palabras, horrendas,
    pocas e imprecisas; y la mirada, indecisa y apocada.
    —¡Cuánto sabes! -repitió Sotecio.
    —La casta se hereda -continuó el Preceptista-. Respecto a
    las condiciones físicas, podría haber excepción si se apartase al
    sujeto de ciertos esfuerzos, pero el carácter moral no puede
    improvisarse. El Pueblo es tímido, porque, desde la cuna, vive
    levantando la gorrilla y esperando mercedes de la facción
    gobernante, honrada y piadosa. Cuanto denominamos
    espiritualidad, adquiere otras formas en los barrios extremos.
    En esto llegó un tercer Preceptista, acompañado de un
    menestral. Sin duda, era el carpintero.
    —José, ¿crees que raptamos niños? ¿Quién te enseñó tales
    mentiras? ¿Hay algún excarcelante en tu familia? -inquirió su
    Capacidad.
    —Padrecito, no soy excarcelante, pero sostengo que mi hijo
    está aquí dentro. Sus amigos le vieron trepar los muros para
    coger cañas de vuestro huerto. ¡Es una criatura! -respondió el
    artesano.
    —De la muralla al suelo hay mucha profundidad y no
    hemos encontrado cadáver sobre la rosaleda. Si estuviera entre
    nosotros, habría sido descubierto. Por consiguiente, no está
    aquí. ¡Búscale en otro lugar!

  251. Andar por los puertos es una de la formas de pereza que enriquece más dixo...
  252. Al momento aparecieron un cuarto y un quinto Preceptistas,
    que bisbisaron al oído del Superior. Sotecio y Pincia quedaron
    intrigados. Las manos del carpintero temblaron sobre la
    gorrilla.
    —¿Ha muerto? -preguntó.
    —José, José -susurró su Capacidad-, ¿quién te dijo que
    matamos niños? ¿Hay algún excarcelante en tu familia?, ¿con
    quiénes te juntas?, ¿cuál es tu parcialidad?, ¿dónde os reunís?
    —Padrecito, ya confesé que no soy excarcelante ni convivo
    con malos, pero temo la muerte de mi hijo. Es un miedo
    irremediable -manifestó el carpintero. Mas no recibió
    respuesta. El primer Preceptista dirigióse a Sotecio de esta
    manera:
    —Estoy asombrado, eminencia. Acabamos de descubrir al
    niño, que anduvo mezclado con los nuestros durante tres días.
    Ni el Preceptista Celador, ni el Gramático, ni el Urbano, ni el
    Retórico sospecharon su presencia. El mocoso sonreía como el
    hijo de un Gobernador y hablaba como el fruto de un
    propietario; mostraba manos dulces, piel sonrosada, maneras
    suaves y ojos serenos. ¡Santos dioses!, esto es un principio de
    subversión.
    Después volvióse hacia el carpintero.
    —Y ¿no eres excarcelante? -indagó.
    —Padrecito, sabes que soy carpintero. El niño salió a su
    madre.
    —¡Su madre!, ¡su madre!; demasiado joven para ti -
    sentenció su Capacidad. Luego sonrió sacramentalmente y
    habló de nuevo a Sotecio-: Vas a ver cómo desvelamos la
    trampa.
    Los otros Preceptistas bajaron la cabeza y cruzaron las
    manos tan mansamente como lo permitía la Regla. El escándalo precedió a la noticia.

  253. Andar por los puertos es una de la formas de pereza que enriquece más dixo...
  254. —Eminencia -musitó su Capacidad-, el niño no sabía rezar
    a la Diosa, y fue descubierto por nuestro Director Espiritual. Es
    sabio que cada casta posea su dios.
    Inmediatamente añadió:
    —José, José, ve con tu esposa y ten cuidado. Si el niño
    quiere ascender hasta nosotros, que solicite una beca2 y aprenda
    a rezar a nuestra Diosa. Es lo legal.
    —¿Qué me imputas, Padrecito? Soy un carpintero -repuso
    José. Y marchó con la gorrilla en la mano.
    Sotecio y Pincia saludaron al hijo del gobernador Filarco y
    recibieron estos regalos de los Preceptistas Asociados para la
    Salvación de los Justos: una bendición para ella y una
    bendición para él. Luego prosiguieron su camino para ir a inflar a hostias a Prisciliano.

  255. (Perro Fantasma) dixo...
  256. Cuando alguien llega a comprender que su talento es insuficiente y empieza a cultivar su ingenio, acaba pareciéndose a ese que trata de disimular su falta de higiene con el abuso de perfumes.

  257. Ayatolah, no me toques la pirola (¡no!) dixo...
  258. La religión es incompatible con el humor. En todas las religiones hay, no obstante, santos bien humorados, pero las religiones son tristes. Por lo mismo, el humor será siempre mucho más perdurable que la religión. Lo último que se oiga el día del Juicio final será la carcajada de alguien que viene borracho de una fiesta y aún no se ha enterado de nada o que al oír las trompetas crea que la juerga siga aún en otro sitio.

  259. ¿Cuándo se come aquí? dixo...
  260. Nunca será lo mismo no tener porque se ha perdido, que no tener porque no se ha tenido. En un caso podemos desembocar en la nostalgia, en el otro, en el resentimiento.

  261. El Balón Perdido de Nivea dixo...
  262. They just don't want their names in any more sleaze. No, his apology doesn't mean a thing to me.

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