Los alemanes tienen la palabra adecuada. Aüslander. Posee la dureza precisa. Rasca la garganta.
Viene a cuento del cuento que nos explica cualquier edición, porque la condición de visitante, del extranjero en The Anglogalician Cup, es arma de doble filo.
Por el lado amable, gozas la fama fácil de ser una leyenda, del atractivo del traje oficial, del olvido nocturno, da cervexa a esgalla, de la orfandad sicalíptica, de la admiración incondicional de los dueños de los pubs, del interés del cuarto poder, de la impunidad de pisar pueblos, ciudades y regiones a las que no volverás, del derecho de conquista y saqueo, y de la ventaja psicológica de ser la manada con menos que perder en el día de la batalla.
Por la cara difícil, te encuentras con la perpetua imposibilidad de viajar con tu mejor equipo,de las interminables horas en orange plank roads que van hacia ninguna parte, del tiempo que no pasa volando en los aeropuertos, de pagarte íntegramente todo el viaje, de variar los hábitos alimenticios, del cambio horario, de pelear por los días libres en el trabajo, de sostener la línea contra todos los elementos, de tener que sobrevivir al demencial programa oficial de turno, y por si fuera poco, de enfrentarte a un partido, a tu máximo rival en pleno apogeo de sus fuerzas, peleando en su terruño, y delante de los suyos.
Por lo expuesto, sirvan estas pesadas frases de sincero homenaje a los Stags de Sheffield y a Os Porcos Bravos, por todas y cada una de las veces que emprenden un Waltzing Matilda.
La otra crónica, la escrita según el tradicional método galeguidade ao pao, informa:
Os Porcos Bravos 11 - Sheffield Stags 3.
Os Porcos Bravos: Santi Barrilete (Gk); Serge (1); Fontaiña; Lutzky; Viktor (1); Frank (1); McKey (1); Martín (2); Xurxo; Xandre (4); Jorge (1).
The Sheffield Stags: Dave Moxon (Gk); Thomo; Shabba; Albert Finney; Fenners; Steve J.Terry; Batty Smoker; Big Dunc; Ben Torres (3).
Venue: Campo de Fútbol 7 da Xunqueira. Pontevedra. En perfectas condiciones a pesar de la pertinaz llovizna.
Attendance: Unos veintidós privilegiados. Afición entregadísima a la causa a la par que elegante.
Incidencias: El Dios de la lluvia llora sobre la VII. Os Porcos repiten uniforme negro. Los Stags estrenaron indumentaria azulgrana.
Por primera vez en su historia, los Bravos contaron con refuerzos en el banquillo.
Xandre debutó de la mejor manera posible con los locales. Póquer de goles, y primer ganador del trofeo "Laurence Bowles", que desde ya, va a premiar al mejor jugador de Os Porcos Bravos.
Otro debutante que apunta maneras, el stag Ben Torres, autor de un hat-trick, se lleva el Derek Dooley's Left Leg Award al M.O.T.M inglés.
Un año después, Os Porcos Bravos reconquistan la CUP.
Se vuelve a estrechar el palmarés de The Anglogalician Cup.
Cuatro victorias a tres para los Sheffield Stags.
Partido desigual desde el pitido inicial. Os Porcos Bravos, pese a salir fieles a su mítico trote cochinero, asedian desde el primer momento el área stag. El equipo inglés, capitidisminuido por sus bajas, intenta bajar más si cabe el ritmo del partido. Empezaban los bostezos cuando Jorge, felizmente recuperado para la fratría, abrió el marcador. Ben Torres empata en seguida. Es el primer ataque stag. Entonces el partido se transforma en otra cosa. Os Porcos se gritan y se desmelenan. Atacan sin orden ni cabeza pero atacan, con la seguridad de tener a Barrilete, Fontaiña y Lutzky de cerrojos. Martín Fisher, ya no es noticia, marca.
Thomo se lesiona y añade más penuria al bando sheffielder. Xandre anota su primer gol. A continuación, Serge rompe la defensa stag y hace el cuarto. Se llega al descanso con un corto, para lo visto, 4 a 1. Xandre vuelva a golear justo al comienzo de la segunda parte. Recorta Ben Torres. Barrilete maldice el Jabulani. Responde Xandre. Contesta Ben Torres. Es el canto del ciervo. Marca Xandre. El partido está roto, partido. El carrusel de cambios en Os Porcos Bravos convierten su planteamiento táctico en un galimatías. Se nota que no están acostumbrados a tener recambios.Viktor hace su primer gol con Os Porcos. Ya todo puede pasar.
Los ingleses están hundidos físicamente. La veteranía es un grado que se paga. Los locales se vuelven locos por la enfermedad del paréntesis. Todos quieren su gol, y aparecer en esta reseña con un número a su lado. Ordinal o cardinal. Locura. Destaca en esta última fase del correcalles, la labor altruista de Lutzky que nos recuerda constantemente el título de su entrevista. Fontaiña reclama cordura. La VII se apaga con celeridad, y la suerte está echada. Frank, McKey, y cómo no, Martín Fisher, se unen a la fiesta goleadora de los gallegos. Shabba, Cundicus Finney y demás stags se multiplican para evitar un desastre mayor.
Cuando llega el final, Xurxo nos recomienda beber tila. Los Stags se han ganado el crédito de todos los presentes. Se oyen los aplausos y vítores de la afición. Os Porcos vuelven a tener la CUP en su poder. No para de orballar sobre justos y pecadores. Nandiño fotografía a unos sonrientes Porcos Bravos. Alguien comenta que la CUP cada vez tiene más abolladuras. Más solera. El peso de la tradición, interviene otro. Y lo que queda por venir, añade un tercero.
Y lo que queda por venir.