tag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post3105878053167984203..comments2024-03-29T09:25:01.461+01:00Comments on THE ANGLOGALICIAN CUP: It´s the end of the world as we know itWilly S.http://www.blogger.com/profile/03850291965227328874noreply@blogger.comBlogger334125tag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-34549202202989729832022-10-16T09:59:01.496+02:002022-10-16T09:59:01.496+02:00Cuando las reses vuelven del matadero,
vibran trém...Cuando las reses vuelven del matadero,<br />vibran trémulos de placer insólito<br />los carrillos de los carnívoros WASPs,<br />refugiados en sus cavernas de terciopelos rojos.<br />Sweetheart,<br />entrada en carnes negras como el hollín,<br />oficia malhumorada el servicio de comida<br />a los funcionarios de la ONU.<br />La Hepburn vuelve al escaparate de Tiffany’s<br />vistiendo los harapos de un homeless<br />que se orina en la esquina de la Quinta Avenida.<br />Hace frío.<br />Hace calor.<br />Hay una lluvia que satura el ambiente con el olor a paño mojado.<br />La calle suena a película de 1950.<br />Exhala vapor por las bocas de las alcantarillas<br />que se ancla en el cauce del Hudson.<br />El templo de los mercaderes se funde<br />con el reino de los cómicos,<br />y la confusión de lenguas entre los uniformados<br />con insignias NYPD<br />hace las delicias de Woody Allen.<br />Sin hambre verdadera, me ofrezco un bocadillo de pastrami<br />que arrojo a la papelera de Central Park.Segismundo Malatestahttps://www.blogger.com/profile/02293119057055986991noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-6222614927525034692022-09-07T09:33:35.959+02:002022-09-07T09:33:35.959+02:00Mientras recorre a pie la Quinta Avenida a mediano...Mientras recorre a pie la Quinta Avenida a medianoche, Xabi arranca a silbar. Desconoce el título de la melodía y tampoco le interesa; es compleja, la silba a menudo cuando está solo. Lleva el torso desnudo y los pies descalzos, solo viste unos pantalones caquis; siente el pavimento viejo y deteriorado bajo los pies. Camina por el centro de la ancha avenida; hay parches de hierba y maleza alta a ambos costados, donde las aceras se agrietaron y luego se deshicieron hace ya mucho tiempo, y así continúan, a la espera de unas reparaciones que no llegarán nunca. En los parches de vegetación, Spofforth oye un variopinto coro de chasquidos y del roce de las alas de los insectos. El sonido lo inquieta, como siempre en esa época del año: la primavera. Hunde sus grandes manos en los bolsillos. De inmediato, incómodo, las vuelve a sacar y comienza un trote largo, ligero, atlético, en dirección a la enorme silueta del Empire State.<br /><br />El portal del edificio tenía ojos y boca; su cerebro era el de un imbécil, cabezota e insensible.<br /><br />—Cerrado por obras —le dijo la voz a Spofforth cuando este se acercó.<br /><br />—Cállate y abre —dijo Spofforth. Y a continuación—: Soy Robert Spofforth. Máquina Nueve.<br /><br />—Lo siento, señor —dijo la puerta—. No había visto que…<br /><br />—Muy bien. Abre. Y di al ascensor exprés que me espere abajo.<br /><br />La puerta permaneció en silencio durante un momento. Luego dijo:<br /><br />—El ascensor no funciona, señor.Odio los números capicúasnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-88095218773939062472021-02-09T22:18:32.038+01:002021-02-09T22:18:32.038+01:00Curioseé por la sede editorial con considerable de...Curioseé por la sede editorial con considerable desvergüenza. Tiraba de las asas de todos los cajones donde aparecía escrito, en una cartela, algún nombre legendario: “Correspondencia de Dylan Thomas”, decía uno; “Correspondencia de TS Eliot”, decía otro. “Literatura Anglogaliciosa/Derechos”, otro más. Pero todos estaban cerrados.<br /><br />En un armario de puertas acristaladas, vi pegado una enorme hoja de papel con un poema manuscrito: iba firmado por Lawrence Ferlinghetti.<br /><br />Todo era tan mítico que para salir al balcón había que saltar por la ventana.<br /><br />Eran las doce de la noche en lo más alto de la ciudad.<br /><br />Manhattan bramaba contra el río Hudson, y el río Hudson bramaba contra Manhattan.<br /><br />Desde las alturas no se puede continuar el camino.su Me cago en dios se había estrenado en la ciudad como Holly shitnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-83972770092168972862020-11-12T19:57:46.782+01:002020-11-12T19:57:46.782+01:00¿Ud. es galés, ya veo, como Dylan? Sí, Dylan, toda...¿Ud. es galés, ya veo, como Dylan? Sí, Dylan, todavía en Manhattan, sereno como ningún dominio y las gaviotas de Mumbles, hermano.<br /><br />Dylan en el remolque de la nieve —su historia—, la puerta de Dylan se abre de nuevo, el rugido de Dylan, el repicar de Dylan y Dylan que pierde su tiempo.<br /><br />El garabato de Dylan y su disparate —el Laugharne de Dylan—,<br />la armonía exuberante de Dylan que rima, a veces, con el mar, el Dylan cotidiano de Manhattan.<br /><br />Mas detenga el lápiz —Dylan espera—, espera suceder, su mente formidable para algunos que espera inscribirse.Eurig Salisburynoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-81641380968911903752020-10-29T10:30:14.732+01:002020-10-29T10:30:14.732+01:00We are the rejects of the world
forced out of ance...We are the rejects of the world<br />forced out of ancestral lands<br />by war, famine, hierarchy, class,<br />prosecution, persecution, for having the wrong<br />family name, skin tone, religion or being born<br />in the wrong part of town<br /><br />relocated from one wasteland to another<br />scattered in the dust yet guided by<br />unsuspecting ushers who were also once<br />strangers with surnames ending in open vowels<br /><br />Ellis Island 1921:<br />they had 6 seconds to scan each immigrant during<br />the line inspection to detect those who should be held<br />for a more thorough medical examination<br />they had a right to appeal if rejected<br />the last recourse was to smuggle them back in<br />not much has changed in one hundred years<br /><br />we are the segundones of the world, the weak,<br />the meek, the landless and disinherited,<br />so far removed from the old country<br />that we had to make up our own nation<br />of necios— stubborn men and women—<br />exceptionally inventing our own games with<br />our own rules, and eventually our own omnipresent<br />gods that pop up in movies and songs<br />in the midst of our simulacrum that will never<br />measure up to centuries of fratricidio<br />we’ve always known that a replica of the Eiffel Tower<br />will never be the Eiffel Tower<br />just like birds accept they will never be dinosaurs<br />again<br />in the end<br />we also made up our own language<br />a patois of sorts, a coded language to detect<br />newcomers, to fool the master, el patrón,<br />the employer, to bypass the algorithm<br /><br />we are the rejects of the world, global LPC’s<br />Liable to become public charges<br />we’ve always known our destitute condition<br />just like we know ……………………………that<br />this is our last chance for redemptionPORT OF ENTRY: NEW YORKnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-24507870688653183642020-10-29T10:25:42.118+01:002020-10-29T10:25:42.118+01:00con los oídos llenos de agua ultramarina
impidiénd...con los oídos llenos de agua ultramarina<br />impidiéndonos distinguir si el viaje era de ida<br />o de vuelta<br />de ahí que no sabemos qué vino primero<br />si la fanesca o el marmitako<br />o un canario rebelde dentro de una jaula<br />con alas y platanitos acuñados en patacones<br />del tamaño de ese corazón que hacemos con los dedos<br />hasta llegar a Nueva York donde a la guagua<br />le salieron alas a la sombra de un viaje redondo<br />guagua aérea donde viajan todos los wawas<br />embajadores del paladar en cada faena pesquera<br />y en la cocina fusion donde las moléculas se disipan<br />con el rocío del sudor que transpiran los cocineros<br />guaguas que cogen la guagua para ir a todos ladosMe comes el plátano?noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-55491874534095848162020-05-25T21:45:36.588+02:002020-05-25T21:45:36.588+02:00Cuando entramos en el puerto de Nueva York, estuve...Cuando entramos en el puerto de Nueva York, estuve presenciando desde la toldilla el desembarco de los centenares de emigrantes que habían hecho el viaje ocultos en me panza del Imperator. Era un rebaño de gente miserable, judíos y polacos en su mayoría, que se apretujaban en las pasarelas guardadas por la policía como el ganado se apelotona en la mangada. Aquellos desdichados se abrían paso lentamente, cargados con sus míseros petates y arrastrando a sus mujeres y sus hijuelos hasta llegar al lugar donde los agentes de admisión los examinaban rápidamente, como los veterinarios examinan a las reses que van al matadero, y sin contemplaciones aceptaban a unos y rechazaban a otros. Los policemen, altos y fuertes, separaban violentamente a los padres de los hijos y a las mujeres de sus maridos, insensibles a los gritos y protestas de aquellos infelices, cuyas quejas eran en aquella batahola tan débiles como el balido de las ovejas azuzadas por los mastines. <br /><br /> No sé por qué me desconcertó profundamente aquel espectáculo. Miré con rabia los gigantescos rascacielos que proyectaban sus sombras monstruosas sobre el puerto y entré en Nueva York con una extraña sensación de miedo. Yo no había visto nunca tratar así a la gente. Me horrorizaba pensar que pudiera verme humillado de aquel modo. Y desembarqué apretando en el bolsillo nerviosamente una pistola que me había comprado en París.<br /><br />Por Nueva York anduve con mi pistola en el bols aparato fotográfico en bandolera. Yo había visto que todos los turistas llevaban una máquina de hacer fotografías y no quería ser menos. Me encontré con un sevillano pintoresco que andaba por allí viviendo a salto de mata; era un in audaz y gracioso, que me sirvió de cicerone. Con él fui al barrio chino una noche y anduvimos olisqueando por los fumaderos de opio. Nunca me han mirado con tan malos ojos como los que nos echaban aquellos chinos tristes y sucios cuando mi paisano y yo nos parábamos bromeando a la puerta de sus inmundas viviendas. Ya de madrugada nos sacó de allí con muchos aspavientos una ronda de policía con la que topamos.<br /><br />Nueva York no me gustó. Demasiado grande y demasiado distinto. Ni aquellas simas profundas eran calles, ni aquellas hormiguitas apresuradas eran hombres, ni aquel hacinamiento de hierros y cemento, puentes y rascacielos era una ciudad. Va un hombre por una calle de Sevilla pisando fuerte para que llegue hasta el fondo de los patios el eco de sus pasos sonoros, mirando sin tener que levantar la cabeza a los balcones, desde donde sabe que le miran a él, llenando la calle toda con su voz grave y bien entonada cuando saluda a un amigo con quien se cruza: «¡Adiós, Rafaé...!», y da gloria verlo y es un orgullo ser hombre y pasar por una calle como aquélla y vivir en una ciudad así.<br /><br />Pero aquí en Nueva York, donde un hombre no es nadie y una calle es un número, ¿cómo se puede vivir?Ariadna a cuatro patasnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-31114499549480967382020-03-24T22:02:09.619+01:002020-03-24T22:02:09.619+01:00la libertad es una verde señora francesa que ilumi...la libertad es una verde señora francesa que ilumina con su antorcha el puerto de new yorkCharles Ardant Dupiq B'Auvervillehttps://www.blogger.com/profile/09031915292994579668noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-63490375602386473692019-12-02T19:28:55.666+01:002019-12-02T19:28:55.666+01:00No me voy de esta ciudad con la resignación de los...No me voy de esta ciudad con la resignación de los visitantes en tránsito<br />Me dejo atar, fascinado por ella<br />a los recuerdos del presente:<br />cosas que no tuvieron, por definición, un futuro<br />pero que, ciertamente, llegaron a envejecer, pues las dejo a sabiendas<br />de que son, tal vez, las últimas elaboraciones del deseo,<br />los caprichos lábiles que preanuncian la vejez.<br /><br />En una barraca, cerca de Nueva York, el martillero liquidó el saldo de su negocio<br />—un stock de fotografías antiguas—<br />ofreciéndolas a gritos en medio de la risotada de todos:<br />“Antepasados instantáneos”, por unos centavos<br />Esos antepasados eran los míos, pues aunque los adquirí a vil precio<br />no tardaron, sin duda, en obligarme a la emoción<br />ante el puente de Brooklyn<br />como si Manhattan, que se enorgullece de volatilizar el pasado<br />conservándolo en el modo de la instigación a desafiarlo<br />fuera mi ciudad natal y yo el hijo de esos antiguos vecinos de los que la voz gutural<br />hace irrisión, y el martillo.<br /><br />No me voy de esta ciudad sin haber amado aquí<br />a la mujer que conocí y no conocí ni haber agotado la vida conyugal<br />reflotando en el negocio de plantas o antigüedades.<br /><br />La isla dispone de fantasmas artificiales<br />con que llenar los huecos de la contra-historia<br />Ellos ocupan en la memoria, con la naturalidad que ésta se permite en relación a la nada<br />el lugar de los verdaderos ausentes: caras que vi en las bouffoneries del Soho<br />directement angeliques: esas muchachas caídas de la luna a la nieve<br />vestidas de pierrot y sus acompañantes andróginos<br />fueron y no fueron mis amigos de juventud<br />Se congelan lágrimas que son de frío<br />pero que memorizan, asimismo, a John Lennon<br />Reconozco la nieve de antaño, que cae<br />sobre Blecker Street en este día acrónico<br />mientras se hace de noche a la velocidad simultánea del vuelo de un murciélago<br />y pasan películas de mi tiempo en mi barrio.<br /><br />Como si me retuviera algún negocio en la ciudad<br />veo a Cary Grant e Irene Dunne<br />que acaban de morir en una vieja comedia<br />víctimas del capricho de uno de los primeros automóviles deportivos<br />(la máquina del glamour)<br />Sigo sus apariciones y desapariciones<br />—una cita de Meliès en la magia blanca y sonora de Hollywood—<br />la sorpresa de esta pareja en otro tiempo ideal<br />cuando el paisaje se espejea en ellos —los transparentes— por gracia del celuloide.<br /><br />Como mis propios fantasmas, esos figurines inverosímiles<br />evocan, de manera en sí misma realista, alguna época acrónica de lo imaginario<br />Son los antepasados instantáneos de los deseos que provocan<br />en la inocencia total de sus reencarnaciones o desplazamientos<br />desde su absoluta lejanía en blanco y negro<br />El beso final no ocurre en la pantalla<br />sino entre la pantalla y la media luz de la sala<br />un corte insubsanable en que se juntan y se besan el presente y el pasado: labios incompatibles<br />que ninguna comedia puede reunir.<br /><br />Lo que me ata a la ciudad es todavía más irreal que ese beso<br />blanco, que connota glamour, escrito en la luz centelleante<br />(el placer del ojo en el paraíso de la visión artificial)<br />haciendo el reconocimiento de cómo es lo que no es<br />hic et nunc, en el Blecker Cinema<br />Esta ciudad no existe para mí y yo no existo para ella<br />allí, en ese punto en que los tiempos convergen<br />bajo la especie de la Duración<br />Existe para mí, en cambio, en la medida en que logro destemporizarla<br />desalojarla, por unos contrasegundos, de la convención que marca el reloj<br />con sus pasitos de gato en la rutina del living<br />Trabajo que Hércules no se soñaba<br />en franca competencia con la Meditación Trascendental<br />Si yo lo consiguiera, sentiría apoyarse desaprensivamente en mi brazo<br />(el de Cary Grant) la mano enguantada<br />pronta a desaparecer, de una muerta: Irene Dunne<br />—Frisson Nouveau— y entre la pantalla y la media luz de la sala<br />(borrado ya del tiempo el día de mi partida:<br />dos de enero de mil novecientos ochenta y uno)<br />Se tocarían (no) como para cualesquiera de los espectadores<br />—gatos descongelados en el invierno de Nueva York—<br />pasado, presente y futuro<br />en una unidad de medida que reúna esos tiempos incompatibles<br />para ellos y para mí, pero no para ellos: los veros vecinos de Washington Square.<br />Quique Mocosnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-43038191910847213642019-02-26T20:50:27.957+01:002019-02-26T20:50:27.957+01:00... Ruido, ruido y hombres pálidos, (... ¡ruido!........ Ruido, ruido y hombres pálidos, (... ¡ruido!..), casas y casas y casas y casas con 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, etc. etc. pisos, público, público y público, dolor, público, público y público, bencina en las cosas, bencina en las almas, bencina en las bestias, bencina y oro, oro y bencina, bencina en las cosas, bencina en las almas, bencina en las bestias, bencina; así es, asi New-York la máquina burocrática y mala; y... un cielo cualquiera, ordinario, amarillo, do cuarto, quinto, sexto, o sétimo orden, sobre el vasto poema trunco y muerto, muerto y trunco y la vanidad azul de los edificios norteameri-canos. ..<br />New-York, New-York es como un grande aviso grande, fenomenal, universal, tracen dental pegado en el trasero cosmopolita de la tierra... ¡New-York! . . (— si le aproxima¬seis un fósforo, solo un fósforo aquella yvan ciudad comercial arderia como una hoja seca, como una hoja seca, como tina hoja seca que iluminase, solitaria, los cuatro puntos, los cuatro puntos cardinales!..).Andar por los puertos es una de la formas de pereza que enriquece máshttps://www.blogger.com/profile/01724430336736659462noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-79730505304146552112019-01-28T15:56:19.622+01:002019-01-28T15:56:19.622+01:00"En Nueva York comí salchichas de pork ...&qu..."En Nueva York comí salchichas de pork ..."William Topaz McGonagalnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-59442180828897195032018-12-21T10:08:22.635+01:002018-12-21T10:08:22.635+01:00Son las 12:20 en Nueva York un viernes
tres días d...Son las 12:20 en Nueva York un viernes<br />tres días después del Día de la Bastilla, sí<br />es 1959 y yo voy a lustrarme los zapatos<br />porque voy a bajarme del tren de las 4:19 en Easthampton<br />a las 7:45 y después voy directamente a una comida<br />y no conozco a los que van a darme de comer<br /><br />Camino por la calle sofocante que empieza a asolearse<br />y pido una hamburguesa y una leche malteada y compro<br />un horrible NEW WORLD WRITING para ver lo que los<br />poetas<br />están haciendo en Ghana actualmente<br />sigo al banco<br />y a miss Stillwagon (oí una vez que se llamaba Linda)<br />no se le ocurre jamás mirar mi cuenta<br />y en el GOLDENGRIFFIN compro un pequeño Verlaine<br />para Patsy con dibujos de Bonnard aunque también<br />pienso en el Hesíodo, trad. por Richmond Lattimore o<br />el nuevo drama de Brendan Behan o Le Balcon o Les Nègres<br />de Genet, pero no, me quedo con Verlaine<br />durmiéndome prácticamente sin decidirme<br /><br />y para Mike nomás entro a la Licorería<br />PARKLANE y pido una botella de Stregay<br />después me voy adonde vine a la 6a. Avenida<br />y a la cigarrería del Teatro Ziegfeldy<br />pido sencillamente un cartón de Gauloises y un cartón<br />de Picayunes, y un NEW YORK POST con el rostro de ella<br /><br />y ya estoy sudando mucho para entonces y me acuerdo<br />de mi reclinada en la puerta del excusado en el FIVESPOT<br />mientras ella susurraba una canción en el piano<br />a Mal Waldron y todo mundo y yo conteniendo el alientoOdio los números capicúasnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-12977184530981656802017-12-17T21:48:31.063+01:002017-12-17T21:48:31.063+01:00Nueva York
Papa loco de los espantapájaros
que g...Nueva York<br /><br />Papa loco de los espantapájaros<br /><br />que guardas el corazón de los pantanos<br /><br />en tu pecho de cemento armado.<br /><br />Nueva York<br /><br />Taquillero de los ocasos<br /><br />en que cantan los emigrados<br /><br />las canciones de los rebaños.<br /><br />Nueva York<br /><br />Polo tercero, disecado<br /><br />y tremendo bosque fálico<br /><br />habitado de pobres y millonarios.<br /><br />Nueva Yorkla mejor universidad para un escritor es una casa de putasnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-81625824528428364512017-03-06T16:27:40.917+01:002017-03-06T16:27:40.917+01:00 ¿De veras Nueva York era tan provinciana entre su... ¿De veras Nueva York era tan provinciana entre sus rascacielos frente a un París de pobretonas cantinas y buhardillas, o a un prostibulario Berlín en bancarrota?House of meretricesnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-66772918315778543122017-02-06T19:19:15.858+01:002017-02-06T19:19:15.858+01:00 luz dunha fiestra ensombrecida por un rañaceo. P... luz dunha fiestra ensombrecida por un rañaceo. Poida que fronte a min haxa checoslovacos, austríacos, polacos, finlandeses, xudeus, alemáns e doutros povos e razas, pero estou seguro que eles non adiviñan que â luz desta fiestra traballa un galego desterrado. Ningún dos meus veciños de enfrente sabe que hai unha Patria que se chama Galiza, e non podo esixirlles que adiviñen a miña eisistenciaCastelaonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-41749342331546840782017-01-03T19:44:27.316+01:002017-01-03T19:44:27.316+01:00“Era invierno, yo me estaba muriendo de hambre int...“Era invierno, yo me estaba muriendo de hambre intentando ser escritor en Nueva York. No había comido en tres o cuatro días. Así que finalmente dije: ‘Me voy a comer una gran bolsa de pochoclo’. Cada grano era como un churrasco. Tragaba y echaba pochoclo a mi estómago que decía ‘¡Gracias, gracias!’. Estaba en el paraíso, caminando por ahí, hasta que dos tipos pasaron a mi lado y uno le dijo al otro: ‘¡Jesús!’. El otro dijo: ‘¿Qué pasa?’ ‘¿Viste a ese tipo comiendo pochoclo? Dios, era horrible.’ Así que no pude disfrutar el resto del pochoclo. Pensé qué quisieron decir con eso de que ‘era horrible’. Yo estaba en el paraíso. Supongo que era un poco cochino. Ellos siempre pueden distinguir a un tipo hecho mierda”.<br />Javier Villafañehttps://www.blogger.com/profile/11774275043463373061noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-82880417348937678902016-12-17T11:25:24.578+01:002016-12-17T11:25:24.578+01:00-Oye, Carlota, se me ha olvidado. ¿Es espresso o e...-Oye, Carlota, se me ha olvidado. ¿Es espresso o expresso? -le preguntó Willy S. <br />-Espresso.<br />-¿Cómo lo sabes?<br />-Soy de Nueva York -contestó ella.<br />-Es cierto -recordó-. Los putos italianos no tienen la equis, ¿verdad?<br />-Y tampoco la jota -dijo Mike Barja.<br />-¿Y eso por qué?<br />-Son así de descuidados, aunque menos que los negros -intervino Carlota-. Simplemente, las pierden.Brendan Behan se va de pintas con Mike Barjanoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-88747810917744520832016-12-12T22:26:24.744+01:002016-12-12T22:26:24.744+01:00Nada de máquinas ni de moderno en sí. Nada de gulf...Nada de máquinas ni de moderno en sí. Nada de gulf-stream ni de cock-tail, pues el gulf-stream y el cock-tail ya son más máquinas que una locomotora o una escafandra, y más modernos que Nueva York y los catálogos.<br /><br /><br />Yo os digo, entonces: busquemos en otros sitios, lejos de la máquina y de la aurora, y tan lejos de Nueva York como de Ribadeo.Vicente Jadonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-69635675581433795772016-10-14T12:50:56.253+02:002016-10-14T12:50:56.253+02:00Empecé con el borgoña
Pero pronto ataqué cosas más...Empecé con el borgoña<br />Pero pronto ataqué cosas más fuertes<br />Todo el mundo dijo que me guardaría las espaldas<br />Cuando el juego se hiciera violento<br />Pero fui yo quien salió perdiendo<br />Ni siquiera hubo alguien para contestar mi farol<br />Me vuelvo a Nueva York<br />Creo que ya he tenido bastanteSabina Nobelnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-32231402069229188632016-04-29T12:03:08.027+02:002016-04-29T12:03:08.027+02:00Oh New York, New York orgasmos de luces, edificios...Oh New York, New York orgasmos de luces, edificios y munición.<br />Oh New York, New York tus violadores, asesinos y corruptos.<br />Oh New York, New York tu suave mezcla entre cielo e infierno desatados.<br />Esperar magia donde solo hay inmundicia, es como esperar del diablo una suave caricia. La dama libertad no te dará la bienvenida a un mundo donde alguien como tu no será más que comida. No mires rascacielos, observa gigantes con piel de cordero, esperando por devorarte.<br /><br />Oh New York, New York y aún así, no puedo dejar de amarte.rangers vs islandersnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-46219821685175879202015-06-20T10:53:50.188+02:002015-06-20T10:53:50.188+02:00Cuando cruzaban las marismas a la temprana luz azu...Cuando cruzaban las marismas a la temprana luz azulada, Nueva York parecía a lo lejos una ciudad extranjera, un lugar donde uno podría ser felizCoto Soturnohttps://www.blogger.com/profile/16666361367883338905noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-15650316018838393602015-02-22T21:20:47.171+01:002015-02-22T21:20:47.171+01:00NUEVA YORK,
mujer, estatua de mujer
que alza en un...NUEVA YORK,<br />mujer, estatua de mujer<br />que alza en una mano un harapo llamado libertad,<br />una hoja de papel que llamamos historia,<br />mientras, con la otra estrangula a una niña<br />cuyo nombre es Tierra.<br />el tiempo agoniza, mas tú eres el Presente:<br />Oigo lágrimas que retumban como volcanes.<br />Veo mandíbulas que devoran hombres como se devora el pan.<br />Tú eres el raspador que borra el rostro de Nueva York.<br />Tú eres el huracán que la levanta cual hoja y la lanza al aire. veo mensajes que por las calles de Manhattan van hacia ti volando. Cada mensaje es un carro lleno de perros y gatos. Ésta es la era americana: el siglo veintiuno para los gatos y los perros; para los hombres, el exterminio.Adonisnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-51113061491749457132015-02-16T22:25:01.276+01:002015-02-16T22:25:01.276+01:00En la oscuridad de la noche en un lugar fuera de N...En la oscuridad de la noche en un lugar fuera de Nueva York,<br />un observatorio donde con una sola mirada se pueden<br />abarcar los hogares de ocho millones de personas.<br />La gigantesca ciudad a lo lejos es un largo montón parpadeante,<br />una galaxia espiral vista desde un lado.<br />En el interior de la galaxia se empujan tazas de café por el<br />mostrador, los escaparates piden limosna a los paseantes,<br />un enjambre de zapatos que no dejan huella.<br />Las trepadoras escaleras de incendios, las puertas del ascensor que<br />se cierran deslizándose, detrás de puertas con cerraduras de<br />seguridad un constante oleaje de voces.<br />Cuerpos desmadejados dormitan en los vagones del metro,<br />las vertiginosas catacumbas.<br />Sé también -sin toda esa estadística- que justo ahora están<br />tocando a Schubert y Gog y las hienas en alguna habitación por ahí y que para<br />alguien esos tonos son más reales que todo lo demás.el Señor de las Hienas into the skull of a Dead Jesterhttps://www.blogger.com/profile/00250537507342863667noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-87672399619210389632015-02-09T19:06:02.340+01:002015-02-09T19:06:02.340+01:00De la profesionalidad. De Nueva York. De la cobard...De la profesionalidad. De Nueva York. De la cobardía y la vergüenza. De la historia. Lo práctico se combina con lo filosófico, la mirada al pasado se compensa con las esperanzas del futuro.que revienten las tarimas que llega los sinvergüenzasnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6229620124390199746.post-12774369308422035092014-12-14T18:04:40.416+01:002014-12-14T18:04:40.416+01:00No se puede hablar con calma del problema mongoloi...No se puede hablar con calma del problema mongoloide de Nueva York<br />podemos exhalarBellnap Longnoreply@blogger.com