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Over The Deturpadas Hills and Far Away el Peltre Ctónico

And that will be England gone

Ya no quedan prados de heno en Inglaterra. Hace tiempo que voló el último cuervo. El país semeja un inmenso cementerio de gloriosas antigüedades. En los muelles y fábricas de otrora, sus durmientes hijos beben ahora café y vino. Aun y así, no cabe plañir. Inglaterra prevalecerá en tanto encontremos alubias en el desayuno, una yarda en un metro, rótulos en los pubs y, Porcos Bravos que mantengan sus tradiciones.
Mientras la Idea brille, nuestro mundo no será pequeño.

La otra crónica, la escrita según el tradicional método galeguidade ao pao, informa:


Sheffield Stags 2 - Porcos Bravos 4


The Sheffield Stags: Dave Moxon (Gk); Thomo (1); Albert Finney; Batty Smoker; Ben Torres; Col W; Gansta; Rob Bellamy; Lee Bowyer (1); Shabba; Irish y Adam Torres.

Os Porcos Bravos: Santi Barrilete (Gk); Marcos; Fontaiña; Frank (1); Martín (1); Lutzky; Del Río; Jorge (1); Fer; Serge (1); Xandre y Xurxo.

Venue: Crookes Road, Sheffield, bajo el cielo azulísimo de Mayo. En perfectas condiciones a pesar de Robbie Fowler.

Attendance: Unos treinta y cinco privilegiados. Afición entregadísima a la Causa a la par que elegante entendida y animosa.

Uniformes: Los stags visten de oxímoron postmoderno vintage.
Os porcos, del negro Ronnie Farras que ha hecho correr ríos de tinta.

El Laurence Bowles al mejor jugador porcobravo es para  Fer en su primer partido. El espíritu del " Hai que Roelo " cabalga con el porcobravismo.

El Derek Dooley's Left Leg al mejor jugador inglés, va a parar a Dave Moxon.

Barrilete, dos de dos como entrenador. A otros, por menos, les nombran Sir.

El cambio de ciclo es oficial: Os Porcos Bravos han ganado 5 de las últimas siete ediciones, dos de ellas a domicilio.

Por primera vez en la historia de la Anglogalician Cup, hay empate a títulos. Cinco para cada equipo. Con igualdad en el frente, siete años después.

Os Porcos bravos empezaron a ganar la X la misma fecha en que la VIII se les ahogó en el Sheaf. Fue un año y medio largo de desopilantes Dietas, encarnizados amistosos, terrorismo mediático y sangre en el ojo. Suficiente para un reloj de cuco y, vencer por segunda vez en Sheffield.

La puesta en escena de la Décima resulta vodevilesca. Los stags han perdido a su capitán y extraviado los uniformes, o viceversa. Durante los primeros compases del encuentro acusan el mazazo moral. Cuando reaccionan, el 0-1 de Martín ya estaba ahí. Pero nunca subestimes a un inglés en una pelea. De un estornudo y una perdida de balón, extraen el empate. Es su primera llegada al área gallega. Un guión ya conocido, aunque esta vez con una significativa variante: la Porcallada mantiene el tipo. Fieles a la manida consigna de que la mejor defensa es un buen  ataque, se ponen 1- 3. Quedan diez minutos para el descanso y los profetas ya cuchichean que el partido está muerto. Entonces viene la parranda. Thomo saca petróleo de un estrambótico fallo de los Bravos. 2-3. Son los peores momentos del equipo visitante. Nervioso, desorientado, achicando balones. Les salva la campana.

El descanso da para mucha libreta. Ambos equipos saben que la segunda parte pende de un gol. Si es stag, vaya si hay partido. Si meten los de negro, c'est fini. Pronto acaece lo segundo. Los ingleses, nobleza obliga, atacan a tumba abierta. Os Porcos, escarmentados, se repliegan con oficio. La portería de Santi no vuelve a pasar por más situaciones embarazosas. La X empieza a caer por su propio peso. Al final de la escapada y del pitido, ganan los que vienen de fuera.

Aparte de lo obvio, quedan las pinceladas de rigor: inmenso Jorge, encomiable Sergio en la presión; el resto de los porcos bravos, con los debutantes Estévez y Del Río, a un nivel medio alto. Destacan en los stags: Callanan, Cundy y Lee Flesh Gordon.


En Abril de 2014, más. Será la XI, la del desempate.

Recuerden que sí nuestros pecados son tercos, nuestros arrepentimientos son cobardes.