No invoquéis a la razón frente a esta entrada.
Una inteligente exégesis sobre la entropía de las leyendas en The Anglogalician Cup.
Pues acontece que la preponderancia de la verdad simbólica en la madre de todas las competiciones;cuando se transita de la didáctica a la emoción por un itinerario pavimentado de violencia,alimentado gracias a la mítica estructura intemporal del deseo de revancha,con todas sus características síncopas y metalepsis asociadas a la irremediable derrota en la VI, y ese camino te conduce hasta los escombros cerveceros que a veces somos,convertidos en un manifiesto heurístico que evade la supuesta responsabilidad del porco bravo enfrentado a sus demonios particulares cuando se pierde;nos sugiere que debe existir una alternativa poética a los recurrentes y cansinos toques a rebato.
Si en algún sueño asfixiante también pudieras seguir en tractor
La Orange Plank Road que nos lleva al 27 de marzo de 2011
Y ver cómo retorcía los enrojecidos ojos en la cara,
Un rostro vicioso , como un diablo harto del pecado;
Como un Porco Bravo que ganó la IV y la V
Si pudieras oír, a cada tumbo, la negra sombra
Vomitada por hígados de cerveza corruptos
Obscena como una noche de huérfanas , amarga como un licor café
De viles palabras repetidas en tantas lenguas inocentes,
–Amigo mío, no contarías con tanto entusiasmo
A los raións que arden ansiosos de gloria
Esa vieja mentira repetida desde 2007 :
Dulce et decorum est
Pro Anglogalician Cup mori.
Al fin y al cabo es una deidad demasiado pequeña.
Una inteligente exégesis sobre la entropía de las leyendas en The Anglogalician Cup.
Pues acontece que la preponderancia de la verdad simbólica en la madre de todas las competiciones;cuando se transita de la didáctica a la emoción por un itinerario pavimentado de violencia,alimentado gracias a la mítica estructura intemporal del deseo de revancha,con todas sus características síncopas y metalepsis asociadas a la irremediable derrota en la VI, y ese camino te conduce hasta los escombros cerveceros que a veces somos,convertidos en un manifiesto heurístico que evade la supuesta responsabilidad del porco bravo enfrentado a sus demonios particulares cuando se pierde;nos sugiere que debe existir una alternativa poética a los recurrentes y cansinos toques a rebato.
Si en algún sueño asfixiante también pudieras seguir en tractor
La Orange Plank Road que nos lleva al 27 de marzo de 2011
Y ver cómo retorcía los enrojecidos ojos en la cara,
Un rostro vicioso , como un diablo harto del pecado;
Como un Porco Bravo que ganó la IV y la V
Si pudieras oír, a cada tumbo, la negra sombra
Vomitada por hígados de cerveza corruptos
Obscena como una noche de huérfanas , amarga como un licor café
De viles palabras repetidas en tantas lenguas inocentes,
–Amigo mío, no contarías con tanto entusiasmo
A los raións que arden ansiosos de gloria
Esa vieja mentira repetida desde 2007 :
Dulce et decorum est
Pro Anglogalician Cup mori.
Al fin y al cabo es una deidad demasiado pequeña.